A cursive memory

Dem: Hazlo

Le sonrió, tranquilizandola.

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Se detuvo, frunciendo el seño.

Bei: No lo haré

Estaba excitada, era por eso. No tenía bien la razón.

Le tomó el rostro observandolo unos segundos. Su cuerpo practicamente intentaba abalanzarse sobre el. Cerró sus ojos apoyando sus labios contra los de el.
Inmediatamente sintió el fluir de su alma hacia su cuerpo, alimentandola.

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Respiró profundamente, tranquilizandose.

Wands: ¿Crees que no sé lo que quiero?

Era extraño. Un beso, sin sentido, sin amor. Pero tan... necesario, ¿no? Sonrió entre éste.

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Bei: Creo que la excitación va más allá de lo que esperas

Se levantó, lavandose el rostro, para luego observarla.

Lo prundizó un poco antes de abir los ojos completamente y separarlo con fuerzas. Jadeó mientras se acostumbraba a su cuerpo. Se apreciaba mejor, menos transparente. Sus ojos habían cambiado, adoptando una tonalidad azulada.

Maigne: Gracias

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Se levantó también pero no lo observó. Se acomodó la ropa y se aseguró de que estuviera bien colocada antes de dirigirse hacia la puerta, sin pronunciar una palabra.

Notó el cambio notorio en Maigne. Entonces era cierto, los dragones podían hacer reales las cosas que incluso habían abandonado lo material. Entonces, si bien le cansaría un poco, podría hacer que Maigne fuera real día a día, ¿no? Reiría, comería, sentiría las cosas como un ser vivo.
La tomó del cuello, besandola nuevamente, obligándole a comer. Quería ver si estaba en lo cierto.

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No dijo nada, tampoco la miró. Pasó por su lado, abriendo la puerta del baño y saliendo de allí. Nuevamente era receso, ¿hacía dos horas que estaban encerrados juntos? Llegó a su salón, ahora vacío. ¿Habian terminado las clases? Se acercó a la ventana. No, era hora de Educación Física.
Suspiró, comenzando a guardar sus útiles.

Se intentó resistir al sentir el impulso. Si comía demasiado...si no se controlaba... no quería imaginarse las consecuencias.
Bajo sus palmas empezó a sentir el calor irradiado por el cuerpo de Dem. Notaba la temperatura del ambiente y percibía el aire entrando a sus pulmones. Quería seguir. Quería apropiarse del alma, ser humana por un día.
Se separó, tosiendo. Su cabello y ojos habían vuelto al color que tenía mientras vivía, aunque su cuerpo seguía teniendo el mismo color.

Maigne: No hagas eso.

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Lo siguió de cerca, arrojando sus cosas dentro de la mochila. La furia se notaba en como las guardaba. Al menos ahora tenían una materia en la que era buena, y le agradaba.

Dem: ¿Por qué no?

Le sonrió. Estaba algo cansado, como si hubiera hecho ejercicio y el movimiento le fuera más grave, pero nada de qué preocuparse. Pronto se recuperaría, su parte dragón lo curaría. Le acarició el cabello, aún sonriente.

Dem: Eras realmente una preciosura estando viva

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Podía oir los útiles de Wands siendo azotados. ¿Por qué no lo entendía? Estaba siendo bueno por ella, no por él. Cerró la mochila, colgándosela al hombro y bajando al patio de deportes. Si ella quería enojarse, bien, en esas quedarían.

Desvió la mirada, algo sonrojada. Observó su reflejo sobre uno de los vidrios, observandose con tristeza. Extrañaba su vida. Su cuerpo. Extrañaba sentir su corazón y sobre todo el calor.

Maigne: Eso no importa... es peligroso que lo hagas

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Esperó el tiempo suficiente como para no tener que verlo mientras bajaba antes de dirigirse hacia su clase. Quizás acutaba de manera egoísta, o irracional, pero no tenía tiempo de pensar en ello.

Dem: No lo es, soy mitad dragon... lo que me quites, se regenera en un par de horas

Le sonrió.

Dem: En cambio, a ti te dura un par de días

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Hacía varios minutos estaba en clase. Jugaban fútbol, vaya entretenimiento. No podía mantener la cabeza clara. Primer Foes, luego Kui... ahora Wands.
Sin querer, chocó con uno de los muchachos, haciendolo caer, recibiendo un puñetazo en el rostro por parte de otro del mismo equipo.

Maigne: Pero se irá. Puedo parecer viva, pero a fin y al cabo, no cambia la realidad

Colocó la mano sobre el hombro de Dem. Su mano seguía fría, aun cuando podía sentir el calor de su cuerpo.

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Levantó la pelota con su pie, pateandola hacia pecho de quien había golpeado a Beivan.

Wands: Se juega con los pies no con las manos.

No observó a Beivan directamente, pero lo veía de reojo, en caso que alguien pensara en volverlo a golpear.

Dem: Eso puede arreglarse

Le sonrió. Ya vería cómo, pero lo solucionaría. Despues de todo, quizás por eso seguía vivo: porque tenía una meta. Y quería pensar que era con Maigne.

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Se sentó, escupiendo sangre. Vaya, se olvidaba de lo patanes que eran sus compañeros. Observó a Wands, para luego ponerse de pie, tomar su mochila e irse. Le daba igual si le sancionaban o le ponian mala nota.

Odiaba que le diera esperanzas. Y odiaba que ella creyera que tenía razón. ¿Cómo podía arreglarlo? Había pasado ya demasiado tiempo.
Se sentó sobre el borde de la cama, suspirando. ¿Y si había esa posibilidad?

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Chasqueó la lengua, fulminando a sus compañeros con la mirada. Le echó una mirada a su profesor antes de seguir a Beivan. No podía dejarlo así.

Wands: ¡Bei! Espera

*No sé qué más hacer xDDD*

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Frunció el seño, apresurando el paso. No era su día, no lo era. ¿por qué diablos todos se empeñaban en seguirle? Primero Foes, ahora Wands. Se lamió el labio sangrante. Debía encerrarse en su casa.

*no idea XD* Elegí un pet...

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Comenzó a trotar para quedar frente a él, impidiendole el paso. Le sostuvo el rostro, observando el labio, sin que le diera tiempo a protestar.

Wands: Estas herido.

Te toca elegir a vos xD

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Bei: No me digas, no me había dado cuenta

Hizo amago de correr el rostro, aún con el seño fruncido.

Eh... XD

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Reforzó el agarre sobre el rostro, levantando su remera para secar algo de la sangre que salía por el labio.

Vamos, vamos *la pellizca*

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Se tranquilizó al ver el gesto, ablandando su semblante. Bajó la mirada, dejandose hacer. Despues de todo, Wands seguía siendo una chica, no podía ser cruel con ella.

Bei: ...lo siento...

Le sonrió, besandole la mejilla.

Wands: Yo también lo siento

Soltó su rostro pero siguió secando algo de la sangre con su remera, intentando no lastimarlo.

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ok, dejame pensar XD

Bei: Estoy bien...

Le sonrió, con cierto esfuerzo, suspirando luego.

Bei: Debes ir a clases, yo iré a mi casa...

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Okis

Wands: ¿estas seguro que estas bien? Te ha golpeado fuerte...

Podía perderse una clase.

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Suspiró, apoyandose contra la barandilla del barco. Todos los tripulantes estaban en tierra, comiendo, o robando, o entrando en algún pleito. Ella prefería quedarse allí. Observó las pequeñas olas romper contra las rocas, volviendo a suspirar. Debería bajar a comer algo. Su estómago rugió, confirmando su pensamiento.

Xirihn: Que aburrición...

Bei: Estoy bien... necesito descansar, es todo

Le sonrió, restandole importancia

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Estaba sentado en el puerto de la isla de Krawk. Hacía meses no navegaba. Extrañaba el mar. Pero sabía qe si se marchaba, extrañaría la vida hogareña que estaba teniendo ultimamente, y no quería despedirse de eso, asi fuera por poco tiempo.
Suspiró, recordando monstruos marinos y aventuras.

Wands: De... de acuerdo

No estaba demasiado convencida pero accedió. Si solo necesitaba descansar...

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Se ató su pañuelo amarillo al cuello, bajando hacia el puerto. Su mano se dirigió al bolsillo. No tenía demasiado dinero pero sería suficiente para alimentarse. Silbó una canción por lo bajo, caminando con lentitud. No tenía prisa.

Sonrió, poniendose en puntas de pie para besar su mejilla, alejándose luego. Descansar, definitivamente necesitaba eso.

*Aca tampoco sé xDD*

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Suspiró, viendo un barco llegar a puerto. Sonrió con cierta pena, para luego recostarse sobre el muelle y mirar al cielo. Vaya nostalgia.

Se despidió, caminando hacia el colegio nuevamente. Tendría que soportar a sus compañeros el resto del día.

(ok, ahora te toca a vos XDD)

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Ignoraba a la mayoría de la gente. Eran todos piratas que llegaban de viajes o prostitutas que buscaban dinero. Solo se detuvo al ver a un rostro nuevo. Raro. La gente no solía ir a pasear por allí. Se encogió de hombros. Si buscaba problemas los iba a encontrar. No solían aceptar a los nuevos.
Pasó por su lado, dedicandole una breve mirada antes de seguir caminando.

Conocía casi todas las caras. Recordaba los nombres. Quién causaba peleas, quien era el más alcohólico. Sonrió, para luego quedar clavado en alguien que le miraba. ¿Que diablos? Debía de ser nueva.
Se puso de pie, rápidamente, tomándola del hombro con cuidado para detenerla.

Arian: Disculpa, ¿de qué barco eres?

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Prendió otro cigarrillo, intentando aclarar sus ideas. ¿Qué podía pintar ahora? Sentía que de a poco su imaginación se iba drenando. Se quitó el gorro que ocultaba en parte lo que realmente era, moviendo sus orejas de un lado a otro, algo entumecidas.

Isha: Diablos...

Apagó el cigarrillo, tomando pintura. Era hora de crear.