In my arms, a new life ~

Comenzó a nadar por los alrededores, salpicando agua y demás, para finalmente abrazarse a la espalda de Lou, sonriendo. Su cuerpo era cálido, tanto que le hacía olvidar el frio del ambiente.

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¿Por qué daba vueltas alrededor de la casa de Xer? Se sentía un idiota, esperando por ver a Ek y hablar con él de lo sucedido, en lugar de ir, tocar la puerta y hablarle. Suspiró, sentandose en el suelo a relajarse, lo cual no pudo ser. Un cuchillo aterrizó cerca de un arbol a su derecha, asustandole levemente.

Giró para tenerla frente a el, alzandole el rostro y besandola. Quizás era su cabello mojado que se pegaba a su rostro, u otra cosa, pero sentía la necesidad de besarla allí. Sobre todo cuando ella se le había acercado

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No se detuvo a recogerlo. En cambio, saltó a una rama cercana, comenzando a correr y saltar por el lugar. Casi había olvidado como se sentía tener que calcular la distancia y la fuerza para acertar con su cuchillo, al mismo tiempo que evitaba chocarse con las ramas delante suyo. Sin pensarlo comenzó a reirse.

Se sorprendió, pero acabó por rodear su cuello con sus brazos, correspondiendole el beso. Lou solía ser algo misterioso, besandole de la nada. Pero no le molestaba.

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Es risita la conocía. Se sonrojó visiblemente, decidido a concentrarse en el cuchillo cercano a él. Lo quitó del arbol, comenzando a usarlo como si fuera un juguete. Concentrarse en otra cosa que no fuera Xer, eso era bueno.

La abrazó por la cintura, apegandola a el, sin importarle que Con no tuviera nada en su parte superior. Se separó algo sonrojado, con los ojos brillando.
Lou: Eres hermosa, lo sabes ¿no?

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Se detuvo luego de algunos minutos, jadeando por aire mientras se seguía riendo. Había extrañado las practicas. Aun cuando sus padres no estaban para ordenarle a donde ir, a quien matar, eran parte de ella. Su risa se detuvo al ver que el primer cuchillo había desaparecido, quedandose en silencio. ¿Quien estaba allí?

¿Por qué por momentos actuaba tan extraño? No sabía si sentirse atraída o aterrada. Sonrió, asintiendo, con las mejillas levemente sonrojadas. ¿Cómo no sentirse hermosa si a cada segundo se lo repetia?

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Intentó ignorar el hecho de que su risa se había detenido. Estaba en el suelo, girando el cuchillo entre sus dedos, concentrado en ello. No podía olvidarse de lo sucedido el otro día. ¿Qué debía hacer con ello?

Le acarició la mejilla, sonriendo y luego besando el lugar. La dejó ir, aunque no se separó demasiado, comenzando a flotar sobre su espalda

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Se acercó despacio hacia donde se suponía debía estar el cuchillo. No se molestó en ser silenciosa, de igual manera su respiración la delataba. Se sonrojo profundamente al ver a Nyelo, tranquilamente sentado cerca de donde había estado ella.
Xer: ¿Qué haces aquí?

Se sonrojó levemente, para luego nadar a su alrededor. Suspiró, dejandose flotar.

Con: ¿Por qué... por momentos eres asi?

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Elevó el rostro al oir que le hablaban, para luego sonrojarse con furia. ¿Cómo no recordar lo sucedido en ese momento? Volvió a desviar la mirada al cuchillo, moviendo su cola de un lado a otro, nervioso.

Nyelo: Pues, pasaba por aqui...

Lou: ¿Así como?
Se rió, acercansose a ella. recorrió con su dedo la marca de la mordedura de ese muchacho, haciendo una mueca. No le gustaba que alguien más marcar la piel de Con. Además con tanta violencia.

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Xer: ¿Y quieres hacer que te maten? Mi hermano entrena a estas horas, y cualquiera de los dos podría haberte confundido con alguien cualquiera y-
Se detuvo a ella misma, suspirando. Su propio sonrojo no disminuía, y ahora lo tenía demasiado cerca como para no activar su memoria.

Cerró los ojos al sentir la caricia, sonrojandose un poco más. Sintió un temblor recorrerle, era perfecto.

Con: Así... tan dulce y excitante que no puedo resistirme...

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Iba a decir algo, pero le resultó imposible. La tomó de la mueca rápidamente, tirandola sobre él, para luego abrazarla por la cintura. Su sonrojo, increiblemente, aumentó aún más.

Nyelo: Pues, podría sobrellevar un par de heridas

Sonrió, acercandose a su cuello para bersarlo lentamente, subiendo hasta la línea de su mandibula, para luego comenzar a descender nuevamente.
Lou: ¿de verdad?

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No podía tranquilizarse si Nyelo estaba tan sonrojado. Y quizás ahora era peor por tener tan cerca su rostro. Intentó alejar ese pensamiento con un mínimo movimiento de cabeza.
Xer: No lo dices en serio... no podrías soportarlo.

Tembló, acabando por soltar un jadeo bajo.

Con: En serio...

¿Por qué se sentía tan satisfecha con sólo un roce, una caricia lenta? Acarició su pecho, pasando las yemas de sus dedos por éste, descendiendo.

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Lo sintió como un reto. Y él odiaba que lo retasen, quizás tanto como Ek o más. Le extendió el cuchillo, sonriendole de una forma extrañamente retorcida.

Nyelo: Intentalo...

(Y ahora, sado (?))

Continuó besando su cuello, además de besar ahora sus hombros, acariciandolos al igual que sus brazos, y por último su cintura. Deslizaba los dedos suavemente, alentado por las propias caricias de Con.

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Le sonrió de medio lado, tomando el cuchillo con un movimiento rápido e introduciendolo por debajo de su remera sin detenerse a pensarlo. Tocó con la punta el pecho de Nyelo, sin ejercer presión alguna.
Xer: ¿Me estas pidiendo que te clave un cuchillo... solo para demostrar algo?

Jadeó, aun temblando. Podía sentir, además de por el frio del agua y por las caricias de Lou, los pezones erguidos, haciendole doler. Pro era un dolor placentero.
Llevó una de sus manos al cabello de Lou, acariciandolo con cuidado, al igual que su cuello y hombros.

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Su sonrojo descendió levemente, pero no del todo. Tenia sus manos debajo de su remera, y era un recordatorio constante de lo sucedido. Sonrió de medio lado, aún moviendo su cola.

Nyelo: Haz lo que quieras conmigo

Subió lentamente una mano por su abdomen hasta su pecho, acariciando uno de sus pezones con cuidado, mientras la otra se encargaba de seguir acariciando su cintura. En ningún momento detuvo los besos sobre sus hombros y cuello.

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¿Cómo se suponía que debía tomar ese comentario? Sin darse cuenta había enterrado el cuchillo lo suficiente para que saliera una gota de sangre, retirandolo al darse cuenta. Suspiró, guardando el cuchillo.
Xer: Ten más cuidado con lo que dices

No pudo resistirse a gemir, sonrojandose aun más. ¿Por qué estaba tan sensible? ¿Por qué ansiaba tanto eso? Sintió los labios temblar.

Con: ...te amo...

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Jadeó al sentir el cuchillo clavarse en su piel, sonrojandose aun más. Con su cola, quitó la gota de sangre, para luego llevarla a su boca y lamerla, observando directamente a Xer. ¿Por qué hacía eso?

Sonrió, besandole los labios con lentitud.
Lou: También te amo...
Presionó un poco su pezón con el dedo pulgar, sin poder resistirse a oirla nuevamente gemir. Eran los sonidos que lo volvían loco.

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Se sonrojo todavía más, levantandose y alejandose de el, pero sin poder quitar la mirada de el. ¿Por qué? Había matado a personas, y no podía manejar una situación así.

Sonrió, para luego lanzar un gemido inesperado. ¿por qué hacía eso? Sólo le volvía loca.
Se inclinó para besarlo nuevamente, ahogando los gemidos y jadeos entre el beso.

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Al ver que se alejaba, desvió la mirada de ella. ¿Qué diablos hacía? ¿Acaso, realmente, intentaba seducirla?

Nyelo: Lo siento...

Lo devolvió el beso, mientras subía su otra mano para acariciar su otro pecho. Le fascinaba escucharla producir sonidos tan naturales.

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Se sentó frente a el, observandolo sin desviar la mirada. Su cola se agitaba levemente, nerviosa. Y quizás lo peor era que su sonrojo no disminuía.
Xer: ¿Te lastime... con el cuchillo?
Decidió cambiar de tema, era lo mejor.

Tembló un poco más, para gemir con aún más naturalidad. Era increible el control de Lou sobre ella, sintiendo que se perdia en el deseo. Se separó de sus labios, para pasar a morder su oreja con cierta sensualidad.

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Asintió con la cabeza, pero sin mirarla. El rostro de lado, sonrojado y los ojos brillantes, ademas de apegarse cada vez más contra el árbol en que estaba sentado, dandole un cierto aire de ser violable, pese a que en la realidad no era asi.

Nyelo: Pero... no dolió...

Jadeó al sentir la mordida, pellizcando uno de los pezones de Con sin intención. Ya no sentía el frio del agua, estaba demasiado concentrado en el calor del cuerpo de Con

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Xer: Mirame.
Frunció el ceño levemente, molesta porqe se negara a dirigirle la mirada. El no era así. Siempre se había mostrado seguro, fuerte, y ahora estaba haciendo lo posible por desaparecer.

Con: L-Lou... aquí no... ¿Qué pasa si viene alguien?

Aunque ni ella podía resistirse. Se restregó contra él, jadeando, excitada.

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Mantuvo la vista a un lado por largo rato, para finalmente clavarla en ella unos segundos y luego volver a desviarla. ¿Qué quería lograr con eso?

Lanzó una risita, echando un vistazo alrededor.
Lou: No hay nadie... y no puedo detenerme...
Bajó una de sus manos hasta su ropa interior, introduciendo su mano y comenzando a acariciar su entrepierna con delicadeza.

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Bufó, levantandose ella y caminando hacia el. Se acuchilló frente a el, recordando como había reaccionado al desafio ¿Funcionaría dos veces? Le sonrió de forma burlona, a pocos centimetros de su rostro
Xer: ¿Acaso eres tan debil que no puedes soportar mirarme a los ojos?

Iba a decir algo para detenerle, pero sus palabras terminaron acalladas al sentir las caricias en su entrepierna. Dejó caer su cabeza contra él, jadeando y gimiendo a gusto, sin detenerse. Si él no sentía miedo, ella tampoco debía hacerlo, ¿no?

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Gruñó, clavando rápidamente su mirada en la de ella, sólo que el efecto no fue el esperado. Su sonrojo aumentó aun más y sentía que necesitaba observar hacia otro lado. Se sentía... debil.

Introdujo con lentitud un dedo dentro de ella, acariciando su espalda por el medio, descendiendo y ascendiendo lentamente. Introdujo un segundo dedo, comenzando a realizar un movimiento suave.

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Suspiró, separandose algo de su rostro, pero sin moverse. No la estaba ayudando en nada que el fuera así. ¿Acaso de ahora en más iba a evitar mirarla?
Xer: No te entiendo. Me besas estando Ek al lado, y cuando estamos los dos solos no puedes ni mirarme.

Sintió un escalofrío recorrerle la espalda, que desapareció ni bien Lou comenzó a acariciar su espalda. Se sentía tan... amada. Porque incluso en esos momentos él le hacía sentir amada y no usada.

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Iba a decir algo como "él fue quien me incitó", "fue para molestarte" o cualquier excusa. Pero no pudo, simplemente le fue imposible. A cambio, la tomó del cuello, acercándola a él, para luego besarla profundamente, mordiendo sus labios.