Good to you

Lo abrazó contra él. Estaban a punto de entrar a una guerra en la cual tenían todas las de perder, Xer ahora pertenecía a los XIII, Eve era buscado por asesinato, y su vida se había puesto, nuevamente de cabeza... pero por esos minutos, solo quería estar allí, observándo el techo y sin pensar en lo que depararía el futuro.

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Ya habían pasado meses desde la última vez que había pisado esas playas. Ver a Cani feliz, en parte, le daba alegría, pero no podía ignorar el leve dolor que traía su sonrisa. ¿Cuándo se había convertido en un idiota de tal magnitud? Suspiró, acariciando su ceja, la cual tenía un leve corte. Otra disputa con su padre, intentando que este deje la bebida.
Perdido en sus cavilaciones, no notó la presencia de otra persona allí hasta que estaba a unos pocos metros, paralizandose al notar que esa persona era Con, la persona con la que, después de Cani, se había comportado peor. Suspiró nuevamente, aclarandose la garganta. En algún momento debería dejar de ser un cobarde.

Toxa: H-Hola Con.

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Le gruñó, usando todo su autocontrol para no romperle la cara. Ella podía defenderse sola, no necesitaba de nadie que venga a ayudarla. Detestaba ser subestimada por ser mujer.

Xirh: Prúebame, el perro no está, verás que tanto necesito ser defendida.

Notó la rápida mirada hacia cierto lugar de su cuerpo, cayendo en cuenta que allí estaba su dinero, el dinero de la semana del bar, y lo que le habían pagado aquellos inútiles. Giró su cuerpo levemente, escondiendo la bolsa de la vista de ese extraño. Estaba demente si pensaba robarle.

Xirh: Sólo intentalo, serás carne de cañon.

Todavía no había perdido los manerismos del habla.

[Dos-Tres días después]

Kui había hecho la mejor de las investigaciones, lo cual realmente no cuadraba en sus recuerdos de él. De niño siempre se había mantenido a la sombra de su hermana, siendo el hijo menos querido. Pero ahora se había especificado en hackear accesos y reescribir códigos que no cualquier podría. Incluso sus habilidades físicas habían cambiado.
Gracias a eso, habían podido aniquilar a tres de los cinco altos rangos. Xer recolectando información desde el campo, Kui desde la net, y él junto con XIII haciendo el poco trabajo pesado que les quedaba.
Pero ésta noche... ésta noche era la última. Sólo quedaban dos altos rangos, que habían decidido esconderse en Cronos, bajo la protección de los que quedaban en el grupo de los XIII. Xer estaba allí, haciendo el papel más importante y peligroso de todos: doble espía.
Jadeó, deteniéndose detrás de un árbol. Ya habían pasado las dos barreras de seguridad y aniquilado a todos los guardias. Ahora sólo quedaba enfrentarse a lo que quedaba de Cronos. Sintió sus piernas temblar, viendo de reojo a Kui. Si él estaba nervioso, no quería ni pensar en cuánto lo estaría su amigo. Su hermana allí dentro, desprotegida totalmente. Intentó calmar la respiración.

Eve: Kui, ¿falta mucho para que abras los accesos?

Kui: Solo unos segundos.

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Giró el rostro, para ver a Toxa de pie a corta distancia. Le sonrió levemente, mientras juntaba la pequeña caja de la arena y la colocaba sobre su falda, volviendo la mirada al horizonte.

Con: Es un lindo día, ¿no crees? Desde aquí, es como si realmente nada importara, más que respirar

-

Dejó salir una risa seca cuando escuchó su expresión. ¿Acaso también había copiado la forma de hablar de los piratas? Se llevó la mano a su cabello, sacudiéndolo lentamente.

Nurc: No me interesa robar. Aunque debo admitir que esa cantidad de dinero es tentadora...

Miró al círculo de pelea, un par de metros alejado, para luego volver la vista a ella.

Nurc: Hagamos un trato. Me prestas el dinero, entro a pelear, y las ganancias las hacemos mitad y mitad. ¿Qué tal suena?

No que realmente le gustase compartir, pero no tenía dinero para comenzar la apuesta. Y pedir dinero a los piratas era peor que cualquier otra cosa.

Estaba esperando la señal. Su corazón latía desenfrenadamente, apenas si respiraba, por miedo a perderse el leve sonido que le indicaría que era hora. Se había adelantado a Kui y a Eve, haciendo de apoyo ante cualquier emergencia, y ahora estaba entre las ramas. En cuanto escuchase la puerta abrirse, entraría el primero, seguido por Kui y Eve. Solo esperaba que Xer estuviese a salvo.

La excusa de tener indigestión no serviría por mucho más tiempo. Por ahora, era suficiente para mantener las sospechas de IX a raja tabla. Desde el día uno había intentado encontrarle el error, incluso la interrogó cuando las misteriosas muertes comenzaron a ocurrir, pero no encontró nada. Nadie encontraría nada.
Apoyada contra la pared, usaba toda su concentración para no dar muestras de su nerviosismo. III y IV estaban tras una pista falsa de Eve, eso dejaba a los dos lideres, I, VI, XI, X y XII. 6 personas, 6 de los mejores. Apresurate Kui.

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Se quedó algo sorprendido al ver la pequeña caja, aunque decidió no preguntarle directamente. Hacer suposiciones solo le había provocado problemas.
Deicidó sentarse a su lado, siguiendo la mirada el horizonte, no sin antes observarla de reojo.

Toxa: Es un hermoso día, pero no entiendo por qué finges. La sonrisa no llega a tus ojos.

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Xirh: ¿Y si pierdes? ¿Acaso crees que le confiaría mis ganancias a un completo desconocido?

Sin mencionar que jamás daría su dinero, solo para recibir la misma cantidad a cambio. Algo que había aprendido, si te piden prestado, siempre cobra intereses. Aún si era un diente, una espada, lo que sea. Si no había más ganancia para ella, entonces era arriesgarse innecesariamente.

Kui: ¡Todo listo!

Las puertas se abrieron y no tuvo tiempo de pensar. Estaba seguro de que eran seis. Dos para cada uno de ellos, si Xer no se involucraba. En número, podrían ganar. El problema era en habilidades.
Podía ver la espalda de XIII corriendo delante de ellos, listo para pelear. Era una máquina asesina, su concentración no se había desviado ni un poco. Kui tampoco, con suerte todo saldría bien gracias a eso.
Ir directo al cuarto de protección había sido más fácil de lo esperado. Casi no había guardias, estaba seguro de que el mayor problema sería el cuarto previo a donde los líderes estaban. Suspiró, avanzando con el equipo, para ver inmediatamente cómo se arrojaban contra XIII y luego contra ellos.

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Con: Supongo que mi cabeza está en otro lado...

Sonrió levemente, intentando no pensar realmente. Pero no podía, su cerebro no lo permitía. Suspiró, abrazándose a sus rodillas, escondiendo el rostro entre ellas.

Con: ¿Puedo hablar contigo seriamente? Necesito... hablar con alguien...

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Nurc: No perderé. Y a cambio te daré el doble de lo que tienes. ¿Qué te parece?

Estaba ansioso, quería que dijese que sí de una vez por todas. Necesitaba, realmente necesitaba esas hadas. Miró al cielo, a la calle, a las peleas. Sentía que todo pasaba demasiado rápido en su cabeza.

Era su momento. En lugar de luchar junto a ellos, uso la distracción para entrar en el cuarto de los líderes. Sabía que Xap los quería para ellos, pero no podía arriesgarse a que usasen la conmoción de afuera para escabullirse. Justamente, al entrar vio como ya estaban usando una puerta escondida para salir.
Era ahora o nunca, ella contra las dos personas más peligrosas. Sacó sus cuchillos, con una sonrisa diabólica. Oía los tiros de afuera... No. Ella no usaba pistolas.

Las balas volaban de su pistola, todo se veía borroso excepto por quienes solían ser sus compañeros, que ahora, pese a la situación lo observaban con asombro. Cómo era posible que XIII siguiese vivo. XI fue el primero en caer, pero al girarse para enfrentarse a cualquiera que le estuviese apuntado, vio que no era a él s quien el cañón miraba.

Xap: Eve!

Se arrojó sobre X, aquel que en algún momento le había dicho la importancia de no tener sentimientos, aquel que le había dado su pistola en su momento, y que ahora estaba dispuesto a dispararle a Eve. Oyó el sonido antes de sentir el dolor. Su hombro derecho ardió con el impacto de la bala, gruñendo.

Los restantes 4 se habían arrojado en parejas a Kui y Eve, no habían tenido tiempo de desenfundar por lo que forzaron la pelea cuerpo a cuerpo.

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Toxa: Por supuesto. Sólo quiero que sepas que no soy el mejor tipo para dar consejos.

O consolando a la gente. Realmente, era un desastre. Pero al menos se esforzaba ahora por no serlo.

Toxa: Qué sucede?

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Oh la ansiedad, el mayor enemigo del hombre, y sobre todo, de los machos. Cuántas veces se había aprovechado de esa ansiedad. Lastima que no fuese producto de lujiria, sino ya estaría utilizando todos sus trucos. Pero en cambio...

Xirh: Necesito alguna garantía. No puedes simplemente esperar que confíe en ti.

No estaban en un lugar donde la confianza fuese moneda corriente.

Escuchó su nombre en un grito, pero no alcanzó a girar el rostro para saber el por qué. Corrió rápidamente hasta Kui, quien se encontraba intentando bloquear cualquier acceso de salida que hubiese. Debía comprarle tiempo, tanto como le fuera posible.
Sonrió decidiendo que lo mejor sería utilizar aquello que había funcionado para detener a XIII en su momento. Golpeó a I en las orejas, dejándole sordo, y luego golpeando su rodilla tan fuerte como para quebrarle. IV y XII no le darían suficiente tiempo para matarlo, por lo que decidió golpear en el plexo solar a XII para dejarle sin aire y quebrarle un par de costillas, mientras que a IV logró quebrarle ambas muñecas, y luego el tobillo izquierdo. No dejó mucho hasta que le quebró el cuello. Avanzó hacia I, tomándole el rostro para matarlo cuando subitamente sintió el dolor en ambos costados. Se mantuvo inmóvil, con la cabeza de I entre sus manos, sintiendo que comenzaba a desvanecerse. Era de esperarse, XII tenía tan buen entrenamiento como XIII. Sonrió, pensando que debería haberle matado primero y no haberle dejado esa oportunidad. Quebró rápidamente el cuello de I, girando sobre sí para intentar cortar el cuello de XII, pero éste se alejó a tiempo.

XII: Quién lo hubiese dicho. El alumno favorito de XIII, el rarito, intentando destruirnos por dentro -se relamió los labios- ¿Qué tal se sienten los cuchillos, huh? ¿Muy ajustados?

Tosió, cayendo de rodillas al suelo, mirando por unos cortos segundos a Kui. Su concentración era implacable. Seguramente conseguiría bloquear todas las salidas en unos segundos. Debía seguir consiguiendole tiempo, no podía depender de XIII para ésto.

Eve: Por lo menos lograste meter algo en mí. Sé que siempre tuviste celos de II por haberme reclamado como suyo...

Pudo sentir cómo le jalaban del cabello con fuerza y el escupitajo en todo su rostro.

XII: No eres más que una puta... Nadie querría estar contigo, II estaba loco

Sonrió, intentando soportar el dolor. Sabía que si seguía así, no duraría mucho. Pero Kui tenía que lograrlo. Una pérdida no era nada si ellos ganaban.

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Con: Lou me pidió matrimonio...

Observó dudosa la pequeña caja, para luego tomarla y estirarla hacia Toxa para que la viera. ¿Cómo explicarle lo que sentía, lo que pasaba por su cabeza?

Con: No es que no quiera... pero... estoy aterrada. He pasado los mejores momentos a su lado, e incluso alguno de los peores los he superado gracias a él ¿sabes? Pero... creo que está cometiendo un error. No soy... no soy.

No podía decirlo. No sentía la fuerza para decir que no era absolutamente nada de lo que Lou realmente necesitaba.

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Había comenzado a morder su pulgar, haciéndolo sangrar levemente. Algo de garantía, algo de garantía. Tocó sus bolsillos, sólo encontrando la llave de su casa. Dudó unos segundos, para luego entregársela.

Nurc: Es de mi casa. Si pierdo, te la quedas.

(N/A: ya fue, escribamos todo xD)

La sorpresa les duró poco, eran los lideres después de todo. Se abalanzaron sobre ella sin darle tiempo a decir nada, tan solo pudo esquivar por pocos centímetros el puño dirigido a su rostro, usandolo de soporte para girar y rodear con sus piernas el cuello de uno de ellos, tirandolo al piso.
Apenas cayó, sintió como la esposa ya estaba arrojandose sobre ella con intención de ahorcarla. Soltó al hombre antes de poder hacer mucho, rechando así el ataque. No se permitía pensar qué estaba ocurriendo afuera, era ella contra los lideres.
Vio un chuchillo volar en dirección a ella, llegando a alzar su brazo para interceptarlo con este, haciendo una mueca de dolor al sentir su piel abriéndose. Pero no iba a detenerla, se lo arrancó, lo hizo girar entre sus dedos y fue derecho hacia el ojo izquierdo de la mujer. Eso le daría tiempo para lidiar con el otro.

Había disfrutado ver su cabeza volar con una de las balas, la sangre manchando el suelo, las paredes, incluso su ropa, pero su satisfacción no duró demasiado, un rápido vistazo a la escena lo puso en movimiento.

Xap: ¡Suelta a Eve estúpido!

Su hombro sangraba, sentía la fuerza fallarle, pero, demonios, la rabia que le corría por dentro era más fuerte. Tanto que guardó la pistola y se abalanzó sobre XII, arrojándolo al suelo y golpeandolo en pleno rostro. Sus nudillos se encontraron con el hueso de la nariz, el cual cedió con facilidad.
Solo esperaba que mientras él se encargaba de XII, Eve pudiese resistir a los cuchillos.

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Abrió la caja, algo sorprendido todavía. Casamiento. Era una palabra fuerte, un compromiso entero, y... su piel se puso de gallina de tan solo imaginarlo. Se atrevió a acariciar el anillo con la yema de los dedos, cerrándola luego y devolviendola a su propietaria.

Toxa: ¿No eres? ¿No eres acaso la persona que ama, la persona que siempre ha estado para él? Mira, no lo conozco demasiado, aunque me sepa sus puños de memoria, pero... deberías dejar de dudar tanto de ti.

Se rascó la nuca, luchando contra las palabras. Odiaba no ser Cani en estos momentos, ella sabría exactamente que decir.

Toxa: No digo que vayas corriendo a sus brazos y aceptes, pero... él te elige todos los días, hay algo en tí que hace que seas única para él. Honestamente, debe pensar que en tu imperfección, eres perfecta, y eso debería bastarte, mereces estar con él.

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Sonrió, satisfecha. Jamás aceptaría una casa, no era tan perversa, pero la seguridad de él era suficiente. Le entregó la bolsa, tomando al mismo tiempo la llave.

Xirh: Demuestra de que estas hecho.

Tan pronto como activó el código que bloqueaba las salidas, comenzó a correr en dirección a Xer. Debía asegurarse que su hermana estaba bien, era la única familia que le quedaba en el mundo.

No sintió más que el agarre en su cabello soltarse y su cuerpo caer hacia adelante, sin fuerzas. Su mente decía una y otra vez que no era necesario levantarse, que no tendría sentido alguno, que estaba en esa posición porque él así lo había elegido.
Pudo ver como XIII desfiguraba a XII al igual que había hecho con II. La única diferencia era que ésta vez, le había ayudado algo más que simplemente tendiendo una trampa. De repente, el suelo blanco comenzó a llenarse de rojo. Sabía que era la sangre de XII. Y sabía que también era la suya. Moriría allí, ¿no? Eso era todo. Había cumplido su última misión, pero XIII... él seguía allí. Debía ir y ayudar a Xer. Ella estaba con los líderes.
Se arrastró tanto como pudo, obligándose mentalmente. Vamos, Eve, es el último esfuerzo. Deben ganar. Estirando su brazo izquierdo hasta tomarle levemente de la remera, vio como ésta se manchaba con la sangre que tenía en sus manos. ¿Sería de él o de alguno de los XIII? Qué más daba ahora.

Eve: XIII... -tragó sonoramente, sintiendo que le fallaba la voz-. XIII... prometiste... ayuda a Xer...

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Con: No es tan simple, Toxa...

O quizás si lo era, y ella simplemente complicaba todo. Suspiró nuevamente, tomando una piedra y arrojándola al mar. Se perdió por unos segundos en las ondas provocadas por la irrupción.

Con: No sé si es una buena idea que esté conmigo siquiera. Lo amo, pero... ¿y si en un futuro decide que soy demasiado problema para él? ¿Y si simplemente quiere deshacerse de mí? Ésto hará que me muera si eso pasa...

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No demoró en tomar el dinero y anotarse a pelear. En seguida tuvo lugar en el círculo. Era gracioso, porque todos pensaban que era un escuálido más, pero se pasaba entrenando tanto como era posible. Y la ansiedad junto con la violencia de la abstinencia, le daban un buen trago de fuerza extra.
Uno a uno, diez contrincantes cayeron. Ya nadie quería retarlo, pero no era necesario, tenía el dinero que quería. Tomó todo y se acercó nuevamente a la pelirroja. Le importaba poco su estado actual; su ojo negro, su labio partido, incluso su nariz sangrando eran nada. Tendría sus hadas.

Nurc: Toma. Dame mis llaves.

Xer: ¿Acaso Cronos está enojado?

La mujer chillaba mientras intentaba ganar compostura. Le dió segundo apenas a Xer para recuperar el aliento y saltar justo cuando tres balas se incrustaban en la pared. Había dejado los chuchillos de lado y ahora simplemente se limitaba a disparar, pero cuando ella empezó a acortar la distancia y lo desarmó, sólo le quedó luchar con el cuerpo. Lo cual, considerando su fuerza, quizás había sido una mala idea.
Recibió un golpe en el pecho que la dejó sin aire, seguido de unas manos que la tomaron del cuello dispuesta a estrangularla. En lugar de ver la sonrisa de satisfacción del hombre que la tenía acorralada, su mano voló hacia su muslo, tenía una sola oportunidad.
Sintiendo que sus pulmones chillaban por aire y su cerebro comenzaba a apagarse, tomó aquel cuchillo, el preferido de su madre y lo enterró en el cuello del hombre, la sangre salpicando su rostro.
Calló, tosiendo y arrastrandose, ¿dónde había quedado la mujer?

Dejó el cuerpo sin vida de XII, girando rápidamente y tomando a Eve entre sus brazos. Estaban ambos cuerpos cubiertos de sangre, pero no le impidió que apoyase su dedo sobre sus labios, callándolo.

Xap: Xer está bien, no me necesita.

Quizás era mentira, quizás no, pero no podía irse de allí. Observó con preocupación los cuchillos clavados en sus costados, no podría quitarlos, correría riesgo de desangrarse. Lo recostó en el piso, acariciando su rostro, entre tantos cuerpos muertos, sólo podía derramar lágrimas por la persona que tenía en frente.

Xap: No te dejaré morir. No lo haré.

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Toxa: No puedo decirte que no hay una probabilidad de que pase, pero... Existe la chance de que ahora caiga un meteorito y nos mate, como también existe la posibilidad que tu casa de derrumbe por una falla de construcción, o que aparezca un loco y nos pegue un tiro a ambos.

Chasqueó la lengua, solo estaba empeorando todo.

Toxa: A lo que me refiero, hay muchas cosas malas que nos pueden ocurrir, cuya probabilidad es alta o baja, pero no por eso tenemos que sentir miedo a la vida. No dejarías tu casa porque exista la mínima probabilidad que colapse, como tampoco dejarías a Lou solo porque crees que puede dejarte en algún momento.

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No era de piedra, menos al verlo en ese estado. Sabía que probablemente se lo negaria pero...

Xirh: Te ves terrible, dejame curarte esas heridas.

Aún en el barco, luego de que alguien la cabrease y terminase golpeado se encargaba de curarlos, o evitar infecciones. Siempre había creído que era una de las debilidades de haber nacido mujer, ese deseo idiota de ayudar.

Había entrado justo a tiempo en el cuarto. Su hermana había matado a uno, pese a casi dejar su vida en ello. Pero aún quedaba un cabo suelto.
Se apresuró a la mujer, tomándola por detrás en el momento en que intentaba juntar la pistola de su marido. Gruñó, intentando hacer apego de todas sus fuerzas, para finalmente en uno de aquellos forcejeos, logró tomar el cuchilló que tenía aún en el ojo y realizar más presión. Inmediatamente el cuerpo dejó de hacer fuerzas y solo tembló un par de veces. Jadeó, pateando lejos el arma por las dudas, para luego acercarse a Xer.

Kui: No puedo creer que decidieras hacerlo sola... estás loca...

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No pudo evitar sonreír. Estaba rompiendo su promesa, pero no le importaba. Le habían ganado a Cronos, todos eran libres. Y aún si fuera por unos cortos minutos, él también lo era.
Llevó su mano hacia el rostro de XIII, intentando secarle las lágrimas, pero manchando de sangre su rostro en el proceso.

Eve: Estará... bien... lo prometo... todo... estará bien...

Sus ojos comenzaban a pesar cada vez más, y realmente no le interesaba. Sólo lamentaba no poder ver a XIII a los ojos un par de segundos más.
Su cuerpo dejaba de doler de a poco, y tanto sus brazos como sus piernas perdían toda sensibilidad. Casi inmediatamente cerró los ojos, cayendo inconsciente.

-

Con: No quiero dejarlo... sólo... no quiero arriesgarlo todo...

En su cabeza, casarse era un enorme paso que cambiaría todo. La forma de actuar de ambos, sus vidas. Luego de los mellizos, pensó que sería la última vez que sentiría que el mundo seguía sin ella. Pero vio que no era cierto. Estaba estancada. No quería avanzar.

-

Dudó unos segundos. Nada le dolía tanto como la falta de botellas de hada, pero...

Nurc: De acuerdo, vamos a mi casa. De todos modos tienes la llave.

Podría demorar su compra un poco más.

Xer: Todos... Todos tenían que hacer su parte.

Escupió las palabras, acariciando su cuello, empenzando a sentir el dolor que su cuerpo le había permitido ignorar. Se incoporó con ayuda de la pared, caminando hacia su hermano.
Estaba hecho. Observó ambos cuerpos, el suelo cubierto por la sangre, el olor a muerte en el aire, y luego nuevamente a su hermano. Se había terminado. Por fin.

-

No podía estar pasando esto, no nuevamente, no... se acercó a él, sintiendo su pulso, todavía débil, pero todavía allí. No le importó la sangre, o el estado de Eve, se inclinó, besando sus labios con dulzura. Tenía que sacarla de allí, llevarla a un médico, pero ¿quién podría tratar esas heridas?

-

Toxa: Entonces no lo hagas. Pero en algún momento deberás decidir, puedes apostar y arriesgarte a perder o ganar, o no hacer nada. Pero si tomas ese camino, entonces perderas más de lo que crees.

En ciertos momentos, había que tomar una elección en la vida, aún si estuviese la posibilidad de salir herido, la vida se trataba de eso, de tomar oportunidades, de vivir el momento.

Toxa: Si sigues creyendo que lo perderás todo, entonces terminarás por hacerlo.

-

Asintió con una leve sonrisa, pidiendole que le indique el camino. Estaría bien, todavía faltaban horas para que fuese el horario en que usualmente regresaba a su casa.

Sonrió, ayudando a su hermana a salir. Habían terminado con Cronos, solo ellos, sin ninguna baja, sin...
Observó a lo lejos a Xap llorar sobre lo que parecía ser el cuerpo de Eve. Un pinchaso de dolor le atravesó el cuerpo. ¿Tanto le había ignorado por cumplir su tarea? ¿Era acaso su culpa?
Miró a su hermana, con completa desesperación en los ojos, esperando alguna solución.

-

[Eve's here but not really]

-

Frunció el seño, bufando.

Con: ¿Cuándo fue que maduraste así?

Le daba asco pensar que Toxa le estaba dando una lectura sobre la vida. El mismo muchacho miedoso y maleducado que tantas veces se había cruzado en su camino. Que tantas veces había lastimado a Karh. Suspiró, el cabello de sobre su cuello.

Con: Así que arriesgarme, eh... ¿Eso haces tú?

-

No estaban muy lejos, por lo que la caminata no se extendió tanto. Abrió la puerta por completo, provocando que algunas botellas vacías hiciesen ruido. El olor a encierro y suciedad adornaba el ambiente.
Se sentó en una silla, señalando el baño.

Nurc: Hay un botiquín allí.

Devolvió la mirada a Kui, negandose a creer lo que sus ojos veían. No. No era posible, Xap estaba con ella, jamás hubiese dejado que...
Corrió hasta su lado, él seguía derramando lágrimas sobre el cuerpo, levantando la cabeza solo cuando oyó pasos a su lado. La alegría que sentía por ver a Kui y Xer a salvo no fue suficiente. Nada era suficiente.

Xap: Todavía tiene pulso, pero perdió demasiada sangre...

No sabía que hacer. Su mente estaba en blanco, incapaz de ver nada más que el rostro de Eve, no podía pensar, no podía moverse, estaba congelado en ese lugar.

-

Toxa: Supongo que tantos golpes me hicieron entrar en razón.

O no. A veces pensaba que jamás cambiaría, que estaba destinado a ser un idiota con cualquiera que se encontrase en su camino. Luego recordaba a su padre, alcoholico, violento, descortes, y se juraba que no sería como él.

Toxa: De alguna forma. Sigo siendo un cobarde, pero estoy apostando mis fichas en mi padre. Aún quiero lograr algún cambio en él. El muy tonto me sigue importando.

-

Ahora comprendía la ansiedad del muchacho, la necesidad de conseguir dinero. Era un adicto, y por el estado de su casa, era una adicción seria.
En silencio tomó el botiquín, comenzando a curarlo, preguntandose si debería decir algo al respecto. No lo conocía, no sabía ni su nombre, estaba segura que no la escucharía a cualquier intento de ayudarlo.
Aún así se mordió el labio, algo debería poder hacer.

Kui permanecía en shock, mirando a Evenge. Parecía en completa paz, como si saber que habían ganado le diera el permiso de morir. ¿Por qué no podía intentar seguir vivo? Después de todo, quería libertad. Siempre quiso libertad, ¿o no?

Kui: Tiene que haber algo que podamos hacer...

-

Lo escuchó en silencio, para luego estirar su brazo y sacudirle el cabello. Siempre había pensado que Toxa era así porque no había tenido alguien que le criase como fuera debido. Alguien que le diera amor. Quizás Cani había sido un gran punto de giro en su vida.

Con: Creo que... conseguirás lo que quieres, eventualmente

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Gruñó al sentir que tocaba sus heridas con lo que fuera que hubiese tomado. Era la primera vez que dejaba que alguien le tocase, casi siempre se las apañaba solo... si es que la ansiedad no tomaba lo mejor de sí. Cerró los ojos, intentando concentrarse en otra cosa.

Nurc: Mi nombre es Nurc, por cierto. Fue grandioso que decidieras hacer ee negocio conmigo, asi que gracias.

La mente de Xer volaba, intentando pensar en qué hacer. Mientras su mirada se mantenía clavada en su amiga, no se permitiría celebrar nada hasta que ella estuviese curada.

Xer: P-podríamos llevarla con Cani, pero... creo que será demasiado para ella.

Y también estaba Edna, pero se especializaba en traer a los muertos a la vida nuevamente. ¿Acaso podría curarla? Se mordió el labio, observando a Xap, su mirada perdida. Esto dependía de su hermano y ella.

-

Le sonrió, una de esas sonrisas que se solía reservar para Cani, la misma sonrisa que le había dado a Karh muy en el pasado, cuando todo estaba, todavía bajo control.

Toxa: Gracias Con. Y, si sirve de algo, no creo que Lou sea capaz de dejarte. Hay mas amor en los ojos de ese chico que en los de nadie.

-

Podía notar su leve incomodidad, mordiendose el labio. Al oír su nombre, supo que no podría contenerse.

Xirh: Fue un placer. Mi nombre es Xirh.

Terminó de aplicar el desinfectante y fue por hielo, apoyándolo con cuidado sobre su ojo hinchado para evitar que empeorase.

Xirh: ¿Por qué hadas?

Kui asintió, decidido a que si no fuera una, sería la otra. Se acercó a Eve, con cuidado, tomándola en brazos; él la llevaría a donde fuera que su hermana dijese.

-

Con: Demasiado halagador

Dejó salir una risa, aplastándole el cabello hacia la cara, para luego volver la mirada al océano. Se sentía más tranquila, aunque sólo hubiesen cruzado realmente dos palabras serias.
Observó a Toxa, y decidió que quizás preguntarle más por él era lo necesario. Después de todo, sus tiempos de rencores se habían diluído.

Con: Asi que... ¿te has dado por vencido con Karh?

-

Abrió los ojos, mirándola fijamente.

Nurc: ¿Por qué te importa?

Desvió la mirada unos segundos, viendo el desastre de su casa. Y al mismo tiempo el botiquín cerca de ambos. Odiaba explicar su vida personal, pero ¿podía hacer eso con alguien que le ayudaba, por primera vez? Bufó, llevando la mano a su nariz y viendo que ya no sangraba.

Nurc: No lo sé. Sólo... me hacen sentir bien. Me dan otra realidad de las cosas.

No seguiría llenando casas de terror y sangre gracias a Cronos. Se acercó a Xap, levantandolo y guiándolo, el pobre parecía completamente absorto, seguramente perdido entre el presente y el pasado.

Xer: Vamos con Edna.

Era su mejor opción, si podía revivir gente, podía salvar a Eve.

-

Le sacó la lengua, abrazando luego sus rodillas. Había pensado en ella, como también en Cani, y en, bueno, todos.

Toxa: Sí. Ella está feliz ahora, sería demasiado egoista e injusto que me entrometa. Perdí mi oportunidad y lo acepto.

Ademas, antes de volver a fijarse en nadie, quería asegurarse de poder comportarse como correspondía. Ya no quería causarle dolor a nadie.

-

Era una buena pregunta. Sólo conocía el nombre de aquel muchacho y allí estaba, interesandose por su vida personal.
Suspiró, corriendo un par de botellas y sentandose en el suelo, observandolo.

Xirh: A veces la realidad puede ser dura. -Levantó una rodilla, apoyando su barbilla en esta y bajando la mirada- pero creo que si te das la oportunidad, veras que esta realidad vale la pena vivirla.

Sabía de memoria el camino hacia la casa de Edna, así que no esperó por su hermana o por Xap, simplemente avanzó tan rápido como le fue posible por el bosque. Odiaba el bosque tenebroso de noche.
Al llegar, comenzó a patear la puerta con fuerzas. Debían apurarse, debían intentar hacer algo antes de que Eve realmente muriese. Edna abrió la puerta a los pocos minutos, completamente molesta.

Edna: ¿Sabes la hora que es?

Kui la miró, simplemente absorto en dolor: - Por favor, Edna... Está muriendo... necesito ayuda...

Lo observó a los ojos unos minutos, para luego hacerle pasar, señalandole la parte alta de la torre. Subió las escaleras con la poca energía que le quedaba, dejando un rastro de sangre en cada escalón. Al llegar, recostó con cuidado a Eve en una mesa, mirando a Edna, que comenzaba a rebuscar entre frascos y cajas. ¿Debería explicarle? ¿Debería...?

Edna: Lo sé todo, niño. Y felicidades, pensé que nadie tendría las agallas de acabar con esta locura -se acercó a la mesa, vertiendo un líquido color violáceo en las heridas para luego sacar las armas; la sangre dejaba de fluir-. Se ha tomado en serio su trabajo de protegerlos, se sentirá muy orgullosa cuando despierta... -lo que quedaba del líquido violaceo se lo dió de beber, para luego mirar a Kui nuevamente- En un par de minutos, reaccionará. Solo no se asusten, ¿de acuerdo?

Y sin decir más, salió del cuarto.

-

Había crecido demasiado en tan poco tiempo. Tanto que realmente dolía si pensabas en todo lo que había perdido. Su novia, amigos, incluso su hogar en cierta forma. Definitivamente no querría estar en su lugar, ni una sola vez.

Con: Quizás más adelante encuentres a alguien mejor. Quién sabe.

-

Nurc: Es gracioso... en lo que llevo de vida, nunca me ha pasado algo "mejor"

El cliché de "todo estará bien", ¿en serio? Sabía que quería ayudarle, pero... ¿y si él no estaba dispuesto a recibir ayuda? ¿Y si él no queria realmente cambiar?

Nurc: ¿Nunca has hecho algo mal que se sienta bien? ¿Qué diferencia hay con ésto? Me hace sentir bien, ¿no es eso lo que importa?

Se sentó al lado de su hermano, tomando su mano. Los tres necesitaban tanto apoyo como fuera posible, pero él que parecía más afectado era Xap. Se había sentado al lado de Eve, sin reaccionar aún cuando oyó que reaccionaría. Se negaba a ilusionarse, tan solo podía esperar a ver si Edna decía la verdad. No hablaba, tampoco se movía, todo parecía demasiado irreal, demasiado imposible.

-

Toxa: Gracias Con.

Era agradable oír que quizás no todo estaba perdido para él. Y quizás tuviese razón y hubiese alguien con quien realmente pudiese estar, pero hasta entonces, estaba tranquilo. Seguiría resolviendo sus problemas, mejorando, y probandose a si mismo que era más que una versión joven de su padre.

-

Xirh: Estas hablando con una ex-pirata, he hecho demasiadas cosas "malas" que se sintieron bien.

No era la persona más pura, ni decente de ese lugar, había roto reglas, tanto morales como escritas, y lo había disfrutado.

Xirh: Supongo que la diferencia está en que te hace sentir bien mientras dura el efecto, y luego solo empeora. No sé que tanto se pueda disfrutar algo así

Tomó la mano de su hermana, intentando darse apoyo mutuo. Pasaba la mirada de Eve a Xer y luego a Xap, sintiendose completamente fuera de sí. Esperaba que funcionara, esperaba...

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Gritó con fuerzas, sintiendo que todo su cuerpo ardía y dolía. Se sentía como la peor tortura del universo, y sólo quería que se detuviera. Comenzó a golpear y arañar lo que estuviese a su alcance, quería sacarse su piel para frenar ese dolor. Se frunció en sí mismo, adoptando una posición fetal. Lo que fueron minutos, se sintieron siglos, hasta que pudo respirar en paz.

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Con: Debería irme y hablar con Lou...

Se puso de pie, dubitativa, para volver a sacudir el cabello de Toxa. Parecía un niño perdido en sí mismo, lo cual le hacía doler el alma. Quizás su instinto materno.

Con: Oye, si quieres, algun día, puedes ir a mi departamento de visitas. Seguramente te divertirías.

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No entendía la diferencia, ni porqué tanta preocupación. Las hadas... eran lo suyo desde que tenía memoria. Había comenzado de chico, no quería dejarlas ahora.

Nurc: Me hacen sentir bien... nada más me hace sentir bien

Desvío la mirada de su amiga, aferrándose a la mano de Kui. Podía matar sin piedad, podía torturar y descuartizar, pero no podía ver s alguien que quería sufrir. Sólo esperaba que los gritos terminasen pronto.

Al oírlo gritar, Xap salió de su estupor, recibiendo algún que otro arañanazo en su intento por evitar que Eve se siguiese lastimando.
Cuando parecía haberse calmado, le apoyo una mano sobre el brazo, su propia respiración agitada.

Xap: Eve?

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Toca: Gracias. Y... De nuevo, perdoname por todo.

Odiaba recordarlo, pero no podía actuar como si no se hubiese comportado como el idiota más.grande del universo. Prefería pedir perdón cuantas veces sea, intentar remediar algo del daño ocasionado.

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La ansiedad no le permitía pensar bien, y si quería lograr algo con Nurc, tenía que cambiar de estrategia.

Xirh: Si alguien te diese dinero, todas las semanas, intentarías bajar la dosis de hadas que consumes?

Tenía que ser fuerte por su hermana, como muchas veces ella lo había hecho por él. Y si bien quería protegerla, no podía más que apretar su mano con fuerza, mientras sentía que se ponía completamente pálido. ¿Por qué pasaba todo eso? ¿Acaso había pasado algo así con Ek?

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Respiró agitado, intentando meter tanto aire en sus pulmones como le fuera posible. El ardor bajo su piel iba disminuyendo, dandole lugar al dolor de los golpes y arañazos que se había dado previamente en un intento de aplacar el martirio. Su mente era una gran nebulosa, donde sólo escuchaba su alrededor como si estuviese muy lejano.
Elevó la mirada a XIII, reconociéndolo inmediatamente. Sus recuerdos de las horas previas le azotaron mentalmente, provocando que jadeara y le diera algo de jaqueca.

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Iba a irse, pero optó por acuclillarse frente a él y abrazarlo. No como a un conocido, ni como a un hermano, ni a un amigo. Sino como si fuese un niño pidiendo cariño.
Se separó a los pocos segundos, con una sonrisa cálida en el rostro.

Con: Disculpas aceptadas

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Se movió incómodo en su asiento. No es que tuviese problemas de dinero. Casi siempre ganaba lo necesario en las peleas, pero lo cierto es que no lo utilizaba en comida ni en otro tipo de cosa. Volvió a morderse el dedo, con menos fuerza que antes.

Nurc: ¿Debería dar cuenta de en qué gasto el dinero?

Xer: Eve... Estará bien.

Lo decía para su hermano, pero más que nada en un intento de convencerse que así sería, que no tenía nada que temer. Su hermano se encontraba pálido, Xap parecía la cara misma de la preocupación y ella... Bueno, la verdad no quería saber. Estaba tan absorta que no había notado que su brazo seguía sangrando, manchando a Kui y el lugar donde estaban sentados.

Son darse cuenta, había comenzado a sonreír a ver que Eve lo miraba. Iba a estar bien. Edna lo había salvado.
Con cuidado se inclinó sobre el, acomodando el cabello que tenía pegado en la frente, una mezcla de sudor y sangre.

Xap: Eve...

No podía creerlo. Parecía imposible.

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Quizás el único problema real con el, fuese el haber perdido demasiado rápido a su familia. Se dejó abrazar, sintiendo la calma recorrerle, era una linda sensación, sentirse contenido.
Cuando se separó, le sonrió también, apuntando con su brazo hacia su casa.

Toxa: Ve Con, tu soldado te espera. Sólo sean honestos y estarán bien.

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Xirh: Exacto. Te daré lo justo para que puedas comer, beber, y que te sobre para que lo uses en lo que quieras. Claro esta, que si lo gastas en hadas, lo cual supongo que harás, no podrás comprar tanta cantidad.

Sabía que debería trabajar más turnos para conseguir aquel dinero, pero no le importaba. Quería ayudarlo.

Lentamente las voces dejaban de parecer distantes y perdidas, y tomaban más nitidez. Parpadeó varias veces hasta acostumbrarse, para luego cerrar los ojos. Tenía que estabilizar su respiración, hacer que ésta se mantuviera acorde, para bajar su palpitar. Abrió los ojos con lentitud, mirando a Xer, luego a Kui y finalmente a XIII.

Eve: Iba a morir...

Kui: Pero... pero logré traerte a tiempo, Edna... ella... -no lograba que sus palabras salieran acorde. No pudo más que comenzar a llorar, ante la vista sorprendida de Eve.

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[Pasa tiempo again]

Llegó a su departamento, pero no vio a Lou en la sala, y se sentía demasiado gallina para buscarle. Se quitó los pantalones y el corpiño, quedando sólo en ropa interior y una remera holgada. Fue hasta su cuarto, dejándose caer sobre la cama, pensando. ¿Cómo le diría todo lo que pensaba?

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Dejó su dedo, clavando la mirada en la muchacha. Debía estar loca. Dejó salir una media sonrisa, sin poder resistirse. No, no caería en ese truco.

Nurc: No me interesa ser caridad de nadie

Xap: Te dije que no permitiría que mueras.

Aunque si debía ser honesto, esto se lo debía a Kui, el único que había podido mantener la cabeaza lo suficientemente fría para llegar hasta aquí. Si hubiese dependido de él, no creía haber tenido la suficiente fuerza para moverse.

Xer abrazó a su hermano contra ella, acariciandole el pelo.

Xer: Lo lograste Kui.

Ser fuerte por todos tenía su precio, cualquier persona se rompía si se le exigía demasiado. Cargar con la tristeza de tres el solo... Jamás comprendería como es que sus padres no pudieron ver el potencial real de él.

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Lou: Demonios no, ¿qué no entiendes? No. Pienso. Volver.

Abrió la puerta del departamento sosteniendo un pequeño celular contra su oído. El ceño completamente fruncido y deseos profundo de estrellar su puño contra la pared. ¿Cómo era tan dificil de entender?

Lou: Con todo respeto, comandante, no le debo nada a nadie.

Y con eso cortó la comunicación, suspirando. El telefono comenzó a vibrar nuevamente, pero para este punto ya había notado la presencia de Con, bajando la mirada.

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Revoleó los ojos, suspirando pesadamente. No, no había caso, no quería dejarse ayudar. Y ella ahí, intentando como una idiota. ¿Por qué lo hacía?

Xirh: No es caridad, pero si estas tan enfrascado en ver al mundo en tu contra, hazlo.