In my arms, a new life ~

Le giró sobre la cama con poco esfuerzo, aun sosteniendole las muñecas, comenzando a lamerle las maltratadas orejas. Separó sus piernas con algo de esfuerzo, colocandose entre estas.

Intentó alejar las orejas del rostro de Kui, sin poder evitar sonreír. ¿Por qué quería estar solo, y a la vez, si Kui se iba, estaría más enojado?

Mordio sus orejas nuevamente con fuerza. No queria eso, no queria verle sonreir.

Gimoteó, gruñendo luego, alejando nuevamente las orejas del alcance de Kui, o al menos intentando

Sonrió mentalmente al sentir que le empujaba, soltando sus orejas, para bajar a su cuello, lamiendo y mordisqueando.

No se quedó quieto, se siguió moviendo intentando soltarse definitivamente. Sus orejas ardían y le molestaban en cada movimiento que hacía

Dejó salir una risita, mientras sostenia sus muñecas con una sola mano. La otra la usaba para tantar territorio, llendo directamente a su entrepierna.

Intentó cerrar sus piernas, y detener el movimiento de la cola de Kui con la suya propia. A su vez trataba de soltar sus muñecas.

Abrio sus piernas a la fuerza, rompiendo su pantalon para poder abrirlo, al igual que su ropa interior. Le besó a la fuerza, lamiendo y mordiendo sus labios, mientras comenzaba a tocar su miembro sin descaro, ignorando la resistencia.

No pudo evitar jadear ante el contacto, deteniendose por unos instantes. Lo odiaba. No podía mantenerlo alejado, y en esos momentos no quería que se alejara. Era una especie de tortura

Sonrió al oirle jadear, separandose lo suficiente para mirarle.

Kui: Hacía largo rato que no te moestrabas furtivo a que te tocara... me haces las cosas muy simple a veces y no me agrada...

No dijo nada, solo se quedó observandolo mientras volvía a intentar quitarlo de allí. No se rendiría tan fácil.

Dejó salir una risita baja, mientras envolvia su miembro con su cola, comenzando a moverla de arriba hacia abajo.

Kui:¿Seguiras en tu papel de terco? ¿Realmente me quiere lejos, mascota?

Gimió con fuerza, elevando su cadera. ¿Lo quería? Era imposible de contestar. Acabó por negar debilmente con la cabeza, solo para responder

Sonrió, mientras apretaba cada vez más la punta a medida que subia.

Kui: ¿Siempre fue asi?

Jadeó, elevando todavía más su cadera. Lo estaba enloqueciendo. Ahora apenas podía cerrar su boca. Asintió con la cabeza, abriendo los ojos por unos momentos, para observarlo, cerrandolos nuevamente luego.

Kui: Recuerdo que en un principio me amenazabas para que no te tocara... eras una mascota arisca... pero me encantaba...

Apretó más su cola contra su miembro, deteniendo el vaiven, mientras disfrutaba de mirarle deseoso.

Su cuerpo sufrió un espasmo, amenazando con ponerse de costado. Se estaba volviendo loco realmente. No podía contestarle, no podía hablar.

Kui: Se te ve deseoso... que pasa, gatito?

Nour: Y-yo... no, no soporto... más...
Mordió su labio, desesperado por controlarse

Le obligó a elevar las caderas con ayuda de sus pies, dejandolo para que mantuviera equilibrio solo. Comenzó a acariciar su entrada con la yema de los dedos, manteniendo su cola sobre su miembro, inmovil.

Kui: No vayas a caer..

Gimió, haciendo lo posible para hacer lo que le decía. Se sentía sin fuerzas para mantener su cuerpo elevado, o mejor dicho, no podía concentrarse en eso

Kui: ¿Cómo es que pasaste de odiarme a ser tan sumiso, tan docil...?

Introdujo un dedo en su interior, con cierto cuidado.

Rechinó sus dientes, cerrando sus ojos con fuerza. Lanzó un pequeño jadeo, obligandose a morder su labio luego. Detestaba cuando hacía eso

Lo observó, para luego dejar salir una ligera risita.

Kui: No estás respondiendome