~ Lost inside me

Hell: Estoy hablando de tu tiempo, no del mio

¿Por qué se escudaba detrás del tiempo shinigami?
Su sonrojo no disminuía. ¿Acaso Cam realmente estaba segura de eso, realmente conciente a su vez?

Suspiró, quitandose de encima de Hell, quedando parada mientras lo miraba
Cam: No, tampoco lo siento así. Pero si tu si, de acuerdo.
Su voz sonaba firme, no tan acorde a como se sentía.

Bufó, tapandose el rostro con una mano. No, él y Cam no podían estar más que un par de segundos sin discutir. Desvió la mirada hacia la ventana, viendo que ya era casi de noche. Se incorporó, tomando a Cam de la mano, para tirar de ella hacia la cama, para luego abrazarla, besandole le mejilla.

Hell: Deja de enojarte por pequeñeces..

Cam: No estaba enojada...
Más bien era dolida. ¿por qué? ¿Por qué le dolía que Hell lo impidiera? Volvió a suspirar, recostandose contra el.

Hell: Pues no pareces contenta..

La acurrucó contra él, acariciandole el cabello. En realidad sabía qué sentía ella, pero sinceramente no sentía que estuviera lista... no para eso. Suspiró, besando su cuello.

Hell: ¿O volviste a ser la Cam testaruda?

Cam: Estoy bien...
Sonrió al recibir el beso, cerrando los ojos. ¿Cuanto duraría? ¿Cuanto tiempo pasaría hasta que algo hiciera que volvieran a pelear?

Sonrió, besandola levemente en los labios, mientras su sonrojo aumentaba.

Hell: Te quiero, Cam..

Podía sentir el corazon salirsele del pecho.

¿Cuantos le habían dicho eso en su vida? Solo su padre... hasta ahora. Levantó el rostro, clavando su mirada en el.
Cam: Olvida lo que dije... Te quiero, Hell
No había sido tan difícil haberlo dicho, pero si notaba cierta resistencia por su parte, y sonrió al ver que podía decirlo

Sonrió al oirla. Sabía que no se lo repetiría seguido y que seguramente le había costado demasiado, quizás por eso lo apreciaba tanto. La besó nuevamente, para acurrucarla contra él.

Hell: Debes descansar... dudo que hayas dormido bien despues de que ni me acerqué por una semana

No podía tener más razón. Era cada vez peor, ahora escribía dos muertes por noche.
Cam: De acuerdo, dormiré...
Se liberó del abrazo de Hell, si dormía, no podía esperar que estuviera sobre el. Sería demasiado tiempo.

Rió, volviendo a atraerla contra él.

Hell: ¿A donde crees que vas? Dormirás conmigo, aqui

La afirmó un poco más, dejando en claro su punto.

-

Suspiró. Era la segunda vez en la semana que sus hilos se cortaban por jugar con cuchillos, la segunda vez que Edna le reprendía terriblemente. Se mantuvo quieto, esperando a que ella entrara a curarle, para luego ver a una muchacha en lugar de a Edna. Pestañeó confundido, a lo que la chica se sonrojó.

Kura: ¿Eekurea? Edna me dijo que debo reforzar tus coseduras..

Ek asintió, estirando un brazo hacia la chica, que comenzó a coser con cuidado, sin mirarlo.

Ek. ¿Quién eres?

Kura: Me llamo Alonkura... aprendiz e hija adoptiva de Edna

Bien, algo nuevo para él.

Sonrió, asintiendo. Lo abrazó, apoyando su cabeza sobre su hombros, cerrando los ojos.
No podía negarse a dormir así.

-

¿Qué parte de 'no lo hagas' no había comprendido? Xer suspiró, tomando el cuchillo del suelo. Acababa de llegar y con solo ver eso y un hilo, podía decir que Ek había estado ahí. Rodó sus ojos, considerando llevarse todo lo que pudiera ser un arma de la casa de Ek. Caminó hacia la torre de Edna, debería estar allí.

Sonrió, dejandola acomodarse, para luego acariciar su cabello, permitiendole dormir. Comenzaría a atesorar esos momentos, nunca sabes cuando Cam volvería a ser la niña testaruda de siempre.

-

Sus brazos estaban en bien estado, ahora estaba reforzando algunas costuras en su espalda, por lo tanto estaba sin remera. Kura tenía un ligero rubor en el rostro, mientras Ek miraba a la nada, pensando.

Ek: ¿Hace cuánto te adoptó?

Kura: Un par de meses...

El par de meses que Ek no había ido siquiera a saludarla. Suspiró.

Tocó la puerta. Ya Edna la conocía, siempre que peleaba con Ek era el primer lugar a donde iba para asegurarse de que hiciera algo estúpido. Algo más estúpido que lo normal. ¿Cual era su obsesión con aprender a lanzar uno? ¿Con entrenarse? Ya no estaban sus padres para que la reemplazara.

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Bostezó al despertarse, recordando que seguía sobre Hell al moverse. ¿Cómo era que no se había movido? ¿Qué no la había quitado de encima suyo?

Edna abrió la puerta, para luego dejar la puerta abierta permitiendole el paso.

Edna: Estan atendiendo a Ek

Desapareció en uno de los muchos cuartos, dejando a Xer sola.
Ahora Ek estaba sentado, con las piernas abiertas, mientras Kura, de pie entre sus piernas, cocia su pecho con cuidado.

Kura: ¿Por qué estás tan herido?

Ek: -sonriendo- Secretos de oficio

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Estaba dormido. Había estado despierto toda la noche, para acabar rendido los últimos minutos antes del alba. Respiraba tranquilamente, acompasado.

No se había equivocado, entonces. Le pareció escuchar la voz de Ek, caminando hacia allí y abrir la puerta. Solo eran los brazos, ¿no?
Alzó la ceja al verlo en esa postura con una chica sobre el.
Xer: ¿Ek?
Terriblemente cortante. Así había sonado. ¿Qué diablos estaba haciendo esa chica?

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Levantó la vista, mordiendose el labio al verlo dormido. No se movió casi nada, solo se acomodó levemente, sin intención de despertarlo

Elevó el rostro, sonriendo al ver a Xer, elevando una mano como saludo. Kura giró el rostro hacia ella, sonriendo algo timida, para luego clavar su mirada en Ek.

Kura: ¿Quién es ella?

Ek: Mi novia

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Gruñó entre sueños al sentir que le movían.

(re largo mi post xD)

Xer: ¿Qué haces?
Bueno, al menos estaba enterada. Pero Ek seguía sin remera, y ella seguía sobre el. Y no le estaba gustando nada.

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Se quedó inmovil al sentir que gruñía. ¿Qué sucedería si se despertaba?

Ek: Me está reforzando las coseduras

Kura sonrió, algo incómoda. La muchacha parecía bastante enojada.. o bastante celosa. Ek sonrió hacia Xer. ¿Quién diría que sería asi de celosa?

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Entreabrió los ojos. No eran los ojos blancos de siempre, sino más bien amarillentos. Y es que al despertar a un shinigami, este suele apegarse a su lado demoníaco... hasta que algo le detenga.
Clavó su mirada en Cam, para arrastrarla bajo él, acorralandola, sin decirle nada.

Xer: ¿Por qué? ¿Intentaste ser yo otra vez?
Ya sabía la respuesta, pero igual. Quería que se diera cuenta que debía detenerse. Que ya era suficiente con esquivar cosas gracias a su ojo izquierdo. Intentó no mirar a la muchacha, solo empeoraría las cosas.

-

Cam: ¿Hell?
Esos ojos... no era el mismo Hell de siempre. Estiró sus brazos para poner un poco de distancia entre ellos, aunque no era mucha.

Ek: No, intento igualar a Kui, es todo

Una gran mentira piadosa, aunque en parte tomaba a Kui como referencia a cómo debía ser. Kura terminó de reforzar las coseduras, para pasar a recorrer el pecho de Ek con sus manos, algo sonrojada. Ek desvió la mirada hacia ella, soriendole.

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Corrió sus brazos, sosteniendolos por las muñecas, mientras gruñía hacia Cam. Era como una especie de piloto automático. Mientras el shinigami dormía, su razon estaba apagada. Si alguien le despertaba, era su cuerpo, su instinto el unico que reaccionaba.

¿Qué diablos..? Chasqueó su lengua, rodando sus ojos.
Xer: Kui o no, deja de intentar ser nosotros
Lo terminaría entendiendo, por las buenas o las malas. Fulminó con la mirada a esa chica, antes de darse vuelta, caminando fuera del lugar.

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Cam: De acuerdo... lo siento
Pateó su estomago con fuerza, intentando que la soltara. Debía lograr que Hell recuperara su razón... de alguna manera.

Kura se separó, sonriendo; no había ninguna herida que cerrar. Ek le sonrió, para ponerse de pie rápidamente, siguiendo a Xer, acorralandola contra una de las paredes para evitar que se fuera.

Ek: ¿Qué te sucede?

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Gimoteó, aminorando el agarre en sus muñecas, para uego caer sobre ella, quejandose. Sus ojos pasaron de ser amarillentos a volver a su color blanquecino.

Hell: Diablos... duele...

Xer: Nada Ek. ¿No deberías volver a que te terminen de reparar?
No quería saber nada con esa chica otra vez. ¿Qué hacía acariciandole el pecho? Y el dejandose encima... ¡con ella ahí!

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Cam: Dije que lo sentía...
Suspiró, acariciando su cabello con una mano. Era eso o sucumbir ante el Hell demoniaco.

Ek suspiró.

Ek: Estaba revisando si no tenía heridas. No siempre sangro.

La abrazó, acariciandole una de las orejas.

Ek: Además si estás celosa, no salgas huyendo, es preferible que la eches.. ¿no?

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Suspiró, dejandose acariciar. Lo había dicho, pero no la había oido. Gruñió, más dolido que enojado.

Hell: Cuando alguien te dice que evites despertarlo, es porque la advertencia tiene sentido..