Good to you

Se sentó con cuidado, temiendo que sus lados doliesen, pero para su sorpresa se sentía como nuevo. Se tocó sin creerlo, viendo los orificios en su ropa pero la carne completamente intacta, como si nunca hubiese sido herida.
Miró a todos, sorprendido, para luego sonreír y comenzar a llorar. Los había salvado, ahora eran libres.

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Se había puesto rápidamente de pie al oír la puerta de entrada, para detenerse en la puerta del dormitorio. No pudo más que preguntarse con quién Lou discutiría así, siendo que era raro el verlo enojado. Se acercó con cuidado, tomándo el celular de su mano para apagarlo, llevándolo luego al cuarto, donde hizo que se sentara en la cama y ella sobre sus piernas.

Con: ¿Con quién peleabas?

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Nurc: Y ahora me dirás que tengo mucho potencial, ¿no? Porque en los pocos minutos que me has visto, he hecho tantas cosas sorprendentes. Como respirar.

Dejó salir una risa sarcástica, para luego ponerse de pie y acuclillarse frente a ella.

Nurc: No quiero ser grosero, pero realmente no me importa si lo soy. Lo cierto es que sólo se me dan las peleas, y consumir mis hadas. No todos somos tan... versátiles como tú

No había mas Cronos. La agencia había sido destruída por ese pequeño grupo de 4, que ahora tenían su vida por delante para ser quienes ellos quisieran.

Xer: No mas ordenes.

Xap: No mas muertes.

Xer abrazó con mayor fuerza a su hermano y Xap hizo lo mismo con Eve. Se había terminado. Realmente se había terminado.

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Se masajeó las sienes, tomando bocanadas profundas de aire en un intento de dejar salir el enojo. No era justo.

Lou: Mi anterior comandante, quieren que vuelva a las líneas, dicen que "es mi deber". Me estuvo llamando desde que te fuiste, no logro que entienda.

No pensaba volver, su vida estaba junto a Con, no se arriesgaría a volver al ejercito, ya había perdido amigos allí, ya había sufrido bastante.

Lou: No comprendo como se atreven a decirme que debo volver.

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Xirh: Jamás dije que tuvieras potencial, ni que a partir de ahora tu vida va a ser color de rosas.

Esas cosas simplemente no se le daban, la vida era una mierda la mayoría de las veces, y cuando no, era solo porque ella se había esforzado por evitar la situación.

Xirh: No soy tu pequeño grupo de autoayuda, pero si sigues consumiento al ritmo que lo haces, terminarás por morir antes de probar las hadas mejoradas. Después de todo -tomó una de las botellas en el suelo, revisandola y luego arrojándola por ahí- estas ya son anticuadas.

[Pasan días - Eve]

Poco a poco se iba acostumbrando al hecho de poder ir y venir por todos lados sin sentirse perseguido. La ansiedad de ser atrapado ya no era un día a día, y el saber que nadie quería explicitamente matarlo le dejaba dormir tranquilamente por la noche. ahora podía pensar en otras cosas. Como qué hacer realmente con su vida.
Se sentó bajo un árbol, tranquilamente, a mirar la naturaleza. Nunca había hecho eso, siempre había concentrado su paciencia en ver un objetivo que debía matar o perseguir. Ser calmo sólo porque él lo deseaba era... extraño. Reconfortante.

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Con: ¿Por qué quieren que vuelvas? ¿Ha pasado algo en Maraqua?

Se aferró más a su cintura con sus piernas, mientras con sus manos acariciaba y masajeaba lentamente el cuero cabelludo de Lou. La idea de verlo partir a batalla le aterraba, ¿por qué tenían que buscarlo, por qué querían arruinarlo?

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Nurc: Si no eres del grupo de auto-ayuda, no actúes como esos hipócritas

Se separó, pateando una botella lejos. Claro que sabía que esas hadas eran viejas, pero las nuevas eran tan caras que realmente no podía darse el lujo de tenerlas. Aún.
Observó a Xirh unos segundos, en silencio.

Nurc: Si eres pirata, ¿por qué te has quedado aquí? Podrías estar saqueando, matando, violando, lo que te plazca... y en cambio, enseñas clases de peleas baratas

Quizás había sigo algo extremista, pero había quemado su tapado, guardado su pistola bajo llave y hasta había cometido la locura de teñirse las puntas del pelo de azul.
Ahora iba vestido con un simple jean y una musculosa, incluso había cambiando su forma de andar por una mucho mas ruidosa que, al comienzo, le había aturdido. Se sentía bien.

Xap: Eeeve~

Desde la rama en la que estaba, se dejó caer, quedando colgado solo con las piernas (N/A: Si, estilo murcielago xD)

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Lou: Si y no.

Suspiró contra el cuello de Con, agradeciendo que estuviese ella, no estaba seguro de poder mantener la calma de lo contrario. La idea de volver... no. Ya había tenido sus manos machandas de sangre.

Lou: La gente del desierto... atacó las afueras de la ciudad, creo que es simplemente para molestar, pero los comandantes quieren ir al enfrentamiento, y están dementes si piensan que quiero volver a pasar por eso.

El desierto... todavía recordaba como su cuerpo se quemaba, sentía que colapsaría en cualquier segundo. ¿Qué acaso no estaba ya resuelto ese conflicto? ¿Por qué habían empezado ahora?

Lou: Quiero ayudar a Maraqua pero... No puedo.

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Xirh: ¿Y crees que no lo sé? No fue mi decisión, hubo un problema en el barco y el capitán ya no podía arriesgarse conmigo.

Chasqueó la lengua, recordando a esos piratas. Si no hubiese sigo por ellos, ella estaría ahora navegando todavía, y no estaría enseñando a pelear, sino que estaría ella en el círculo.

Xirh: No fue mi elección, pero eso no es el punto. Puedes aceptar mi oferta o no, pero no me trates de hipócrita.

Se sobresaltó un poco, elevando la cabeza para ver al nuevo XIII... no, Xap. Ese era su nombre, y así era como debía llamarlo, porque ya su número no tenía sentido. Sonrió, siendo consciente de su completa perspectiva. Se veía tan jovial, tan adolescente. Tan alegre.
Se puso de pie, con cuidado, acercándose un poco para luego ponerse en puntas de pié y besar su abdómen.

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Eso último hizo un cortocircuito en la mente de Con. Acaso... ¿acaso él quería ir a la guerra y sentía que no podía? Quizás lo que ella había hablado con Toxa, lo que había expresado, era realidad. Quizás sólo le estaba reteniendo. Se mordió el labio, bajando la mirada, sin saber qué decir. ¿"Ve" o "quédate"?

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Nurc: No eres hipócrita, sólo... ¿has pensado otros métodos?

Se acuclilló nuevamente, corriendo un cabello del rostro de Xirh. Diablos que era linda, pero no estaba interesado en conquistarla.

Nurc: Hay un barco que caerá en unos días. Son piratas. Todas mujeres. ¿Qué te impide a unirte? ¿No es eso lo que quieres?

Se rió, retorciendose por las cosquillas, cayendo de la rama en el proceso. Quizás entre tanta despreocupación, se había dejado el equilibrio, y la gracia y bueno... todo.
Se sacudió el cabello, mostrandole la lengua.

Xap: No hagas eso.

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Lou: No me mires así Con, sabes que siempre quiero proteger a todos... mi madre esta ahí.

Su madre, que quizás no había sido la mejor de todas y sí, lo había entregado a la menor oportunidad... pero seguía siendo su familia, y la de Cani. no podía simplemente ignorar eso.
Pero realmente no quería tener que volver a tener un arma entre sus manos, no podía soportar disparar, ver los rostros de su supuesto enemigo y no pensar en su familia, en quién estaría esperandolo.

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¿No era eso lo que quería? Su corazón se aceleró, demonios extrañaba el mar... podía... podía... Y luego su mente fue hacia Fuds y su adorable manera de sonreír. ¿Podía realmente irse?
Suspiró, desviando la vista de él, sin saber qué hacer, sentía su corazón dividido entre quedarse en tierra o volver a zarpar.

Xirh: No lo se...

¿Cuándo había pasado a ser esto una conversación sobre ella?

La caída fue demasiado para ver, pero supo contener la risa. Le gustaba ese lado de XIII, completamente inocente, juguetón y torpe.
Se acercó a él, sentandose sobre su estómago para que no se tornase nada sexual, para luego tomar sus manos y sostenerlas sobre el suelo.

Eve: Oh, ¿donde ha quedado el maduro Xap?

Y casi sin darle tiempo a una respuesta, comenzó a hacerle cosquillas.

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Con: Sólo... diablos... -se aferró con fuerzas a su cuello, sintiendo que no lo soltaría por nada del mundo- No quiero que te vayas... no quiero... no quiero quedarme sola... no quiero tener que pensar si sigues vivo o no... si volverás o no...

Sintió que sus ojos se comenzaban a empañar. Ella sabía esto, ¿no? Enamorarse de un ex-soldado podría siempre terminar en que él volviese a su deber. Pero... pero le era imposible no sentirse así.

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Chasqueó la lengua, viendo la duda en sus ojos. Seguramente era algo super cliché, como el amor de su vida, como alguien que le quería por como era y no necesitaba de nada más. Pero ésto era divertido, y quería empujarla un poco más allá de sus límites. Tal y como él se sentía.

Nurc: Si es por alguien, te querrá de todos modos, ¿o no? Quieren que seas libre, porque te aman. Si no lo hacen... ¿entonces qué sentido tiene? No pareces ser ave de jaula...

Se revolvó en el suelo, lanzando carcajadas al aire. ¿Él? ¿maduro? Si existía ese lado de él, había muerto, y estaba feliz de ello. Hacia cuanto no se reía de ese modo.

Xap: ¡Basta! No me obligues a detenerte.

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La abrazó contra él, enterrando el rostro en su cabello.

Lou: No me iré Con, no podría dejarte por nada.

Estaría en batalla pensando en ella, pensando en su bienestar, y, aún si no se lo estuviese pidiendo, jamás podría volver a pisar el suelo de batalla. Se había retirado, ninguna cantidad de llamados haría que volviese.

Lou: Jamás te dejaré, no vas a quedarte sola. Te lo prometo.

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Xirh: ¿Amar? No digas esa palabra, me pone la piel de gallina.

No sentía amor. O de eso se convencía todos los días. Sí, odiaba la idea de compartir a Fuds pero.. eso no era amor, ¿o si? Agitó la cabeza. No, no lo era, su resistencia venía por la amistad que sentía y la preocupación que le invadía al pensar si estaría bien.

Xirh: Supongo que no pierdo nada...

Chasqueó la lengua, confundida. No era normal sentirse asi, usualmente sabía lo que quería, y lo hacía.

¿Detenerlo? ¿Él?

Eve: Dentenme si puedes

Las cosquillas se volvieron peores. De debajo de los brazos, a las costillas, al estómago, luego al cuello. Una rutina sin parar.

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Con: ¿Sabes que te amo, no?

Tomó su rostro entre sus manos, alejándolo de ella unos centímetros, para luego comenzar a dar pequeños besos lentos y dulces por todo su rostro. Como si fuera la última vez que le vería. Como si fuera la primera.

Con: No te das una idea de cuánto te amo...

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Nurc: Oh, ¿supones? Supongo que bajarte del barco te ha sacado agallas

Era divertido, esa confusión, esa incomprensión, esa ansiedad. Se sentía menos sucio, menos único.

Entre las risas comenzó a toser, intentando ladearse mientras su cuerpo seguía conteniendo espasmos y las carcajadas seguían escapando de su garganta aún entre su tos.
Gruñó, intentando atrapar sus manos, pero fallando en el intento.

Xap: ¿Cuando te volviste tan ágil?

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No, verdaderamente jamás sería capaz de dejarla. Sus caricias eran demasiado para él, le relajaban, le daban una paz que jamás creyó sentir.

Lou: Oh, si me doy una idea.

Le tomó por la barbilla, besándola en los labios, sin perder la sonrisa.

Lou: Te amo Con.

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Se quedó observándolo, imaginando como se vería con otra golpiza más, admitiendo sin embargo que ese enojo era provocado por la verdad que traían sus palabras.

Xirh: Tienes razón. Antes jamás se me habría ocurrido intentar ayudar a un extraño, solo para que este termine insultandome.

Se levantó, observando su imagen en el espejo. ¿Cuándo había dejado de ser una pirata?

Xirh: Pero ¿qué mas se puede esperar de un adicto?

Acabó tumbándose a su lado, sonriendo. Ver la risa completamente despreocupada de Xap era... era vida. Era libertad en sí misma.
Su cabello semi-largo se entremezcló con las hojas secas del suelo, combinando en colores. Le sacó la lengua, divertido.

Eve: Bueno, en el mismo momento en que tú decidiste ser un torpe sin gracia

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Se dejó besar, para luego empujarlo contra la cama. Apoyó las manos en su pecho, mientras apoyaba su trasero en su entrepierna. Se ruborizó como si fuera primeriza, sin saber por qué.

Con: ¿Realmente sabes cuánto te amo?

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Comenzó a reir sin poder controlarse.

Nurc: ¡Vaya, golpe bajo! ¿Qué más piensas decirme, que nadie querrá a un adicto? ¿Que moriré de ésto? Oh, no, ya sé, ¡que el vacío que tengo no se llenará con las hadas!

Dejó de reir, para mirarla con una sonrisa burlona en el rostro. No, eso no le haría efecto. Miles de veces lo había oído. Seguramente, mil más por venir.

Nurc: Lamento que decidieras ayudar a alguien tan despreciable como un adicto, ¿sabes? Pero supongo que eso ganas por tener buen corazón, piratucha

Hizo un puchero, bajando la vista y fingiendo tristeza.

Xap: De acuerdo, volveré a ser un frío y calculador asesino.

Se incorporó, caminando hasta el árbol más cercano y apoyándose en el tronco. Su cabeza gacha, y los brazos cruzados en lo que hubiese sido una pose normal tan solo unas semanas atrás.

Xap: -bajando la voz- Hola Eve.

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El empuje le había dado un leve sonrojo en sus mejillas, el cual incrementó al ver a Con sobre él. ¿Acaso tenía idea de lo hermosa que se veía en ese momento?
Le sonrió, acariciandole el rostro con una mano, mientras con la otra comenzaba a pasar sus yemas por la espalda de ella.

Lou: Es agradable que me lo recuerdes.

-

Quería partirle el rostro, quería arrojarle cuánta botella hubiese en esa casa y, sobre todo, quería arrancarle esa lengua... pero no le daría el gusto.
Se giró, una pequeña sonrisa en sus labios y se inclinó sobre él, juntando su índice con su pulgar y luego golpeandolo en la frente con el primero. No se enojaría, no valía la pena.

Xirh: Jamás dije que eras despreciable.

Admitía que podía parecer alguien despreciable, pero no quería creer que realmente lo fuese. Se había cruzado con personas realmente despreciables, y Nurc no estaba ni cerca de ellos. Se separó de él, despeinandolo, sin importarle si acaso le molestería.

Xirh: Y no, no pienso decirte nada de eso, no eres el primer adicto que me encuentro en mi vida, no voy a venderte la vida como algo maravilloso. Pero, ¿qué puedo saber yo? Soy solo una piratucha

Lo observó por sobre su hombro, soltando una risita baja. Debía agregar eso a su libro personalizado de insultos.

Lo observó atentamente, para luego sonrojarse y posteriormente dejar salir una simple carcajada mientras desviaba la mirada. En su mente siempre sería XIII, aun cuando fueran libres. Y si bien esa libertad le había mostrado un lado más simple y alegre de XIII, extrañaba en cierta forma al frío y calculador asesino. Aunque sabía que no sería sano. Su excitación... no sería sana.
Se sentó, intentando cubrir su semi-erección, mirando hacia otro lado. En su cabello, hojas secas enmarañadas.

Eve: Eso no es gracioso, se acaba ahora.

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Cerró los ojos ante las caricias en su espalda, jadeando al sentir que llegaba a un punto en su espalda media que lograba erizarle el cabello. Se inclinó para besar su cuello y luego sus hombros, tirando de su remera levemente.

Con: Te lo recordaré tantas veces como lo necesites...

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Frunció el seño ante el golpe tonto, para luego bufar. Eso no era divertido, eso... ¿Como podía controlarse así? Siempre le dijeron que era el peor de lo peor, la escoria más baja de todas. Como si hubiera diferencia.
Chasqueó la lengua, mirándola, para luego señalar la puerta.

Nurc: Vale, vete, has caridad con otro.

Levantó la vista, soltando risitas mientras volvía a dejarse caer, quitando una de las tantas hojas en su cabello, quedando así con un par de mechones entre sus dedos.
Lo observó a los ojos, con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Xap: ¿Te dije lo hermoso que eras?

Le encantaba su cabello natural, y también le encantaba como, aún siendo la perfecta maquina asesina, lograba sonrojarse por una semi-erección.

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Gimió por lo bajo, cerrando sus ojos ante el contacto de los labios de Con contra su piel, siempre lograba estremecerlo.
Se quitó la remera, deslizando luego sus dedos bajo la de ella, quitándosela también, tomandose unos segundos para admirar su cuerpo. Luego de tanto tiempo, todavía no podía superar su belleza, o cómo le hacía sentir.

Lou: Te amo.

-

Xirh: No, tengo que hacer tiempo hasta que el barco zarpe. Además, este lugar necesita una limpieza.

No podía caminar por ningún lado sin sentir que tropezaría con botellas de hadas. Aunque también le servía de excusa para distraer su mente, y aclarar sus ideas.
Rebuscó por los rincones, sin pedir permiso, encontrando por fin una bolsa y comenzando a recolectar la basura del lugar. ¿Cómo alguien podía vivir en tal mugre?

Su sonrojo aumentó de nivel, provocando que girara el rostro rápidamente hacia él e intentase apartarlo con golpes al aire.

Eve: ¡Oye! ¡Estoy en una situación aquí! ¡Ten respeto! ¡No puedes decir esas cosas ahora!

Infló levemente las mejillas, volviendo las manos a cubrir su entrepierna, que comenzaba a sentirse más vivaz que antes. Aunque, pese a que se quejara, le gustaba que le dijera esas cosas. Así fuera de tanto en tanto.

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Dejó salir una risita cálida al ver su rostro de sorpresa. Era como un niño recibiendo su primer mascota. Sus ojos completamente abiertos, sus mejillas sonrojadas. Se inclinó para besarle, bajando las manos por su pecho, para detenerse en sus pantalones, comenzando a desabrocharlos con destreza.

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Bufó, decidiendo no hacerse problema por ella. Se iría pronto de todos modos. Y seguramente no volvería a verla.
Caminó hasta el sofá, arrojando la basura al suelo, para recostarse y mirarla limpiar. Intentaba, realmente lo hacía, comprender qué pasaba por su cabeza. Pero era inútil. Cerró los ojos, suspirando. Quizás te falta corazón para entender.

Aunque probablemente fuese incómodo para Eve, verlo reaccionar así le impedía detenerse. Era demasiado dulce para su propio bien. Lo tomó del brazo, acercándolo a él y besándole la mejilla.

Xap: Oh, si puedo~ y te encanta.

Soltó una risita, optando por tener piedad en el pobre. Extendió los brazos sobre el césped, aspirando el aroma. Todo estaba tan... vivo.

-

Los gemidos se transformaron en jadeos, Con era realmente buena con lo que hacía y sabía como volverlo loco. Le correspondió el beso, llevando sus manos hasta su pecho, acariciandolos y haciendo círculos con su pulgar en sus pezones.

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Comenzó a tararear una canción (https://www.youtube.com/watch?v=ta-Z_psXODw - esa por si te interesa) al ritmo que bailaba y arrojaba todas las botellas en la bolsa que ya comenzaba a tener peso.
Al levantar la cabeza y verlo con los ojos cerrados sonrió. Quizás nunca había tenido a nadie que se preocupe por él. En fin, se encargaría de dejar la casa en condiciones, luego dejaría que la echase si quería.

Dejó que le acercara a él y le besara en la mejilla sin oponer resistencia, para finalmente quedarse mirándolo. Su labio superior levemente sobre el inferior, desviando luego la mirada. No era justo, ¿no?

Eve: Algún día, si te excedes... quizás pase algo que no te guste, ¿sabes? Tienes que ser consciente de ello...

Estaba tratanto. Tanto que era realmente duro para él. Pero quería que XIII fuera feliz. Realmente lo deseaba. Y quería hacer lo mejor para lograr ello.

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Desprendió sus pantalones, separandose de las excitantes caricias, para sacarse la ropa interior restante. Volvió a la misma posición, mirándo a Lou a los ojos. Se sentía... extrañamente diferente. Como si no lo hubiese visto en años como lo hacía ahora.
Tomó sus manos, guiándolas a sus pechos, mientras se inclinaba a besar su cuello. Movía las caderas, levemente, para rozar su entrepierna con la de él.

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Abrió los ojos luego de un momento, viendo que seguía con lo que quedaba de su auto-impuesta labor. Suspiró, para luego sentarse. Era extraño, era... hasta familiar.

Nurc: Oye, tienes donde vivir?

Xap: Lo sé...

Se quedó observándolo, podía notar la excitación en sus ojos, incluso en su cuerpo, y le dolía, le dolía no poder darle aquello que quería. Suspiró, sentandose y pasando la mano por su cabello.

Xap: Eve, no soy virgén. A veces... odaba ver a Rose sufriendo por mi culpa, por ser así, ella se esforzaba tanto como tu lo haces ahora, pero, no era justo. No se como explicarlo, no era lo mismo para mí que para ustedes, no... no sentía en si mismo nada, pero verla gozar, verla disfrutar, eso era hermoso.

Le giró el rostro, obligándolo a que lo mirase.

Xap: No tendría problema en hacerlo contigo Eve, si es lo que quieres.

-

Gruñó, sus caderas alzandose en un movimiento involuntario que le generó un profundo sonrojo luego. Lo costaba controlar los impulsos, sobre todo cuando Con se movia así, buscando enloquecerlo.
Acariciaba sus pechos, extendiendo el rostro para que tuviese mayor superficie, su erección aumentando de tamaño rapidamente.

Lou: C-Con...

-

Se detuvo unos segundos, mirándolo nuevamente, soltando una risita luego, no era burlona, más bien de sorpresa. Un minuto le insultaba y al siguiente le preguntaba aquello.

Xirh: Sí, vivo con mi mejor amigo. -era eso después de todo, ¿verdad?- ¿estas insinuando que venga aquí?

Cerró la bolsa, observando el suelo, admirando su color por primera vez. Faltaría pasarle un trapo, pero ya la casa en sí comenzaba a verse mejor.

Lo oyó con cuidado, desviando el rostro luego. Rose había experimentado eso con XIII, pero... ¿por qué su mente seguía rechazando la idea con un "no soy Rose"? Suspiró, bajando la mirada.

Eve: Sabes... hacerlo contigo... sé que no sería tener sexo, sino hacer el amor... pero... ¿qué sentido tiene realmente si no sientes lo mismo? -lo miró a los ojos unos cortos segundos, para luego volver a desviar la mirada-. No eres un héroe, Xap... y siempre tratas de serlo. Quieres complacer a la gente que quieres, hacerla feliz... y realmente lo entiendo, pero ¿a qué costo? ¿Dejándote de lado? Realmente lo estoy intentando... es todo tan nuevo para mí que por momentos incluso pienso que no vale la pena. Pero sé que no es así, sé que vales la pena, y sé que sólo soy yo buscando excusas para volver a lo de antes, a tener relaciones con quien me plazca sólo porque tengo deseos de eso. Y realmente cruzarme con alguien como tú no estaba en mis planes... no sólo por tu situación en lo sexual sino por... por realmente como eres. Y no quiero joderla... no quiero tirar todo por la borda diciendo un "si" apresurado y completamente desconsiderado. Porque si no lo disfrutas como yo, no vale la pena... Créeme que no lo vale.

-

Acariciaba con cuidado cada recodo de piel, con completo amor y devoción. Era el mismo hombre que tenía en su cama cada noche, con el que dormía, con el que despertaba, con el que discutía y lloraba. Pero hoy era distinto. Quizás su miedo a perderlo, quizás su miedo a perderse.
Subió los besos hasta su oreja, mordisqueando levemente su lóbulo.

Con: Lou... puedo... ¿puedo hacerlo?

-

Se encogió de hombros restándole importancia. Su casa era enorme, y tanto espacio era asqueroso. Pero entrometerce no era realmente lo suyo.

Nurc: No, sólo digo que si algún día te encuentras en la calle, puedes venir. No cobro estadía.

Podría haberle contestado una biblia a todo lo que decía, pero en lugar de eso, simplemente lo tomó por el rostro, besándolo.
Cada palabra le había tomado por sorpresa, generandole un sonrojo que no se esperaba, causando un revuelo dentro que no supo controlar.
Tenía miedo, miedo de que su condición terminase de alejar a Eve para siempre, pero no podía mas que confiar en su palabra.

Xap: No te escondas de mí, no quiero que ocultes cuando tienes una erección o tu cuerpo reaccione. Tú me aceptas por quién soy, y yo hago lo mismo contigo.

-

No terminaba de comprender porqué Con actuaba de esa forma, pero le encantaba, sentía como su cuerpo pedía por más, y su mente se embriagaba de su tacto, de su cariño. Jadeó al sentir las mordidas, abrazándola contra su cuerpo, sintiendo su calor, su suavidad.

Lou: P-por favor

No podría soportar mucho más así.

-

Xirh: Gracias. Nurc.. A cambio, puedo limpiar esta mugre más seguido. No acostumbro a simplemente recibir amabilidad sin dar nada a cambio.

Sonrió, dandole la espalda. Estaba en lo correcto después de todo, no era más que alguien demasiado solitario, pero capaz de ser amable, a su manera, si se lo proponía. Era como una pequeña victoria.
Buscó un balde, un trapo y luego se acercó a Nurc, le levantó los pies y los subió al sillón.

Xirh: Ahora quedate aquí mientras termino con tu piso.

Recibió el beso sorprendido, para luego alejarlo, haciéndole un berrinche.

Eve: ¡Oh, dios mío! ¡Quiero ser dulce aquí, no digas esas cosas! ¡Esconderé todo lo que quiera mi maldita erección, maldita sea!

-

Sonrió al oírlo, para esconder el rostro en la curvatura de su cuello mientras lentamente dejaba que se introdujera en ella. Gimió despacio, cerrando los ojos. Se sentía como si fuese la primera vez también. Ronroneó levemente, comenzando a mover sus caderas a un ritmo calmo.

-

Nurc: Como quieras

No se molestaría en pelear con ella. A fin de cuentas, parecía hacer siempre lo que le venía en ganas. Lo cual no le diferenciaba tanto de él.
Sonrió levemente ante la idea de que todo ese tiempo, no había deseado realmente tomar ninguna hada.

Xap: Eres tan hermoso.

Le sonrió, usando su codo para alzarse y apoyando su cabeza sobre su mano. Eve era una caja de misterios que nunca se terminaba, y esperaba que jamás lo hiciese.

Xap: ¿Qué te parece si cambio eso a, haz lo que te haga sentir más cómodo?

-

Acompañó los gemido de Con con los suyos propios, gruñendo levemente al sentirse finalmente dentro de ella. Siguió su ritmo, girando el rostro y besando su cuello, arañando levemente su espalda sin darse cuenta de ello. Sentía como si una droga le hubiese sido inyectada en su cuerpo y estaba perdiendo control de sus acciones.

-

Ató su cabello para evitar que el sudor quedase en él, tomó el trapo y comenzó a pasarlo por el piso, volviendo a tararear su canción, terminando su labor, silbando al ver que el aspecto en general había mejorado bastante.

Xirh: ¿Qué te parece?

Le golpeó en el hombro sin fuerza alguna, aún manteniendo su berrinche de niño pequeño.

Kui: ¡Pues claro que haré lo que me haga sentir cómodo! ¡No necesitas ni decírmelo!

Bufó, inflando sus mejillas, para luego ponerse de pie y comenzar a caminar hacia la casa de Xer, donde aún se seguían instalando.

-

Se levantó, sentándose completamente derecha sobre él, sintiéndole más adentro que antes. Gimió, para luego mirarle a los otros, a través del sonrojo y la excitación. No sabía por qué, pero... necesitaba decirlo. Necesitaba decirlo ahora.

Con: Cuando nos casemos... haremos esto tanto tiempo... que tendremos tantos hijos como quieras...

-

Nurc: Huele a limpio. Es repugnante.

Su estómago comenzó a revolverse, pero sabía que no era el olor de su casa limpia, ni mucho menos. Era la abstinencia. Y el no poder descifrar a esa muchacha que tenía enfrente y que, sin entender por qué, deseaba secuestrar y quitarle la sonrisa a la fuerza.

Gimoteó por lo bajo, gateando.

Xap: ¿No tienes condieración por un herido de guerra?

Después de todo, el no había recibido ningún líquido violeta mágico que curase todas sus heridas magicamente. Tampoco había estado al borde la muerte, pero igual, su hombre seguía doliendo por la bala.

-

Abrió sus ojos, sintiendo una ola de calor y electricidad recorrerle y no pudo contenerse. Se sentó, sin evitar el leve gemido que le provocó el moverse dentro de Con, acercando su rosotro al de ella, uniendo sus frentes.

Lou: ¿E-Eso es un sí?

-

Le sacó la lengua, arrojándose luego sobre el sillón, terminando por estar sentada sobre las piernas de Nurc. Tiró su cabeza hacia atrás, observando el techo... el cual también tenía signos de suciedad. Bien, en eso no podía hacer nada.

Xirh: Ya te acostumbrarás, tu nariz agradecerá el cambio.

Se giró al oírle, para sacarle la lengua y luego señalarlo. Estaba completamente sonrojado, tanto que dudaba incluso sonar serio.

Eve: ¡No me sigas, de acuerdo! [N/A: Mentira (?)]

Y siguió caminando hasta entrar en la casa y subir las escaleras hasta su cuarto. Suspiró, arrojándose sobre la cama, sintiendo el sonrojo por todo su cuerpo. ¿Cómo podía ser que le dejara así?
Llevó sus manos hacia la falda que llevaba puerta, elevándola un poco, para comenzar a masturbar levemente la erección que sobresalía de su ropa interior, jadeando en voz baja el nombre de XIII.

-

Cerró los ojos al sentir a Lou levantarse y juntar sus frentes. ¿Quizás no era el momento? ¿Quizás había dicho algo mal? Jadeo levemente al escucharle. ¿Era eso emoción? Abrió los ojos, asintiendo con la cabeza levemente, mientras se abrazaba a su cuello.

-

Arqueó una ceja, observándola. Vaya modales.

Nurc: Oi, ¿qué haces sobre mí? Nunca te di el permiso.

Pero... no le incomodaba. No le era molesto. ERa.. hasta nostálgico.