Never been more dead than alive~

Se acercó a su oreja, lamiendola.

Nyelo: No puedes aguantar mucho así, ¿no?

Aunque a decir verdad, él tampoco. Le penetró repetidas veces en ese punto, provocando que Ek se retorciera y gimiera. Se arqueó, acabando, tensandose al mismo tiempo y provocando que Nyelo acabara dentro suyo. Se dejó caer sobre él, jadeando.

Intentó levantarse de la mesa, pero le fue imposible. Su cuerpo temblaba, extasiado. Cerró los ojos, gimoteando el nombre de Nour. Lo quería allí. No importaba si era su hermana la que le había dado uno de los mejores momentos de su vida.

No podía soportar el ver a su novio con su reciente mascota. Sabía su historia, ninguno había olvidado completamente al otro... y verlos de esa manera le despertaban solo sentimientos de celos. Se levantó como pudo, caminando y temblando hacia el otro lado.

Esuchó su nombre, y eso le hizo entrar en ese lugar. Se acercó a Kui, acariciandole el cabello unos segundos.

Nour: ¿Acaso piensas cambiarme por tu hermana?

Salió de Ek al ver que Xer se movía lejos de ellos. Gateó hasta ella, para luego comenzar a restregar su cabeza contra el cuerpo de ella, lamiendo a su vez cada parte de piel cercana.
Ek se dejó caer sobre el suelo, exhageradamente exhausto. ¿Acaso había dejado que Nyelo le usara?

Abrió los ojos, sonriendo al ver a Nour. Le tomó del cuello, besandolo, para ronronear entre el beso.

Kui: Ni en un millon de años..

Sonrió, atrapando una de las orejas de Nyelo en su boca, mordiendola con fuerza y lamiendola a su vez.

Le correspondió el beso, acariciando su cuerpo con su cola.

Nour: ¿Entonces sigues siendo mio?

Gruñó, tomando uno de los pezones de Xer entre sus dientes, mordiendolo, para luego soltarlo. Liberó su oreja, sentandose en el suelo, para luego tomar en aires a Xer y penetrarla rápidamente, gimiendo. Se sentía por completo dentro de ella. Rió ante la idea, tocando su abdómen, endurecido levemente.

Nyelo: ¿Qué sientes si me muevo y aprieto aqui?

..

Asintió, sonriendo, mientras movia su cola ansioso.

Chilló, arañando su pecho. demasiado... demasiado grande. Se inclinó, apoyandose sobre su pecho y gimiendo al mismo tiempo. Se estremeció al sentir el contacto.

Xer: S-se siente... bien

-

Lo obligó a levantarse, besandolo profundamente, acariciando su miembro con lujuria.

Tomó una de las manos de Xer, colocandola en el punto que antes tocaba él, sonriendo.

Nyelo: ¿Lo sientes? Estoy ahí...

Si movió repentinamente, intentando ver la reaccion de ella.

-

Le correspondió el beso, aferrandose a él. Se dejó acariciar y tocar, extasiado. Feliz de ver que no sentía asco hacia él.

Maulló, presionando inconscientemente donde había colocado su mano, sintiendo el miembro de Nyelo aun a través de su cuerpo.

-

Se separó, sonriendo debilmente y penetrandolo sin previo aviso. Ya no podía contenerse, ver a Kui completamente sumiso lo había excitado demasiado.

Siguió moviendose, completamente enloquecido. ¿Por qué maullaba? ¿Tanto le agradaba? La tomó del cuello, besandola.

-

Maulló con fuerzas, arqueando la espalda. Sabía que la paciencia no era un don de Nour, pero tampoco le desagradaba.

Profundizó el beso, ahogando los maullidos de esa manera, acompañando los movimientos de Nyelo con sus caderas.

-

Bajó los besos al pecho de Kui, dando ligeros mordiscos. Esperó un poco antes de comenzar a moverse, jadeando.

Aumentó por última vez el ritmo, esperando poder complacer a Xer lo suficiente. Ek podía tener las tecnicas, pero lo demás era algo que sólo él lograría mostrarle. Se separó del beso, tomando una de sus orejas para lamerla.

-

Gimió su nombre, entre ronroneos y maullios. Lo mataría del placer. Entre su hermana y Nour, podrían aniquilarle.

Comenzó a ronronear, gimiendo su nombre. Estaba en las nubes, no podía dejar de maullar enloquecida. Tampoco le importaba haberle revelado lo único que mantenía en secreto, su ronroneo, solo quería más.

-

Se separó, dando vuelta a Kui para que estuviera boca abajo, volviendo a penetrarlo y adquiriendo un ritmo rápido, inclinandose para lamer su espalda.

¿Con que ronroneaba? Se preguntó si actuaba de igual manera con Ek. ¿O acaso era algo que siguiera le había mostrado a él? Mordió su oreja, haciendola sangrar, para luego tomar la otra. Con una de sus manos masajeaba su pecho.

-

Era todo tan... bizarro. Si bien le agradaba y le enloquecía, estaban no sólo delante de su hermana, sino tambien de su novio. Gimió, retorciendose.

Su ronroneo aumentó, estaba segura que era la primera vez que era algo completamente involuntario. Movió su cabeza, agachando las orejas instintivamente. Todavía no se podía acostumbrar a la sensibilidad de estas.

-

Se acercó hasta sus orejas, comenzando a acariciar una con su mano. Ignoraba al resto, bien podrían no existir para el.

Mordió su otra oreja, para luego lamer su rostro y cuello. Sin supo cuándo, pero entrelazó su cola con la de ella. Ronroneó su nombre, para luego mantenerse unos leves segundos inmóvil. Ver qué hacia, qué quería.

-

Maulló su nombre, intentando soltar sus orejas por instinto. Era demasiado.

Sintió que se quedaba quieto y maulló de frustración. Se inclinó, besandolo y siguiendo moviendo sus caderas. Aprovechando que sus colas estaban entrelazadas llevó la de Nyelo hasta su entrada, comenzando a penetrarse con ella. Lo recordaba perfectamente, en el bosque.

-

Mordió su oreja para que no pudiera escapar, comenzando a ronronear al oírlo maullar. Envolvió su cola al rededor del miembro de Kui, comenzando a acariciarlo.

Masoquista. Era lo unico que cruzaba su cabeza. ¿Acaso Xer no conocía el límite? Le penetró con su cola, gruñendo.

Nyelo: ¿Qué es lo que en verdad quieres..?

-

No lograría mantenerse en pie luego de eso. Maulló con más fuerzas, elevando las caderas, apegando el rostro a la mesa.

Kui: Mas.. más..

Gimoteó, embriagada de placer. Clavó su mirada en el, con una pequeña sonrisa asomando en sus labios. ¿Qué quería?

Xer: Te quiero a ti... quiero sentirte... completamente

-

Tomo la cola de Kui, acercandola a la entrada del mismo, introduciendo solo la punta, y manteniendola allí con fuerza para que no pudiera quitarla.

No sabía por qué, pero se sonrojó al ver sus ojos oscurecidos por el placer. Y el oirla tocó una fibra sensible que no pensaba tener. Chasqueó la lengua, sin dejar de moverse, sólo que lo hacía más lento.

Nyelo: No sabes lo que dices..

-

Abrió los ojos de la sorpresa, gritando, no solo de dolor, sino también de placer. mantuvo su cola rígida, sin atreverse a moverla.

kui: Vas a partirme.. vas a partirme..

Xer: Si lo se... ¿O quieres que... lo repita?

Le costaba hablar, pero al sentir que disminuía el ritmo pudo pronuncial las palabras.

-

Nour: Claro que no...

Se acercó a sus orejas, lamiendolas, y acariciando su cuerpo, intentando relajarlo.

Suspiró, deteniendose del todo. Observó por sobre su hombro; Ek se había quedado dormido. Volvió a suspirar, mirando a Xer.

Nyelo: Xer... soy Nyelo, no Ek... lo dices porque estás excitada y... -suspiró, sonrojandose- quieres que te coja, es todo..

-

Tembló levemente, relajandose ante cada nueva caricia.

Gruñó, sintiendo ganas de golpearlo. Se levantó con cuidado, sintiendo sus piernas temblar.

Xer: Se quien eres. Se que eres Nyelo, se que eres el mejor amigo de mi novio, y acabas de hacerlo con el, y se que yo estaba segura de lo que quería.

-

Le besó el cuello, los hombros y descendió los besos por su espalda, comenzando a introducir levemente su cola dentro de el.

Arqueó una ceja. ¿Qué diablos? Bueno, si buscaba hacerse la dura...
La tomó de la cintura, penetrandola rápidamente, sin detenerse hasta sentirse dentro por completo. Le sostuvo las muñecas detrás de la espalda, gruñendo.

Nyelo: Dilo de nuevo, sin mentir

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Dio un leve chillido, pero su cuerpo no alcanzó a tensarse. ¿Qué esperaba hacerle? Se preguntó si era una especie de castigo.

Reprimió un chillido, gruñendo. Clavó la mirada en el, ignorando su cuerpo.

Xer: Estoy segura de quien eres, que quiero, y porque estoy aquí.

-

Dejó inmovil su cola, retomando un ritmo suave, mordiendo sus orejas. Quizás así no tendría que preocuparse porque volviera a hacerlo con Xer.

Nyelo: ¿Me quieres? ¿De verdad me quieres?

Escondió su rostro en el cuello de ella, intentando descender el deseo y la vergüenza.

-

Maulló al sentir que comenzaba a moverse. Si, iba a romperlo, pero no le importaba. Podía romperle en miles de pedacitos, recomponerlo y volver a hacerlo añicos.