In my arms, a new life ~

Cam: ¿acaso quiero la verdad?
Sabía que debía alegrarse de que compartiera algo así como que podía darle ordenes. Pero solo le hacía sentir peor. ¿Después de haberlo hecho sufrir, podría haberle ordenado que se detuviera y no lo hizo?

Hell: Si confias en mi... sabes que lo mio con ella fue hace mucho, antes de conocerte... Que nunca volví a hablar siquiera con ella cuando te conocí... Y que no me interesa en absoluto..

Elevó una de sus manos, besandole la palma.

Hell: Pero puedes ordenarme que te sea sincero... No me sentiré ofendido, y podrás sacar tus dudas

Cam: No necesito ordenarte que me digas nada... Confio en ti.
Se giró finalmente, sonriendole debilmente. ¿Por qué no habría de creerle? Seguramente no se lo había dicho antes para que no reaccionara exactamente de esta manera.

Le correspondió el beso, sonriendo.

Hell: Me alegra saber que confías en mi...

Le besó el cuello con lentitud, sin dejar la sonrisa de lado.

Sonrió más ampliamente, abrazandose a el. Era solo suyo, no dejaría que alguien lo tomara, no importaba si era un ser mistico u otro humano.

(No se me ocurre nada :C)

(Te toca elegir a vos un pet xD)

(No, elegi vos D: )

Xer: Entonces, ¿Con esto tendría que dejar de preocuparme por ti?

Xap asintió una vez, observandola desde lo alto, solo por las dudas. Se la había encontrado y antes de comenzar otra pelea sin sentido había decidido proponerle... algo así como un trato.
Xer se encogió de hombros, sonriendo. Hacia mucho no hacía un trabajo de encubierto.

Xer: Lo haré.

(Quiero saber del trato, asi que no meto a nadie XD)

(lol XD)

Xap: Pues, mejor te vas preparando. El sol se irá pronto.

Xer se levantó, despidiendolo con su mano y un suspiro. Si, había aceptado, y le gustaba ese juego de fingir ser otra persona... pero ir a un club solo para encontrar a ese hombre no iba ser lo más interesante del mundo.
Llegó a su casa, cambiandose de ropa por una más 'apopiada'. Terminó con una blusa ajustada y una pollera demasiado corta, sin mencionar las botas altas donde escondía las armas. Incluso se había maquillado para aparentar unos años más y había escondido sus orejas como había visto hacer a Nour.
Se miró al espejo, chasqueando la lengua.
Xer: No me reconozco...

(Ah, ya sé a quien usar)

Buscaba a su hermana por los pasillos de la casa para pedirle algo especial; "el cuchillo de mamá". Fue hasta su cuarto, para detenerse en la puerta al ver a su hermana. Era su hermana, ¿no? Pestañeó confundido, para luego reir.

Kui: Si Ek te viese asi... no verías la luz del sol por meses

Xer: Pues la idea es que no me vea. ¿Me veo demasiado como mi 'yo' común?
Hasta se había arreglado el cabello para intentar cambiarle un poco el estilo, todo con tal de parecer alguien completamente diferente.
Suspiró al reconocer que las palabras de Kui eran verdad. Pero, Ek no frecuentaba esos lugares... Esperaba que esa noche no al menos.

Movió su cola ansioso, para luego negar con la cabeza. No parecía ella, pero...

Kui: ¿Tienes un amante?

Eso podía explicar firmemente la situación.

Lo fulminó con la mirada para luego negar con la cabeza. Entendía porque se confundía.

Xer: No. Estoy haciendo un favor. Tengo que conseguir información y está fue la manera más efectiva que me recomendaron. ¿Buscabas algo?

Verla así le había resultado tan shockeante que se había olvidado. Negó con la cabeza, saliendo de alli, para correr escaleras abajo. Tocaban a la puerta. Y vaya sorpresa al encontrarse a Ek.

EK: ¿Kui? Te ves pálido -pasó por su lado, entrando a la casa, comenzando a subir las escaleras- Vine a ver a tu hermana, ve a que Nour te revise la presion

Se tensó al oír la voz de Ek y sus pasos subiendo las escaleras. Se arrojó contra la puerta, cerrandola, rogando para que Kui inventara algo y que no la viera. Se lo podría explicar pero... ¿cómo se lo tomaría?

Oyó la puerta cerrarse estrepitósamente, provocando que quisiera subir las escaleras más rápido. Se detuvo frente a la puerta, dispuesta a abrirla, cuando Kui le detuvo.

Kui: ¡Espera! Eh... Em... ¡Xer está enferma, si! Pobre, está en cama... creo que me ha contagiado...

Ek: Bueno, yo la cuidaré un poco... -abriendo la puerta-.

Interiormente, rogaba que su hermana se escondiera en la cama.

Xer: ¡Ek no entres!

Se apoyó todavía más contra la puerta, intentando pensar que hacer. No podía meterse bajo de la cama, arruinaría la ropa y no podía moverse con fácilidad, culpa de los tacos que usaba. A menos que... Se estiró tomando una de las mantas y cubriendose completamente con ella. No creía engañarlo pero valía la pena intentar.

¿Que no entrara? Volvió a abrirla, para verla envuelta en una frazada. Kui, aprovechando la situación, se escabulló, escapando. Ek se acercó a Xer, sonriendole.

Ek: No debes dar vueltas por la casa si estás enferma.. recuestate

Xer: No estoy tan mal...
Se movió con cuidado para que no se viera su atuendo, sentandose sobre la cama con un suspiro. Daba gracias que la sabana ensombrecía su rostro e impedía que se viera también el maquillaje. Era o perder la oportunidad de cumplir el trato, o explicarle a Ek porque se vestía de esa manera.

Oyó un ruido extraño al verla caminar, pero lo ignoró. Y su cara se veía diferente, cosa que tambien ignoró. Quizás sólo era su imaginación.
Se acercó a ella, besando su mejilla, mientras metia una mano dentro de la frazada, acariciando su pierna.

EK: ¿Queires que te haga sentir mejor...?

Se separó de ella al sentir una pollera bajo la frazada. Clavó la mirada en ella, quitandole la frazada, para ver su atuendo. Frunció el seño, sin decir nada.

Se mordió el labio, levantandose al instante.

Xer: Ek... te lo puedo explicar, ¿de acuerdo?

No le quedaba otra opción que explicarle desde el principio. Más vestida de esa manera. Suspiró, intentando mantenerse calmada.

No le dio tiempo de explicar. La arrojó sobre la cama, sosteniendole las muñecas, mientras besaba su cuello con cierta brutalidad.

Ek: ¿Pensabas salir así de ésta casa?

Gruñó, quitandole la parte superior de la ropa.

Xer: ¡Ek! Espera...

Se intentó alejar y recuperar la ropa que le había quitado. Había metido la mata al dejarlo entrar en su cuarto, debería haber salido por la ventana, por el techo, por cualquier lugar.