In my arms, a new life ~

Lou: te desmayaste...
Suspiró aliviado que se hubiera despertado. La obligó a que se volviera a recostar, sonriendole.
Lou: Y me diste un susto de muerte.
Cani sonrió al ver que se recuperaba, terminando por limpiar la sangre que salía de la nariz de Toxa. Con lo había golpeado fuerte.

-

Al fin había caído la noche. Sonrió satisfecho al ver que podía salir fuera sin preocuparse. No entendía porque estaba tan animado, solo lo estaba.
Len: Tengo ganas de divertirme...
Se inclinó sobre la silla donde estaba, estirandose.

Con: Oh...

Se recostó como él pedía, para luego acercar una mano a su rostro, acariciandole. Sonrió levemente, aunque algo la traía preocupada. Tantas nauseas eran... inumanas. No tardó mucho en girar y acabar vomitando el suelo.

-

Dal salió de su cuarto, a hurtadillas. Seguía ciega, pero con sus caminatas había podido aprender a reconocer el territorio y gracias a ello podía salir por las noches a vagar. Abrió la puerta de casa, saliendo al exterior con cuidado.

Lou: ¡Con!
Tal como se había desvanecido, su preocupación volvió a aparecer. Seguramente era normal que vomitara luego de haberse desmayado, pero le era imposible no preocuparse.
Cani desapareció a la cocina en ese momento, buscando algo para limpiar.

-

Habían pasado ya varias noches desde que había salido. El que Dal siguiera ciega se lo impedía, porque se sentía terrible solo con dejarla, pero podía salir solo una noche, ¿verdad?

Luego de vomitar, dejó la cabeza colgando del sofá. Era demasiado, estaba demasiado mareada, su hambre había disminuído. Y se sentía muy sensible. Suspiró, cerrando los ojos.

Con: Estoy bien...

-

Caminó por el bosque, directo a la ciudad. Se conocía un amplio territorio, pero el camino que siempre hacían hacia la ciudad era el bosque, para que no les juzgaran. Dejó salir una risita, desviandose hacia el prado. Mejor era divertirse a solas.

Le acarició el cabello con cuidado. No entendía que le pasaba.
Lou: No te ves demasiado bien...
Cani llegó, mordiendose la lengua mientras limpia el suelo. Ya había aprendido con el tema de Nyelo e Isha que era mejor no abrir la boca.

-

Salió de la casa, estirando su espalda y sus brazos mientras comenzaba a caminar. Necesitaba aire, salir, despejarse la cabeza. Y si por alguna razón se le ocurría una manera para devolverle la vista a Dal, mejor.

Con: Tengo nauseas, es todo...

Suspiró, dejandose acariciar. Todo resultaba de más de extraño.
Elevó el rostro, mirando la mueca de Cani. Frunció el seño inmediatamente.

Con: ¿Qué pasa?

-

Giró sobre el cesped bajo sus pies, canturreando en latin. Estar sola, en medio de tanto drama que era el mundo, se sentía medianamente agradable.

Cani: Nada, tu solo descansa. Necesitas recuperarte.
Le sonrió, llevandose consigo las cosas.
Lou la observó extrañado, pero sin darle demasiada importancia.

-

Una voz conocida le llegó a los oidos, sonriendo. Al parecer, ambos habían tenido la misma idea de alejarse de la casa. Caminó hacia allí, deteniendose al verla.
Len: ¿Qué haces afuera Dal?

Miró a Lou, señalandole a Cani.

Con: Ve a ver qué es... por favor...

O moriria de curiosidad.

-

Cuando oyó la voz de Len, tropezó, dando un leve chillido y cayendo al suelo. Decidió recostarse de cara al cielo, aunque no viese las estrellas, suspirando.

Dal: Queria salir...

Suspiró, caminando detrás de su hermana. Se entretuvo en a cocina unos minutos, hablando en voz baja para que Con no escuchara. Volvió, con una aspecto de no querer hablar. Se veía igual que Cani, solo que ella ahora estaba un poco sorprendida, agradeciendo haberse contenido en un primer instante.

-

Len: Si quieres salir, avisa primero... sabes que nos preocupamos por ti.
Se acercó a ella, sentandose a su lado con una pequña sonrisa.

Observó a Lou volver, notando el mismo gesto que en rostro de Cani. Frunció el seño, suponiendo que no querría hablar con ella sobre eso, por lo que lo más inteligente era obligarle.

Con: Dime

-

Hizó un pequeño berrinche, cruzandose de brazos. Si avisara, no la dejarían, como usualmente hacían. Todo por su esúpida cegera.

Se sentó a su lado, acariciandole el rostro.
Lou: Luego te digo...
cuando no tuviera a su hermana, y a Toxa cerca de ellos.

-

Len: Aunque yo también me escapé
Se rió, abrazandola contra el mientras se recostaba como ella.

Hizo un pequeño mohin. No era justo, quería saberlo ahora.
Chasqueó la lengua, incorporandose. No tenía sentido pelear por ello, ¿no? Caminó hacia el pequeño lobo, tomandolo en brazos.

Con: Quiero irme a casa

-

Dal: Lo supuse... No sueles venir tan sigiloso por aqui

Más bien hacía mucho ruido y hablaba a los gritos con la Luna. Suspiró, dejandose abrazar.

Lou: de acuerdo...
Se despidió de Cani, abriendole la puerta a Con para que pudiera salir. Suspiró, sonriendole.

-

Len: Parece que tenemos las mismas ideas...
Le besó la frente con cuidado, acariciandole el cabello

Sonrió levemente al ver que le abría la puerta, para luego caminar en silencio en dirección a su casa. Despues de todo, quería deducir qué era lo que tan aterrados los traía. Suspiró, acariciando al animal en sus brazos.

-

Dal: Es entendible... pacte contigo y eres mi novio...

Se sonrojó terriblemente al pensar lo que había dicho.

No la podría tener esperando por mucho más tiempo, por lo que la detuvo, desviando la vista de ella.
Lou: Mi hermana en verdad esta loca... mira, ya se que es imposible, y seguramente solo sea un efecto secundario del desmayo... pero...
¿Cómo le decía algo así? No quería volver a alterarla.
Lou: Cani dice que son los sintomas del embrazo... si ya se, no es posible.

-

Sonrió al ver su sonrojo, pasando a besar su mejilla, lanzando una risita.
Len: Me encanta cuando te sonrojas...

Se detuvo como él indicó, mirandolo a los ojos. La historia de la hermana loca la conocía, pero...
Su rostro se iluminó al oirle, sintiendose plena, feliz. Un ligero sonrojo cubrió sus mejillas y un brillo especial inundó sus ojos. Hasta que escuchó el "no es posible". El brillo fue desapareciendo de a poco de ella, provocando una palidez unica, mientras que sus ojos de ser vivaces, pasaban a ser acuosos. Era cierto. Su sueño no llegaría a cumplirse...
Inmediatamente comenzó a llorar.

-

Dal: Lo sé...

Descendió la mirada, pese a no ver nada.
A ciegas, tomó su mano, para luego suspirar.

Dal: Sigues... ¿Sigues sintiendote mal conmigo?

Se sintió terrible. Le había dicho a su hermana que era mejor no decirle nada, no cuando ella le había dejado en claro que eso no podría llegar a pasar. La abrazó contra el, levantandole el rostro para que lo mirara.
Lou: Con, mi hermana estaba segura, yo dudaba por lo que me dijiste pero... no puedes descartarlo todavía.

-

Negó con la cabeza a pesar de que no podía verlo antes de hablar, mientras entrelazaba sus dedos con los de ella.
Len: No Dal, nunca podría sentirme mal contigo. Solo estoy enojado porque no puedas recuperar tu vista...

Se dejó abrazar, llorando a cantaros. ¿Cómo no descartar la idea? El doctor, luego de atenderla, bien claro le había dicho. Un 60% del útero removido. ¿Dónde albergar un pequeño allí? ¿Cómo dar vida a alguien con tan poco espacio, con tan poca maternidad? Comenzó a gritar de dolor, dejandose caer de rodillas. No era justo.

-

Sonrió por unos cortos segundos, para luego hacer un mohin infantil. ¿Enojado por no recobrar su vista? Bufó, girando el rostro al lado contrario a él.

Dal: No necesito vista... ¡soy feliz así! Con las caricias de Len, la voz de Len e incluso su escencia... ¡no necesito verte para amarte más!

La siguió abrazando contra el, mientras le limpiaba las lagrimas constantemente. Hoy parecía salirle todo mal, y Con no dejaba de salir herida.
Le besó la frente, intentando que se calmara.
Lou: Con, tranquila, encontraremos una solución para esto...

-

Se sonrojó, abrazandola por detrás. ¿Cómo podía quererla todavía más? Cada día crecía su amor por ella.
Len: Dal, acabas de hacer sonrojar a un demonio.
Sonrió, girandole el rostro para besarla.

Poco a poco se fue tranquilizandose, quedando finalmente en silencio, sólo con jadeos. ¿Solución? No la había. Sintió una puntada en el estómago, provocando que jadeara con más fuerza.

Con: quiero ir a casa...

-

Se sorprendió de que la abrazara y la besara repentinamente, sonriendo al separarse. Con que incluso ella tenia el poder de hacerle sonrojarse.

La tomó en brazos, cuidando que el lobo no se cayera con el movimiento y posicionandola de tal manera que no pudiera bajarse, y a la vez evitando que se evitara su desnudez.
Lou: Preferiría que no te fuerzes...

-

Apoyó su cabeza sobre el hombro de ella, sonriendo.
Len: Al fin tenemos algo de tranquilidad...
Habían comenzado ellos dos, y ahora eran cuatro más la anciana en una casa. En cierta medida, ya no había demasiado silencio.

Suspiró, dejandose llevar. Quizás... sólo era estres. Nervios, ¿no? Cerró los ojos, mientras acariciaba al pequeño animal, deseando llegar rápidamente a su casa.

Con: Quiero llegar.. y ducharme..

-

Asintió levemente, acariciandole el cabello.

Dal: Extrañas esos días en que viviamos en una casa abandonada solos, ¿no?

Ella tambien, sólo que al recordar la ultima experiencia en esa casa... no le resultaba agradable.

No tardó en llegar, subiendo hasta el departamento de Con. La dejó bajar en cuanto entraron, suspirando.
Lou: Tomate tu tiempo.

-

Len: En parte... pero es bastante agradable vivir con otros...
Nunca antes había estado rodeado de tanta gente tan... agradable. A pesar de la cantidad de peleas que tenían, y las cosas que a veces debía soportar.

Al sentir el suelo de su departamento bajo sus pies, se sintió a salvo. Caminó en primera cuenta hacia su cuarto, recostando al lobo en la cama, para luego salir, cerrando la puerta.

Con: Dejale dormir, ¿si..?

inmediatamente caminó hacia el baño, decidida a darse la ducha que esperaba.

-

Asintió, cerrando los ojos y dejandose caer contra Len.

Dal: Lo es... tener gente que se preocupa por ti y te quiere.. ¡incluso se preocupan por Len!

Suspiró al verla entrar al baño, entrando a la cocina para mojarse el rostro. Se miró al espejo con una debil sonrisa. Quizás lo peor era que se imaginaba como padre, junto a Con. Definitivamente la vida no era justa.

-

Adoptó un tono ofendido, en juego
Len: ¿Eso que quiere decir?
Se rió luego.