One more time (8)

Clavó la vista en ella. Tomo consciencia del temblor de sus manos, de su rubor y su nerviosismo. Y luego simplemente dejó que aquello que quería le dominase.
Su mano libre le acarició el rostro, ahuyentando al frio con el calor de su tacto. La obligó a girar hacia él observó sus ojos, palidos, blancos, cautivadores.
Ya no podía resistirsele.
Se inclinó, besandola. No un roce como la anterior vez, sino un beso que disparó sus terminaciones nerviosas con regocijo.

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Bel: Supongo que debería disculparme.

Le había devuelto la vida... y la posibilidad de conocer a su ángel. Todavía sonaba extraño en su cabeza. ¿Cómo había terminado todo así?
Le besó el cuello, apoyándose allí luego.

Bel: Y debo agradecerte por quinta vez también.

¿Cuantas veces la había salvado ya?

Su rubor se disparó por todo su cuerpo, al igual que sus nervios y la emoción. Realmente había deseado ese beso por tanto tiempo, que le resultaba imposible de creer. Ahora no sólo era su mano, sino sus piernas tambien las que temblaban.
Le correspondió el beso por unos minutos, para luego alejarlo igual que la vez anterior. No había nada que la reteniese ahora, pero sentía que no podría mantenerse a sí misma si seguía temblando de aquella forma.

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Tow: Supones muchas cosas en poco tiempo... eso siempre me gustó

Le sonrió, acarciando la parte baja de su espalda con una mano y su cabello con la otra. Sincerarse, despues de tanto tiempo, le hacía tan bien. Tan feliz.

Tow: Odiaba que estuvieras con otros chicos. No entendía por qué, ya que sólo tenía que cuidarte. Pero luego de descubrir que estaba enamorado de tí, fue difícil contenerme de hacer alguna idiotez

Le correspondía. ¡Le correspondía! Su emoción se disparó por su cuerpo, su rubor era intenso y la felicidad se apropiaba de él.
Hasta que se separó del contacto y algo volvía a no estar bien. Algo volvía a faltarle. Algo llamado Dal.

Meds: ¿Q-Que ocurre?

Su voz todavía temblaba por los nervios. Su cuerpo desprendía más calor del de costumbre.

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Rio, apegandose a Tow al sentir las caricias. Se apoyó en su pecho, besando desde allí la parte inferior de su barbilla.

Bel: Debiste de odiar a Nyelo.

Nyelo... Quizás ahora podrían realmente ser amigos. Ahora que cada uno había seguido adelante de la relación. Se encogió de hombros internamente devolviendo su atención a aquello que lo merecía. Tow.

Podía sentir el tacto cálido de Meds aún a través de su ropa. Se preguntó si se debía a la emoción o si era algo natural en él.
Respiraba agitada, intentando controlar la forma desquiciada en que sentía temblar su cuerpo. Odiaba sentir que dependía tanto de Meds, siendo que recién le conocía. Aunque en su mente algo gritaba que lo conocía de antes, pero...
Lo escuchó; su voz temblando. ¿Acaso ese era el efecto que tenía en él? ¿Ese poder de hacerse tan necesitada y aterrorizar cada célula de su cuerpo? Debilitó sus brazos, haciendo que la distancia que había impuesto entre ellos no fuera tan fuerte ni cortante. Pero no respondió, no podía hablar.

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Tow: Con cada partícula de mi alma

Sentía su cuerpo cosquillear ante el tacto de Bel. La punta de sus dedos se contagiaba de la chispa que ella dejaba salir. El lugar donde ella dejaba olvidado sus besos, quedaba marcado con una huella de calor abrasador.
Cerró los ojos, disfrutando de aquello que tanto tiempo rogó porque sucediera.

Sonrió, levantando una mano para acariciarle el rostro a Dal. Aprovechando la poca fuerza con la cual los separaba, la atrajo hacia el con su brazo libre, abrazandola. Sentía su corazón palpitante y el temblor de su cuerpo, generando una sensación de paz. De haber valido la pena la espera y su búsqueda.
Le acarició el cabello, suspirando.

Meds: ¿Realmente no te acuerdas?

Quizás había tenido la esperanza de que al besarla lo haría.

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Sonrió, siguiendo con las caricias sobre los hombros y brazos de Tow. Era extraño como podía sentirse tan cómoda con un ser del cual acababa de conocer su existencia, pero lo hacía.
Lo conocía, y él a ella.
Y estar abrazada a él le traía paz, una paz que no había sentido en mucho tiempo.

El temblor de su cuerpo fue disminuyendo al verse entre sus brazos. El calor de su cuerpo era relajante, casi que llegaba a un punto de adormilarla. Suspiró, recostándose en el pecho de Meds con cierto pudor, completamente interesada en la forma irracional en que palpitaba el corazón de él. Tantas emociones en un sólo palpitar.
Al oírlo, negó lentamente con la cabeza. ¿Qué era lo que debía recordar?

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(N/A: Perdón, tanta melosería me hizo perder el ritmo de Tow xD)

Continuó con sus caricias, sonriendo al ver que a ella le agradaba en lugar de alejarse. Tenerla entre sus brazos era perfecto, se olvidaba de su bestia, de sus problemas. Se olvidaba de todas las veces que había tenido que huir, simplemente su presencia le tranquilizaba.

Meds: Antes morías cada noche. Y luego te olvidabas de todo, ¿eso sí lo recuerdas?

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(neee, ta bien n.n queres cambiar de pet? xD)

Sonrió levemente, acabando por dejar de lado un poco su vergüenza y acurrucarse contra Meds. Su aroma era dulce, con una mezcla de algo... que le daba la idea de salvajismo. Se preguntó qué sería. Se preguntó por qué era así.
Asintió levemente al oírlo. ¿Cómo era que sabía eso? ¿Cómo era posible que algo tan... íntimo como eso fuera un conocimiento de Meds? Algo dentro de ella le dijo que no debía preocuparse.

Dal: Pero todo eso terminó cuando morí definitivamente...

Recordó ese momento en que se interpuso en una pelea entre Yure y Len. El terror de ambos. El trato perdido que había tenido con Yure luego de eso. La forma en que Len comenzó a sobreprotegerla.

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(N/A: Dale, ¿me toca a mi? ¿O vos tenés en mente algún pet?)

Meds: Debo decir que al principio no te reconocí. Pero me alegra que ahora puedas recordar a las personas.

Apoyó su cabeza sobre la de ella, respirando calmadamente. Su corazón se había tranquilizado al obtener una respuesta positiva y ya no sentía que estallaría de un momento a otro.

Meds: Nos conocimos una noche. Antes de que yo me transformase. Antes de ser mordido.

Pero ella había muerto, y luego se había olvidado de él. Al día siguiente su vida cambió para siempre y no pudo volver a buscarla.

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(Your turn my lady~)

"Al principio no te reconocí". Se separó de Meds, completamente sorprendida. ¿Entonces realmente le conocía de antes? Se tapó la boca, sintiendo que podría empezar a llorar de la emoción. Nunca se había reencontrado con nadie que la conociera; era como si ella hubiese sido olvidada cada vez que moría también.
De repente se sintió como si el viento hubiese dejado de soplar, como si las ramas de los árboles y sus hojas no se moviesen desesperados. Comenzaba a anochecer, y era como si no lo percibiera. O como si en realidad no le importase.

Dal: ¿M-Me conociste...?

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Chasqueó la lengua, caminando por los oscuros callejones olvidados de Altador. La noche comenzaba a caer sobre la ciudad, y con eso su tiempo de hacer algo de dinero.
Llevó el dedo pulgar de su mano derecha a su labio, limpiando un poco de sangre de éste. Las primeras heridas de la noche: un labio partido y un ojo negro. Pero gracias a eso, tenía cerca de unos 150k de neopuntos en el bolsillo. Le hubiese gustado en realidad conseguir algunos doblones, pero seguramente en la siguiente pelea conseguiría eso.
Se sacudió el pelo a continuación, pensando qué hacer si no conseguía un rival. Hacía un par de noches que nadie quería enfrentarse a él, ya que nadie lograba ganar. ¿Quizás debería dejarse ganar un par de veces? Chasqueó la lengua, algo cabreado.

Asintió sin contestar inmediatamente. Se había sumido en los recuedos, apartando el dolor que le había provocado esa pérdida por el reencuentro. Por cumplir su promesa. La promesa de encontrarla y devolverle un poco de la felicidad que él había ganado esa noche.

Meds: Cuando era humano. Mi última noche como tal la pasé a tu lado. Te encontré deambulando por ahí y... admito que no tuve las mejores intenciones. No era un niño bueno, siempre supuse que esta es la forma que la vida tuvo para castigarme.

Agitó la cabeza, observando al cielo cambiar sus colores, a la noche tomar poseción del lugar. No tenía miedo. Ya no.

Meds: Pero cuando empezaste a hablar, supe que nunca podría hacerte daño. Estuvimos juntos hasta el anochecer, cuando me advertiste que algo malo te ocurriría...

Y luego ella murió.
Él, aterrado, salió corriendo, odiándose luego por ello.
Suspiró, deteniendo sus caricias por unos momentos.

Meds: Lamento tanto haberme ido

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El haber desembarcado no le gustaba en absoluto. Estaba hecha para el mar, para las olas y para fuertes tormentas que pusiesen a prueba su habilidad de navegación.
Bufó, caminando por las calles más despobladas. Su bolsa de dinero tintineaba a propóstio, quería atraer la atención. La habían cabreado en el barco y le vendría bien desquitarse.
Su pelo rojo estaba atado y oculto, su cuerpo le ayudaba a pasar por un chico. Sabía que nadie se acercaría a ella si parecía mujer.
Xirihn dobló en una esquina, comenzando a silbar.

Intentó asimilar la información tan rápido como le fue posible. Meds la conocía de antes. Había pasado una noche con él en el bosque, había muerto, le había asustado. Pero la conocía. Se mantuvo unos segundos inmóvil, pensando, para luego romper en risas. No se imaginaba a Meds huyendo realmente asustado de que ella muriese.

Dal: Lo siento... -aclaró la voz, intentando dejar de reirse, para luego pensar, sonrojándose levemente- Espera... ¿entonces estuviste buscándome todo este tiempo?

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Se detuvo en uno de los callejones, viendo un círculo de personas espectando una pelea callejera. Quizás allí tendría una oportunidad, pero ninguno de los presentes parecía reparar realmente en él como contrincante. Gruñó para sí mismo. ¿Otra noche más sin dinero?
Se apoyó contra una de las paredes, tocando su ojo. Dolía un poco, pero si no se hubiese dejado dar un par de golpes no hubiese conseguido nada de neopuntos. Y los necesitaba para seguir subsistiendo.

Agachó la cabeza al oírla reír, sintiendo el calor subir hasta sus orejas y dedos. (Para aclarar, tiene orejas normales). No esperaba una risa, aunque creía tener una idea de por qué era ocasionada.

Meds: No creí volverte a encontrar. Pero tenía la esperanza y a veces me aventuraba entre los pasajes donde te había visto caminar... Recibí un par de piedras por eso. -sonrió, lanzando una risita- pero nunca me olvidé de tí.

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Distinguió el sonido de lo que era un círculo de pelea. Abucheos y vitoreos, ¿estarían apostando? Ella siempre sacaba provecho de su apariencia, de contextura menor a los otros y de la supuesta desventaja que esto le daba. Nadie entendía que la velocidad era igual de importante que la fuerza en una pelea.
Se acercó y reparó en alguien contra la pared, con un ojo lastimado. ¿Sería uno de los perdedores?
No le quitó los ojos de encima a medida que se acercaba al grupo.

Entonces si, la había estado buscando, y vaya a saber por cuánto tiempo. Se sonrojó, desviando el rostro hacia otro lado. Podía sentir la punta de los dedos adormecida por los nervios.

Dal: Tenía la sensación de conocerte, pero no estaba realmente segura

Tomó una de las manos de Meds, entrelazando nuevamente sus dedos con los de él. Podía sentir el calor traspasar su piel y embriagarla.

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Oyó pasos acercarse, por lo que giró el rostro, encontrandose con un niño que no dejaba de mirarlo. Frunció levemente el ceño, ¿qué hacía un niño allí?
Iba a decir algo, cuando un par de gritos a su lado le dieron por entender que la pelea había finalizado. Dió una rapida mirada el niño recién llegado, para luego acercarse al organizador.

Fuds: Quiero pelear

Organizador: Lo siento, chico. Nadie quiere pelear contra tí. No después de lo que hiciste la última vez.

Chasqueó la lengua, sacudiendo su cabello. Claro, la última vez. Luego de dejarse hacer un par de golpes, había nockeado al contrincante de un sólo golpe, bajándole un par de dientes en el proceso.
Volvió la mirada al señor frente a él, que comenzaba a guardar el dinero ganado en la pelea anterior.

Fuds: Necesito el dinero

Organizador: No, muchacho. Necesitas un contrincante.

La tomó entre sus brazos y la colocó en su regazo para transmitirle cuanto calor pudiese. Besó las yemas de su mano como había soñado tantas veces.

Meds: Supe que eras tú cuando evitaste una pelea entre Len y yo. Dijiste lo mismo cuando te conocí aquella vez.

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Esa era su oportunidad. Sonrió mostrando los dientes casi trotando hacia el organizador y al muchacho. Era una locura, podía ver los músculos y la furia contenida de este. Le rompería la cara. Le fracturaría un par de costillas y sería el hazme reír de la tripulación...
Pero su ferviente deseo de sentir la adrenalina la impulsaba. Luego lidiaría con las consecuencias.

Xirihn: *con voz ronca* Yo pelearé con él.

(N/A: No me acuerdo qué dijo XD)

Se sonrojó al sentir los besos. No quería admitirlo, pero todos aquellos tratos la hacían sentir extremadamente feliz. Incluso deseosa de seguir recibiendo aquellas caricias y besos.
Le resultó extraño que no le hubiese preguntado por Len. Dudó si ya no lo sabría, pero prefirió no decir nada. Suspiró, recostando su cabeza sobre el hombro de él.

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Se sorprendió, ¿había escuchado bien? ¿Ese niño quería pelear contra él? Le doblaba en tamaño, ni hablar en masa física. No pudo evitar pensar en que lo podría llegar a quebrar en más de una forma, y realmente no le apetecía para nada. Giró la vista hacia el organizador, que ya había comenzado a recaudar las apuestas.

Fuds: No pelearé contra él.

Organizador: Querías un contrincante. Él se ofreció. O peleas, o te largas sin dinero.

Se mordió la lengua. Quería el dinero, lo necesitaba. ¡Maldito sea el destino que lo ponía en tales encrucijadas! Camino hacia el niño, analizándolo unos segundos.

Fuds: Terminarás realmente herido. Esto no es un juego. Retráctate ahora que aún puedes.

("no hay por qué pelear" o algo así XD)

La verdad no le improtaba. No podía sentir el olor de Len sobre ella, y en lo único que podía pensar era que ella estaba allí, con él, y que lo aceptaba.
solo pensaba en el sonrojo de sus mejillas y sus latidos apresurados.

Meds: Me alegra que tu comprensión se extienda hacia humanos y criaturas.

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Sus ojos verdes brillaban de la emoción. No le importaba el resultado, no le interesaba ganar dinero. No esta vez. Quien estaba delante de ella era su contrincante más prometedor.
Lo analizó de arriba abajo, intentando encontrar alguna debilidad notoria y luego sonrió.

Xirihn: ¿Acaso tienes miedo?

Se encaminó hacia el medio, esperandolo.

Se mantuvo en silencio unos segundos. Debería decirle, ¿no? Aunque decirlo en voz alta le causaba un cierto malestar.

Dal: Len y yo ya no tenemos una relación... -se mordió el labio inferior, pensando cómo seguir- Cuando me besaste, sentí que ya no había vuelta atrás -aunque en cierta forma había sido una decisión sabia también. No quería engañar a Len, ni herirlo por sentirse confundida-. Quiero... Necesito que me digas qué es en realidad todo esto, Meds. Quiero saber que no cometí una equivocación idiota.

-

Se pasó una mano por el rostro, sin poder creérselo. Aquel niño quería terminar en el hospital, estaba loco, y nadie pensaba detenerlo. Observó sin interés a la gente que los rodeaba: eran muchos más que en la pelea anterior, parecía que simplemente querían ver una matanza.
Ya en el medio del círculo, observó al chico nuevamente.

Fuds: Tú lo buscaste...

Se ajustó las cintas en sus manos, para empezar a pelear inmediatamente. Era como si un switch hubiese cambiado su personalidad de una a otra.
Comenzó a arrojar golpes al aire, intentando distraerlo. El sonido del aire era abrumador. Sonrió al poder ubicar un golpe directo en las costillas, sintiendo un ligero "crack" en una de ellas.

Como respuesta volvió a alzarle el rostro, besándola. Sus labios eran suaves y delicados, y su otro brazo estaba en su cintura, reteniendola tiernamente contra su cuerpo, para transmitirle todo lo que sentía.
Cuando se separó, estaba levemente agitado y acalorado.

Meds: Tan real como ese beso.

-

Soltó el aire repentinamente al sentir su cuerpo ceder bajo la fuerza de ese muchacho. Podría rendirse ahora y alejarse con el rabo entre las patas pero...
Aprovechando la sensación de triunfo de él y el rush de adrenalina que era inyectado en su cuerpo, se impulsó hacia arriba girando de tal forma que ahora estaba en su espalda. Usaba sus piernas para aferrarse a él y sus brazos se colocaron en su cuello para cortarle la circulación de sangre al cerebro.
Su propio cuerpo chillaba por el dolor en su costado. Debía morderse el labio para no gritar.

No pudo evitar sentir el corazón palpitarle desesperado. Era demasiado para ella. Aún sentía la inseguridad corroerle. Había abandonado el puerto seguro que era Len para apostar a favor de Meds, ¿no? Sonrió, intentando calmarse a sí misma. Ella había deseado eso. Debía esforzarse.
Tomó el rostro de Meds entre sus manos, para acercarse y besarlo con delicadeza.

-

Debía admitir que era un buen movimiento. No había visto nunca a nadie hacer eso, pero por ese mismo motivo le gustaban las peleas callejeras. El factor sorpresa siempre era algo presente entre el "todo se vale".
Elevó su brazo, golpeando la zona herida del muchacho, para luego tomarlo de su remera y arrojarlo al suelo. Crujió su cuello, para luego acercarse al muchacho, golpeándole el rostro una, dos, tres veces y detenerse.

Fuds: No quiero seguir lastimándote. Quédate quieto, déjate ganar.

Podría llorar. Lo estaba besando. ¡Ella! Iba a explotar, o peor, despertar de un sueño profundo y seguiría en su apestosa cueva. Cerró los ojos, dejándose llevar. ¿no era un sueño? ¡Era real! La abrazó con fuerzas, sintiendose un niño nuevamente.

(Mucha melosía, vmaos a meterle drama.)

**

Len se había alejado en ese preciso momento. No estaba orgulloso de seguir a Dal pero... uno no puede culpar a un muchacho enamorado y dolido. Pasó su mano por su cabello y luego por sus cuernos, detestándolos.
Caminó lejos de allí y de la casa, sin rumbo, perdiéndose entre los árboles, confundiendose con la noche. Dolía. Dolía tanto.
Dal es feliz se decía, pero no servía de mucho. Gruñó por lo bajo, ahuyentando a unos pájaros de por ahí.
¿Dónde estaba? Nunca había tomado ese camino, pero siguió adelante.

-

Su nariz sangraba y su ojo no debía tener mejor aspecto. Ni que hablar de sus costillas. ¿Cómo elevaría las velas si no podía ni levantar los brazos? Y a pesar de todo, rió.

Xirihn: Lindas medias.

Su truco más viejo y quizás sucio. Todos, automaticamente, observaban sus medias, las tuviesen o no, y ella les golpeaba en ese momento.
Salvo que en esta oportunidad, más que un golpe fue un empujón para salir de allí y poder levantarse.
Su cabello estaba suelto ahora, sabía que solo tenía momentos antes de desmayarse y no tenía intenciones de quedarse inconsciente en ese lugar.

(N/A: ¿Por qué siento que Len va a cagar a trompadas a Meds? XD)

Se separó de Meds con la respiración acelerada y un notorio sonrojo en su rostro. Wow. No pudo evitar dejar salir una risita de felicidad, para luego ponerse de pie.
La noche había caído, sumiendo todo en sombras que no eran de importancia para ella. La luna meguante comenzaba a iluminar el bosque, llenando todo de una cierta vida que ella apreciaba mediante la vista y el tacto. Se sentó en medio del claro, un poco lejos de Meds, sonriente, sin decir nada.

-

Cayó en el truco como un idiota, para finalmente recibir un empujón y ver como huía. Un completo gesto de sorpresa se albergó en su rostro. Cabello largo, rojizo. ¿Por qué no podía sacarse eso de la cabeza?
Gruñó al cabo de unos segundos, poniéndose de pié. El organizador le tendió el dinero que le correspondía, el cual era bastante. Pudo oír a varios pedir pelear contra él, pero rechazó todas las propuestas, comenzando a alejarse del lugar. Quería encontrar al muchacho, ver como estaba.

(A Meds no, quiere demasiado a Dal xD)

La observó alejarse con tranquilidad, sabiendo que volvería a sus brazos. Ahora no tenía miedo, ahora no iba a perderla. Ya no más.

Meds: ¿Extrañas tu visión?

-

En su cabeza veía a Dal besando a Meds. No sabía si sentía ira, dolor, o resentimiento, pero sabía que golpeando a alguien no resolvería nada. Soltó una risita sin alegría al pensar en cuanto había cambiado. Ya no encontraba felicidad en la violencia.
Se sentó en algún lugar de ese bosque. Si había alguien no le importaba, si no había nadie tampoco. Estaba perdido y le agradaba. Necesitaba no saber, no pensar por un rato.

-

Jadeaba y respiraba con dificultad, no pudo ir muy lejos antes de echarse contra una pared y gruñir de dolor. Había sido una idiotez. Estaba lastimada, demasiado lastimada para incluso disimular. Se desató el pañuelo que siempre llevaba en el cuello para cubrir su cicatriz, sin decidir que necesitaba mayor atención.
Su costilla rota, seguramente, pero no podría vendarse con ello, así que se dispuso a limpiar la sangre que caía.

Negó con la cabeza, tranquila. Si, había sido difícil acostumbrarse, pero no era algo que extrañara. Extrañaría una mano, un pie, el hablar, pero no el ver.

Dal: ¿Por qué lo preguntas?

-

No tuvo que caminar mucho para encontrarlo. Se quedó mirándolo unos segundos, luego a sus heridas. No pudo evitar hacer más que un gesto de completo dolor. Una cosa era golpear tipos que medían dos metros y se las daban de ganadores, pero éste era un niño.
Se acercó, manteniéndose a una distancia levemente prudencial.

Fuds: ¿Puedo ayudar?

Meds: Nada en particular.

Le parecía extraño que las personas con las que vivía no hubiesen intentado devolversela, pero si ella no tenía particular interés en ver nuevamente, entonces no debía preocuparse.

Meds: Solo me preguntaba si había una manera de devolverte la vista.

-

Arqueó una ceja, sorprendida. Nadie se acercaba a los heridos con intenciones de ayudar. Frunció el ceño luego, haciendo un gesto de dolor. ¿Quería robarle o era sincero?

Xirihn: Si me consigues algo para vendarme el costado, serías un galán

Le sonrió, volviendo a atar su cabello e incorporandose luego. Le dolía, pero no era prudente quedarse sentada por mucho tiempo en zonas como esas.