El equilibrio del mundo ~

¿Quien era ese muchacho? ¿Y cómo lo había conocido Con? Se decidió a preguntarle más tarde. Había despertado su curiosidad.

Se levantó, pensando. Al menos parecía que Lou era alguien responsable, aunque quería asegurarse.

Sin: Los felicito

Con: Gracias

Le sonrió, para luego volver la vista a Lou.

Con: Justo iba a decirte que iba a invitar a Sin a quedarse esta noche

Sin alzó la mirada, Lou la bajó. ¿Alguien como el? ¿En la casa de Con? Se dijo que era mejor evitar problemas. Se encogió de hombros, asintiendo.

Lou: Por mi no hay problema.

Sin: E-e-espera... ¿En tu casa? ¿Yo? Pero... ¿estas segura?

No sabía como reaccionar. ¿Por qué lo invitaba? ¿No le había dicho que no debía pasar ciertos... limites?

Observó fijamente a Lou. ¿Qué pasaba? Iba a decir algo, cuando Sin llamó su atención.

Con: Claro. Es muy tarde para que vayas solo por la calle. Ademas, será sólo por un dia, nada más

Sin: P-p-pero... está bien. De acuerdo.

Eso era algo nuevo. Nunca nadie le había dicho que era muy tarde para andar solo por la calle. Por otro lado, no rechazaría una oferta como esa.

Lou: Muy bien, entonces vamos

Pasó su brazo por los hombros de Con, comenzando a caminar.

Le sonrió, para luego tomar la mano del brazo que la rodeaba, entrelazando los dedos. Recostó su cabeza contra Lou, sonriendo.

Con: Te extrañé...

Lou: Sabes... yo también

Sonrió, besando su mejilla. ¿por qué se sentía tan tranquilo cuando estaba ella? Apenas si podía notar a Sin, quien caminaba detrás suyo, observando el paisaje.

Dejó salir un ligero ronroneo, para luego mirar a Sin por sobre el hombro de Lou. Sonrió, volviendo la mirada al frente. Estaba segura que hacia lo correcto.

Con: Tenemos una mascota, Sin. Seguramente te agradará, no es una mascota convencional.

Sin: ¿Mascota?

De repente se alegró notablemente. Solía llevarse mejor con los animales que con las pesonas. Era mucho más fácil tratar con ellas.

Con: Si, un lobo de tamaño pequeño

Se le notaba feliz.
Ya llegando, comenzó a subir las escaleras hasta su piso, abriendo el departamento luego. No demoró mucho en tener a Jyaf, versión lobo, sobre ella, lamiendo su rostro.

Ya estaba acostumbrado a que la recibiera así. Se limito a reir, pasando por su lado, dandole un ligero golpe a Jyaf.

Lou: Cuando termines de babearla, hay alguien que tienes que conocer.

Sin se quedó en la puerta. Algo confuso. ¿Cómo se suponía que debía actuar?

Jyaf se separó al oir a Lou, mirando hacia la puerta. Con sonrió, caminando hacia Sin, tomandole de la mano y obligandole a entrar.

Con: Jyaf, él es Sin. Tratalo como si fuera un hermano para mi.

Sin más, siguió a Lou, dejandolos solos.
Jyaf se acercó, olisqueandole. Su olor... era extraño.

Dejó que lo oliera, sentandose. Lo siguió con la mirada, observando su rosotro. Por alguna razón, parecía algo más que una mascota común y corriente.

Sin: Hola Jyaf.

Jyaf gimoteó, en una suerte de respuesta al saludo. Siguió olisqueando, intentando descubrir eso que le ponia de nervios en su olor.

Rió levemente, quedandose quieto hasta que el lobo diera por terminado su olisqueo. ¿Por qué se encontraba tan nervioso?

Con observó la escena, suspirando. ¿Qué tenían Lou y Jyaf con Sin? No parecía mal chico. Extraño, sí. Extravagante, quizás, demasiado. Pero no malo. Saltó sobre su novio, mordiendole el hombro.

Con: ¿Qué tienes?

..

Jyaf ladró, para luego lamer la mano de Sin. No, seguramente estaba paranoico. No solían traer gente nueva a la casa. Debía ser eso. Se tomaba muy en serio su trabajo de cuidar al crio que Con daría a luz.

Lou: Nada...

Le sonrió, girando y tomando su rostro entre sus manos, besandola levemente. Sabía cual era lo que le precupaba. ¿Podía culparlo? Estaba trayendo a un extraño a su casa. Quien podría saber quien era en verdad.

-

Sonrió, acariciando su cabeza con cuidado.

Sin: No eres una mascota normal, ¿verdad?

Se separó del beso, suspirando. Tenía un sabor diferente al usual. Una especie de "tengo miedo por ti". Le acarició el rostro, dudando.

Con: No me pasará nada... sé que estaré bien. Vas a cuidarme de todo, ¿no? Jyaf tambien.

...

Jadeó (como los perros xD) en una especie de afirmación. Cualquiera se daría cuenta de eso. Pero no quería transformarse. Su versión humana era más débil, más frágil.

Lou: Se que puedes cuidarte, pero no puedes evitar que me preocupe...

Enterró el rostro en su hombro, suspirando.

Lou: Sabes que ambos estamos para cuidarte

-

Asintió, rascandole detrás de sus orejas. Le agradaba. No era convencional. Cualquier cosa fuera de lo común era agradable para el.

Con: Lo sé...

Sonrió, acariciandole el cabello. Esos momentos, por muy banales que fueran, le llenaban el alma. La hacían feliz.

Con: Protegerme a mi.. y al pequeño...

..

Movió su pata trasera ritmicamente a las caricias. Oh, era genial... Pero no debía olvidar que era un desconocido. Debía estar alerta. ¿O no?

Lou: Siempre.

Le besó la punta de la nariz, acariciando su vientra levemente. A veces, cuando recordaba como habían empezado su relación, no podía creer que hubiera terminado tan enamorado de ella.

-

Sin: Tranquilizate, no lastimaré a nadie...

Le siguió acariciando las orejas, recostandose sobre el suelo. ¿Cómo podría lastimarlos? Le habían abierto la puerta a su casa.

Chilló, saltando sobre él. ¿Felicidad? Eso era él; era felicidad en persona. Su corazón latiendo a mil, en sus oidos, en la punta de sus dedos, en su ser. No podía evitar pensar que el pequeño que llevaba sentiría esa felicidad con creces.

..

Inconcientemente, ante las caricias, comenzó a transformarse. No dejaba de ser doloroso. pero la comodidad era más fuerte. Y andar en cuatro patas no era algo plenamente cómodo.

Soltó una carcajada, abrazandola de tal manera que quedara arriba del piso. La mantuvo así, observandola a los ojos.

Lou: ¿Pensaste en algún nombre?

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Se detuvo en cuanto observó que el lobo era enrealidad... un humano. De acuerdo, había mencionado que era alguien extraño pero nunca le habían dicho que era un humano. Se quedó observandolo, sin recuperarse del shock.

Con: No, pero pensaba que podrías ayudarme a elegirlo

Le sacó la lengua, sonriente.
Solía decirle "bebé", "pequeño", "niño"... pero nunca se había planteado un nombre. ¿Quizás era porque no terminaba de creerselo?

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Lo observó, para luego soltar una carcajada. Saltó sobre él, lamiendo su rostro. Conservaba su cola y orejas, no se había convertido por completo en humano. No lo veía... necesario.

Se sentó, asegurandose de que ella estuviera sobre sus piernas.

Lou: Sabes que estoy para ayudarte. ¿Hay algú nombre que te agrade?

-

Volvió a reír, comenzando a rascar sus orejas nuevamente.

Sin: ¿Eres humano también?