Good to you

Con: Tuvimos esa noche porque Karh nos rechazó a ambos... si no nos hubiesemos conocido, quizás no te habrías enamorado de mí ni yo de tí

Por extraño que sonase, pero era cierto. A veces pensaba en aquellas posibilidades que no se le hubiesen presentado. O las que se presentaron, cómo hubiera sido si ella no las hubiese tomado. Siempre terminaba sonriendo ante la idea de que, si todo ello no hubiese sucedido, ella no sería ella en realidad.

Con: Pero quizás... si no hubiese golpeado a aquella chica en el secundario, no habría desarrollado una aversión hacia las autoridades. Y quizás, si no hubiese sido amiga de Karh, no habría sufrido tanto por amor. Ni hablar de si no hubiese tenido tanto sexo...

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No pudo evitarlo: se sonrojó fuertemente. Era, quizás, la primera vez que sentía que todas las terminales nerviosas de su cuerpo se accionaban con un roce de Cam. Con un simple y tonto roce. La tomó por detrás del cuello, besándola un poco más de tiempo. Saboreando aquellos labios que tantas veces había besado y de los que no se podía separar.

Hell: ¿Sabes? Me arrepiento completamente de todo lo que dije cuando nos conocimos... Si no fueras tú, me arrepentiría enormemente. Probablemente te hubiese seguido buscando, aún si hubiera renunciado a ser tu conexión.

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¿Debería decirle y arruinar ese momento de completa paz que ella parecía tener? Se agachó, tomando una pequeña flor blanca de entre los pastos, para luego acercarse y colocarla en su cabello.

Lesius: Están cerca... Cam y Hell

Lou: No siempre son tus acciones las que causan las cosas. No sufriste por tener demasiado sexo, sufriste por aquellos idiotas que no te respetaron. Todos somos en parte responsable de lo que nos sucede pero los otros también influyen.

Así lo veía el, uno podía tomar decisiones que fuesen tanto positivas o negativas, pero a veces las decisiones eran tomadas por ellos y sólo podían hacer lo mejor con aquello.

Lou: Te imaginas otras versiones de nosotros?

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Levantó la vista, bajándola rápidamente luego, sólo para forzarse a observarlo a los ojos. Le acarició el rostro con ternura, revoleando sus ojos levemente.

Cam: Fui una perra contigo, si Rin te hubiese elegido a ti, sólo me hubiese comportado peor, te habría seguido lastimando.

Ah los comienzos de su relación, realmente habían sido duros. En aquel momento no lo admitirá, y probablemente ahora tampoco en voz alta, pero había sentido una especie de alivio cuando Rin había escogido a Lesius.

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Rin: Oh.

Bajó la vista hasta sus pies, jugando con ellos levemente. Sabía que debía ir y disculparse, pero no lograba quitarse de la cabeza las palabras de Hell.

Rin: Crees que Hell me deje acercarme?

Se mantuvo en silencio pensando, para luego empezar a reir. ¿Otras versiones de ellos? Claro que las imaginaba. Una Con más femenina, un Lou menos encantador. Una Con educada, un Lou aún nerd. Ambos como padres. Ambos separados.

Con: Si, pero somos mi versión favorita.

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Hell: Oh, ella es tan rebelde

Sonrió, para pellizcarle sin fuerza una mejilla. ¿Debían acaso pensar en el antes? Habían avanzado tanto que realmente no comprendía cómo había sucedido. Pero no se arrepentiría.
Se inclinó para besarla, deteniéndose a unos centímetros, algo tenso. Pero no se detuvo por mucho más.

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Lesius: No lo sé. ¿Realmente quieres ir?

Sería la mejor decisión quizás, pero no quería forzarla a ello. Aunque le molestase un poco, ella debía empezar a fortalecerse en ese mundo en el que vivían. Era claro que él no podía ser su único protector, que ella debía también buscar su propio bien.

Lou: Que lastima, y yo aquí rogando que te gustase mi versión mexicana.

Era extraño, pero a través de la puerta, se sentía conectado con ella. Sabía que había apoyado su espalda contra esta, al igual que él, y hasta podía llegar a adivinar a qué parte del baño estaba mirando.

Lou: Te amo. Mi perfectamente imperfecta Con.

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Su orgullo había recibido un golpe, pero era muy cierto que su actitud de roca había desaparecido, al menos en el pequeño círculo que consideraba su familia.
Retrocedió, alzando las cejas ante la expresión de Hell. Esa expresión jamás anunciaba nada bueno.

Cam: ¿Qué sucede? Y por favor no digas "nada".

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Rin: No lo sé.

Tenía miedo, miedo de enfrentarseles, miedo de... enfrentar su error. Se rascó la nuca, suspirando. ¿Hasta cuando sería tan débil? Alzó la vista hacia Lesius, nerviosa pero decidida.

Rin: Sí, tengo que ir.

Asintió al oírla, para tomarla de la mano y comenzar a caminar en dirección a Cam y Hell. No estaban tan lejos, no le tomaría mucho el acabar con todo ésto.

..

No quería responderle. Realmente no quería. Sería arruinar todo su esfuerzo por hacerla sentirse mejor, por hacerla olvidarse de lo que Rin le había dicho. Pero ahí estaban. Y cada vez, más cerca. Gruñó, tomándo de la mano a Cam, avanzando un par de largos pasos, para detenerse el oír un grito.

Lesius: ¡Hell!

Cerró los ojos con fuerzas, mientras se tranformaba en su forma shinigami. Sus ojos cubiertos, como si una venda hiciera el trabajo. Su cabello más largo, blanco. Su cuerpo esbelto y de altura considerable. No gastaría energía en mantener su fachada humana.

Lesius: Hell, no quiero pelear... no queremos pelear...

Oh, no volveré a cometer ese error. En un chasquido de dedos, su guadaña como tal apareció en su mano, emanando un ligero brillo azulino.

Confundida se había dejado alejar del luegar, suponiendo algún peligro, algún shinigami, u otro ataque de los angeles pero al oír la voz de Lesius se soltó de su agarre.
Clavó la mirada en Rin, esta también la observaba, con el pánico escrito en los ojos.

Cam: Hell...

Avanzó un par de pasos, colcándose frente a su conexión y su guadaña, sintiendose temblar. La imagen de Hell, de la muerte en persona, era realmente admirable, y atemorizante al mismo tiempo.

Cam: Hell, no dejaré que pelees con ellos.

Rin podía odiarla, pero seguía siendo Rin, y Lesius algo así como un amigo. Sí, lo consideraba un amigo, y podía permitir que se enfrenten.

Rin nuevamente sintió un cosquilleo originarse en su estómago, eruptando las palabras antes de poder controlarse.

Rin: ¿Y quién necesita tu protección alargada? No pudiste ni proteger a tu mugriento gato.

Chasqueó la lengua, estaba pegandole nuevamente donde sabía que le dolería. ¿Qué demonios ocurría con esa chica?

Miró de forma vacía a Cam unos segundos, vacilando. Si ella se interponía en su camino, quizás...
Pero al oír a Rin hablar, pudo sentir todo su cuerpo comenzar a arder. Pensó en empujar a Cam, pero simplemente se mantuvo estático, observando a Rin, para finalmente señalarla con su guadaña.
Lesius observó sorprendido a Rin, soltando su mano. No, esto no estaba funcionando. Eso no debería estar sucediendo. Rin no estaba peleando contra eso, lo estaba dejando ganar. Abrió la boca intentando decir algo, pero sintió las palabras colisionar en su garganta sólo para no salir. Su mirada fija en Hell ahora, quien sonreía.

Hell: Grandes palabras para alguien que vive sólo escondiéndose tras cualquier persona que sea más fuerte. ¿Es acaso alguna especie de complejo? ¿Porque tus padres no están contigo? No es de sorprenderse, ¿no? No te esperaban, vaya sorpresa. Tu madre piensa que arruinaste sus mejores años, y tu padre se siente atado. Pero nunca te lo han dicho, no, prefieren estar fuera de casa y no verse a los ojos. No ver al pequeño error.

Cam pasaba la mirada por todos, sintiendose realmente indefensa. Aquello no podía estar pasando, su amiga no se comportaba así, y ella sería incapaz de detener a Hell si este realmente se proponía a herirla.

Rin rió, sonriendo con los brazos cruzados. Algo había tomado control de ella y la había expulsado hacia lo remoto de su mente, dejándola como una mera expectadora y por más que chillase, y golpease, nada cambiaba.

Rin: Oh, el blanquito sabe golpear. ¿Aprendiste eso de ella? ¿O sólo estas proyectando en mi tu enojo contra tu madre? Vamos, no soy como "señora ruda", no voy a romperme con solo tus palabras.

Algo estaba mal, su forma de hablar, las entonaciones de las palabras, y la información que parecía conocer, cuando ella nunca le había hablado de los padres de Hell.

Hell: Me encargaré de que te rompas en miles de pedazos

Hell dejó salir una carcajada que resonó en sus oídos y le hizo comprender que las cosas no estaban bien. Pudo ver las sombras comenzar a agolparse a sus pies. Estaba listo para tomar la vida de Rin en cualquier momento que le fuese oportuno, y sabía que él debía protegerla... pero no sentía aquella necesidad. Aquella persona, que reconocía como Rin, no era la misma chica de la que se había enamorado. En definitiva, no era nadie que él conociera. Aquella conexión que debían tener se sentía débil, inexistente.
Quizás por eso cuando vio las sobras comenzar a arrastrarse hacia Rin, decidió ignorarlas. Quizás por eso cuando Hell esquivó a Cam y avanzó hacia Rin, observó todo inmóvil. La risa aún en el aire. La guadaña de un brillo azulino, con más energía de la necesaria para matar a un simple mortal. Pudo escuchar el aire cortarse. No lo supo. No lo razonó. No lo entendió. Sólo sintió el golpe, en medio de su pecho, cortando su carne. Sus ojos frente a frente con los de Hell. No, esa no era Rin. Pero no podía dejar de protegerla.

Rin: ¡Lesius!

Cam observó todo como si sucediese en cámara lenta, Hell abalanzandose sobre aquella desconocida, y Lesius interceptando el golpe en el último minuto y por último, el grito de Rin.
Actuó con rapidez, su mente ataba cabos y sentía que todo estaba en sus manos.
Corrió hasta la escena de Hell y Lesius, mordiendose el labio, no era un corte nada agradable pero si no retiraba la guadaña, quizás podrían evitar mayores complicaciones. Se acercó con cuidado hasta las manos de Hell, conteniendolas en las suyas, sin moverlas.

Cam: Hell, detente. Necesito que confíes en mi.

Se giró, clavando la mirada en Lesius con algo de dolor y preocupación, moviendose nuevamente al oír otro grito de Rin.

Seguía inmovil, su cuerpo se rehusaba a responder, aún cuando las lágrimas comenzaban a caer por sus ojos ante la visión de Lesius interceptando el golpe a último minuto y luego a Cam frente ella. Sintió el deseo de insultarla nuevamente, pero esta le tapo la boca a tiempo.

Cam: Vamos Rin, no dejes que te gane, necesitas vencerlo.. por Lesius.

Quitó la guadaña al sentir las manos de Cam en las suyas, pero sentía como si estuviese en una especie de pausa. Nada de lo que sucedía a su alrededor era real. Salvo Rin, su objetivo. Y Cam, su conexión. Lesius había pasado a ser sólo un obstáculo más a vencer en el momento adecuado. Y éste lo sabía. Le observó con una sonrisa, mientras se llevaba la mano a su pecho, tocando la herida, de la que empezaba a emanar un líquido negruzco mezclado con brillos celestes. Su sonrisa se tiñó del mismo color.

Lesius: En tu lugar, hubiese hecho lo mismo, Hell...

Retrocedió un paso y observó a Cam, aún intentando ayudar a Rin. Era maravilloso ver ese tipo de relaciones. Aún pese a todo. En su mundo eso no existía. No pudo evitar oír cómo intentaba motivarla, pero sabía que era inútil. No por ella, sino por él. Movió su mirada a los ojos de Rin, sintiendo que se conectaba por unos segundos. Miles de palabras que no diría. Un "perdón" ahogado y un "gracias" que no quería salir. Bajó la mirada a su mano, aún en su pecho, manchada con su sangre. Comenzaba a descanecerse, a hacerse pedazos. Era todo.

Observó a Cam y como sus palabras parecían no ser de efecto, una mirada al cuerpo de Lesius fue suficiente. Su cuerpo emitió una tenue luz blanca y se vió liberada, corriendo hasta él, abrazandose a aquel cuerpo que se desmoronaba, intentando mantenerlo unido.
Las lágrimas corrían y sentía su rostro mancharse de sangre, pero no le importaba, sólo le interesaba Lesius.

Rin: Perdóname, perdóname... Lesius... No... no puedes irte.

Sin darse cuenta había aumentado el agarre, y Cam solo podía ver como la luz que parecía salir de Rin se intensificaba. ¿Aquello era el poder de su alma?

Observó su rostro, con manchas de lo que sabía era su sangre, pero no podía decir nada. Cayó de rodillas, sintiendo que todo en él se caía a pedazos, que todo formaba a ser parte de nada. Y le vio brillar, sin poder evitar sonreír. ¿Cuántas veces había deseado que ese brillo que él lograba ver pudiera liberarse? ¿Cuántas veces había deseado ver cómo su luz opacaba todo? Podía sentir el calor emanar; se sintió cálido, se sintió a salvo. Era una sensación que no había conocido jamás y ahora no quería dejar escapar. Cerró los ojos, dejándose caer sobre ella. Una sonrisa en sus labios al momento de que todo su cuerpo se desvaneció.
Hell dejó caer su guadaña al comprender, finalmente, lo sucedido. Pequeñas luces celestes se elevaban lentas en el aire, para luego ir apagándose como si de un suspiro se tratase. Elevó una de sus manos para encerrar una en un puño, pero ésta brilló con más intensidad hasta convertirse en un alma. El alma de Lesius.

A medida que el cuerpo de Lesius desaparecía, ella iba cayendo, hasta terminar de rodillas, la luz que emanaba sin darse cuenta se intensificaba mientras que por dentro se sentía quebrar en miles de pedazos, con cada luz celeste que se apagaba, algo se resquebrajaba en ella.

Rin: ¡No puedes irte!

No dejaba de llorar, con la frente apoyada contra el piso. Tenía que volver, tenía que hacerlo, prefería morir ella antes que ver desaparecer a Lesius... todo por su culpa.

Cam observaba todo inmovil, el escenario parecía irreal, Lesius había... muerto. El hijo de Hades. No podía ser verdad, no...

Ante la escena, el alma en su mano pareció moverse, lo que poco a poco lo sacó de su asombro. Suspiró, chasqueando los dedos, para volver a tener su guadaña en mano. Caminó con parsimonia hasta estar frente a Rin, colocando el filo al borde de su cuello.

Hell: ¿Quieres ésto?

Observó a Cam, para luego volver la mirada a Rin y quitar su guadaña, haciéndola desaparecer.

Hell: No perderé mi tiempo contigo

Volvió a mirar el alma en su mano, para dar media vuelta y comenzar a caminar.

No pudo decir nada, se tenía merecido ese trato y lo sabía, ella sola había logrado que todo esto sucediese. Quedó allí, con las palabras atravesadas y con el dolor en su piel, sólo podía observar el alma en manos de Hell.

Debería ir y consolarla, y lo sabía, pero un movimiento capto su atención. Por el cesped algo correteaba. Se lanzó tras él, logrando capturar entre sus manos algo que se asemejaba a una lombriz, del mismo color morado que la pequeña pelota que había extrajido del interior de Rin, y con el mismo olor.

Cam: Así que tu fuiste el causante de todo esto.

Lo observó retorcerse, queriendo ir en una sola dirección: el alma de Lesius.

Se giró al oír la voz de Cam, para ver el insecto entre sus manos. Chasqueó los dedos en un gruñido, provocando que un fuego azulino brotara de inmediato, quemándole. Chillidos fuertes provenían del mismo, que acallaron en el segundo en que el cuerpo comenzó a convertirse en cenizas. [N/A: El fuego ese no quema nada que no haya sido catalogado como objetivo xD]

Hell: Asco de sangijuela espiritual...

Un peso se había levantado de ella, por muy menor que fuera, no había sido Rin la culpable, sino ese insecto que le había dejado una desagradable sensación en las manos.
Se acercó a su amiga, que parecía mas pálida que lo usual, acuclillandose a su lado, apoyando una mano en su hombro. No había nada que decir, aún si no había sido culpa suya, la fuerza del dolor era demasiado como para ser reparado por un "fue obra de los angeles".

Sintió el contacto, pero no reaccionó, estaba adormecida y al mismo tiempo sintiendo demasaido. Se había ido, se había ido y con él, parecía que también se había ido ella, se sentía un caparazón.

Se detuvo a observar la escena unos segundos. En lugar de Cam, él ni siquiera tocaría a Rin. Pero era clara la diferencia entre ambos. Sin decir nada más, abrió un portal, desapareciendo de allí con el alma en su mano.
Al llegar a su mundo, parecía que la noticia había llegado más rápido que él. Todos parecían mirarle extraños, como si no creyesen lo que veían. Pero no se detuvo a cuestionarse. Caminó hacia la cueva tan conocida, para golpear la puerta y saludar con un leve asentimiento de cabeza a Haxan antes de pasar.

Haxan: Cuando escuché que le habías matado, no me la pude creer... Verlo es difícil.

Hell: No le maté de forma justa. Se atravesó en el último momento.

Haxan: Sigue siendo una muerte justa. Era su conexión, eso haces por proteger lo tuyo -se estiró, crujiendo sus huesos-. Lo que me hace preguntarme por qué no lo has devorado. Tendrás más poderes que antes, ¿sabes? Es lo bueno de los primeros linajes.

Hell: No quiero comerlo -observó el alma en su mano, sin mirar a su tutor ni un segundo.

Haxan: ¿Qué dices? Creo que escuché mal

Hell: No quiero comerlo. Ni quiero que nadie más lo haga. Quiero revivirle.

Haxan: Eso es... nuevo, viniendo de tí. Preguntaría motivos, pero eres un niñato bastante maleducado y jamás me lo dirás, ¿no es cierto? -una leve sonrisa en los labios de éste le dio la respuesta. Bufó mientras caminaba hacia un cofre, del que sacó una suerte de huevo transparente, de un tamaño bastante considerable. Lo colocó delante de Hell, mirándolo en silencio unos segundos-. Ya sabes como es. Alimento y tiempo, ¿de acuerdo? Si se mantiene cerca de su conexión, mejor aún.

Hell asintió, colocando el alma dentro del huevo, para luego pasar por un lado de Haxan abriendo un portal que lo llevó nuevamente al punto inicial.

Sintió a Hell marcharse, pero no podía decir mucho. Rin había finalmente abrazadose a ella, y simplemente le acariciaba el cabello. ¿Qué decir? Incluso ella estaba afectada por la perdida de Lesius, lo había llegado a querer, aun si varias veces le irritaba.
Rin no dejaba de decir cuánto lo sentía, y Cam no tenía fuerzas. No tenía fuerzas para decirle que todo estaría bien, ni para sostenerse a ambas. Deseó que Hell la tomase en brazos y que todo fuese solo una pesadilla, pero él se había ido, él también acababa de sufrir una pérdida, y debía respetarselo.

Observó la escena en silencio unos segundos, para finalmente acercarse a ambas. Clavó su mirada en Cam primero, y luego en Rin. Pudo entender que lo que siempre les enseñaban de las conexiones, eran reales. Respiró hondo, para tomarla del brazo con poca delicadeza, separándola de Cam.

Hell: Debería aprovechar a matarte. O hacerte daño de miles de maneras diferentes. Pero tienes suerte de que tu mejor amiga sea la persona que amo.

Le extendió el huevo [N/A: qué mal que suena], que brillaba tenuemente, como si de un palpitar se tratase. Hell le miró con cuidado, para dejarlo en manos de ella de la misma forma.

Hell: No lo dejes solo ni un segundo. No te pongas en peligro, no salgas de tu casa. Tenlo cerca a cada segundo. Volverá a nacer.

Le dio una última mirada, antes de acercarse a Cam, tomarla de la mano y obligarla a caminar detrás de él, alejándose.

Observó aquel pequeño huevo, teniendolo en sus manos como si de su misma vida se tratase, y en parte, era así. Lo protegió entre palmas, murmurando un leve gracias que no sabía si había logrado oír, dando la vuelta y volviendo a su casa con rapidez. No le interesaba el colegio, sus padres, sus notas, nada... mas que cuidar de su hilo de esperanza.

Chasqueó la lengua, soltandose del agarre de Hell, deteniendolos a ambos. Frunció el seño, sin comprender la actitud de él.

Cam: Sabes que no fue su culpa, ¿tienes que tratarla tan mal? No es como si ella hubiese querido que esto pasase.

Observó su mano al ver que ella se soltaba, sin decir nada en absoluto. Chasqueó la lengua, para acorralarla contra un árbol, inclinandose para oler su cuello y susurrarle en una voz un tanto amenazante en el oído.

Hell: Es su culpa porque puede controlarse si intentara... Y de todos modos, ¿acaso no le devolví a Lesius? Podía haberlo comido. Podría haberselo dado a alguien más.

Arañó el tronco del árbol, apoyando la frente en su hombro. La imagen de Rin llorando por Lesius... no pudo evitar pensar que era Cam. ¿Qué pasaría si...? Gruñó casi sin fuerzas.

Hell: Cam, si muero... si muero solo...

¿Solo qué? "¿Sólo olvídame?" Sintió un nudo en el estómago.

Le colocó el índice sobre los labios, callandolo. Era una imagen que no quería en su mente, una situación que nunca quería vivir, aquel dolor que experimentaba Rin... Podía sentirlo cosquillear sobre su piel al pensar en Hell.

Cam: No dejaré que eso pase. Nunca.

Y si por alguna razón catastrófica sucedía y no podían revivirlo, tampoco creía seguir en el mundo. Con sus ojos había visto a Rin casi perderse a si misma, sólo recuperando algo de brillo ante la posibilidad de recuperarlo, unos minutos más y quién sabe que le habría sucedido. Estaba segura que correría un destino similar.

Cam: No importa que pase, buscaré la forma de salvarte.

Dejó salir una carcajada seca. ¿Salvarlo? Salvarle estaba fuera de los límites. Si por algún motivo él muriese, y no tuviese salvación...
Negó con la cabeza, casi sin fuerza en el movimiento.

Hell: Sólo sálvate... Yo no importo...