The phoenix ~

Se ruborizó completamente, en parte por lo absurdo de la situación, en parte por aquella vez con Eek, Nyelo y... su hermano. Sintió un escalosfríos recorrerle y luego negó con la cabeza.

Xer: Se supone que sólo les gustan los hombres...

Pero dudaba de ello ahora que veía a Lew prácticamente devorar con la vista a Eve. Y le enfurecía. Eve era su amiga, no un par de piernas bonitas a las cuales mirar.

Xer: ¡Lew! Fuera de aquí pervertido.

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"Descansar". Algo que no solía hacer. No pudo evitar sonreír ante la sonrisa de Neisha. Debía de admitir que era una persona muy interesante y divertida, además de atractiva.
Se sonrojó levemente, bajando la mirada rápidamente para ocultarlo.

Anek: Si me come, no tendrás café

Aunque en verdad, era muy cómodo.

Lew levantó las manos, mostrando una falsa inocencia, para luego irse. Eve aprovechó para mirarlo un poco más, desviando el rostro por completo luego. "Se supone que sólo les gustan los hombres", chasqueó la lengua. Por lo menos sabía su nombre... o parte.

Eve: Es una lástima. Ya con ese solo muchacho, seguramente la pasaríamos--cough, pasarías de lujo.

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Neisha: Oh, pero tendré mi venganza... mataste a mi anterior café

Dejó salir una risita, para luego sentarse en la computadora y comenzar a trabajar nuevamente. Su próximo recreo sería pronto, lo cual era bueno, pero estaba cansada, lo cual era malo.

Al cabo de media hora, le era imposible seguir el hilo de lo que estaba haciendo. Farfullando, se levantó de su asiento, arrastró los pies hacia Anek, y se dejó caer en el suelo, apoyando la cabeza sobre las piernas de él.

Neisha: Creo que estoy muriendo...

Xer: Paso. Aunque no creo que él tenga problemas en invitarte

Le sonrió, abriéndole la puerta para que pase ella primero. Quería reírse por la inversa de papeles, aunque estaba completamente a gusto con comportarse de manera poco femenina.

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La observaba trabajar absorto. Era un cambio, ver su rostro completamente concentrado, un rostro que antes estaba sonriendo y gritando acerca de cafés muertos.
Siempre le había encantado observar a las personas haciendo aquello que les apasionaba. Sus ojos siempre brillaban diferente.
Cuando se arrastró hacia él, la tomó en brazos, sentándola dónde estaba para ocupar su lugar en el suelo.

Anek: Suele suceder cuando consumes demasiada cafeina...

Eve: Claro que no

Quizás la mayor parte de que no hubiese tenido pareja nunca era que no lograba saltar ese paso de "verme como quiero" a "aceptar lo que soy". Suspiró, pensando. Debería invertir más tiempo en ello.

Eve: Y dime... ¿quieres hablar sobre lo que te aflige? -se mordió la lengua al oírse a sí misma- Lo siento, tengo un tacto horrendo. Nunca pensé que me metería a mí misma en una situación así, pero no quería dejarte sola.

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Cerró los ojos y se sintió incapaz de abrirlos nuevamente. Suspiró sonoramente, aún consciente. Abrió la boca, comenzando a murmurar en voz baja, a una velocidad completamente racional en ella.

Neisha: No debiste sentarme aquí, hace días no duermo... y no puedo dormir ahora. Salvo que ese sea tu plan. En cuyo caso: -señaló a la puerta, con llave- ábrela, asi puedo empezar a gritar que quieres violarme o matarme para no comprarme mi café

Sus orejas se tensaron, junto con su cuerpo. ¿Hablar sobre sus emociones? ¿Desde cuando Eve hablaba sobre emociones? Desde niños había tenido actitudes más femeninas que las de un niño común, pero jamás se había sentado a hablar de sentimientos. Se rió por la bajo.

Xer: Si quieres saber, estoy teniendo problemas para superar la ruptura y sonamos como colegialas

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Apoyó su dedo índice sobre los labios de Neisha suavemente para callarla. Tenía sentido su comportamiento si tenías en consideración el poco sueño que había tenido en quien sabe cuanto tiempo.

Anek: Descansa

Observó la puerta, dejándola cerrada. No quería imaginarse que ocurriría si entraba alguien y la veía a ella durmiendo... y a un completo extraño.
Se sentó sobre la computadora, fascinado con los diseños de Neisha. Era realmente talentosa.

Eve: Si, lo sé. Pero se te ve alterada, y me es difícil ignorar eso.

En realidad no, pero Xer era una de las pocas personas que realmente quería y a las que realmente tenía en consideración como para hacer algo así.

Eve: Escucha, se supone que las rupturas son difíciles. Lo son más para nosotros, supongo, que nos cuesta más confiar en alguien... pero, eh... se supone que te diga que encontrarás a otro chico o chica, pero no sé si quieres realmente oir eso ahora

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Frunció el seño ante su gesto. Si no quería quedar como un violador, no lo estaba logrando. Pero más allá de eso, no fue capaz de luchar con el sueño y se dejó vencer.

Despertó a lo que se sintió como 20 minutos, completamente horrorizada. ¡Se había quedado dormida! ¡Su trabajo! ¡Su...! Notó a Anek rápidamente, lo que llevó que tocara su rostro. Baba. Un gesto de asco marcó toda su cara. Había babeado dormida.
Estaba por ponerse de pie, cuando notó el reloj en la pared. No, no habían pasado 20 minutos. Sino 2 horas.

Neisha: No puedo creerlo... -miró a Anek, entrecerrando los ojos- Voy a matarte luego de que me compres mis dos cafés

Xer: Y aquí es cuando te digo que prefiero estar sola, es menos problemático y blah, blah, blah. Lo cual es cierto pero...

Suspiró, llegando por fin a un claro donde la tierra sería lo suficientemente resistente para que Eve no se dejase un tacón en el camino.
Se dejó caer, acostada, observando el cielo.

Xer: Lo cierto es que lo extraño y al mismo tiempo lo odio por lastimarme

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Anek: ¿Por qué? Te ves mejor

Si descontaba el gesto de horror por haber dormido tanto. Se estiró, moviendo sus músculos, había evitado moverse para no despertarla. Estaba claro que no podría seguir mucho más si no descansaba.
Le sonrió, apuntando a la pantalla.

Anek: Eres realmente buena en esto. Pero necesitas dormir

Se dejó caer a su lado, sacandose los tacones por primera vez en un largo tiempo. Se sentía extraño.
Observó a Xer, acariciandole el cabello. Intento evitar pensar en baños de crema y demás.

Eve: Si no es mucho pedir, ¿por qué terminaron?

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Se puso de pie, con cuidado de no resbalar, como solía hacer la mayor parte del tiempo. Señaló el reloj; no era extraño que él no entendiese.

Neisha: La hora. Horario laboral terminado. Sería pura suerte si es que no estamos encerrados en el edificio.

No es que a ella le molestara, pero estaba con un extraño... dentro de todo. Y que le debía un café.

Xer: Porque es un no muerto. Porque no quiere privarme de nada. Porque es tan altruista que quiere darme una vida normal... -soltó una risotada seca- como si eso fuese posible.

Se acercó a Eve, apoyando su cabeza sobre sus piernas y cerró los ojos. No se había dejado calmar por nadie, no quería.. pero con Eve era diferente.

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Una sonrisa enorme fue apareciendo en su rostro. ¿Encerrados? ¿Debería escapar? ¡Le encantaban los escapes! Saltó de la silla inspeccionado en cuarto con la mirada.

Anek: De acuerdo, necesito saber ventanas, pisos, cámaras de seguridad y ah... ¿puedes saltar?

Eve: Pero por lo menos no puedes culparlo de pensar en tí

La observó, siguiendo con las caricias, sin decir mucho más. Se preguntó cómo sería ese chico. Quería conocerlo, parecía interesante.

Eve: ¿Qué es una vida normal, a todo esto?

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Esa enorme sonrisa le había hecho saltar un latido, pero decidió ignorarlo. Suspiró, acomodando su cabello tanto como le era posible con la escasez de un peine y un espejo.

Neisha: Bueno, hay ventanas en todos los pisos, pero supongo que las cerrarán antes de salir. Son tres pisos hasta la planta baja. No hay cámaras de seguridad. Y sí, sé saltar...

...pero no sabía aterrizar.

Xer: Supongo que una vida más... tranquila. -abrió los ojos, sonriendole levemente- y también aburrida

Ella no quería una vida "normal". Le gustaba su vida. Incluso la parte en la cual tenía un hermano adicto al sexo con... 3 mascotas. La hacía peculiar.

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Anek: ¿Tres pisos? He tenido peores.

Abrió la puerta y, luego de asegurarse que no hubiese nadie, camino por el pasillo hasta que encontró una ventana apropiada. Era suficientemente grande para poder pasar por ella sin rasparse. Supuso que Neisha no tendría demasiada experiencia con estas actividades así que debería tener cuidado.

Anek: Prometeme que no estarás escandalizada por lo que haré a continuación

Eve: En sintesis, quería que experimentaras todo lo que nunca experimentaste

Si, definitivamente Xer había tenido suerte de encontrar a alguien así. O de que alguien así la dejara.
Siguió acariciando su cabello, pensando.

Eve: ¿Tenías planes con él?

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Asintió con la cabeza, pero estaba prometiendo algo que seguramente no cumpliría. Ella se escandalizaba por todo, ¡era parte de su forma de ser! Pero Anek se veía seguro de sí mismo, lo cual suponía era bueno. Debía confiar en él... de cierta forma.

¿Planes? ¿Por qué debería tener planes? Era joven, no pensaba en casarse a su edad, o en hijos, o nada... Simplemente quería estar junto con la persona que la hacía feliz, con alguien que no la juzgase, en quien pudiese confiar.

Xer: No suelo pensar en el futuro...

Ella vivía en el presente, después de todo... nunca sabía cuando una misión podía ser la última.

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La miró con desconfianza unos segundos. Si se enojaba o hacia algo peor... no podría volver a verla, y debería esconderse por otro mes. Suspiró.
Pero tampoco podía dejarla encerrada. Rebuscó en su bolsillo hasta encontrar un pequeño alambre de metal que utilizó para forzar la cerradura de la ventana.
Nadie notaría un raspón, pero no podía arriesgarse con la puerta delantera.
La abrió con cuidado, asomando su cabeza, sin dirigir la mirada hacia Neisha todavía.

Anek: Tendremos que escalar...

Eve: Quizás eso fue lo que le empujó a... ehm, dejarte

Pero sabía que Xer no entendería eso. Era una chica inteligente, racional, pero siempre le hacía falta el toque sentimentalista que terminaba dandole un giro por completo a todo en esta vida.

Eve: Quizás temió que en el futuro pudieses querer cosas que él no podría darte... -se encogió de hombros- No digo que fue la mejor decisión, pero pensó en tí al menos

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Sabía abrir cerraduras. Con un asqueroso alambre. Sabía que no debía pensar negativo de una persona, hoy en día internet te enseña absolutamente todo lo que necesitas saber sobre la vida. Incluso ella había terminado en páginas con información poco necesaria o comprometedora. Pero Anek sabía manejarlo muy bien para ser sólo un dato pasajero.
Se asomó a la ventana, viendo la altura. Nope, imposible.

Neisha: No cuentes conmigo. Moriré siquiera antes de sacar alguna parte de mi cuerpo por aquí.

Xer: O quizás no.

Sí, sabía que había pensado en ella, pero ¿y lo que ella quería? El futuro le era desconocido, cosas como hijos no cruzaban su mente.
Suspiró, encogiendose de hombros.

Xer: De todas maneras ya está hecho

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Anek: No es tan difícil... mira

Pasó la mitad de su cuerpo, silbando al ver la distancia entre ellos. Pero había cornisas y podría agarrarse, sólo debía encargarse de su acompañante.

Anek: Puedo cargarte en mi espalda si lo prefieres... o quedarte aquí y soportar la riña de tu jefe por haberte quedado dormida

No importaba cuántas veces lo dijera, era obvio que en realidad nada estaba terminado ni hecho. Xer no podía dejar a su ex-novio, no podía borrarlo de su mente.
Se preguntó por unos cortos segundos cómo sería ese sentimiento, como se manifestaría en alguien como ella.

Eve: Supongo que, además de todo, fuiste lo suficientemente idiota como para quedarte quieta y dejarlo irse, en lugar de buscarlo ¿no?

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Comenzó a moverse impacientemente de un rincón a otro y a saltar de los nervios. ¿Por qué le pasaban esas cosas a ella? Sabía que en el momento en que el café desapareció de sus manos, su día sería un asco.
Repitiendo la palabra "perdón" como un mantra, se subió a la espalda de Anek y se aferró con tanta fuerza como le fue posible, para luego cambiar su mantra a "voy a morir".

Chasqueó la lengua, levantandose para quedar sentada frente a Eve, con el ceño levemente fruncido.

Xer: El me dejó a mi. Intenté hacerle entender que no me interesaba su estado de no-vivo, pero no me escuchó.

Apretó su mandíbula con fuerzas, luchando por evitar una oleada de rechazo que amenazaba con romperla nuevamente. Respiró hondo, relajando los hombros y bajando la voz.

Xer: No voy a arrastrarme detrás de alguien que no me quiere a su lado

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Contuvo un par de risas para no temblar y asustar a una ya aterrada Neisha. Debía luchar contra lo adorable de su comportamiento con la risa por la emoción de su "escape".
Cerró la ventana a su lado, comenzando a tantear con los pies la cornisa debajo de él, para apoyarse en esta.

Anek: Te recomiendo cerrar los ojos

Bajó un poco más y luego se detuvo sobre lo que creía ser la ventana del primer piso.

Anek: Bueno... tenemos un problema. Tendrás que tomar mi mano, dejar que te baje y saltar...

Eve: Si, no has cambiado mucho en cuanto a eso. Un desperdicio, si debo ser sincera.

Estaba por recostarse, cuando oyó pasos bastante torpes por la zona. Por el peso, era un hombre. Por la forma en que caminaba, estaba herido. Miró a Xer, ¿podía ser...?

Eve: ¿Tu no-muerto es alto y suele estar herido por esta zona?

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Sabía que él se estaba riendo de ella, pero nunca se había imaginado a si misma bajando por las cornisas de los 3 pisos de alto del edificio de trabajo, y no le atraía para nada.
Mantuvo los ojos cerrados, incluso al escuchar a Anek.

Neisha: ¿Es necesario? ¿No es posible que me rompa el cuello y muera, no?

Iba a replicarle, de una manera no muy agradable, pero cambió el gesto por erguir las orejas y llevar su mano a una de las dagas en su muslo.

Xer: Alto si... herido... realmente espero que no

Se levantó con cuidado, los nombres posibles de quienes no quería heridos cruzaron su mente. ¿Cuando había creado vínculos con tantas personas?

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Anek: Tranquila, te acercaré lo más posible.

A lo sumo se doblaría el tobillo de una manera no agradable, pero prefirió mantener eso en secreto. Con la menor cantidad de movimientos posibles, desmontó a Neisha de su espalda, tomándola por la cintura.
Se ruborizó por la cercanía con su cuerpo... demonios, olía de maravillas, aún cuando podía notar la cafeína en su ser.
Sacudió la cabeza y terminó de bajarla hasta estar agarrada a ella por la muñeca derecha, mientras con una mano se sostenía a la cornisa.

Anek: Neisha, mírame. -le sonrió, intentando darle confianza- cuando te sueltes, dobla las rodillas.

Y dicho esto se estiró unos centímetros más y soltó su muñeca

(N/A: Nope, no es Eek xD)

La observó unos segundos. Aún cuando había agarrado su daga a una velocidad alentadora, su mano temblaba levemente. Tenía miedo, seguramente de saber la identidad del herido.
Se puso de pie, decidida a ir a investigar y ahorrarse todo ese extraño ritual, para detenerse sorprendida al oir un claro sonido de vómito. Se giró a Xer, pestañeando algo confundida.

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Se había mantenido tan inmóvil como le había sido posible, pero no podía evitar mantener un ligero temblor de miedo. Tenía miedo a caer, nunca le había dado tanta confianza a alguien como para estar en una situación así.
Intentó concentrarse en otra cosa, pero le era difícil. Abrió los ojos cuando Anek se lo pidió, algo renuente; sentía incluso ganas de llorar del miedo. Iba a decir algo, pero le soltó antes siquiera de que estuviera preparada... lo cual agradecía en cierta forma, sino estarían colgando allí durante días. Dobló las rodillas, tal y como le había dicho, para terminar cayendo sentada al aterrizar finalmente.
Sonrió, con algunas lágrimas en sus ojos. Ya había pasado, estaba viva, estaba bien.

Suspiró algo más tranquila. Al menos no era Ek. Le hizo un gesto con la cabeza a Eve, caminando hacia el sonido, no podía evitar preguntarse quién era.
Una pequeña sonrisa se hizo visible en su rostro. Tanto ella como Eve se movían en completo silencio, se preguntó por qué nunca habían trabajo juntas más allá de los entrenamientos.

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Respiró aliviado, no se hubiese podido perdonar si se lastimaba.
Le hizo una seña con el pulgar para arriba y se dejó caer, dando una voltereta al llegar al piso.
Se incorporó, sacudiendo un poco de tierra de su cabello y ropa y luego sonrió, extasiado.

Anek: No fue tan terrible, ¿verdad?

Sabía que era mentira, había sentido el terror en cada movimiento, pero estaba sana y salva... aunque quizás su trasero estaría algo adolorido

Se sentía desnuda en cierta forma. Xer tenía una daga de sobra, y sabía que podría sacarsela si era necesario, pero necesitaba sus propias armas, además claro de sus golpes y uñas.
Se detuvo al ver la escena de un muchacho grande, musculoso, vomitando lo que parecía ser agua salada. Los moretones y las marcas en su cuerpo le daban la clara idea de que era un chico de problemas. O que habia salido de unos recientes.
Observó a Xer unos segundos, para luego volver la mirada al muchacho, quien no le miraba, sino que temblaba.

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Luego de verlo caer y asegurarse que estaba bien, se dejó caer acostada en el suelo, respirando tanto oxígeno como le era posible meter en sus pulmones.

Neisha: Pensé que iba a morirme... no quiero repetir eso en mi vida -miró a Anek, sus ojos azules se iluminaron con la luz exterior- No sólo mataste mi café, sino que añadiré a los cargos que intentaste matarme a mí

Se sentó, quejándose. Podía sentir su trasero doler, al igual que sus tobillos y la parte baja de su espalda. Esas cosas no eran para ella definitivamente.

Guardó la daga y se acercó con cuidado, asegurandose de no sobresaltarlo. Se olvidó de Eve unos momentos mientras pensaba en cómo era que nuevamente Nyelo estaba lastimado.
Se puso frente a él, arrodillándose.

Xer: ¿Nyelo?

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Se rió, sentandose a su lado, observando el cielo que iba cambiando de color lentamente.

Anek: Necesitas emoción de verdad en la vida, no solo cafeína. Además, te bajé lo mejor que pude

Era la primera vez que tenía un acompañante, nunca había cuidado de nadie más, ni se había preocupado por otros.

¿"Nyelo"? Se preguntó qué tan social se había convertido Xer, siendo que antes sus padres no permitían siquiera que respirase fuera de su tutela. Se acercó un poco, sin bajar la guardia.
Nyelo no respondia, simplemente respiraba agitado. Estaba mojado, seguramente de estar en Maraqua, lo cual explicaba tambien el agua.
Eve miró a Xer y luego al individuo desconocido.

Eve: Debo suponer que lo conoces, ¿no?

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Neisha: No te metas con mi café

Se sentó, murmurando varios quejidos, para luego ponerse de pie tan rápido como le era posible dentro de la dificultad que el dolor le daba.

Neisha: Buscaré nuevas emociones que me permitan seguir caminando. Como cambiar de café a cappuccino.

"Conocer".. hasta había intentado matarlo... pero se había disculpado por ello. ¿Lo había hecho verdad?
Asintió con la cabeza, incapaz de hacerlo reaccionar. Tomó uno de sus brazos, pasándolo por arriba de sus hombros, haciendo que se apoyase en ella.

Xer: Eve, ayúdame por favor

No le quitaba los ojos de encima. Estaba helado. Golpeado. Era incluso peor que encontrar a Ek, al menos la vida de este no peligraba...
Comenzó a caminar hacia la casa.

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Anek: ¿No tienes nada roto verdad?

La observó, si bien estaba de pie, podía ver dónde le dolía por como se mantenía de pie.
Supuso que ahora le debería una dotación vitalicia de café...