Good to you

Se mantuvo en silencio todo el tiempo. Le había dado una respuesta tan casual, como... como si no fuera ella quien estaba frente a él. Como si fuera cualquier otra persona. Notó que también le evitaba la mirada, provocando un vacío en su estómago. ¿Acaso...?

Con: ¿...ya no quieres verme, no es cierto?

-

Levi: Wow

Era, quizás, lo más excitante que le había pasado en la historia de su vida. ¡Era como estar dentro de uno de los libros que tanto amaba! Y no solo eso, sino que lo había besado. Aquella chica que tanto le había atraído cuando se sentó a su lado, siendo completamente encantadora, le había besado. Por lo que ella también estaba interesada en él, ¿no?
Se señaló a sí mismo, sin quitar la mirada de ella.

Leviu: ¿T-Te gusto?

-

Lesius: Si, creo que si.

Sus pasos eran largos y rápidos, por lo que no demoró mucho en estar donde minutos antes había peleado hasta matar a aquel ángel. Tenía la esperanza, en cierta forma, de que no pero al ver que Hell miraba con terror y sufrimiento a Cam y ella intentaba consolarlo, no fue difícil comprender la situación.
Se detuvo frente a ellos, sin bajar a Rin de sus brazos.

Lesius: Tenemos que ir a hablar con algún tutor o algún superior. Deben saber qué hacer con ésto, Hell.

Hell asintió levemente, para ponerse de pie y abrir un portal. No tomó a Cam de la mano, como haría normalmente, ni esperó a que Lesius pasara con Rin. Simplemente pasó delante, sin detenerse.

Chasqueó la lengua, sintiendose un idiota. ¿Qué quería ella de él? Realmente intentaba, pero ya no quería sufrir, ya no quería ver como se alejaba, estaba cansado de sentir ese dolor.
Se sentía agotado, no había dormido más que un par de horas en las noches, por el día su única distracción eran sus soldados, y cuando volvía a estar solo sentía como si su cabeza fuese a explotar.
Clavó la mirada en los ojos de Con, acercándose hasta quedar a pocos centímetros, reteniendo el deseo de besarla, de abrazarla contra él.

Lou: Lo que no quiero es ver como te vuelves a ir.

-

Abrió la boca, el sonrojo demasiado potente como para no sentir que se estaba prendiendo fuego. No sabía que contestar a ello, era la primera persona que no había salido corriendo al saber todo, o el primer humano al menos, pero no sabía qué se sentía gustar de otro, era una emoción que no había experimentado. ¿Hasta ahora?

Maigne: S-si... eso creo. Pero... no te besé por eso.

No debió haber dicho eso, hizo un gesto con sus manos, intentando arreglar sus palabras.

Maigne: No que no lo haya disfrutado es solo... yo.. me alimento así.

Termirnó por rascar su nuca con una risa nerviosa.

-

Las dos amigas se miraron, Rin con las lágrimas por salirse nuevamente de sus ojos, y Cam intentando como siempre parecer segura y sin miedo. Le sonrió, despeinandola y animándola a cruzar primero, siguiendola luego.
Siempre le mareaba atravesar portales, siempre se preguntaba qué podía ocurrir si algo salía mal y mitad de ella quedase atrapada en el.

El verlo tan cerca le hizo palpitar el corazón de forma acelerada. Podía sentir sus propias mejillas comenzar a arder, como si fuera la primera vez que le veía en años. Elevó una mano hacia su rostro, acariciándolo con cuidado, para luego sonreír con cierta pena y unir sus frentes.

Con: ¿Recuerdas cuando empezamos a salir...? Dije que te lastimaría, y dijiste que no importaba, que no te irías... Siempre pensé que esa respuesta había sido la más idiota y al mismo tiempo la más tierna que había escuchado -dejó salir una risita leve, permitiéndose el dejar caer a su vez un par de lágrimas-. No quiero lastimarte, Lou... He estado haciendo lo mejor que puedo, pero no es suficiente... Yo--Yo ya no sé qué hacer... No quiero perderte...

-

Oh.

Oh, diablos.

Eso cambiaba todo.
Desvió el rostro hacia un lado, intentando no hacer un gran mundo de esa pequeña información. ¿Se alimentaba de ese modo? ¿Es decir que iba por la vida besando a la gente sólo porque tenía hambre y nada más? Por lo que... él era sólo comida. Aunque ella había dicho que no. Pero eso podía ser simple amabilidad, para no hacerle sentir mal.
Escondió el rostro entre sus manos, intentando no mostrar toda la oleada de emociones que le estaban azotando. ¿Qué decirle?

-

Sus pasos eran firmes, seguros, entre medio del caos que había terminado siendo la batalla de hacía un par de días en lo que era su mundo. Horas, en lo que era el mundo humano. Lesius le seguía de cerca sin emitir una palabra, pero descifrando lo que Hell pensaba. Después de todo, la situación de ambos no era muy diferente.
Se detuvieron al llegar a lo que parecía una cueva, sólo que con una enorme puerta de madera, algo derruída. Golpeó de forma segura, esperando, hasta que salió un demonio que podría ser la misma pesadilla de cualquiera. Les sonrió, dándole espacio a que entrasen. [He looks like this: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ; [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] y se llama Haxxan - es de un comic que leo]

Haxxan: Veo que han traído a sus conexiones en un momento algo extraño, realmente. ¿No deberían buscar protegerlas de---?

Lesius: Las golpearon ángeles. Estan marcadas. Tenemos que quitarles eso.

Antes de que pudieran quejarse, tanto Lesius como Hell elevaron la remera de su respectiva conexión para mostrar la marca amoratada.

Cómo había sido cierto en ese momento, lo seguía siendo ahora. Él no se iría, era incapaz de dejarla, incapaz de separarse, los pocos días lejos de ella habían sido como una tortura.
La abrazó contra él, acariciandole el cabello, si luego volvía a irse sería más dolor, pero valía la pena por abrazarla una vez más.

Lou: No vas a perderme... Siempre estaré aquí, siempre te querré a mi lado, y siempre te esperaré. Así que deja de preocuparte por eso.

-

Sí, sabía que no todo podía ser tan perfecto y que llegaría el punto en que fuese demasiada información que procesar. Ella era un bicho raro, de verdad raro, no solo una inadaptada. Era un no-vivo, entre los vivos, alimentandose y en la casa de quien había mostrado interés en ella. Y ahora sólo estaba arruinandolo todo. ¿Es que estaba condenada a ser tan torpe?

Maigne: Pero... eres la primer persona que he querido besar.

-

Cam: ¡Hey!

Era una reacción idiota, considerando la situación en la que estaban, pero aún así, no es que se sentía particularmente cómoda mostrando su cuerpo a cualquiera, sobre todo frente a... bueno, eso.
Rin en cambio se dejó hacer, demasiado atemorizada como para oponer resistencia o ruborizarse, su vista estaba clavada en la mandibula del demonio, y Cam no podía evitar entenderla, ocultando cualquier signo de miedo al ver que su amiga la observaba.

Se dejó abrazar sin poder contenerse más, rompiendo en un llanto doloroso. En esos pocos días había añorado tanto sus brazos, su aroma, su amor. Se abrazó a su cuello como si soltarle fuera el pecado más grande en la historia.

Con: Sólo quería calmarme, ¿sabes? No iba a irme... no iba a dejarte... dije en serio que me casaría contigo, es verdad que quiero compartir mis días contigo...-no puedo evitar un sollozo, apegándose más a él-. ¿Por qué hiciste ésto...? ¿Por qué...?

-

No sacó el rostro de entre sus manos, no porque no quisiera verla a los ojos, sino porque tenía el rostro completamente rojo. Podía sentirlo. Era la primera vez que escuchaba algo así dirigido hacia su persona. Y... era demasiado...

Levi: E-Esperame aquí...

Se levantó con cierta dificultad, sin destapar su rostro, para avanzar rápidamente hacia el baño, donde cerró la puerta y comenzó a lavarse la cara con agua fría. Una estúpida e incomprensible sonrisa se dibujó en su rostro.

-

Haxan: Vaya actitud, veo que no ha cambiado tanto

Una sonrisa divertida se pasó en el rostro de quien había sido uno de los grandes tutores del inframundo.
Lesius abrazó más contra sí a Rin, aún si ella no podía sentirle. Quería que se sintiera protegida, que no tuviese miedo, después de todo Haxan solía ser así. Hell, en cambio, se mantuvo distante, sin mover un sólo músculo hacia Cam.

Haxan: Veo que fueron ángeles principiantes. O ustedes lograron detenerles a tiempo. Cualquiera de las dos, es una buena noticia.

Se dio media vuelta, inclinandose en una caja que tenía tras de él sobre una mesa. Hell intentó concentrarse en el movimiento de los huesos expuestos de su tutor y no pensar en la actual situación con Cam. Lesius, en cambio, no apartaba sus ojos de Rin.
Haxan volvió a girarse con una pequeña botella en cada mano. Un líquido azulino, algo tétrico, se mostraba en su interior. Parecía tener movimiento propio, pero ninguno de los dos quiso decir nada.

Haxan: Ésto debería revertir los efectos. Puede ser que tenga algunos efectos secundarios, pero nada que ustedes no puedan manejar, muchachos.

Extendió, con sus dedos huesudos, las botellas a cada una de las afectadas.

Haxan: Deben tomarlo a la medianoche en punto.

Le levantó la barbilla con su dedo, sonriendole levemente. Con el rostro surcado por las lágrimas, su cabello despeinado y enmarañado y los signos de cansancio en sus ojos, aún le parecía la chica más hermosa.
Se inclinó hacia ella, besandola tiernamente, haciendo un esfuerzo por separarse, debía explicarle.

Lou: Porque no soportaba el departamento sin tí, no podía imaginar una vida sin tu presencia, y... esto era el único lugar donde no iba a enloquecer.

-

Se abrazó a las rodillas, escondiendo el rostro al verlo levantarse. Seguramente sentía asco de que alguien como ella lo hubiese besado. ¿Por qué no la echaba? Dejó que el cabello la escondiese, mordiendose el labio a cada segundo que pasaba.
¿Qué hacia allí? Su existencia era un error, alguien tan muerto no debería relacionarse con Levi.

-

Rin agradeció la compañia de Lesius, y se aferraba a él. No podía sentir su contacto, pero si podía sentir cuando ella lo tocaba, y era suficiente para mantenerse calmada.
Temblando, tomó el frasco y lo aferró entre sus manos, murmurando un leve "gracias" pero sin poder observarlo a los ojos.
Cam, en cambio, se sentía extrañamente sola. No solo por su falta de sensibilidad, sino por la distancia que Hell parecía tomar de ella, o quizás simplemente estaba imaginando cosas. Aún así, mantenía la cabeza erguida, sin demostrar todo lo que sentía en su interior, y en especial, sin dejar que el pánico la dominase. Todo estaría bien. O eso quería creer.
Con una leve sonrisa tomó el frasco en su mano, observándolo unos segundos y luego volviendo la vista al extraño demonio.

Cam: Gracias.

Con: Oh, dios...

Dejó que la explicación entrara en sus oídos y su mente de forma consciente, sintiendo que su cuerpo se agrietaba por dentro. ¿Por qué lograba hacerle tanto daño? Se abrazó con fuerzas a su cuello, para besarlo con pasión, como si fuese la última vez que le vería en la vida. Como si fuera la primera.

Con: Oh, dios, voy a volverme loca... no te dejaría ni en un millón de años... -volvió a besarlo, sin importarle su alrededor-. No te dejaré, Lou... si no te vas conmigo, me quedo contigo...

-

Salió del baño sintiendo que todo su cuerpo temblaba de la emoción pura. Se colocó frente a ella nuevamente, observando con cuidado la posición que había adoptado. Intentó entender la forma aterradora en que debía sentirse; saber lo que eres, saber que no eres algo normal, y aún así esforzarte por serlo.
Corrió su cabello con delicadeza, buscando elevarme levemente el rostro, para apoyar su mejilla en el espacio restante de las rodillas de ella. Le sonrió con calidez.

Levi: C-Creo que de todo lo que me has contado de ti, lo terrible que eres y demás... lo único que me importa, es que te gusto

-

Haxan palmeó con poca delicadeza la cabeza de Cam, para luego mirar a sus viejos aprendices. Podía ver el mismo dolor y preocupación en sus ojos; les sonrió en lo que intentó ser algo alentador pero terminó siendo aterrador.

Haxan: Estarán bien. Sólo deben beberlo a las 00hs, y los efectos de la reversión comenzarán. Puede que se sientan mareadas o irritables, puede que vomiten o incluso que tengan más apetito del usual, también puede ser que eviten cualquier contacto con su conexión o que busquen más contacto del necesario. Nada de todo eso es preocupante. Lo único preocupante es si siguen sintiendose abstraídas de la realidad tangible.

Tanto Hell como Lesius asintieron, para finalmente abrir un portal y atravesarlo, volviendo al mundo humano. Se detuvieron unos segundos, ambos respirando de forma profunda.

Lesius: Lo mejor sería que cada cual esté en su casa y no salgan hasta sentirse mejor.


Hell asintió, abriendo un portal directamente al departamento de Cam, mientras daba un paso hacia el costado para permitir que ella pasara.
Lesius, en cambio, sacó sus alas, emprendiendo vuelo hacia la casa de Rin.

Lou: Quiero ir a casa. Quiero ir a nuestra casa.

Comenzó a besarla nuevamente, apoyándo sus manos en la cintura, acariciando la piel debajo de la remera, agarrando su piel, no podía tener suficiente de ella.

-

Maigne: ¿No-- no te molesta?

Llevó su mano hasta la mejilla de Levi, acariciandola, sintiendo el calor de estas a pesar de ahora estar húmeda. No podía creer su suerte, no podía creer que siguiera allí en lugar de odiarla.

-

Abrazó a Rin con unas leves palabras de confort, atravesando luego el portal. Fue directo hacia su cuarto, dejando la puerta abierta y sentándose en la cama.
Se sentía extraña, su cuerpo obedecía sus ordenes pero se sentía flotar.

..

Se abrazó a Lesius, buscando en cuanto pisó su casa su violín. Era lo que necesitaba ahora para distraerse, para distraerlos a ambos, su música la tranquilizaba, le hacía sentir a salvo.

Dejó salir una risita entre besos al sentir sus manos bajo su remera. Adoraba que Lou pudiese concentrarse sólo en ella, no ser la única que se perdía en el otro.

Con: Soldado... estamos en tu zona de trabajo... cuida esas manos...

-

Levi: ¿Por qué debería molestarme?

Le sonrió levemente, con cariño. Sus ojos brillaron ilusionados, como si fueran los de un niño. ¿Cómo habría de molestarle, si en cambio lo único que le parecía real era el hecho de que ella tuviera un particular gusto hacia él?

-

[Pasan horas, cercano a las 00hs]

Lesius había cerrado los ojos, intentando descansar, a la escucha de las melodías que Rin tocaba para calmarse. A la par de ella, intentaba que toda esa situación no les afectase tanto. No reunir preocupaciones.

..

Hell se mantenía en la sala, observando de lejos a Cam, mientras jugaba con Abadon. Estaba cabeza abajo en el sofá, intentando no observarla, pero fallaba considerablemente.

Protestó, bajando los besos de sus labios hasta su cuello, dejando leves mordidas. La había extrañado, le había privado de su presencia por unos días y ahora esperaba que se controlase.

Lou: Todavía no entiendes el efecto que tienes en mi, verdad?

Se separó, acomodando un poco su ropa, para luego ver la falta de pantalones de Con. Debería conseguirle un par.

-

Maigne: Primero, por ser esta... Cosa, segundo por alimentarme sin tu permiso y tercero por... Bueno, no te molesta que me gustes?

Había tantas razones para que él la echase de su casa a patadas, y sólo parecía interesarse cada vez más en ella... No podía creer que realmente estuviese pasando aquello.

-

Sus dedos estaban levemente entumecidos, pero su mente estaba tranquila, aún sk su corazón empezase a latir más rápidamente con cada minuto que pasaba.
Tomó la botella en su mano, despandola, frunciendo la nariz ante el dolor. Le sonrió a Lesius, alzando la mano a forma de brindis.

Rin: Sólo espero que no sea horrible.

Sin darse tiempo a degustar, ingirió el contenido, haciendo una mueca. No se sentía diferente, pero quizás tardaría en hacer el efecto.

-

Se había abrazado, esperando que el tiempo pase. Lo sentía tan distante y no comprendía por qué, realmente le hubiese gustado su compañía, sus chistes horribles y simplemente su presencia. En cambio, sólo se limitaba a observarla a la distancia.
Suspiró, observando la hora. Sólo quería que todo se terminase, y pronto.
Destapó la botella, gruñendo al germinar su contenido, sintiendo el mareo que aquel demonio había descripto. El cuarto entero parecía girar a su alrededor.

Dejó salir un par de jadeos contenidos ante las mordidas. Le alegraba saber que no era la única que necesitaba sentirse más cerca del otro. Le sonrió al ver que se separaba de ella para acomodarse la ropa, para finalmente comenzar a patalear al notar que miraba sus piernas.

Con: Si, soldado, vine a buscarte así como estoy...

-

¿Cómo hacerle entender que esa forma de percibirse a sí misma no era la que él tenía en su mente? Era la segunda vez que la veía, sí, y podía ser que quizás todo estuviese sucediendo más rápido de lo que uno esperaría... pero no había lograr sacarla de su mente en todo momento. Quizás no tenía lógica alguna el universo y debía amoldarse a ello.

Levi: No eres una cosa... No me molesta alimentarte, si eso es lo que quieres... Y tu también me gustas, por eso no me molesta...

-

La observó mientras bebía el líquido, luego de asentir levemente al ver su gesto. El aroma era asqueroso. ¿Qué efecto tendría en ella? Deseaba que no se sintiera mal, esperaba que la cura no fuera peor que la enfermedad.

-

Observó aún más atento cuando ella bebió el líquido, acercándose un poco a ella. Podía ver en su rostro el pequeño mareo, lo que le preocupó. Se acercó, sosteniéndola por los hombros, pero no mirándola a la cara.

Hell: ¿Cómo te sientes?

Lou: Y luego pretendes que me controle.

Fue hasta su casillero, buscando Pa talones y una remera de repuesto, la que traía también parecía algo sucia. Se los entregó, volviendo a abrazarla, no la quería lejos, no soportaba la idea.

Lou: Te quedaran algo grandes, pero podrás cubrirte del frío.

-

Se sonrojo tanto que su rostro parecía un tomate, sus ojos brillaban y sentia demasiada felicidad. Podía ser posible? Acaso había posibilidad de que alguien realmente pudiese encontrarla... Atractiva e interesante?

Maigne: Yo... Yo...

Comenzó a reír como tonta, terminando por abrazar a Levi, sin detener su risa. Era la primera vez que le decían algo así, era la primera vez que sentia que podía explotar.

-

Su cabeza dolía un poco, pero no era nada terrible, se paró, dando un par de pasos y quitándose la remera con un leve sonrojo. Sonrió levemente, el morado parecía haber disminuido de color, aunque seguía allí.

Rin: Parece funcionar.

-

Cam: Cómo crees? Horrible.

Gruñó, alejándose del tacto de Hell, aún si seguía sin sentirlo. Estaba preocupado, genial, pero seguía incapaz de verla a la cara, y su paciencia llegaba a su fin.

Cam: Quieres decirme porqué me evitas?

Dejó salir una leve risita, para tomar la ropa que le entregaba. Se colocó los pantalones, que le quedaban enganchados de forma diagonal en la cintura, dejando ver un poco su ropa interior, para luego sacarse la remera sucia, sin importarle la falta de corpiño y las ventanas del lugar, para colocarse la otra en su lugar.

-

Se habia obnubilado tanto con su rostro avergonzado, que no pudo evitar sorprenderse al sentir que lo abrazaba entre risas. Acabó por sonreír y devolverle el abrazo con delicadeza, sintiendose feliz.

-

Le sonrió levemente, siguiéndola de cerca por si llegaba a marearse o descomponerse. Era la mejor noticia que había escuchado en esos pocos "días", u horas.

Lesius: Recuerda no forzarte, por las dudas

-

Suspiró, soltándo sus hombros al oírla.

Hell: Porque me siento patético, Cam... Sabía que mantener algo de distancia iba a molestarte, pero no podía acercarme como si nada al saber que no ibas a sentir mi tacto, y que era todo mi culpa por no haber llegado antes y evitar que te golpeasen...

Le acarició el rostro, sabiendo que de todos modos ella no lo sentiría. Una pequeña puntada se instaló en su interior.

Hell: Siento ser tan inútil

Se mordió el labio al observarla cambiarse, pero evitó los comentarios.

Lou: Te vea bien soldado.

De una forma extraña, el uniforme le hacia ver realmente bien.

-

Se mantuvo unos segundos así antes de separarse y colocar un mechón de su cabello detrás de la oreja, son perder la sonrisa.

Maigne: Perdón... Soy algo impulsiva.

-

Asintió, yendo hacia el y sentándose sobre las piernas de Lesius, buscando sus brazos y su calor, aún si todavía no podía sentirlo. Se frotó levemente, ronroneando por lo bajo.

-

Chasqueo la lengua, caminando como si fuese un gato encerrado, sintiendo la irritación a flor de piel.

Cam: Deja de culparte por todo, no que fuese tu culpa.

El dolor de cabeza aumentaba, era una presión que no desaparecía, y le empezaba a costar percibir la realidad.
Se dejó caer, gruñendo y masajeando sus sienes, era la sensación parecida a la que tenía cuando se despertaba luego de escribir, sólo que más intensa.

Volvió la mirada hacia él, para sonreír divertida. [N/A: He's checking on ya gal] Definitivamente, apenas llegasen al departamento, se pasarían demasiado tiempo encerrados.
Se acercó a él, colocandose en puntas de pie, para abrazarse y besar su cuello.

Con: ¿Seguro que te dejarán ir?

-

Levi: N-No pasa nada

Dejó salir una leve sonrisa, para llevar una mano a su rostro acariciándola. Justo en ese momento oyó la puerta abrirse, provocando que se quedase inmóvil y su rostro se transformara en un notorio color rojizo.

Neisha: ¡Levi! ¿Dóndé--Oh. Oh, hola, hola ~

-

Le sonrió con dulzura, acunándola despacio, con completo cuidado. Pese a todo se veía tan tranquila, que le hacía sentirse mucho mejor. Sólo quería que no sufriera, bajo ninguna circunstancia.

-

Al ver que se dejaba caer al suelo, se acercó a ella, acuclillándose para luego inclinarse un poco y besarle la frente.

Hell: Hey, ya mejorará... Sólo dime si quieres algo, te daré lo que pidas

Lou: Hasta sería capaz de escaparme.

Sobre todo por el cosquilleo que el beso enviaba por toda su piel, no se quedaría allí por nada del mundo.

Lou: Sólo debo terminar mi turno y luego iré a hablar.

-

Por instinto se buscó ocultar entre las sombras, demasiado acostumbrada a intentar pasar desapercibida.

Maigne: Ella es tu compañera?

-

Rin: Descuida, estoy bien.

Quizás ser un ser de luz no fuese tan malo. Sospechaba que esa parte suya hacia que el proceso fuese más llevadero.
Le sonrio, acariciando su rostro con los dedos, sintiendo un leve cosquilleo. Si, estaba funcionando.

-

Apenas si lo escuchó, su cabeza palpitaba y sus pensamientos se perdían en un mar de dolor. Cerró los ojos, gruñendo nuevamente, pidiendo que pare, no quería soportar aquello.
Seguido de su cabeza, su estómago comenzó a doler, donde había recibido el golpe. Era todo eso parte del proceso? Sentía como si sólo existiese el dolor.

Dejó salir otra risita leve. Había pasado del drama total a una pasión desmedida, y no le preocupaba. Sólo podía pensar en él.

Con: ¿seguro que llegarás a final de turno?

-

Levi: S-S-S-Si...

Neisha: ¡Oh! ¿Te ha hablado de mí? ¡Es tan dulce!

Se dejó caer en el sofá, mirándolos completamente embelesada, como si se tratase de una telenovela o una película romántica. Levi bufó, separándose lo suficiente de Maigne como para no ser sospechoso.
Neisha de repente sonrió con cierta pena.

Neisha: Oh, lo siento, ¿molesto?

-

Lesius: Eso es bueno de oír...

Apoyó su frente contra la de ella, cerrando los ojos y disfrutando de las caricias. Sentía tanta paz que le era imposible no estar agradecido.

-

No pudo más que preocuparse, aunque intentaba no demostrarlo. Cam debía estar lo suficientemente asustada por los dos. Acarició su cabello con cuidado, intentando calmarla.

Lou: Tengo que...

Pero sabíaque su mente estaría en cualquier lado y que con las imagenes en su cabeza, quizás hasta debería asegurarse de tapar su pantalón con la remera. Sonrió ante la idea, recordando la secundaria y cuando todos los hombres caminaban encorvados.

-

Se quedó en silencio, pasando la mirada entre ellos sin saber cómo debía comportarse, Acababa de revelar su identidad al chico que le gustaba y minutos luego, su compañera había aparecido.
Con la timidez tintineando en su piel, se acercó hasta ella, dandole la mano con una leve sonrisa y la cabeza gacha.

Maigne: M-mi nombre es Maigne... un gusto.

-

Cam: Hell...

Su cuerpo tenía espasmos, era como si algo quisiese salir de ella, sufría arcadas y luego nada.
Inmovil, pasó de estar sentada a caerse, con la mirada perdida, en cambio, cuando creyó abrir los ojos, su mente se encontraba en lo que parecía un sueño, estaba todo oscuro salvo pequeñas partes iluminadas y el piso parecía no existir.
¿Y ahora qué? pensó.

Mordió despacio la zona de su cuello por debajo del lóbulo de su oreja, para luego dar suaves besos hasta su clavícula, sin decir nada más. No le importaba estar en las barracas militares, no le importaba siquiera que entrase un soldado o un general. Le importaba él. La forma en que su cuerpo se tensaba levemente con su tacto, en que la respiración se agitaba de forma casi imperceptible. Le importaba él. Dejarle en claro que esos días separados no había hecho nada más que fortalecer su amor.

Con: Bueno, deberás terminar rápido tu jornada... porque te he extrañado demasiado...

-

Neisha: Oh, si, sé tu nombre, Levi no ha dejado de repetir lo mucho que le gusta para un personaje de un libro, ¿no es cierto Levi?

Lo miró sonriente, sin darse cuenta en realidad de lo mucho que estaba dejando escapar la lengua. Levi intentó mirar a otro lado, ignorandolas a ambas. ¿Por qué había pensado que sería buena idea que Neisha conociera a Maigne? Debería haber adivinado que le haría pasar vergüenza.

-

La observó absorto, para luego entrar en pánico y llamarla a los gritos. ¿Qué debía hacer? ¿Era normal? Era imposible que fuera normal el hecho de que terminase catatónica. La tomó en brazos, sintiendo que lloraría. ¿Por qué las cosas nunca salían bien? Le besó la frente, y luego los labios, pensando qué hacer. ¿Debería buscar a Lesius? ¿O a Haxan?

Se mordió el labio, jadeando por lo bajo. Sabía que debía completar su turno, pero le era imposible dejar a Con, sobre todo cuando lo torturaba de ese modo, cuando su cuerpo reaccionaba ante el tacto como si este fuese una droga.
Se inclinó sobre ella, besándola profundamente, apegando su cuerpo al de ella para que pudiese sentir la erección que se le había formado.

Lou: Me resulta muy dificil dejarte ahora...

-

Se sonrojó bajando la mirada, para luego colocarse frente a él, sin lograr mantenerle la vista.

Maigne: ¿E-es cierto? Por-porque sería muy feliz si lo fuese.

Su nombre jamás había sido nada especial, tan solo letras unidas de una forma pronunciable, pero allí estaba, este chico de mirada arcoíris, encontrando belleza dónde ella antes nunca lo hubiese hecho.

-

Podía sentir su nombre siendo gritado por quién asumía era Hell, pero entre la oscuridad, no podía moverse. Supuso que debería aterrarse, pero estaba en completa calma, eso, claro, hasta que las imagenes comenzaron.
Una tras otra, escenas de su infancia aparecían como en un película, revivió la muerte de su padre, y el cambio de su madre, los insultos, la soledad, el desprecio de todos...
Sentía que podía llorar, excepto que ella no lloraba, no la derrumbarían, se mantuvo firme, observando todo con la mirada absorta.
Al cabo de unos minutos todo se detuvo, y una figura parecida a la de Town y a la del angel de hoy se le apareció, con los brazos cruzados.

Angel: Vaya si estás podrida, usualmente luego de todo esto, tu alma debería estar tan llena de pena que serías presa fácil.

Cam: Cállate idiota.

Angel: Que corazón tan frío~ Tendremos que contentarnos con el alma de la rubiecita. Oh, tranquila, te dejaremos el cuerpo. De todas maneras ese demonio idiota nos ha estorbado.

Fue suficiente para que volviese a tomar control de su cuerpo, clavando la mirada en Hell. Se veía tan preocupado, tan... devastado.

Cam: Llevame con Rin. Ahora Hell.

..

Sentía tanta calma que era antinatural, su cuerpo parecía lentamente quedarse adormilado y todo dejaba de importarle. Sólo le interesaba el calor de los brazos de Lesius que nuevamente podía sentir.
De haber abierto los ojos, hubiese notado que lo morado de su cuerpo se extendía cada vez.

Dejó que la apegara a él, disfrutando del beso. Quizás estaba siendo demasiado egoísta, pero había esperado que dijera esas palabras. Después de todo, ella no quería que él se fuese... no ahora que sentía que le había recuperado.

Con: Bueno, puedes no irte ~

-

Al verla frente a él, no pudo evitar clavarle la mirada. Dios santo, ¿en serio? Era tan adorable que apenas si lograba darse una idea de por qué ella le estaba prestando atención. Era un maldito nerd de los libros y la pc, y alguien tan maravilloso... tan...

Levi: ... soy capaz de escribir millones de historias sobre tí

Neisha: Oh, vaya... -sonrió, levantándose con cuidado del lugar para ir a su cuarto a encerrarse. Por lo visto, el leve enamoramiento era profundo.

-

Hubiese querido preguntarle qué diablos pasaba, pero la mirada en sus ojos le decía que su petición era realmente importante. Sin pensarlo abrió un portal, y tomándola en brazos fue hacia la puerta de la casa de Rin. No pensó en formalidades, no estaba en esos extraños humores, por lo que pateó la puerta de entrada con fuerzas.
En el interior, Lesius se sobresaltó por el ruido, para finalmente dejar con cuidado a Rin en el sofá e ir a abrir, sorprendiendose de los visitantes.

Lesius: ¿Qué sucede?

No hubo respuesta, en cambio Hell entró sin permiso, haciendo a Lesius a un lado, para ubicar a Rin con la mirada y dejar a Cam a su lado.

Lou: Creo que se me está pegando tu espíritu rebelde.

Y la falta de pudor también. La levantó, sentándose sobre la mesa y colocandola a ella arriba de él, volviendo a besarla y quitándole la remera con un rápido movimiento.
La había extrañado demasiado, y quería mostrarle la falta que le había hecho esos días.

-

Maigne: Las leerías todas...

Era incapaz de mantenerle la mirada, se sentía demasiado impura, y como si fuese a despertar de ese sueño maravilloso en el que estaba metida.

Maigne: Lo que me recuerda... prometiste mostrarme algo escrito por tí.

-

Se acercó a su amiga, frunciendo el seño al ver que, efectivamente, no despertaba al tocarla. Todavía tenía a flor de piel las imagenes que le habían mostrado, el nudo en su garganta no desaparecía, ni el deseo de hacerse un ovillo, pero no podía dejar que eso le ganase.
Le quitó la remera a Rin, su piel usualmente pálida ahora estaba completamente violeta y helada, no le quedaba mucho tiempo.

Cam: Hell, evita que Lesius me mate.

Susurrando unas disculpas, golpeó con fuerza a Rin en el estómago, logrando que su amiga abriese los ojos y comenzase a chillar.
Estaba todavía entre la realidad y la ficción, solo entendía que todo dolía, que nada estaba bien y su mundo había colapsado, estaba sola, tan sola...

Quizás los movimientos fueron demasiado súbitos, pero no le importó. Le importaba Lou. Jadeó al sentir que le quitaba la remera, sintiendo el frío nuevamente contra su piel por unos pocos segundos, ya que luego se abrazó al cuello de él para besarlo con tanta pasión como le fuera posible.
Unos golpes en la puerta llamaron su atención, provocando que se separara y le sonriera a Lou con los labios levemente inflamados por la voracidad de los besos.

Con: Parece que te están buscando

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¿Qué mejor que escuchar eso de alguien que había comenzado a ser una suerte de musa inspiradora? Le acarició el cabello, para luego llevar su mano hasta su rostro para acariciarlo, inclinandose en un intento de besarla, deteniéndose a mitad de camino. Se separó con delicadeza, mirando el montón de papeles acomodados en una pila sobre la mesa frente al sofá.

Levi: Bueno... no sé si leer algo mío realmente te agrade

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El grito de Rin despertó todos sus sentidos protectores. Sintió que hervía de ira, quería golpear a Cam, alejarla, hacerla pedazos. Hell a duras penas pudo controlarlo, invocando a su guadaña en su forma de lobo gigante para detenerlo.

Hell: Lesius, no me hagas pelear contigo -observó levemente hacia atrás, intentando ver a Cam, pero un golpe en su dirección le hizo esquivar y centrarse nuevamente en Lesius. Definitivamente no se detendría.

Los golpes parecieron un balde de agua fría sobre su cuerpo, y estuvo por ignorarlos, pero si alguien entraba y lo veía en esa situación, sería peor. Volviendo a colocarle la remera a Con, caminó hasta la puerta, abriendola para ver quién había decidio llegar en un momento tan inoportuno.

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Maigne: ¿Por qué no habría de hacerlo?

Si escribía como hablaba entonces sería fascinante, ya con el solo hecho de no haber corrido aterrado podía imaginarse que tenía una imaginación amplia y además jamás había conocido a un escritor.

Maigne: Hasta podrías autografiarme las obras y cuando seas famoso en todo el mundo, diré que yo tuve tu firma antes que nadie.

Le sonrió, imaginandolo con una fila de personas atrás, con una muñeca acalambrada de tanto firmar.

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Podía significar su fin, estaba lastimando a la conexión de quien hace unas horas había partido un ángel a la mitad. Pero si alguien tenía que salir lastimada, que fuese ella y no su amiga.
Le sostuvo el rostro a Rin, había comenzando a llorar y seguía con sus gritos, la mirada semi ausente, la luz en sus ojos lentamente se apagaba, la estaban consumiendo.

Cam: Perdóname Rin.

La alzó y le dió otro golpe en el pecho, dejándola sin aliento. No pudo observar a su amiga en el suelo, jadeando por aire, ni la mirada que le dedicó, pero al menos había funcionado: estaba despierta. Ahora solo esperaba no ser despedazada por Lesius.

No entendía porqué la había golpeado, nunca antes le había levantado la mano, y ahora estaba inclinada sin poder respirar. Tosió un par de veces, expulsando una pequeña bola morada de su interior. Su piel había retomado su color habitual.

Cabo (un soldado random xD): S-Señor, le llaman a seguir con su deber

Con no pudo evitar sonreir al notar al muchacho joven haciendo una reverencia hacia Lou, pero dirigiéndole miradas de leve asombro. Y se estaba sonrojando al mismo tiempo que ella le sonreía, por lo que no necesitaba imaginarse qué sucedería.
Le saludó, moviendo levemente los dedos por sobre el hombro de Lou mientras se mantenía algo alejada, a lo que el soldado simplemente desvió la mirada más avergonzada para clavarla en su general.

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Levi: No digas eso... nunca publicaría nada mío

Odiaba la idea de tener que compartir aquello en lo que tantos sentimientos habia puesto y que nadie realmente comprendiera sus palabras. Palabras bonitas, palabras confusas, pero nunca nadie realmente entendía las intenciones del escritor, sino lo que ellos deseaban entender. Y eso, definitivamente, no era su mundo.

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Sin saber exactamente en qué momento, habían empezado una suerte de pelea dentro de la casa de Rin. Y debía admitir que Lesius le estaba sobrepasando en poder, aunque le gustaba pensar que era simplemente porque él era hijo de Hades mismo. Gruñó, esquivando otro golpe, para alcanzar a patearle las costillas y derribarlo. Hubiese esperado que se levantase y siguiera peleando, pero en cambio lo vio incorporar sólo su torso y observar atentamente hacia detrás de donde ellos peleaban. Hell desvió la mirada, para ver a Rin jadeando contra el suelo y una esfera violácea en el mismo. En cuestión de segundos, logró detener un ataque directo a Cam por parte de Lesius.

Lesius: ¿¡Qué le hiciste!?