Good to you

Si bien sus dos compañeras eran atractivas, ambas le hacían sentir vacío. No sabía si estaban fingiendo o si realmente era tan bueno como para hacerlas gritar con tanta fuerza. Decidió darles un respiro, colocarse un pantalón e ir a la cocina, pero al llegar al pasillo no pudo evitar ver la puerta de entrada abierta con Xir y... otro hombre. Algo dentro de él hirvió, pero no lo demostraría.
Se acercó a ellos, sonriendo.

Fuds: Hey, pensé que llegarías más tarde, sino hubiese ordenado este desastre

-

Negó con la cabeza, sintiendose patético. O mejor dicho, dejando fluir todo lo que sentía a diario y que se obligaba a negarse. Se puso de pie decidiendo que lo mejor sería sacar a II de su cuarto y limpiar. Tomaría el consejo de XIII.

Eve: De acuerdo, saquémoslo de aquí para que no me culpen. Ya veré luego cómo irme de aquí sin causar un escándalo...

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Se sonrojó levemente, para luego asentir sin decir nada.
Le tomó de la mano, comenzando a guiarla hasta su casa. Sabía que su madre no llegaría hasta bien entrada la noche, y era muy probable que algún acompañante llegase con ella. Pero no quería que Wands descubriera que su madre era una prostituta, y que su padre los había abandonado hacía tiempo. Fingió no pensar en nada, y abrir la puerta apenas llegar. Tan desolado como había pensado que estaría la pequeña casa.

Bei: ¿Quieres algo de beber o de comer?

Xirh: Si, bueno... Tuvimos que pasar.

Sin analizó rápidamente al muchacho que tenía en frente, le sonaba conocido de algún lado, pero no lograba recordar dónde. No le interesaba causar problemas, pero era hasta divertido ver a su compañera algo ruborizada. En el bar era una persona distinta.

Sin: Diculpa la intromisión, me han invitado a comer. Trabajamos juntos.

Le sonrió, extendiendole la mano. Xirh evitó decir nada, aunque hubiese preferido que se guardase eso para él. ¿Acaso pretendía darle celos? Cómo si eso fuese a ser posible. Se encaminó hacia la cocina, buscando platos y comida.

Xirh: ¿Comerán tus... amigas?

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Sonrió. Era un avance, y se conformaba con eso. Salió del baño, abriendo la puerta del cuarto dónde lo había dejado, reprimiendo una mueca. Nunca había sido fanático de observar gente muerta, pero cuando era por obra suya y quedaba tan horrible, algo se revolvía dentro de él. Era como si sus esperanzas de ser buena persona se esfumasen con cada golpe que había dado.

Xap: ¿Qué opinas? ¿Río, enterrado, quemado?

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No pudo evitar notar que la casa se veía algo.. sola. Pero ella conocía de primera mano lo que era vivir en un ambiente desolado, sin familia y se abstuvo a preguntar. Si Bei quería compartirlo, lo haría, y sino, se lo respetaba. Eran buenos amigos, o al menos ella lo consideraba uno.
Ya dentro, se quitó la peluca y se desfajó el pecho, que si bien no era abundante, era suficiente como para generar sospechas.

Wands: Estoy bien, gracias.

Tomó la mano del muchacho con más fuerza de la necesaria, transformando a su vez su risa cálida en un gesto gélido. No lo quería allí, y no le importaba ser obvio. Sólo lo soltó para girarse a ver a Xir en la cocina, y luego comenzar a juntar la ropa interior regada por todos lados.

Fuds: No, están por irse.

Y sin decir mucho más entró a su cuarto, arrojando la ropa sobre las muchachas y echándolas de una forma poco delicada. No bajaría su guardia.

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Decidió ignorar el cuerpo y empezar a cambiarse. La lencería erótica frente a alguien que no le causaba efecto no era lo mejor; le hacía sentir expuesto. Volvió al short previo y a su remera holgada, para luego si girarse y prestarle atención a XIII.

Eve: Digo que lo quememos, y lo que quede, lo arrojemos al río.

Era la mejor forma de deshacerse de algo tan "importante" como el cadáver de uno de los XIII.

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Sonrió al ver que se ponía cómoda, pensando que aquel simple gesto hacía que todo se viera un poco más ameno. Sin perder tiempo, fue a buscar unas tijeras para luego volver bastante convencido de lo que haría a continuación.

Bei: ¿Estás segura que ésto es lo que quieres?

Frunció levemente el ceño, pero no dijo comentario alguno. Quizás había algo que no estaba viendo, pero decidió por encogerse de hombros e ir hasta la cocina.

Sin: Creo que no le caigo bien a tu amigo, quizás sea mejor si vuelvo al bar.

Xirh se quedó observándolo unos segundos, negando con la cabeza luego. ¿Qué importaba? Fuds había llevado a dos chicas a su departamento y había dejado las ropas por doquier. Debería soportar una visita de un hombre con el que simplemente trabajaba.

Xirh: No le hagas caso.

Oyó las puertas abrirse y cerrarse, y a las muchachas llendose. "Mejor así", se dijo. Terminó la comida, le sirvió un plato a Sin y luego fue hasta el cuarto de Fuds, abriendo la puerta.

Xirh: ¿Pasa algo? Usualmente no te despegas de la cocina cuando se trata de comida.

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Xap: Buena idea.

Lo cargó al hombro, y tomó sus cosas. Lo quemarían en el bosque, solo necesitaban algo dónde recolectar sus restos y... Suspiró. Adiós a su tapado preferido.

Xap: Abre la puerta, me aseguraré de irme hasta el bosque. Hay un arroyo cerca de la mansión de Xer, creo que es el mejor lugar.

-

Wands: Sí. Además, eres en quien mas confío para hacer esta tarea.

No solo porque ya le había cortado el cabello a Kui en varias ocasiones, sino porque realmente confiaba en él. Jamás había hecho algo para exponerla, todo lo contrario. Siempre que necesitaba ayuda para mejorar su actuación, podía recurrir a él.

Fuds: Ya no golpeas la puerta, ¿no? -se sentó en la cama, viendola aún vestida con su uniforme, el cuál no le sentaba nada mal- ¿Sigue aquél idiota en la cocina? -no esperó a que respondiera- No iré mientras esté allí.

Sonrió de medio lado, esperando que lo dijera. Esperando el "de acuerdo, le diré que se vaya". Pero cada segundo duraba más.

-

Eve: ¿Estás loco? Pienso ir contigo.

Tomó un par de bolsas y una caja, para luego comenzar a caminar con él arrastrando el cuerpo.
Lo bueno de su búnker era que estaba alejado de todos los demás. Petición especial de II, ya que no quería que lo viesen entrar cada noche. Pobre bastardo.

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Bei: De acuerdo

La tomó de los hombros, obligándola a sentarse en un sillón, para luego comenzar su trabajo sin darle mucho a qué pensar. Le cortaría el cabello exactamente igual que la peluca, así no habría tanta diferencia entre lo real y lo que no.
Habiendo terminado se detuvo, caminó hasta estar frente a ella y mirarla sonriendo.

Bei: Te ha quedado genial

Suspiró, entrando y sentándose en su lado, colocándo el plato sobre su regazo.

Xirh: ¿Qué te ocurre? ¿Qué tienes en contra de él?

Era un compañero de trabajo. Entendería si acaso los papeles se hubiesen invertido y la hubiese encontrado en la cama con él, pero tan solo estaban almorzando. Ella era quién debía estar molesta con el desastre que era su casa cuando entró.

..

Comió sin esperar realmente. Seguía pensando en aquel chico. ¡Claro! ¿Cómo no reconocerlo antes? Lo había visto en uno de los tantos circulos de pelea, parecía bastante violento, quien se enfrentase a él terminaba con un par de dientes menos. ¿Qué hacía Xirhin conviviendo con alguien así?

-

Era un alivio saber que no tendrían que estar jugando al gato y al ratón con la luz del día, aunque tomo las precauciones de estar lo más posible en las sombras que le daban los árboles. Por fin llegó a donde quería, señalandole con la cabeza, dejó el cuerpo sobre las bolsas, suspirando. Quemar un cuerpo jamás olía bien.
Rebuscó en sus bolsillos hasta encontrar un fósforo. Junto ramas y yesca seca del suelo, arrojándolas sobre II, además de un par de hojas verdes, para disimular el color negro del humo.

Xap: Adios viejo amigo.

Y sin más, predió fuego.

-

Wands: Me veo... como mi hermano.

Lo cuál era lo que quería. Sonrió, tocando su pelo, soltando risitas cuando su mano terminaba antes de lo que se esperaba. Se levantó, abrazando a Bei, sin perder la sonrisa.

Wands: ¡Tu eres genial!

Miró el plato y la miró a ella sin decir nada. No daría el brazo a torcer. Estaba quedando como un niño caprichoso, y ella actuaba como si fuera la madre madura. Si a ella no le afectaba, entonces a él tampoco. Fingió su mejor sonrisa, tomando el plato.

Fuds: Era una broma, vamos, no puedes dejar a tus visitas solas

Y comenzó a caminar hacia la cocina, pensando mentalmente cómo golpearía al otro muchacho si se pasaba de raya.

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"Viejo amigo", le resultaba hasta gracioso haber oído eso. Se puso de pie en el lado contrario a la dirección del viento, para que su cabello no absorbiera ese horrendo aroma a quemado. Pasaba su mirada de la improvisada fogata con un cadáver debajo a XIII, intentando descifrar qué estaría pensando. Siempre, desde que había sido su tutor, le había causado curiosidad. No entendía los motivos, pero era inquietante.

-

El abrazo lo tomó por completa sorpresa, haciendo que soltara un gemido bajo. Se separó con cuidado, intentando no ser grosero, con el rostro completamente rojo de la vergüenza.

Bei: Lo siento, estoy algo sensible...

Puso los ojos en blanco. Los piratas eran más sencillos de comprender que los hombres de tierra. O quizás era ella quien veía cosas dónde no las había. Se levantó y fue tras Fuds, entrando en la cocina...

Xirh: Oh, Sin, no debías.

Se había puesto a limiar. Esa cocina era una mugre después de todo y no soportaba tantos platos sucios. Siempre creía que una de las principales razones por la que lo habían contratado era porque se encargaba de mantener el bar en perfectas condiciones. Se dio vuelta al oír a Xirh, sonriendole ampliamente. (N/A: es un gótico todo dulce de leche (?)

Sin: Con todo respeto, este lugar necesitaba una limpieza. Todo el lugar lo necesita.

Xirh se encogió de hombros, sabedora que nada podía detenerlo cuando de esas cosas se trataban.

Xirh: Si quieres venir a limpiar, no creo que niguno de los dos tenga nada en contra.

-

Le resultaba incómodo ver la desfigurada cara de quién solía compartir su vida ahora quemándose. Más incómodo era saber que cronos no tardaría en darse cuenta.
Comenzó a hablar, sin saber si las palabras iban dirigidas hacia él, o hacia Eve.

Xap: Siempre creí que sentiría un alivio luego de hacer esto, y en parte lo hago, es un peso menos. Me preguntaste por qué quería ayudarte, y sostengo lo que dije en el baño pero, ahora comienzo a pensar, que necesito algo nuevo, buscar venganza ya es cosa del pasado.

..

Una luz parparedó en el computador del cuarto de Kui. Seguido, se escuchó un sonido, y se abrió el mensaje en letras verdes.

"II ha muerto. Encuentren el culpable."

-

Se sorprendió al oírlo gemir, ladeando la cabeza.

Wands: ¿Es por el vibrador?

Soltó una risita, llevando un dedo hacia su cuello, acariciandolo superficialmente. Era divertido.

Se mordía por decir que a él si le molestaba que aquel gótico se metiese en la casa a limpiar, pero no dijo nada. En cambio se sentó a comer, en completo silencio, sin mirar a ninguno de los dos, pero agudizando el oído.

-

Eve: Podrías buscar tener una familia feliz, común. Una vida. No eres parte de Cronos ya.

Su teléfono comenzó a vibrar, lo cual llamó mucho su atención. Al tomarlo, vio que era Kui, por lo que atendió sin dudar, alejándose un poco de la hoguera.
Una charla de no menos de 15 minutos en que debió explicar todo codificado y comprender la realidad. El mensaje no había sido enviado a su número. Él era un sospechoso. Palideció y miró a XIII, cayendo de rodillas sin creerselo. No lograría salir de ésta.

-

Intentó esconder el rostro, jadeando. No era justo. Kui no era justo, Wands tampoco. Decidió provocarla también.

Bei: Basta, Lince... no juegues conmigo...

Vaya brabucón, no podía siquiera mantener una conversación. ¿O era por su presencia en la casa? Debía admitir que la ropa tirada por el living era un buen espectaculo si se quiere llamar la atención de alguien. Observó de reojo a Xirh, ¿y ella? ¿Qué quería ella? Con tan solo ver la forma como le evitaba la mirada a su compañero lo comprendió. Se encogió de hombros levemente, podría realizar su buena acción del día. Al ver que se acercaba a dejarle el plato, le habló.

Sin: Xirhin, deberíamos volver pronto. Tus admiradores querrán verte y nos viene bien las ventas extra.

Xirh: P-pero.

¿De qué hablaba? ¿Admiradores? No negaba que a veces usaba el ser mujer, pero, de ahí a lo que decía Sin. Esta le sonrió, abrazandola por la cintura, provocando que Xirh se sonrojase. ¿Qué estaba ocurriendo?

Sin: Tranquila, sabes que no dejaré que nadie te ponga un dedo encima.

-

Se quedó pensando. ¿Familia? ¿Quién iba a quererlo a él, y cómo iba él a permitirse quere a alguien? Siempre correría el riesgo de que cronos volviese a buscarlo. Dudaba poder en algún momento dejar de tener ojos en la espalda. Estaba en sus cavilaciones cuando vio a Eve caer al suelo, apresurandose a su lado.

Xap: ¿Eve? ¡Eve, ¿qué ocurre?!

-

Wands: Oh, ahora que parezco un chico, ¿no tendrás tantos recaudos?

Volvió a abrazarlo, besando su mejilla y luego su cuello. Quizás estaba siendo demasiado malvada, o quizás simplemente ella había cambiado en ese tiempo.

Golpeó la mesa con fuerza, haciendo que los vasos y los platos sonaran. No dudó en ponerse de pié y tomar al muchacho del cuello, azotándo su espalda contra la pared y gruñéndole prácticamente en la cara.

Fuds: ¿No te han enseñado respeto? -le sonrió de medio lado, como si estuviese poseído, levantando su brazo libre-. No importa, yo me encargaré de eso...

-

Estaba completamente en shock, hacía años no estaba así. Ni siquiera cuando mató por primera vez. Sus ojos apuntaban a la nada, completamente pálido, sin poder dejar de repetir una y otra vez lo que Kui le había confirmado.

Eve: Lo saben... ya lo saben... van a matarme... van a matarme de la peor manera posible...

-

Se retorció levemente entre sus brazos, intentando ignorar las agradables sensaciones. Pero le era imposible. A diferencia de Kui u otras personas, ese tacto... realmente encendía algo distinto. Observó al techo, sonrojado, sin separarse de Wands.

Bei: "Lince"... realmente quiero hacerlo, ¿sabes...? Aunque no de la forma en que crees...

Al escuchar el golpe le susurró un "ups" a Xirh, antes de recibir el golpe. A pesar de su aspecto, no era de los violentos, sabía defenderse y lo haría si no podía razonar con él, pero hasta entonces evitaría la violencia. Tampoco podía arriesgarse, había visto lo que le hacía a otros.

Sin: Oye, oye, disculpa. Xirhin jamás me dijo que le molestaba, no pensaba que hubiese problema.

Esto estaba más allá de su comprensión, jamás la habia abrazado antes, ni sido "cariñoso" con ella. Pero si algo tenía claro es que no iba a permitir que su casa se conviertiese en un lugar de peleas. Practicamente se colgó del brazo de Fuds en un intento de que lo baje.

Xirh: Fuduka, calmate, ¿qué te ocurre? Estas así desde que llegué.

-

Debió suponerlo. De alguna forma sabían todo lo que ocurría con sus miembros. No se sorprendería si conocían la relación de Eve y II desde un principio. Pero ese no era el problema ahora, se arrodilló frente a Eve, levantandole el rostro para que lo observara.

Xap: Eve, calma. Nadie te tocará, te lo prometo. Cronos se cree muy inteligente, pero nosotros lo somos más. No dejaré que nadie te haga daño.

-

Wands: ¿A qué te refieres?

Debía admitir, le gustaba la imagen de Bei sonrojado, llamandolo por su nombre masculino. Y su mente empezaba a imaginarlo en situaciones algo más... subidas de tono que un simple beso en el cuello.

Se detuvo a medio camino, mirando a los ojos del muchacho. Ésto era una maldita broma, estaba seguro, y él no era más que el estúpido blanco. Lo volvió a azotar contra la pared para luego soltarlo e irse de la casa. Necesitaba pensar.

-

[Acá te sorprenderé]

Casi sin darse cuenta, luego de oír a XIII, empezó a llorar como nunca lo había hecho. Quería creerle, quería pensar que todo acabaría como un cuento de hadas. Quería tener la maldita suerte de que así fuera, quería ser capaz de acabar cono Xer - alejada y feliz. Pero sabía que no lo sería así. Lo sabía. Nunca tendría una vida normal. Y él mismo, nunca sería normal.
Se encogió sobre sí mismo en el suelo, tapándose el rostro y llorando descondoladamente como si no hubiese un mañana. Porque seguramente, no lo habría.

-

Se separó de ella desviando la mirada unos segundos a un cuarto de su casa que había planeado no concurrir nunca, pero que en este momento deseaba con todas sus fuerzas. Volvió la mirada a Wands, sin poder disminuír el color de su rostro.

Bei: Me refiero... me refiero a como si realmente fueramos lo que decimos ser...

Xirh observó la escena, completamente atónita. Observó a Fuds, luego a Sin que simplemente se masajeaba el cuello.

Sin: Tranquila, te cubriré. Ve.

Con unas palabras de agradecimiento salió de la casa, alcanzando a Fuds pero sin tomarlo de la mano, ni abrazandolo como las otras veces que se había ido alterado de la casa.

Xirh: ¿Serías tan amable de explicarme que demonios te sucede?

-

No soportaba las lágrimas, le hacían sentir débil, porque no podía resistirlas. Abrazó a Eve contra si, acariciandole el cabello como podía. Consolar no era su fuerte, pero no podía dejarla allí, tirada.

Xap: Controlate Eve, todo estará bien. No estamos solos.

-

Siguió su mirada, arqueando una ceja. ¿Qué habría allí? Luego se ruborizó ante la imagen que las palabras de Bei proponían. Lo meditó, era cierto que ella quizás no estaba lista para tener algo /ahí/ abajo, pero esto... esto podría ser la solución.
Le sonrió, tomandolo de la nuca y besándolo profundamente. Al separarse, la sonrisa había incrementado, tenía un leve dejo de maldad.

Wands: ¿Acaso Bei quiere que "Lince" lo penetre?

No había alcanzado a alejarse mucho de la casa cuando escuchó pasos tras de él. Bufó al escucharla, sintiendose débil y arrinconado. No quería ser sincero, no era justo.

Fuds: Deberías preguntarle eso a tu compañero. O por lo menos decirme si tendré que presenciar ese tipo de demostraciones, porque aunque sea yo tengo respeto en cuanto a tí con eso

Aunque sabía que era mentira. Estaba inventando excusas para no sentirse culpable.

-

Se abrazó a XIII para luego mirarlo a la cara. No había maquillaje, ni nada que cubriese como en realidad se estaba sintiendo. Las lágrimas no dejaban de fluir.

Eve: Sólo quería irme... tener una vida normal... sé que no soy normal, pero queria intentarlo... no queria morir tan pronto... no es justo...

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Asintió levemente para, luego de unos segundos, tomarle de la mano y guiarlo al cuarto. Abrió la puerta con algo de recelo, para luego entrar junto con Wands y cerrar con llave. Era un paraíso de juguetes, amueblado y ropas referido a lo sexual. Se giró para mirar a Wands unos cortos segundos.

Bei: S-Si "Lince" quiere... me gustaría...

Se cruzó de brazos sin poder creer que le estaba recriminando eso.

Xirh: Te repito que trajiste a dos mujeres a nuestra casa -estuvo por decir mi casa, pero se corrigió en el momento. Eso sería un golpe bajo- dejaste sus ropas tiradas por allí y tengo que entrar y ver esa escena y escuchar sus malditos gemidos. Yo traigo a un compañero de trabajo a almorzar. ¿Quieres hablar de demostraciones?

Mientras hablaba se había colocado frente a él, estaba enojada, y él estaba siendo injusto. Ella debía soportar que se revolcase con cualquiera, que lo que había pasado esa noche, algo que había sentido especial, no fuese mas que un deseo caprichoso.

Xirh: ¿Por qué tu puedes acostarte con toda mujer y yo no puedo siquiera comer con alguien?

-

No lo soltó ni tampoco dejó de acariciarle la espalda. Recordaba similares palabras en sus labios, años atrás, cuándo él estaba escapando. Comprendía la desesperación, y el dolor. La injustia de las vidas. Ninguno había pedido ser asesino, ninguno había pedido esta vida.

Xap: No puedo prometerte una vida normal, pero si puedo prometerte que no te harán daño. Estas conmigo, y eres extremadamente inteligente, no hay forma de que nos atrapen.

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Se quedó fascinada ante la vista. Bei era realmente un pervertido. Sonrió, y caminó hasta un árnes de tamaño aceptable, acariciandolo con los dedos. Sí, le serviría.
Se sentó en la cama, cruzandose de piernas y clavando la vista en Bei, alzando las cejas.

Wands: Pues con tanta ropa no creo que sea posible, ¿no crees? Desnudate.

Se acercó un paso más a ella, molesto. Se sentía traicionado, y no tenái motivos, no había razones. Estaba siendo irracional, lo sabía, pero... pero dolía.

Fuds: ¡Me dijiste que hiciera lo que quisiera esta mañana! ¡Nunca dijiste que harías lo mismo!

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Asintió, comenzando a calmarse de a poco. Tenía que huir, tenía que buscar todo lo necesario y huir tan rápido como fuera posible, pero sabía que sería inútil. Si pisaba terreno de Cronos, la atraparían enseguida. Tomó su celular y envió un mensaje a la última persona que le había llamado.

Eve: Kui buscará toda mi ropa y arsenal y conseguirá algo para tí... nos esconderemos un tiempo en su casa -se puso de pié, listo para partir-. Realmente lo lamento... no volveré a llorar así

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Su sonrojo aumentó a grandes escalas, pensando que incluso podría desmayarse. Wands estaba siendo demasiado asertiva, casi como si de Kui se tratase. Pero sabía que no era así, no era Wands, era "Lince".
Comenzó a desvestirse despacio, aún avergonzado, para acabar completamente desnudo frente a ella. Un ligero hilo color celeste sobresalía de su trasero: el juguete de Kui. Se colocó en cuatro patas, aún pese a que no se lo había pedido, y gateó hasta "él", comenzando a desabrochar sus pantalones.

Fue demasiado. ¿Quién se creía que era? Claro, ella debía ver como se acostaba con todas, y quedarse cruzada de brazos, esperando a qué él se aburriera de todas para quizás, quizás dedicarle una mirada. Pues bien, no se iba a hacer rogar, ni tampoco iba a permitirle tratarla de esa manera.
Alzó su mano, ahora un puño, y lo golpeó en la cara. Su iracionalidad le dolía demasiado.

Xirh: Eres un idiota Fuduka.

Se dio la vuelta, caminando lejos de allí. Tenía trabajo que hacer, dinero que ganar.

-

Asintió a cada palabra, girando la cabeza levemente al oír unos pasos demasiado sonoros entre las ramas, sonriendo levemente luego. Era una buena forma de avisar su presencia.
Devolvió la vista a Eve, ayudandola a incorporarse. Se inclinó hacia su oreja, para que nadie pudiese oírlo.

Xap: No lo lamentes, y tampoco te contengas. A pesar de mi aspecto, no sabes cuantas veces he llorado.

Xer bajó por las ramas, su cola se agitaba ante los nervios, pero su rostro se mantenía sereno.

Xer: Vine a buscarlos, estaba preocupada. Kui me lo explicó todo.

Les hizo un gesto para que la siguieran. Sabía que era arriesgado, pero no le daría la espalda a sus amigos, ni tampoco podía sentarse de brazos a esperar a que lleguen. Un par más de manos no les vendrían mal.

-

Se relamió ante la visión, gustosa cuando no tuvo ni que darle la orden para que se pusiera en cuatro. Mientras se entretenía con el pantalón, se inclinó sobre él, quitando lentamente el juguete de Kui.

Wands: No vas a tener nada de él mientras estes conmigo.

Se paró, permitiendo que le quitase los pantalones cuando algo llamó su atención. Su sonrisa aumentó, ordenandole a Bei que subiese a la cama y se mantuviese en cuatro patas.
Caminó hasta tomar una pequeña fusta en sus manos, volviendo hasta él luego. Le acarició el trasero con esta, dandole tiempo a que se haga la idea de lo que vendría ahora.

Wands: Solo recuerda, tu lo pediste.

Y sin esperar respuesta, lo azotó, el golpe seco resonando por la habitación.

Recibió el golpe en silencio, y la vio irse. Lo tenía merecido, no la detendría ni diría nada. Estaba actuando como un idiota porque no sabía realmente qué sentía. O por qué diablos sentía celos.

[Paso un par de horas]

Estaba en su cama, recostado, mirando al techo, completamente solo. Estaba esperando a que Xir llegase. Quería hablar con ella, quería aclarar las cosas. Suspiró, sintiendose un idiota. ¿Por qué ella querría hablarle? ¿Con qué motivo?

-

Miró a XIII sin decir nada, para luego volver la vista a Xer. Se abrazó a ella con fuerzas, deseando no soltarla. Pero sabía que era ahora o nunca.

Eve: debemos irnos...

Comenzó a adentrarse en el bosque, en dirección a casa de Xer y Kui. Sabía que los encontrarían, que pondría en peligro a sus amigos si así era. Pero podría ser un escondite por un día, hasta planear algo mejor.

-

Jadeó levemente al momento en que le sacó el juguete, para luego obedecer sin decir ni una palabra.
Cerró los ojos al tecto de la fusta, para luego gemir con fuerzas al sentir el golpe. Diablos, eso era demasiado. Sentía que podría acabar de solo estar en esa situación, de solo ser visto por Wands de ese modo.

Trabajar había calmado su enojo, eso y echar a una banda de borrachos que habían querido propasarse, pero su dolor seguía allí. ¿Por qué actuaba así? A la mañana le había dicho que no sabía si había significado algo para él, y a las pocas horas le estaba haciendo planteos que no tenían sentido.
Suspiró ante la puerta, resginandose. No lo esquivaría, si seguía comportandose así solo se encerraría en su cuarto y esperaría a que vuelva a ser un ser pensante.

Xirh: Estoy en casa.

-

Fue el viaje más largo hasta su casa, pero no ocurrió nada por fortuna. Se apresuró a abrir la puerta, dejarlos entrar y cerrarla tras ella. No habló hasta llegar a su cuarto, dónde esperaba también estuviese su hermano. Necesitaban hablar.
Xap entró, y notó que algunas cortinas estaban corridas y otras no. Debían aparentar normalidad ellos también, si la casa se veía más "cerrada" de lo normal, no dudarían en convertirlos en sospechosos también.

Xer y Xap: Estamos metidos en un lío.

-

Se mordió el labio, deleitada con verlo en esa posición, de oírlo gemir. Volvió a golpearlo, notando su miembro erecto y acercandose a su oído.

Wands: Recuerda pedir permiso antes de acabar. Ahora eres mío.

Soltó una risita, mordiendole la oreja con fuerzas, volviendo a golpearlo. Realmente lo estaba disfrutando.

Escucharla entrar sólo disparó un montón de nervios que venía calmando en las últimas dos horas. Se puso de pie y salió de su cuarto tan rápido como le había sido posible, acercandose a ella. Se veía molesta aún, y con razones. Quería pedirle perdón, quería decirle que no entendía nada de lo que estaba haciendo, pero en cambio acabó inclinandose sobre ella para besarla.

-

Eve asintió, sin decir mucho. Era demasiado obvio el lío en que estaban metidos. Vio entrar a Kui unos segundos luego con un enorme bolso que sabía era suyo. Había ido a buscar sus cosas.

Kui: Creo que no me he olvidado nada -volvió la mirada a Xap-. Para tí, hay ropa de nuestros padres. Seguramente te quedarán.

Eve sonrió levemente. No se imaginaba a Xap de trajes y camisas, como el padre de Kui solía vestirse. Pero quizás el disfrazarse no sería mala idea. Quizás...

Eve: Quizás... debería vestirme como lo que soy durante un tiempo, ¿no? Para... evitar que me encuentren tan rápido

-

Asintió efusivamente, jadeando sin control alguno. Wands estaba mostrando una fasceta tan extraña y excitante que no podría controlarse ni en mil años.
Le miró, algo agitado, sin decir ni una palabra. Quería que ella tambien lo disfrutase.

El beso volvió a disparar emociones en ella, pero no se dejó sobrellevar por las mismas. Lo separó levemente, buscando una explicación, buscando dejar de estar tan confudida.

Xirh: No te entiendo Fuds, primero me azotas contra una pared, como si lo hubieses querido hacer desde hace tiempo, luego me dices que fue algo de una noche, traes a más chicas a casa y te enojas cuando vengo a almorzar, almorzar nomás con mi compañero, y cuando llego, vuelves a besarme.

Estaba rendida, no entendía, y sobre todo, se sentía como una idiota por haberse dejado llevar por sus impulsos.

-

Xap: No. Te vestirás como quieras. Cronos nos ha arrebatado todo, no dejes que te quiten tu identidad.

Era claro que Eve solo estaba cómoda de una sola manera, y aunque sea llamativo, no iba a dejar que renuncia a esa parte.

Xer asintió, si bien no estaba completamente de acuerdo con evitar llevar un perfil bajo, sabía que Xap tenía razón con lo que decía.

Xer: Además, distribuirán ambos perfiles tuyos, saben que tu primer movimiento será alterar tu apariencia. -Obervó a su hermano, ¿cuándo se había vuelto tan profesional?- Kui, deberás hablar con los chicos, quizás sea mejor que el conejo y el perro se alejen, sé que no quieres a Nour lejos, pero, deben estar al tanto. Yo... Yo hablaré con Ek y Nyelo.

-

Wands: Oh, no me mires así~ ya tendrás tiempo de encargarte de mí. Por ahora, me gusta verte sufrir.

Y sufrir era un termino muy relativo, se veía cuánto lo disfrutaba. Y eso, solo hacía que ella aumentara su sonrisa, era la primera vez que estaba realmente en control, pero le fascinaba.
Le dio un par de golpes más, dejando luego la fusta a un lado y buscando una gag-ball, la cual colocó en la boca de Bei.

Wands: No sabes lo hermoso que te ves así, la saliva cae por las comisuras de tus labios.

Se colocó el arnes, y luego detrás de Bei. Podría tenerlo bajo su completo control, pero no quería lastimarlo realmente, por lo que comenzó a penetrarlo despacio, quizás demasiado por ser la primera vez que lo hacía.

Wands: Oh y, ya que no puedes hablar, acaba cuantas veces quieras... no por eso voy a detenerme.

Cuando se separó, sintió que se le vendría el mundo a los pies. Suspiró, acuclillandose frente a ella, quedando a una altura un tanto más baja.

Fuds: Siempre he sentido que tenia que protegerte, ¿sabes? Y quizás ese chico no sea nada más que un compañero... o no... pero... luego de lo de anoche...

No podía decirlo. No quería decirlo. Desvió la mirada, intentando mantener el silencio tanto como le fuera posible.

-

Kui asintió, saliendo del cuarto, mientras Eve miraba al suelo, confundido. Había ocasionado un caos. Si hubiese dejado que XIII lo hiciera a su manera, no estarían metidos en ésto. Pero... realmente le había gustado ayudar a su tutor. Sintióque había valido la pena.
Suspiró, mirando a una de las ventanas. ¿Llegarían a olvidarse de eso?

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Escuchar que le dijese que luego tendría tiempo para ella, le hizo sonreír. Parecía entender sus pensamientos, y eso le agradaba a sobre manera. Soportó cada golpe con un jadeo, para luego aceptar gustosamente la gag-ball. Una sola vez había usado una, con Kui, y no había parado de decirle lo adorable que se veía.
Observó con poco disimulo como Wands, completamente desnuda de la cintura para abajo, se colocaba el arnés. Se veía excitada, y no podía quitar la vista de su vello púbico. Se sentía un pervertido sin remedio.
Dejó que se acomodase detrás de él, acabando inmediatamente al sentir que le penetraba. Hacía mucho tiempo que nada más que juguetes entraban en su cuerpo. Asintió levemente al oírla, disfrutando las penetraciones lentas, y agradeciéndolas ya que no había utilizado ningun tipo de lubricante. Pero al acostumbrarse, sintió que no era suficiente, y comenzó a mover sus caderas más rápidamente.

No se escaparía de ella tan fácilmente. Le alzó la cabeza, obligando a que le mantuviese la vista.

Xirh: Sabes bien que Sin no es un peligro, su aspecto sólo es fachada, y te comentaría si alguno de mis compañeros me tratase mal. Además, esa fue la primera vez que me abrazaba, suele ser más antisocial.

Suspiró, calmandose. Debía recordar que para él quizás también era confuso.

Xirh: Fuds, no necesito que me protejas, puedo hacerlo sola. He vivido con piratas, y hasta logré que me aceptaran como uno más, y sí, Sin es solo un compañero.

Se obligó a mantenerle la mirada, después de todo, ella lo estaba obligando a él, pero se sintió ruborizar levemente.

Xirh: Luego de anoche no me interesa acostarme con cualquier hombre que se me cruce.

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Xer se despidió, debían actuar rápido, e informar a todos lo antes posible. Estaban todos en peligro.
Llegó entre las ramas hasta la casa de Ek, tocando la ventana de su cuarto, esperando que estuviese allí. En otra ocasión, hubiese utilizado la puerta, pero no podía arriesgarse. A decir verdad, la situación la había vuelto la perfecta asesina que era, y no la chica enamoradiza, en "algo" con un no-muerto.

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Xap se había sentado en la cama de Xer, suspirando.

Xap: Lo lamento. Estamos metidos en esto por mis ganas de cobrar venganza. Lamento haberte metido en esto.

Nuevamente, terminaba causando problemas a terceros, terminaba involucrando a quienes no tendrían por qué estarlo. Si hubiese actuado diferente, II igual estaría muerto, Eve ya no lidiría con él, pero no estaría siendo perseguida.

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Terminó de desnudarse al ver que estaba completamente dentro, observando lascivamente mientras la miraba penetrarlo. En lugar de avergonzarse, le excitaba. Cuando Bei comenzó a mover sus caderas, acompañó el movimiento, adquiriendo luego un ritmo más rápido. Se inclinó sobre él, presionando su pecho contra la espalda y con su mano tomandolo del cuello, ella se apoyó sobre sus talones, con Bei arrodillado, penetrandolo profundamente.

Sonrió levemente al oírla. Sabía que podía cuidarse sola, pero le era imposible el no preocuparse, el no desear protegerla de algún modo. Volvió a acercarse a ella, besándola delicadamente, para alejar otra vez el rostro. Debía ser sincero.

Fuds: Esas chicas... no se sintió igual, ¿sabes? Sólo pensaba en que quería que llegases y que... -se sonrojó bajando la mirada-...tearrepintiesesdedecirmeeso

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Había estado leyendo. Se había transformado en su pasatiempo favorito, investigar todo tipo de cosas sobre su condición. Sus pro y sus contra, si prodría remediarlo o no. Pero unos leves golpes en la ventana llamaron su atención. Se acercó, curioso, para ver a Xer. Abrió la ventana, sin comprender mucho.

Ek: Existe la puerta...

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Eve: Quería ayudarte... así que es mi culpa también.

Le sonrió levemente, para luevo volver la vista a la ventana. Se sentía extraño cerca de XIII. En pocas horas había visto más lados de él de los que Xer en toda su vida, y era inexcusable. XIII era el último de un grupo de asesinos elite, siempre le había admirado de algún modo, y ahí estaba... avergonzándose.
Miró su ropa, alegrándose por primera vez de tener algo menos femenino de lo usual. Deseaba más pasar desapercibido en ese momento.

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Dejó salir un grito de placer al sentir que gran parte del dildo estaba dentro de él. No importaba si era un jueguete, un pedazo de plástico, en ese momento sentía que era realmente una extensión del cuerpo de Wands.
Gruñó, sintiendo su erección palpitar. Podía percibir la mirada lasciva sobre él y le encantaba. Le gustaba que le mirase de esa forma, de una que nunca antes había utilizado.

Bei: ¿Es-estás seguro... qué es tu primera vez... "Lince"?