One more time (8)

Dal: Acabo de confesarte que dejé todo por tí, y ya quieres cambiarme...

Era una broma, pero terminó por avergonzarla, haciendo que girase el rostro. ¿Por qué había dicho eso en voz alta? Se tapó el rostro con las manos, sintiendo que quería que la tierra la tragase.

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Sonrió levemente, sacando un par de vendas de uno de los bolsillos de su pantalón, extendiendosela.

Fuds: Es extraño que un chico le diga a otro "galán", ¿nunca te dijeron eso?

Si bien la herida duraría en sanar, estaba seguro de que el dolor no podría llegar a durar mucho más de una semana.
Se mantuvo observándolo, absorto.

Se levantó y caminó hasta ella, tomandole las manos para que dejase ir su rostro.
Le sonrió, acariciando los pomulos y besó su frente, su nariz y luego sus labios.

Meds: Nunca intentaría cambiarte.

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Le sonrió como sonrie alguien que oculta algo. Pensó que debería sentirse insultada, pero su vida era la de un chico. Bien podría ser considerada uno. Además, su cuerpo no ayudaba precisamente.
Tomó las vendas, enrollandolas alrededor de su torso con cuidado de no levantar "de más" su remera.

Xirihn: Después de haberme metido en una pelea contigo, creo que lo menos extraño es que te llame "galán", ¿no?

Dios mío. Podía sentir el aire irse de sus pulmones y su cuerpo adoptar un calor impropio de él. ¿Por qué era tan dulce con ella? ¿Acaso ella se merecía ese trato? Sonrió, sintiendo deseos de llorar.

Dal: Vas a acabar enamorándome...

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Dejó salir una risa, mientras el tabique se le arrugaba levemente. Era cierto, nunca nadie le había retado teniendo tal desventaja física. Quizás por eso había intentado detenerlo y se había contenido tanto al pelear.

Fuds: Podría creerme que estás flirteando conmigo -bromeó, dejando salir otra carcajada.

¿No era ese el plan? Aunque más que plan lo llamaría deseo. Sí. Que Dal correspondiese sus sentimientos era lo que más quería, más que volver a ser humano incluso.
Pero se guardó eso para sí, riendo.

Meds: Yo solamente digo lo que pienso

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Rió con él comenzando a caminar. Lo cierto es que tenía hambre y le vendría bien algo caliente luego de sufrir tantos golpes.

Xirihn: ¿A un muchachote como tú?

Le era extraño fingir una voz de mujer mientras fingía ser un hombre, pero eso solo la hizo reír más.

Xirihn: Debo estar acostumbra...do al habla de las mujeres. ¿Tienes hambre?

Dejó salir una risita al oírlo, empujándolo sin fuerzas.

Dal: Qué es lo que quieres de mí, por dios

Dentro de su cabeza, no sabía por qué, esperaba una respuesta concreta. Algo que la hiciese caer por completo a sus pies. Amarlo, ¿eso era lo que buscaba? ¿Ver si realmente lo amaba tanto como sentía?

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Hacía unos minutos que estaban caminando, y notó lo cerca que estaba de su apartamento. Un sucio y chico apartamento, en un sucio y abandonado barrio, con la gente más asquerosa de la ciudad. Pero al fin y al cabo, un lugar donde vivir.

Fuds: Ven, vamos a mi apartamento.

Comenzó a caminar en dirección a éste. Aunque sea, como disculpa, me daría algo de comer al niño.

La tomó, le dio una voltereta en el aire y luego la dejó frente suyo, sonriendo. ¿Qué quería?

Meds: Te quiero a tí. Quiero tu sonrisa, tu risa, tus miedos e inseguridades. Quiero entenderte como nadie lo ha hecho jamás.

Se ruborizó completamente. ¿Estaba jugando con él o realmente quería saber? Ya no había vuelta atrás. Ya habían salido las palabras de su boca sin poder contenerse.

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¡Alerta!.
El pensamiento fue rapidamente descartado al seguir segura su cubierta. Además, dudaba que fuese a hacerle nada. Debía de limitar su furia y agresión a los encuentros. Así que lo siguió sin preocuparse realmente.

Xirihn: ¿Por qué peleas?

No se contuvo y lo besó. No había vuelta atrás, ¿no? Para ninguno de los dos. Y tampoco le importaba. Quería tanto eso, deseaba tanto eso.

(N/A: Por favor, cambiemos de pets XD)

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Se detuvo delante de su apartamento, abriendo la puerta y entrando, dejando que aquel muchacho pasara detrás de él. ¿Por qué peleaba? Vaya pregunta. Se notaba que era nuevo en eso.

Fuds: Para subsistir. Incluso el alquiler de esta pocilga va más allá de mis expectativas. Y en Altador juzgan sin vergüenza. Si vives en un barrio pobre, no eres de fiar y traes problemas.

Se encogió de hombros. No era que realmente le importase... hasta ese momento. Que nadie quisiera pelear con él, comenzaba a impedirle muchas cosas.

Fuds: ¿Por qué te metiste a pelear conmigo?

(dale xD)

Era dificil la vida en la tierra. Por eso adoraba el mar. Allí tenía una reputación bien ganada, pero no tenía que tratar con miles y siempre disponía de un lugar para dormir, mientras cumpliese con sus tareas. ¿Qué más podía pedir?
Quizás compañeros más limpios, pero eso era entrar en detalles.

Xirihn: Estaba aburrido -Hizo una pausa rápida para asegurarse de no cometer un error en los pronombres- alguien me había cabreado. Y nunca había luchado contra alguien como tú. Usualmente puedo golpear primero.

Y eso era lo que bastaba. Era rápida, era certera. No necesitaba ser puro músculo. Además, solía pelear contra idiotas sin cerebro ni estrategia.

Fuds: Tus aburrimientos y enojos te cuestan costillas. Deberías elegir otra cosa, me costó contenerme. Dudo que otro lo haga.

Comenzó a rebuscar en la heladera, viendo que no tenía nada de comida. Frunció el ceño, buscando en la alacena. Sacó dos tazas, y puso agua a hervir. Aunque sea le ofrecería un café.
Se quedó observando al muchacho unos segundos.

Fuds: ¿Cuál es tu nombre?

Se encogió de hombros, recordando sus primeros días en el barco. Se había acostumbrado a los golpes y también a darlos.
Se quedó callada al oírlo, bajando la vista unos segundos. Se sentó en una silla, sonriendo al observarlo nuevamente. Abandonó ya su tono masculino.

Xirh: Xirihn.

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(nop, no se me ocurre nada. Yay.)

Se sorprendió un poco, pero intentó no demostrarlo... demasiado. Estaba apoyado contra la mesada de su cocina, con los brazos cruzados, mirando... ¿la? El sonido del agua hirviendo era lo único que se oía.
Se tapó el rostro con las manos, sin creerselo.

Fuds: Dime que no golpeé a una chica, por favor.

Evitaba observarlo, conteniendo sin éxito una sonrisa. Las pocas veces que se mostraba como una chica, la reacción que había obtenido había sido hilarante. Una vez incluso quisieron golpearla todavía más por haber salido victoriosa.

Xirihn: Entonces supongamos que nunca me preguntaste el nombre y que me llamo... Kevin. (WTF? xD)

Apagó el fuego, para luego quedar atónito unos segundos. ¡Era una chica! ¡Había golpeado brutalmente a una chica! Se golpeaba mentalmente por eso, ¿cómo podía ser tan idiota de no darse cuenta?
Preparó ambos cafés, acercándole uno a ella, para quedarse mirándola sin tapujo alguno. Era un idiota, con todas las letras. Sabía que algo andaba mal, ¿por qué simplemente no había desistido de pelear?

Fuds: Lamento haberte golpeado así.

Xirh: No lo hagas.

Le sonrió, sorbiendo el café con un suspiro. Nada como algo caliente para recomponerse. Más considerando que en el barco un fuego no era lo más recomendado y no solían tomar bebidas calientes.

Xirh: No sabías que era una chica. Y yo me metí aún sabiendo que estaba en clara desventaja. No es tu culpa, son cosas que pasan. Y estoy mejor de lo que esperaba.

Se encogió de hombros, restándole importancia al asunto. No entendia todo el lío con no golpear mujeres. Había unas cuantas que merecían ser cacheteadas al menos.

Si bien lo que decía era cierto, era imposible pensarlo desde ese punto de vista. Suspiró, para luego tomar un sorbo de café. Observó la hora; si, aún tenía agua caliente.

Fuds: Si quieres bañarte, puedes hacerlo ahora. Te ayudaría bastante a recomponerte de los golpes.

Bañarse y dormir. Cuando recién comenzaba a pelear, esas dos eran sus mejores amigas: la ducha y la almohada.

Se le iluminó la cara, incorporándose inmediatamente a pesar del dolor. Asintió repetidas veces.

Xirh: Me encantaría... si... he... no te importa.

Fuds: Claro, no importa

Caminó hacia el baño, encendiendo la luz y abriendo el agua caliente para luego salir, dejándole libre el lugar a Xir.
Tomó ambas tazas y las dejó en el fregadero, mientras pensaba. ¿Por qué, siendo mujer, había decidido fingir ser hombre? Y no sólo eso, sino meterse en algo tan peligroso como peleas callejeras.

Se metió con ropa y todo pues le vendría bien lavarlas también.
Sólo dejó fuera los zapatos y lentamente se fue desvistiendo hasta poder lavarse el cuerpo.
Era hasta doloroso tener que volver al barco luego. Qué extraños deseos tienes corazón....

Salió luego de unos 15 minutos, con el cabello suelto, lacio y peinado. Su ropa estaba mojada y se pegaba a su cuerpo pero poco le importaba.

Xirh: Gracias.

Levantó la mirada al oírla, para desviarla al ver el estado en el que estaba. ¿Es que acaso tampoco tenía pudor? Bufó, tomando una toalla del mismo lugar de donde había sacado el café. Le hubiese gustado pensar que era una broma lo chico que era el lugar donde vivía. Caminó hacia ella, colocándosela sobre los hombros, para cubrirle el cuerpo un poco.

Fuds: Ahora sólo te falta dormir -sonrió, señalando una puerta-. Si quieres, puedes usar aquel cuarto.

Tomó la toalla se secó las pocas gotas que corrían por su cara. Ya sin la sangre y el pelo atado se podían apreciar más sus rasgos femeninos que tanto intentaba ocultar.
Siguió la mirada de él, ruborizandose por un motivo completamente distinto.

Xirh: Todavía no me has dicho tu nombre...

Oh, era cierto. Sabía el nombre de ella e incluso algo tan privado como su secreto y él no había sido capaz de presentarse. No sólo la molía a golpes, sino que era un maldito maleducado. Sonrió, algo avergonzado.

Fuds: Fuduka, ese es mi nombre. Todos me dicen Fuds, creo que es más fácil de pronunciar luego de un par de dientes fuera -bromeó.

Soltó una risita, poniendose rígida unos momentos y exteniendo su mano cuanto era posible.

Xirh: Mucho gusto, Fuds.

Su rostro serio se transformó luego en uno sonriente y volvió a observar el cuarto. Era tentador. Demasiado tentador. Su cuerpo rogaba por una cama donde no tuviese que oír a borrachos. Incluso en la Isla era imposible encontrar un lugar decente.

Sonrió, tomando su mano, para luego notar la forma en que miraba al cuarto. Por dentro se compadeció de ella. Parecía no haber dormido bien en años, y encima haber sido molida a golpes... vaya.
Le dio un leve empujoncito, intentando no hacerle doler.

Fuds: Ve, descansa.

Xirh: ¿Seguro?

Suspiró, revolviéndose el cabello. No se sentía bien. Y también sabía que Fuds debía de sentirse culpable, simplemente porque era una chica. Volvió a suspirar, sin quitar la mirada del cuarto.
Avanzó dos pasos, girando para observarlo.

Xirh: ¿Tú tienes otro cuarto?

Fuds: Si, tengo otro cuarto, no te preocupes

Sonrió ampliamente, mientras terminaba de limpiar las tazas y las guardaba.
No era cierto, pero era lo menos que podía hacer por ella, dado el estado en que la había dejado.