Good to you

Lou: Callate.

Estaba sentado en medio de una calle, con el agua escurriendo por cada centímetro de su cuerpo, y no le importó. Estiró la mano hacia su muñeca, tirando para atraerla contra él, abrazandola.
Enterró el rostro en ella, volviendo a derramar lágrimas, odiando su debilidad, y amandola al mismo tiempo.

Lou: No quiero que nadie me recompense, quiero que estes a mi lado, quiero que seas mi esposa y quiero formar una familia contigo.

Se atrevió a levantar la vista, acariciandole el rostro con su mano, su piel tan suave, ella tan fuerte y al mismo tiempo delicada, le había robado el corazón, y no tenía interes en recuperarlo.

Lou: Pero lo que mas quiero es que te veas como yo te veo. Eres lo mejor que me ha pasado, y lo que me hace sonreír cada día.

-

Maigne: M-Me alegro... me asustaba tanta hiperactividad junta.

Porque eso parecían ser, al menos su compañera, alguien que nunca paraba y estaba en total actividad. De tan solo ver a una persona así, ella se cansaba.
Su sonrojo, que no había disminuido en ningún momento, aumentó todavía más de ser posible al oírlo.

Maigne: E-e-estoy bien... gracias.

-

Dejó de gritar solo cuando se vio en los brazos de Hell, abrazandose a este. Débil e inutil era como se sentía, pero estaba realmente agradecida de que alguien la hubiese atrapado.

Golpeó al dragón, chillando de dolor, sus alas siendo desgarradas por los dientes. No importaba, había demasiados de ellos y muy pocos del inframundo, su pérdida no importaría, solo querían al ser de luz. Era lo único que le importaba.
Sus fuerzas fallaron, pero sabía que otros tomarían su lugar, esa chica... no solían encontrar fuentes de alimento tan durareras.

Se dejó abrazar, para finalmente rendirse y abrazarlo con fuerza. Debería irse, alejarse, decirle que no se casarían, que era lo mejor. Que sería lo mejor para él. Pero se sentía débil y aterrada ante la idea.
Al sentir la caricia en su rostro, llevó una mano sobre la de él, deteniéndolo. Cerró los ojos, sintiendo que podría morirse. No quería, pero sentía que era su deber. Y aunque no le gustara, debía cumplirlo.

Con: Lou... es lo mejor para tí...

-

No supo que decir. A ser sincero, si no los conociera, tampoco soportaría a Neisha y su novio. Pero era demasiado admitirlo. Se preparó un rápido té para luego salir de la cocina e ir hacia Maigne. Si bien le había dicho que no quería nada, podía verla pálida y sintió que debía estarse congelando. Apoyó el té unos segundos en el suelo, para sacarse la bufanda y colocársela en el cuello con cuidado, sonriéndole cálidamente para luego volver a tomar su té.

Levi: No quiero que te enfermes

-

El golpe fue lo de menos. Sabía que si lo dejaba irse, buscaría refuerzos o intentaría retomar control sobre Rin. Sin mucho más tiempo que perder, rugió para luego abrir sus mandíbulas de forma monstruosa y arrancar la parte superior del ángel, dejando sólo parte de su abdómen y piernas caer a la tierra, derramando sangre.
Hell observó la escena con cierto disgusto, mientras tapaba los ojos de Rin.

Hell: Bueno... eso ha estado cerca...

Lou: ¿Y cómo sabes qué es lo mejor para mi?

Era doloroso pasar por esta situación otra vez, pero nunca dejaría de sostenerse en su posición. Él no era nadie sin Con, solo otro idiota más, en un mundo de idiotas, pero ella... sacaba lo mejor de él, sacaba su lado más comprensivo, su lado más dulce, calmaba su rabia y lo abrazaba cada vez que tenía aquellas pesadillas.

Lou: No es tu desición. Si quieres irte porque ya no quieres estar a mi lado, te dejaré marchar, pero si solo quieres hacerlo "por mi bien" entonces detente, porque no te dejaré hacerlo.

No permitiría que su inseguridad le dejase destruir todo por lo que habían luchado, juntos, codo a codo. Ella tenía un relfejo de si misma completamente deteriorado, y era ese mismo reflejo el que le hacía creer que debía alejarse.

-

Le sonrió, acariciando la bufanda con los dedos. Era suave, y podía sentir que era abrigada... el problema era ella, y su frialdad natural, pero el gesto... el gesto era algo realmente tierno.

Maigne: Gracias... -Observó el sillón, caminando hasta este- Permiso.

Se sentó, quitándose los zapatos y subiendo las rodillas para abrazarlas, observándo atentamente a Levi. Le fascinaba, sus ojos, su cabello, su actitud en general.

Maigne: Tienes ojos hermosos.

Se ruborizó al darse cuenta que lo que originalmente era un pensamiento, terminó por salir de sus labios, sintiendo miedo. ¿Qué había hecho?

Maigne: ¡Lo siento, lo siento!

-

Tragó saliva al ver la escena, sintiendo algo de nauseas. Una cosa era describir muertes horrendas en detalle, otra muy diferente el presenciarlas.
Su mente recordó aquella tarde en el bosque, cuando Rin tuvo que elegir quien era más capaz de protegerla... al menos no había escogido a un debilucho.

Agradeció que sus ojos no pudiesen ver lo que ocurría, ya el sonido era suficiente para provocar nuevas lágrimas.

Rin: G-Gracias...

Sonrió levemente, para luego inclinarse y besarlo. Un simple roce que lograba que moviera su mundo. Se separó, suspirando, mirándolo a los ojos fijamente.

Con: Te amo como no te das una idea... pero me iré, Lou. Por un tiempo. Será lo mejor... -suspiró, sintiendo que podría llorar-. No te diré a donde voy, ni llevaré mi celular, no volveré a la casa por mis cosas... Ésta es la última vez que me verás en un tiempo... lo siento...

Le acarició el rostro con cuidado, para luego ponerse de pie y comenzar a correr lejos de allí. ¿A dónde iría? No tenía idea. Pero se alejaría por un tiempo. Sería lo mejor para él.

-

El sonrojo que sólo afectaba la punta de sus orejas se había expandido por todo su rostro, por lo que decidió esconderlo detrás de la taza de té, bebiendo de ella. Era la primera vez que le decían algo así. Siempre se habían burlado de sus ojos. Siempre los había odiado.

Levi: A-A mi... me gustan mucho los tuyos...

-

Lesius se acercó a Rin, lleno de manchas de sangre, para abrazarla con fuerzas. Se había sentido tan aterrado, tan... débil. No quería que ella fuese alimento de nadie, ni posesión de nadie más. La quería con él. Enterró el rostro en su cuello, respirando agitadamente.

Lesius: Eres mía...

..

Hell descendió del árbol, caminando a un lado de lo que quedaba del ángel, para luego acercarse a Cam. Acarició su rostro, pálido ahora, sonriéndole en un intento de calmarla.

Hell: ¿Estás bien? ¿Estás herida? Lamento haber demorado... el inframundo es un caos...

La observo irse sintiendo que allí iba su vida, corriendo descalza y tan solo una remera.
Se quedó observando la dirección en la que Con había desaparecido, aún cuando ya no quedaban rastros de ella, y aún sabiendo que no la vería volver. Suspiró por fin, dejando que su cuerpo actue por inercia, caminando en lado contrario, sin detenerse hasta llegar a la playa, ¿qué mas daba ya? se sentía vacío, y el departamento era un recuerdo de Con que no quería pisar.
Chasqueó la lengua, sumergiendose. Algunos en su situación llorarían, otros buscarían el consuelo de la familia... él, bueno, tenía una guerra que ganar.

-

Bajó la vista, sonriendo a medias. Se preguntaba si le gustarían cuando fuesen tan rojos como la sangre, cuando sólo hacían que se viese más loca de lo que normalmente se sentía.
En lugar de decir algo así, se encogió de hombros, sin levantar todavía la vista.

Maigne: No tienen nada de especial, pero los tuyos son como un arcoiris... Siento que podría mirarlos por horas.

-

Se abrazó contra él, llorando como una tonta. El olor a la sangre le mareaba, pero la necesidad de él era mayor. Necesitaba sentir que todo estaba bien.
Entre las lágrimas no dejaba de decir cuánto lamentaba todo, y pedir perdón.

..

Le sacó la lengua, cruzándose de brazos en un enojo fingido.

Cam: Tonto, no me gusta que me hagan esperar.

Bajó la vista, sonriendo luego. Le costaba demasiado actuar como lo hubiese hecho la vieja Cam, le costaba mantenerse dura. Se alzó lo suficiente para darle un beso en la mejilla.

Cam: Gracias.

Alzó la vista luego hasta su amiga, nuevamente la culpa carcomiendola... si no la hubiese dejado sola...

Cam: ¿Rin? ¿Estas bien?

[Pasan dos días]

No había parado en ningun lado. No había vuelto al departamento, no había buscado su celular y seguía vestida igual que en aquel momento. Su cabello era un desastre, y lo único que le daba algo de confianza era aquel pedazo de playa, la arena bajo ella y el oleaje que iba y venía libremente.

-

Miró a su taza de té, casi terminada, para luego caminar hacia el sofá y sentarse. Sabía que el sonrojo en su rostro no se había disminuído. Suspiró, tomándo el libro, para finalmente abrirlo en el principio, sin mirar a Maigne.

Levi: P-Puedes hacerlo si quieres... mientras leo...

Y sin más, comenzó a leer.

-

Lesius: Rin... estás a salvo... nunca dejaré que nada te pase...

No la soltaba, no estaba en sus planes. Quería estar con ella a casa segundo de ser posible. Acarició su espalda, para luego besar su cabello, comenzando a tararear una de las canciones que ella solía tocar en su violín.

-

Hell elevó el rostro, para luego suspirar al ver a Lesius.

Hell: Debe estar en shock. Es normal... creo que eres de los pocos humanos que no se asustan estando en ese tipo de situaciones...

Volvió la mirada hacia ella, acercándose para besarla. No buscaba alimentarse, sino "alimentarla" a ella. Que se sintiera segura, que se sintiera a salvo.

Estaba sobrevolando la zona, yendo hacia lo de Cani para sus "almuerzos mensuales". Era extraño, ser el mejor amigo de quién solía ser tu pareja, y verla ahora con aquel pirata, pero se la veía feliz, y había conservado su amistad luego de todo lo que le había hecho. No podía quejarse, pero su plan se desvío al ver a Con.
Se dejó caer, removiendo un poco el aire al aterrizar, abriendo los ojos al ver el estado en el que estaba.

Toxa: ¿No hace un poco de frío para ir sin pantalones?

-

Estaa absorta, no solo la historia le cautivaba, también el hecho de tener a alguien leyendosela, alguien a quien claramente le gustaba leer, y transmitir lo que sentía con sus palabras. Podía ver en sus ojos los pequeños cambios con cada escena, como brillaban, y le hubiese encantado poder congelar el tiempo y quedar allí.

-

Abrazada a su cuello sentía que las emociones dejaban de ser un remolino, lentamente se iba calmando, las caricias de Lesius y sus palabras la reconfortaban, y al sentir su música supo que todo iría bien. Aún así no se soltó, no tenía fuerza ni para mantenerse en pie.

Rin: No me sueltes... por favor...

-

¿No asustarse? Estaba aterrada, pero la preocupación había ganado y eso la había puesto en movimiento. Lesius la protegía, y eso era una tranquilidad, pero ella tampoco permitiría que nada le suceda.
Cerró los ojos, atrayéndolo por la nuca a Hell, dejando que toda su angustia se fuese en ese beso, permitiendose relajarse, sonreír y creer que todo iría bien.

Cam: Es agradable tener un sexy guardaespaldas personal... pero me preocupa, parece que hay todo un grupo interesado en ella.

Salió de sus cavilaciones al oír la voz de Toxa, para girar el rostro hacia él y sonreír sin fuerzas. Miró sus piernas, completamente blanquecinas con los dedos rojizos en las puntas.

Con: Hace un par de días que no vuelvo a mi casa... me alejé por un tiempo, porque sería lo mejor para Lou... no he ido a buscar ropa. Así que... estoy como salí de allí.

-

Terminó la historia en unas horas, para finalmente cerrar el libro y clavar su mirada en Maigne. La luz del cuarto había disminuído por la hora, provocando una leve penumbra que ella iluminaba de cierta forma. Dudando unos segundos, llevó una mano a su rostro, sintiéndolo helado.

Levi: ¿Tienes frío?

-

Lesius: No lo haré... nunca lo haré...

Sólo quería protegerla, verla feliz. Lo que fuera que ella le pidiese, él lo acataría sin dudar ni un segundo. Su prioridad era simplemente ella.

..

Hell: No lo sé... han atacado el inframundo también. Creo que están planeando algo grande, pero no logro pensar qué

Y en cierta forma le aterraba. ¿Qué pasaba si Cam terminaba en peligro? Ella era un imán para ese tipo de situaciones. Él simplemente quería verla bien, en una completa pieza.

Se quitó con un movimiento su campera, apoyándola sobre los hombros de Con. Debía estar helada con tan poca ropa, más al oír su relato.
Se sentó a su lado, hundiendo sus manos en la arena todavía humeda por la lluvia.

Toxa: ¿Se pelearon acaso? ¿O simplemente te atacaste a ti misma?

-

Negó con la cabeza, sin apartar la mano de su rostro. El contacto... se sentía tan cálido, tan agradable. No estaba acostumbrada a tanta amabilidad junta.

Maigne: No... mi piel siempre está fría.

Le sonrió debilmente, sin apartar la vista. Se sentía extraña, quizás la historia le había llegado demasiado.

-

Se quedó allí por unos momentos más, separandose luego levemente para observarlo. No parecía herido, solo algo preocupado y exhaltado, le acarició el rostro, limpiando un poco de la sangre que se había secado sobre su mejilla.

Rin: Lamento haberte preocupado.

-

Cam: Soy algo así como un punto débil, ¿verdad? Algo me pasa y tienes que venir corriendo.

Suspiró, bajando la vista. Era útil, y, honestamente, si no hubiese aparecido hoy, no sabría que podría haber pasado. No era competencia para un angel, o para cualquier cosa sobrenatural, pero al mismo tiempo, si pudiese desactivar eso que le hacía saber cuándo estaba en peligro, entonces Hell no tendría que preocuparse por ella.

Cam: Algo es seguro, ambos hechos están relacionados, no podrían haberse acercado tanto si no había una distracción para ustedes.

Con: Un poco de las dos... y sé que debería volver a disculparme, pero no me siento lista para ir y verle a la cara...

Tomó los bordes de la campera,agradeciendole con la mirada, mientras la apegaba un poco más a ella. Sentía que su cabeza era un enorme campo de batalla interminable. Donde la única perdedora era ella.

-

¿Por qué... le miraba así? ¿Con tanto amor? No se atrevió a quitar la mano de su rostro, pero desvió la mirada, intentando calmar las palpitaciones aceleradas que repentinamente podía sentir en sus oídos. Quizás cambiar de tema...

Levi: ¿Q-Quieres comer algo?

-

Lesius: Lamento haber demorado... eres mi prioridad, debí llegar antes

Pero al batalla le había capturado con la guardia baja. Miles de shinigamis murieron, al igual que algunos recolectores. No podía abandonar su hogar de ese modo, pero debió imaginarlo. Rin no enviaba señales de peligro sin motivos valederos.

-

Hell: Cam... -tomó el rostro entre sus manos. Estaba seguro de que ya habían pasado ese tipo de conversaciones sin sentido, pero evidentemente era algo que ella no lograría superar nunca. Apoyó su frente contra la de ella, moviendo el rostro de un lado a otro lentamente-. No me importa si eres mi punto débil, me alegra que así sea, así que deja de preocuparte por eso...

Abrió los ojos, clavando su mirada en ella, mientras se transformaba en su versión humana, permitiendo una vista de primer plano a sus ojos opalinos.

Hell: No estarán en peligro. Nos encargaremos de ellos.

Toxa: Tomate tu tiempo, tienes cosas que pensar.

Ah, la eterna batalla con uno mismo. Era un tema recurrente, y podía entender el planteo de Con, y el creer que estarían mejor sin ella, aun cuando fuese una mentira. Si toda tu vida te han dicho que eres mierda, eso no cambia tan facilmente.

Toxa: Y mientras lo haces, estaba de camino a lo de Cani, se que es la hermana de... bueno, tu-lo-que-sea-que-sea, pero hay comida, ropa, y agua caliente.

-

Estaba demasiado tentada a comer realmente, quería inclinarse y comprobar si se sentía como ella creía que lo haría, y sus ojos brillaron levemente con un color rojizo, descartando la idea luego. Era una locura, y, algo ridiculo, apenas lo conocía, ¿qué hacía con esas ideas descabelladas?

Maigne: No, yo.. estoy bien, pero come si quieres.

-

Rin: Viniste, es lo que me importa... además, también tienes obligaciones.

Pero como se alegraba de que las hubiese ignorado. Si tan solo fuese más fuerte, como Cam, capaz de plantarle cara a lo que fuera... no pondría en tantos apuros a Lesius.

-

Le tomó las manos, clavando ahora la mirada en sus ojos.

Cam: Es que no puedo, odio que puedan usarme para llegar a tí, ¿y si por protegerme te ocurre algo? Puedo golpear a cualquier idiota en mi camino pero contra ustedes, o los angeles, estoy indefensa, y no me perdonaría si algo te llega a pasar por mi culpa.

No, no estarían en peligro porque Hell y Lesius se encargarían de estar pendientes de ellas, de protegerlas y de ponerse en riesgo. Y eso, no podía soportarlo.

Asintió, poniéndose de pie dispuesta a seguirlo. Necesitaba comer algo, necesitaba calentar su cuerpo. Y necesitaba volver a ser lo suficientemente humana como para enmendarse y enfrentar a Lou.
Suspiró, mirando a Toxa unos segundos. Su mirada había perdido luz, no era la Con de siempre.

Con: ¿Alguna vez te has sentido así?

-

Había visto ese brillo rojizo en sus ojos. Estaba seguro, no estaba loco. ¿O quizás sí? ¿Quizás era porque no traía sus lentes? Se llevó los dedos a sus ojos, pellizcando su tabique. No, definitivamente estaba loco, Maigne no cambiaría su color de ojos de esa forma anormal.
Suspiró, para luego sonreír, soltando su nariz. Eran imaginaciones suyas, sólo eso.

Levi: Dime qué quieres hacer -- es algo tarde, pero estoy seguro de que algun plan debes tener en mente

-

Podía ver en sus ojos que aquella felicidad no era completamente cierta. Podía imaginarse la razón, pero ¿cómo hacerle entender? La tomó en brazos estilo princesa, bajando de aquella rama poco segura, para simplemente mirar en dirección a Hell y Cam, alejándose de lo que quedaba del cuerpo del ángel.
Cuando se vio lo suficientemente lejos, se sentó en el suelo con ella a cuestas, acunándola como si fuera una niña pequeña. Su mirada se suavizó, pasando de ser un aterrador recolector de almas a simplemente Lesius.

Lesius: ¿Sabes que no está mal que dependas de mí, no es cierto? Los seres del inframundo y los seres celestiales somos demasiado poderosos. Mi deber, como tu conexión, es protegerte de ello... porque tú no puedes hacerlo por tu cuenta

-

Gruñó. ¿Qué diablos pasaba con ella? Por unos segundos extrañó a la vieja Cam, a la que daba por sentado que él debía hacer eso por ella y que se sentía orgullosa de tal. Que incluso se quejaba de que no llegase a tiempo. Se calmó lentamente, para soltarse de su agarre sin ser demasiado brusco, para pasar a acariciarle el cabello.

Hell: Es mi deber, soy tu conexión. Así como sin desearlo te coloco en la linea de fuego de lo peligroso de mi mundo, debo hacerme cargo y cuidarte de ello -juntó su frente con la de ella, cerrando los ojos-. No me importa salir herido... no moriré facilmente. Siempre estarás para cuidar mis heridas. Pero yo no puedo permitir que toquen siquiera un cabello tuyo... no mientras me sea posible

Se quedó observándola mientras caminaba, analizando los cambios que había sufrido en los pocos días que habían transcurrido entre sus charlas. Suspiró luego, llevando la vista al cielo.

Toxa: ¿Sentir que solo lastimo y que estarían mejor sin mi? Por supuesto, todo el tiempo, la diferencia esta en que yo sí me comportaba como un idiota, y tú simplemente tienes una pobre imagen de tí.

-

Dentro de ella rugía una sed que no podía soportar, le costaba mantenerse centrada en la realidad y no en ese deseo de alimentarse, ese empuje que la estaba enloqueciendo. No se alimentaría de Levi, no arriesgaría lastimarlo... pero había empezado a temblar de tan solo contenerse.

Maigne: Y-yo...

Se levantó, saltando hacia atrás y pegándose contra la pared, el temblor aumentando. Ansias, ansias que luchaban por adueñarse de ella. ¿Por qué tanta fuerza? Sus ojos terminaron por volverse rojos nuevamente, sentía como si no se hubiese alimentado hace meses.

Maigne: V-vete Levi... por favor...

Quería llorar, había arruinado todo.

-

Bajó la vista, un lever rubor en sus mejillas. Comprendía eso, y lo había aceptado, pero no era tan solo los seres celestiales, ni los del inframundo. Pasó su mano por su corto cabello, jugando con uno de los mechones.

Rin: No es que no lo agradezca... pero incluso entre las personas, Cam es quién me protege. Siento que solo soy una carga para todos.

-

Bufó, dándose por vencida. No tenía sentido discutir por ello, Hell no cambiaría de parecer, ni ella tampoco, su preocupación no se iría solo por saber que era duro de matar, lo mejor que podía hacer era encargarse de quedarse fuera de peligro... por aburrido que sonase.

Cam: Y aún así hoy no pudiste impedir que tu hermosa conexción recibiese un golpe al estómago.

Eso y molestarlo de vez en cuando. Hizo un gesto de damisela en apuros, exagerando su voz.

Con: Sólo eras un niño en un patio de juegos muy grande

Esa siempre había terminado de ser su conclusión en cuanto a Toxa. También el hecho de que todo el odio que había sentido hacia él era porque Karh le defendiera, aún siendo siempre la herida. O el hecho de que Toxa fingiera ser maduro, siendo claro que no lo era. Pero ahora había cambiado, era notorio. No pudo evitar suspirar y pensar que, quizás, ella estaba pasando por ese proceso.
Bajó la mirada a sus pies, lastimados y fríos, intentando distraer su mente. Quería preguntar, y aunque se mordiera la lengua para evitarlo, sabía que sería imposible. ¿Le estaría esperando en el apartamento? ¿Estaría enojado? ¿Preocupado?

Con: ¿Cani ha dicho algo sobre Lou?

-

El cambio en sus ojos fue algo que decidió ignorar. Podía ser la luz, podían ser sus ojos cansados de leer en la oscuridad jugándole una mala pasada. Daba igual. Pero ella, temblando contra la pared y pidiéndole que se alejara, era algo demasiado grande para digerir. No pudo evitar pensar en las pocas veces que Neisha había actuado similar. ¿Sería un ataque de pánico? Quizás--Quizás no estaba acostumbrada a tanta cercanía, quizás estaba pasando los límites sin saberlo.
Se acercó a una distancia prudencial, deteniendo su mano a medio camino de acariciar su cabello. No, si ella estaba en ese estado, debía evitar aportar más catástrofe. Le sonrió, intentando calmarla, para finalmente respirar hondo y decidirse a hablar.

Levi: Maigne... está todo bien... no te preocupes, no te haré daño. ¿P-Puedo tocarte? Quizás algunas caricias te calmarían... funcionan con Neisha...

-

Observó aquel gesto, para finalmente tomar la mano de ella y besarla, entrerrando luego su rostro en la palma, absorbiendo su aroma. Podía sentir todos sus nervios desvanecerse de a poco. Pero debía hacer lo mismo con Rin, hacer que deje de preocuparse. Se separó, besando su frente unos segundos.

Lesius: No eres una carga... Estoy seguro de que ella también se siente feliz de poder proteger a alguien que ama

-

Sin pudor alguno, elevó su remera para poder ver la zona golpeada. Hizo un leve gesto de desconcierto al ver como se tornaba levemente morada, preocupándose. ¿Dolería mucho? Cam era una chica ruda, sabía que evitaría serle sincera de ser posible. Acarició la zona con cuidado, para luego inclinarse sobre ella y morder su cuello con poca delicadeza.

Hell: ¿Duele? -lamió la zona de forma lenta, tornandolo casi erótico aunque no era su verdadera intención-. Tienes que decirme si te duele, Cam...

Suspiró, sabía que debería callar en lugar de empeorar la situación, pero mentir tampoco iba a servir de nada.

Toxa: El... Ha vuelto a alistarse.

Era todo lo que le había dicho Cani, había podido escuchar el tono de preocupación por la llamada y honestamente el también tenía sus reservas ante la situación.

-

Era demasiado, su hambre aumentaba a cada segundo y Levi sólo se seguía acercando tentando a ser con su dulzura, con su vida.. Demasiada vitalidad contenida y la quería, la necesitaba, ninguna cantidad de almas podía igualarsele...
Le gruñó, arrojándose sobre él, cayendo ambos al suelo. Tan cerca, podía hasta saborear sus labios, el aliento saliendo de ellos. Clavó la mirada en sus ojos arcoiris, el unico humano que no la había mirado con miedo.

Maigne: No.

Tomó consciencia y control, separándose nuevamente, su respiración agitada, el empuje seguía allí pero no le haría caso. Comenzó a llorar débilmente, cayendo al piso.

Maigne: Perdoname Levi...

-

Le sonrió débilmente, aún sin convencerse, pero agradeciendo el esfuerzo que hacia por rwconfortarla. Todos eran tan fuertes a su manera, ella sentía que se desvanecía con tal sólo ver sangre.

Rin: Tuve demasaida suerte de conocerte.

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Jadeo levemente al sentir la mordida, negando con la cabeza. No era el peor golpe que había recibido, y no solía darle atención a los dolores de su cuerpo.

Cam: No, estoy bien.

Se volvió a levantar la remera, observando el color violáceo de su piel. Debería doler?

Detuvo sus pasos al escucharlo. ¿Alistarse? No, debía estar totalmente loco, ¿por qué se alistaría? Suspiró, sabiendo la respuesta. Tomó la campera en su espalda, para arrojarla en dirección a Toxa.

Con: Lo siento, no te acompañaré... tengo algo que hacer...

Pasó a su lado, sacudiéndole el cabello, para luego dirigirse directamente a Maraqua. Hacía años que no iba. Y aún más tiempo que no se acercaba a su antigüo barrio, donde los cuerpos militares tenian su base. Pero tenía que buscarle.

-

Le tomó completamente por sorpresa el verse en el suelo con ella encima. Su sonrojo le hizo sentir las orejas arder, sintiendose incapaz de mantenerle la mirada mucho más tiempo, por lo que miró hacia un lado.
Se sentó con cuidado al ver que ella se dejaba caer a un lado, respirando con cierta agitación y llorando. ¿Qué era lo que estaba pasando? Acercó su mano con cuidado, acariciándole el cabello como si fuera una niña.

Levi: Todo estará bien, Maigne... ¿E-En qué puedo ayudarte?

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La acunó un poco más, sonriente. ¿Ella era la afortunada? Sin duda alguna él era quien había tenido suerte. Era un ser de luz, sí, pero eso no era lo único positivo que Rin podía llegar a tener. Su carisma, su dulzura, su ternura. La besó en los labios con delicadeza.

Lesius: La suerte fue mía en encontrarte

-

Hell: No se ve bien, Cam...

Volvió a acariciar la zona con cierto cuidado. Era extraño, un golpe de tal magnitud debería doler, pero... ¿por qué no lo hacía?

El capitán parecía realmente feliz con verlo cambiar de opinión, pero Lou no iría nuevamente a las filas, en cambio entrenaría a los reclutas y les enseñaría todo lo que deberían saber antes de estar bajo la línea enemiga.
Suspiró, dándole las órdenes a los niños, porque eso eran, niños, y observándolos. No podía dejar de pensar en las familias y cuantos padres no volverían a ver a sus hijos.

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Gimoteo, enterrando el rostro en sus manos. Por que era tan amable con ella? Dolía, dolía el controlarse.

Maigne: Tengo hambre...

-

Rin: Por qué me querían? Dijeron que se alimentarían conmigo pero... Por que no cualquiera?

Que tenía ella de especial, más que su musica?

-

Se presionó la zona, sin sentir absolutamente nada, ni ahí en la zonas abyasentes. Fruncio el seño levantando la vista hasta Hell.

Cam: No siento nada...

La gente de Maraqua era realmente diferente a la gente de tierra firme. Cada uno se ocupaba de sus asuntos, no había realmente un trato persona-persona en aquel lugar. El unico lugar qe se le parecía era Krawk, y odiaba la idea de que era porque los maraquanos pasaban más tiempo en esa zona.
No demoró en llegar a la base militar, donde era bastante obvio que no la dejaban entrar. Bueno, si no sería por las malas, sería a la fuerza. Golpeó al guardia para pasar, recorriendo cada rincón del lugar hasta ver a lo lejos a Lou, pero antes de poder acercarse, sintió un brazo en su cuello asfixiándole y su brazo siendo dado vuelta.

Soldado: Muñequita, no deberías estar aquí. Menos así vestida.

-

¿Hambre? Pero le había ofrecido comida y se había rehusado completamente. Intentó pensar, aunque verla sufrir le sacaba realmente de foco. ¿Quizás debía comer algo específico? Inconscientemente llevó su mano a la oreja de Maigne, acariciándola levemente.

Levi: ¿Qué quieres comer? Lo que sea, sólo pidelo

-

Suspiró, intentando pensar la mejor forma de explicarselo. Pero sabía que pintar una situación mucho mejor de lo que en realidad era no tendría sentido. Le acarició el rostro, intentando no verse tan asustado como en realidad se sentía.

Lesius: Han estado atacando a seres de luz desde hace tiempo... A diferencia de nosotros, no tienen un sentido de posesión realmente firme. Alguien puede ser de uno como de todos. Y... lo mismo es con la comida. Cada recurso, lo agotan insaciablemente...

-

Sonrió levemente, sin preocuparse. Quizás era simplemente un moretón ligero. Quizás el dolor vendría mañana. Pero mientras no sufriera, se sentía feliz.
Se inclinó, dejando cortos besos en la zona morada, con lentitud y delicadeza.

Se paseaba entre sus soldados novicios, chasqueando la lengua a cada segundo. Irrespetuosos, holgazanes, y egocéntricos, sí, recordaba cuando él había sido uno de ellos, salvo que no era como ellos, sino un niño escualido, temblando de miedo.
Le prestaba poca atención a su alrededor, su único objetivo era que los reclutas frente a él no muriesen en cuanto saliesen al campo.

-

Lo tenía tan cerca... se mordía el labio con tanta fuerza que había comenzado a sangrar, producto de sus nervios, de su falta de control.

Maigne: P-perdoname

No podía seguir así, el dolor era demasiado. Lo tomó por la muñeca de la mano que la acariciaba y lo acercó hasta sus labios, apoyándo los suyos contra los de él, permitiendose saborear el alma que entraba en ella.
Se separó antes de que el contacto se prolongase y la locura volviera a adueñarse de ella.

-

Ser un ser de luz... era hermoso como problemático. Bajó la cabeza, sin sentir miedo realmente, sabía que Lesius no dejaría que nadie la tocase, pero sentía pena por otros seres que, sin una conexión tan fuerte, caerían bajo sus garras.

Rin: ¿No... no pueden enfretarse a ellos y que dejen de hacerlo?

Era algo tonto, lo sabía. Esas disputas no se arreglaban tomando un té, pero su inocencia prevalecía.

-

Comenzó a acariciarle el cabello hasta que sintió unas nauseas repentinas y tuvo que alejarse e inclinarse, vomitando lo poco que había comido ese día.

De acuerdo, quizás no había sido la mejor idea el ir a una base militar así vestida. Debería haber buscado ropa en lo de Cani y haber tomado camino directamente a donde Lou estaba, pero ahora ya no importaba. Sintió una mano subiendo por su muslo, junto con una oleada de ganas de vomitar. No, eso no tenía que ser así. Podía escuchar la risa ahogada y algo excitada del soldado que la tenía inmóvil contra su voluntad, pero su foco de atención estaba en la silueta de Lou, caminando entre soldados, sin ver a su alrededor. Tuvo ganas de llorar, tanto de emoción como de miedo. Odiaba ese uniforme, odiaba esa situación. La mano en su muslo pasó a subir hacia su cadera, por debajo de la remera, jugando con el borde de su ropa interior. Por más que forcejeaba, no lograba soltarse; no podía soportarlo más.

Con: ¡LOU!

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Todo sucedió tan rápido que no pudo reaccionar. El contacto en sus labios fue tan repentino, tan delicado, y a la vez pudo sentir como todo dentro de él comenzaba a moverse. Sentía su interior hecho un caos. Sus ojos brillaron con más fuerza que antes, mientras que llevaba una mano a sus labios sin poder creerselo. ¿Lo había besado? ¿En serio? Clavó su mirada en Maigne, aún con la yema de sus dedos en los labios y el sonrojo conquistando su rostro y cuello. No podía hablar. Solo pudo sonreír.

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Lesius: Lo hemos intentado por siglos... pero no comprenden. Si bien muchos de los seres del inframundo ven a los humanos como algo inferior, saben que dependemos de ellos para subsistir... Los seres celestiales, en cambio, simplemente los ven como herramientas. Comida o algo de una noche, para mantener las ramas genéticas.

Y siempre le había resultado fatal. No entendía cómo, de todos modos, los humanos preferían a los seres celestiales por sobre ellos. ¿Por qué ellos siempre eran los malos en sus historias? ¿Por qué los seres celestiales eran milagrosos y buenos, si no era más que una mentira?
Aspiró el aroma del cabello de Rin, cerrando los ojos unos segundos.

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Se separó sorprendido, para luego mirarla con cierta pena. Era sabido que aquel golpe no vendría solo. Después de todo, un cuerpo humano no reaccionaría igual que unosobrenatural.
Sostuvo su cabello para que no lo manchara, mientras acariciaba su espalda con delicadeza, dejando que se calmara.

Hell: ¿Ahora sí sientes algo?

[Quedaba embarazada de una piña (?) El poder del espíritu santo (?)]

Seguramente su mente le estaba jugando malas pasadas, en los días anteriores creía verla en cada chica que se cruzaba, pero aún así no podía ignorar el grito, fuese mentira o no... y por suerte había levantado la cabeza.
En segundos estaba frente al soldado, sosteniendole las manos en la suya y con la otra ahorcándolo contra la pared.

Lou: ¿Y qué se supone exactamente que haces con mi prometida?

Su voz era calma, baja, pero la mano que lo sostenía por el cuello comenzaba a hacer presión.

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No se atrevía a mirarlo a los ojos, se esperaba un grito, un insulto, quizás hasta golpes, en cambio recibió silencio, y cuándo por fin se atrevió a levantar la vista, incluso estaba sonriendo. ¿Acaso estaría soñando? Estaba en un perfecto sueño donde todo estaba al revés.

Maigne: ¿L-Levi? Yo... lo lamento...

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Rin: Siempre creí que los ángeles debían ser buenos, pero siempre terminan haciendo destrozos.

El verso del "ángel que te cuida" ya no tenía validez para ella, y levantando la vista al cielo, lanzó una maldición en su mente, odiando a todos esos seres que lastimaban a Lesius y manchaban su nombre.
Sintió un cosquilleo en su abdomen, donde aquel ángel la había agarrado, levantando su remera con un sonrojo, lanzando una exclamación al ver que el área estaba morada.

Rin: ¿Lesius? ¿Esto es normal?

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(Omg, le abría el útero y le metía "la semillita")

Tosió, negando con la cabeza, sin saber si debía asustarse o no. No sentía absolutamente nada, y ahora la sensación se había extendido. Hell le estaba tocando la espalda, podía saberlo por su brazo y su cercanía, pero era incapaz de sentirla.
Volvió a tocarse el moretón, luego los costados y finalmente la espalda.

Cam: Hell, no puedo sentir nada.

Sintió que las lagrimas que estaba conteniendo salían de sus ojos en el momento en que Lou clavó la mirada en ella. Oh, dios, lo había extrañado más de lo que había creído.
El verse liberada, cayó de rodillas al suelo, sosteniendo su brazo que comenzaba a liberar la tensión y el dolor. Sus rodillas ardieron por el raspón de la caída, pero lo ignoró. Se levantó tan rápido como le fue posible, para abrazarse a la espalda de Lou, escondiendo el rostro en ésta. Pudo escuchar una carcajada ahogada, pero decidió ignorarla.

Soldado: ¿Es tu prometida? Pfft, debes ponerle una correa, una perra así no debería andar suelta

Se tensó al oírlo, pero no dijo nada. No era algo que no hubiese escuchado ya. Era algo a lo que estaba acostumbrada... ¿o no?

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La sonrisa en su rostro fue desvaneciéndose de a poco, provocando que bajara la mirada al suelo. Oh, dios, siempre le pasaba eso. ¿Es que acaso su suerte era tan asquerosa? ¿No podía ser que por una vez tuviese la suerte que debía tocarle desde hacía años, y tener a alguien realmente interesado en él? Se mordió el interior de la mejilla, sintiéndose frustrado.

Levi: E-Esta bien... a veces la gente se equivoca, lo entiendo... -elevó la mirada, intentando simular fortaleza- ¿Tienes novio, no? D-Debí imaginarlo, lo siento...

[Si, es completamente odioso e inocente, deal with it]

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Observó la zona morada preocupada. Claro que no era normal, ¿pero cómo decirle? La habían marcado. Donde fuera que estuviera, ahora podrían encontrarla sin problema alguno. Ahogó un gruñido en su garganta, mientras comenzaba a tocar cada parte de piel que ella tuviese expuesta.

Lesius: Dime que sientes que te toco...

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Palideció levemente, quedando inmóvil. Por unos segundos, incluso pensó que respirar le era imposible. Clavó su mirada en el golpe, sabiendo que no era simplemente eso. ¿Cómo ser tan ingenuo? Ningun ángel se habría detenido ante algo tan tonto. Se mordió la lengua, pensando exactamente cómo explicarlo. Cómo remediarlo. Se detuvo cuando sintió el sanor metálico de la sangre en su boca.

Hell: Estás marcada... quieren encontrarte...

Lou: Veo que nadie te enseñó jamás a respetar una dama.

No necesitaba ambas manos. Con una de ellas abrazó a Con por la cintura, manteniendola cerca de él y lejos del idiota que tenía en frente.
Aún aferránolo por el cuello, lo golpeó contra la pared un par de veces, dejándolo caer luego. Le besó la frente a Con, y luego se arrodilló ante el soldado caído, sin permitirle levantarse, su rostro contra el suelo.

Lou: Vuelve a llamarla perra, y me encargaré de entregarte atado en las puertas del desierto.

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¿Novio? Sintió la risa en su garganta, pero la contuvo, aunque no podía decir lo mismo de su sonrisa. Ese era el problema con los humanos, cuando no salían corriendo, era porque vivían en una dulce ignorancia. Y ella realmente no quería explicarle lo que acababa de ocurrir.
Con algo de vacilación deslizó su mano hasta la de Levi, tomándola, permitiendo que sienta su fría piel.

Maigne: Levi... No soy como tú, no estoy... viva.

(Pero es tan tiernooooooo)

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Rin: Si... no... No lo sé

Estaba confundida. No podía sentir el calor, ni la caricia de los dedos de Lesius, aun cuando los podía ver contra su piel, pero cuando ella realizaba el mismo gesto, lo morado parecía disminuir, para luego volver.

Rin: No si tú lo haces.

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Cam: ¿Qué?

Se volvió a observar, observándo las marcas moradas en su cuerpo, tocando su piel sin poder sentir ni su propio roce. ¿Marcada?
Gruñó, golpeando el tronco de un árbol cercano, la rabia que no le permitía ni detenerse a explicar qué era lo que estaba mal con ella.

Cam: Voy a matarlos. No me interesa cómo pero esos idiotas ya me tienen cansada.

Sólo pudo ver al soldado borrar su sonrisa rápidamente, para luego arrastrarse y salir de allí corriendo apenas le fue posible. Pero no era lo que le importaba. Le importaba el cuerpo al que estaba abrazada, el olor salado de sus ropas, el calor corporal de su cuerpo. Sintió que podría llorar con fuerzas si no se contenía.
Restregó su rostro contra la ropa militar, negando lentamente con la cabeza.

Con: Lou, ¿qué has hecho...?

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Se mantuvo congelado en su lugar, mirando al suelo sin decir nada. No tenía novio, lo cual estaba bien. Pero no estaba viva, lo cual estaba... ¿mal? ¿Era posible no estar vivo y estar entre los vivos? Elevó el rostro, clavando la mirada en ella, completamente curioso. [N/A: No sé si viste Hyouka, pero le brillan los ojos como Eru Chitanda cuando se siente curioso]

Levi: ¿Cómo--cómo las historias? ¿Eres un zombie, algo de eso?

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Alejó sus manos de ella, sin saber exactamente qué decir. Él era un simple ser del inframundo. No importaba quién era su padre o cuál era su rango, era obvio que no podría hacer nada. Pero ella era un ser de luz, y... quizás, si tenía suerte...
La tomó en brazos, retomando camino hacia la anterior escena de batalla.

Lesius: Tenemos que encontrar a Hell y a Cam.

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¿Cómo contenerla, si no sentía su roce? Se sintió el ser más miserable del universo. ¿Por qué no lograba protegerla nunca como debía? ¿Por qué era siempre él el único idiota que hacía pasar a su conexión por este tipo de cosas?

¿Qué había hecho él? Esa era su pregunta, él sólo se había limitado a irse a algún lugar donde pudiese ocupar su mente en lugar de enloquecer.
Suspiró, girando y tomando a Con en brazos, caminando hasta su lugar de descanso, sentándola sobre la mesa sin decir nada. Le desinfectó las rodillas raspadas, y las lastimaduras de los pies, buscando un par de medias para cubrirlos y evitar que se siguiesen lastimando.
La había extrañado demasiado, podía sentir su aroma cada vez que se acercaba a ella, su calor bajo sus dedos... pero ella sólo volvería a irse, ¿verdad? Tampoco sabía que hacía allí, con él, cuando ella era quien le había pedido la distancia.

Lou: Sólo me enliste para los entrenamientos, ese fue el trato con el capitán. No hay necesidad de que todos se preocupen.

Evitaba mirarla a los ojos, era demasiado el dolor de sentir que tan sólo volvería a irse.

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Maigne: Tu cerebro está a salvo, descuida.

Se abrazó las rodillas, sintiendose sonrojar nuevamente. Esa mirada arcoíris era dificil de mantener, y que expresase curiosidad en lugar de asco era... un alivio en cierta manera, pero no se permitía ilusionarse.

Maigne: No lo sé... Morí hace mucho, pero aquí estoy igualmente. Creo que soy una especie de fantasma fallido, es obra de un necromante, o alguna bruja. No estoy segura.

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Rin: Golpearon a Cam... ¿crees que-?

El pensamiento la hizo estremecerse más que el hecho de sentir que flotaba. Era demasiado extraño el saber que alguien la sostenía pero sentir absolutamente nada.

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Respiró un par de veces, volviendo la mirada a Hell, y suspirando al ver su expresión. Apoyó su mano sobre su hombro, intentando controlar su enojo para ayudar a su shinigami que siempre se torturaba cuando algo le sucedía.

Cam: Lo resolveremos. Siempre lo hacemos.

Por dentro quería tomar a todos los angeles, juntarlos en un espacio reducido y hacerlos explotar uno por uno. Malditos seres celiestales con su ego y sus poderes.