~ Lost inside me

Acabó escondido en el parque de atracciones abandonado. Se había escondido dentro del Payaso del carnaval de terror. Se abrazaba a sus piernas. ¿Por qué se sentía tan dolido? Despues de todo, Xer le había dicho parte de la verdad. Una parte distorsionada, donde él era el malo... aunque en realidad era la víctima.

Salió de la casa, comenzando a buscarlo. Se subía a los arboles, lo llamaba por su nombre... pero no conseguía ver nada. Tampoco el iba a dejarse encontrar tan fácilmente. Era casi gracioso como cometía error tras error, uno peor que el otro. Se dio vuelta, corriendo hacia la torre de Edna. Debería haber pensado en eso antes. Tocó la puerta, rogando porque Ek no estuviera allí.

Edna abrió la puerta, mirando a Xer. ¿Acaso no era la chica que...? Bufó, mientras enviaba a su Meowclops dentro de la torre.

Edna: ¿Se han peleado con Ek? No está aquí. Ni siquiera pasó a saludarme...

Hizo un pequeño mohin. Ek, despues de todo, sólo se acordaba de ella cuando tenía problemas. Pero le hacía sentirse bien. Bufó.

Edna: ¿Has tratado en el parque de atracciones abandonado? Le he visto varias veces allí.

Bien, eso era algo. Suspiró aliviada para luego agradecerle corriendo hacia donde le había dicho. ¿Qué iba a decirle? Debía solucionar esto de alguna manera coherente. Llevó su mano a su rostro, notando que ya no lloraba. ¿Acaso había llorado lo máximo ya?

Negó con la cabeza, cerrando la puerta al verla irse. Amores de adolescentes, nunca estables.

Ya no lloraba. Sentía como si hubiese usado todas sus lágrimas en vano, ¿o no? Suspiró. Extrañamente no quería matarse ahora. No le encontraba el motivo. Pero quizás irse. Cambiar de ciudad, de ambiente por unos días. Suspiró; no podía hacer eso. No podía pensar en dejar a Xer en la deriva.

Entró en el parque de atracciones abandonado colocandose en el centro de este, buscando con la mirada a Ek. Al no encontrarlo decidió dar por sentado que no saldría.
Xer: ¿Ek? Se que estas aquí... ¡Ek!

Suspiro al oir a Xer. ¿De qué servía esconderse? Si ella le había buscado... debía enfrentar lo que quería decirle... sea bueno o malo.
Se puso de pie, saliendo del juego, mirando a Xer, para luego desviar la mirada.

Corrió para quedar frente a el. No se atrevía a abrazarlo, incluso le costaba mantener su mirada fija. Pero lo hizo.
Xer: Lo eché a perder, ¿verdad? Ek yo... yo no lo sabía. Creí que tu habías terminado con las relaciones, yo, no tenía forma de saberlo.
Excepto por Oocani, no estaba enterada del resto de las parejas de Ek.

Suspiró, devolviendole el abrazo. La acurrucó contra él, sintiendose débil, frágil por ella. Le acarició el cabello, para luego inclinarse y besarla. ¿Qué más podía hacer? Se separó, sonriendole con pena.

Ek: No saques conclusiones antes de juzgar...

Asintió abrazandolo del cuello para besarlo. No quería hablar, no quería sentir más dolor, ni más angustia, ni ninguna otra cosa parecida por el resto del día. Solo quería ser besada y abrazada por Ek.
Xer: No quiero que me dejes... no quiero perderte...

Le sonrió, negando a todo lo que ella decía. ¿Cómo podría dejarla si ya era la razon de su vivir? ¿Cómo dejarla si no podía estar sin ella? Pero esas eran cosas que se guardaría para él, hasta el día en que tuviera que decirlo. Besó su frente, sonriendo.

Ek: Estoy aquí, Xer... y no pienso irme ni dejarte..

Se abrazó a el, siendo reconfortada por esas palabras. Ridiculo, ella era quien lo lastimaba, y terminaba siendo reconfortada. Sonrió, cerrando los ojos, dejandose llevar por sus palabras... y por el hecho de que estuviera ahí con ella.

Sonrió, arrodillandose frente a ella, clavando su mirada en sus ojos (Estilo petición de casamiento). Desanudó el collar en su cuello, para luego dejarlo colgando en su mano, en dirección a Xer. ¿Por qué se sentía tan nervioso? Dejó salir una risita.

Ek: Si tomas esto... estaré contigo toda la vida... no importa qué pase...

Él sabía, mejor que Edna incluso, quien le había dado ese collar... que allí se encontraba su alma.

Agarró el collar sin dudarlo un segundo, aunque con los nervios a flor de piel. Su mano no temblaba, increiblemente, pero no se movía con la usual rapidez. Cuando lo tuvo, lo llevó hasta el corazón, abrazandolo ahí. Se inclinó, besandolo. Nada la iba a separar de el, no ahora.

¿Por qué se había sentido tan esperanzado y feliz al ver como aferraba el collar a su pecho? Le correspondió el beso, para luego ponerse de pie y abrazarla. En algun momento le diría lo que ese collar era. Pero no ahora.

Anudó el collar a su cuello, besando este luego, para sonreír hacia Ek. No era un simple collar, podía sentirlo, pero esperaría hasta que el se lo dijera.
Xer: Te amo Ek... y ahora no te librarás de mi

Ek: No buscaba librarme de ti... a decir verdad, soy feliz contigo

Llevó una mano a su cabeza, acariciando entre sus orejas.

Rió, moviendo su cabeza como si fuera un gato.
Xer: Me alegro

Sonrió, para luego mirar a su alrededor. ¿Por qué no se sentía tan a gusto en ese lugar ahora, como años atras? Tomó a Xer de la mano, comenzando a caminar.

Ek: ¿A dónde quieres ir?

Lo siguió, pensando.
Xer: Sorprendeme
Un lugar... no podía pensar en uno concretamente.

Ek dejó salir una risita. No podía sorprenderla realmente, no conocía lugares romanticos ni lindos como para ir con ella.

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Pateó una roca, sintiendose cansada. Estaba tan aburrida. Se sentó en el suelo, sobre una roca, mirando sus botas.

Con: Qué divertido es este lugar...

Xer: O puedes simplemente llevarme a tu casa otra vez
Siempre que no fueran a su casa, sería bueno.

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Lou suspiró, abriendose camino. ¿qué hacía ahí? Si, le habían dicho que debía explorar el lugar, pero eso era ridiculo. Se estaba metiendo en lugares completamente desconocidos.

Ek sonrió.

Ek: ¿Por qué mi casa? Extrañas al señor lapiz y el señor pincel?

Rió socarronamente.

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Recostó la cabeza sobre un arbol, para luego mirarse a sí misma. Una remera con el abdomen al aire, quizás demasiado escotada, pero con su falta de pecho no era un problema. Pantalones ajustados, con cadenas, y los borcegos. Y su cabello corto, revuelto. Llevó una mano a su cabeza, revolviendolo un poco más.

Xer: No, no los extraño. Pero creo que tendrás que explicarle a Nyelo porque estaba atada.
Y explicarle que no podía decir una palabra, porque acabaría muerto.

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Lou contuvo un bufido al ver a Conn, y contuvo un sonrojo también. ¿Quien usaba eso?
Lou: Vaya, esto se pone cada vez mejor.
De verdad, perdido y se encontraba con una chica que estaba tras de Karh.

Ek se encogió de hombros. Notaba bien el tono de amenaza en la voz de Xer, pero no le resultaba importante.

Ek: Sabe que no debe decir nada. Y luego vendrá a hacerme mil preguntas, así que no iré a él a contarle..

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Giró el rostro hacia Lou. ¿Debía sonreir? Lo hizo sarcasticamente. La pintura de labios roja resaltaba demasiado con su tono blanco de piel.

Con: Puedes irte por donde viniste si quieres, no necesito vibraciones malas ahora