A song for the broken ~

(Ta maquillado, pero con el pelo corto XD)

Lo único que detestaba era la gente que se encontraba. Era hombre, pero le agradaban las cosas de mujer ¿Qué problema había con eso? Suspiró. Mientras no lo atacaran, podría ignorarlos.

(¿Pero se nota mucho que es nene?)

Tiró el cigarrillo al suelo, pisandolo para apagarlo, exhalando luego el humo. Una feria libre, ahí estaba. Comenzó a comprar pinturas, pinceles e incluso arcilla.

(nah)

Su busqueda se vio interrumpida por encontrarse en una feria. Podría entrar ¿no? Ver que había, cureosear.

(Ah, listo)

Discutir precios no era su afición, pero daba resultados. Comenzó a recorrer la feria por curiosidad, viendo las artesanias y demás. Se preguntó si debia comprar algo para ellos.

Se quedó observando unos animales hechos de arcilla, completamente absorto en ellos. Tampoco podía evitar pensar en lo cómodo que era el vestido. Las mujeres tenían suerte.

Siguió avanzando sin quitar la vista de los stands, hasta chocar con alguien. Se disculpó sinceramente, para luego quedarse observando fijamente a la persona en cuestion, algo sorprendida, para finalmente ruborizarse.

Isha: ¿B-B-Bab?

Giró el rostro, sonriendo al ver a Isha allí. No se esperaba encontrarse con el. Se arrojó sobre el, riendo, para luego separarse, observandolo con atención.

Bab: ¿No te gusta? Creí que esto era lo que querías

Se sonrojó aún más al sentir que saltaba sobre él, para desviar la vista al separarse.

Isha: S-Si, me gusta

Quizás demasiado.
Era, tecnicamente, otra muchacha más. Con la diferencia de que carecía de curvas. Pero era lo que menos le interesaba.

Soltó una risita, feliz. Valía la pena si a el le gustaba. Observó la bolsa que tenía, sonriendo todavía más.

Bab: ¿Qué compraste?

Isha: Cosas para trabajar

Gruñó al dar una pequeña mirada a su alrededor, tomando a Bab de la mano y comenzando a salir de allí. Estaba lleno de buitres, y de no ser porque Bab seguramente lloraría, hubiera gritado que dejaran de mirarlo, que era hombre y era suyo.

Dejó que lo tomara de la mano, ausente a todo. Se soltó para abrazarlo, oliendo finalmente su ropa y frunciendo el ceño.

Bab: ¿Desde cuando fumas?

Sonrió al recibir el abrazo, para luego rascarse la nuca al oirle. No se había pensado que podria comerse una especie de reprimenda.

Isha: Un par de semanas

Bufó, alejandose de el, cruzando los brazos.

Bab: Pues dejalo. Es malo para ti

Isha: No fumo todos los dias...

Bab: Es igual

No importaba si era todos los días o una vez por semana, igual era malo.

Suspiró, dándose por vencido.

Isha: De acuerdo

Avanzó hacia él, empujandole hasta que chocara con una pared. Le tomó ambas muñecas contra la espalda en un rápido movimiento, comenzando a besar el cuello de Bab.

Isha: ¿Qué hay con eso de reprenderme? No soy un niño

Mordió su oreja, sonriendo al oir un cuchicheo detrás de él. La gente se detenia a mirar.

Se sonrojó, lanzando un leve jadeo al sentir los besos y la mordida. Su sonrojó aumentó al oír a la gente hablar.

Bab: M-Me preocupo por ti...

Isha: ¿Si? ¿Qué tanto?

Soltó la bolsa, dejando que cayera al suelo haciendo algo de ruido, para usar su única mano libre para acariciar el muslo izqueirdo de Bab, comenzando a subir su mano, elevando el vestido.

Gimió, sintiendose demasiado sensible para su gusto. ¡Estaban en público! Su sonrojo no disminuía.

Bab: Isha... hay gente...

Sonrió, eso era lo que le gustaba. Su cola se movió de un lado a otro; era un zorro despues de todo. Le besó profundamente, mientras seguía subiendo su mano, deteniendose a unos pocos centímetros de su entrepierna.

Lo correspondió el beso, ahogando sus jadeos en el beso. ¿Por qué lo torturaba así? Lo peor era que su cuerpo reaccionaba.

Se separó, soltandole, para luego girar y mirar a la gente, gruñendo.

Isha: ¿¡Qué miran!?

Entre cuchicheos, la multitud comenzó a marcharse. Suspiró, tomando la bolsa nuevamente, mirando a Bab luego. Un ligero sonrojo en sus mejillas le daba un aire algo tierno junto con sus orejas.

Isha: ¿Estás bien?

Bajó la vista, asintiendo levemente. Se apoyó contra el, suspirando y comenzando a caminar. No podía enojarse con el, menos cuando se lo veía tan tierno.

Tragó sonoramente, suspirando.

Isha: Lo siento, me dejé llevar. No debería hacer esas cosas.

Habían quedado como amigos, y en cambio cruzaba el límite. Volvió a suspirar, intentando calmarse; aun estaba algo excitado.

Isha: ¿A dónde ibas?

Bab: esta bien...

Le sonrió, sin soltarlo completamente.

Bab: Te buscaba... y luego me interesé en la feria