One more time (8)

Xirh: No veo el beneficio

¿No haría lo mismo que hizo ella? Diría algunas palabras bonitas y luego le diría que descanse, algo que no haría. ¿Qué hacía tan especial a un médico?

Xirh: ¿Qué diferencia hará?

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Tomó aire... y saltó.
En dos movimientos lo había golpeado en el rostro y estómago, alejándose con rapidez. Su rostro seguía mostrando calma y no había indicios de que se hubiese movido alguno, salvo porque ahora estaba sentado en el piso, apoyado contra otro tronco.

Xap: 1, no soy tu amigo. 2, no aprecio los insultos. 3, puedo matarte 4 veces antes de que toques el piso, así que te sugiero no enfadarme.

Fuds: La diferencia que hará es curarte, darte algun tipo de medicamento para que la herida cure más rápido

Se encogió de hombros. No podía obligarla, era su salud, ella sabía cómo manejarla. Aunque le molestaba un poco. Estaba siendo infantil, ¿no? No era un corte con un cuchillo de cocina o una caída de rodilla. Estaba seguro que podría haberle fisurado alguna costilla, ¿por qué no le preocupaba eso?

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Reía fuertemente ante cada golpe. No sentía nada. No le dolía, no le molestaba. Con suerte si le hacía algo de cosquillas.
Cuando lo vio alejarse, comenzó a reírse con más fuerza. ¿Le tenía miedo acaso, por eso se alejaba? ¿Por que sabía que podía recibir un ataque? Se crujió las muñecas, mirándolo con una enorme sonrisa de satisfacción.

Nurc: ¿Crees que me hace algo el que no te gusten los insultos, idiota? Me da igual quién seas. Me dás igual -comenzó a reirse nuevamente, mientras se sentaba con completa calma.

Suspiró, rindiéndose. No tenía alternativa, y probablemente sea cierto que le ayudaría a curarse. Existían por una razón y si solo fuese parlanchines, no tendrían tanto renombre.

Xirh: De acuerdo. Llevame

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Lo observó con seriedad, suspirando por dentro. Adictos. ¿Por qué simplemente no se iba? No tenía que tratar con personas así. Ya no.
Centró su atención en una hoja que levantó e hizo girar en sus dedos, sin observar al extraño.

Xap: Dime, ¿realmente no te importa morir?

Sonrió, deteniéndose ante una puerta con una plaqueta de metal donde se leía claramente "doctor". La había estado guiando todo ese tiempo, esperando que cambiara de opinión. Vaya buena suerte.
Se apoyó contra la pared, mirando a Xir.

Fuds: Debes entrar sola. Yo te espero aquí.

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Nurc: ¿Por qué debería importarme?

Lo observó con poco interés. ¿Por qué quería darle ese aprendizaje de vida? ¿Quién se pensaba que era, su padre? Chasqueó la lengua, molesto, para luego echar un escupitajo al suelo.

Nurc: Mejor dicho, ¿a tí que diablos te importa la vida de otro? ¿O viniste a buscar pelea porque pensabas que estaba indefenso? -sonrió de medio lado- Adivina: no lo estoy.

¿No la acompañaría siquiera?
Suspiró, resignandose a abrir la puerta y entrar. Se giró una vez cruzado el umbral.

Xirh: Si cuando vuelvo no estas aquí, me voy a enojar.

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Xap: Ya no busco pelea, he tenido suficientes.

Era desagradable. Insoportable. Tantos adjetivos que cruzaron su mente y, por alguna razón, contuvo su lengua. ¿Por qué no simplemente se iba?

Xap: Y respecto a la pregunta, es extraño encontrar a quienes no le temen a la muerte.

No pudo evitar sonreír. Xir podía ser una mujer realmente dura, fingiendo ser pirata para ganarse la vida y demás, pero por dentro no dejaba de actuar como una niña. Y sinceramente, no podía encontrar mejor combinación en alguien que eso.
Asintió con la cabeza levemente, sin borrar la sonrisa de su rostro.

Fuds: Estaré aquí afuera, esperando

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¿No buscaba peleas? ¡Él había empezado todo eso! Chasqueó la lengua, para luego escupir no muy lejos de los pies de la persona frente a él. Vaya forma de quitarse responsabilidades, ¿eh?
Clavó la mirada en la botella vacía, jugueteando con ella entre sus dedos.

Nurc: ¿Es extraño? -rió secamente. Entre morir realmente y seguir muerto en vida, elegía claramente la primera.

Le sacó la lengua, cerrando la puerta al atravesar el umbral. Un doctor. Ella vería a un doctor. Se imaginó la mueca de burla en los rostros de sus compañeros y soltó una risita.
Solo esperaba que Fuds cumpliese su promesa.

(Si tenes algo pensado, avisame. Sino adelanto)

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Xap: Muchos prefieren apegarse a lo que conocen. Les aterra lo que puede haber más allá.

Pero coincidía con el extraño. ¿Realmente quería estar estancado por siempre en un mismo momento? Pensó en Bel, y en su sufrimiento. Luego pensó en su propio dolor y como el crecer lo había adormecido. Definitivamente, no servía para lo estático.

Xap: Soy Xap.

(N/A: Nop, nada pensado :3)

Se sentó en el cielo, masticando nada. Comenzó a contar las nubes pasajeras, sintiendo cierta envidia de ellas, para luego pensar que en realidad estaba bien donde estaba.
Miró sus nudillos, para luego rascarse la nuca. Se sentía extraño.

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Nurc: Deberías haberte presentado antes, no es bueno golpear a alguien antes de la primera cita -dejó la botella vacía, que hasta hacía poco giraba en sus manos-. Soy Nurc.

Adicto. Peleador callejero, de los buenos. Malo con las mujeres, bueno con las apuestas. Sin miedo a morirse. Sin miedo a nada.

(Me pregunto como alguien se sienta en el cielo... xD)

Xirh salió al rato, con un cuerpo mejro vendado y un poco de maquillaje, cortesía de la asistente, para ocultar su ojo morado. Sus lastimaduras estaban curadas... y ella había probado por primera vez la anestesia.
Al ver a Fuds se arrojó sobre él riendo a carcajadas, abrazandose a su cuello y quedandose allí.

Xirh: ¡Qué maravilla! -risas- No siento -risas- el cuerpo

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Xap: Vaya, pensé que me odiabas. Pero supongo que puedo invitarte un café

Soltó una risa seca y corta, analizando con la mirada a Nurc. ¿Qué lo había llevado a la adicción? Podía ver los "trofeos" de sus peleas anteriores en su piel.

(N/A: Era mirando al cielo, pero las otras palabras estaban ricas y me las comí xDDD)

Se sorprendió un poco al verla sobre él. ¿Podía soportar tales golpes pero no la anestesia? No pudo evitar dejar salir una risa. Se preguntaba a sí mismo si debía contarle bien de eso cuando entrara por completo en sí misma.
La subió a caballito sobre él, comenzando a caminar hacia su departamento. Era increíblemente ligera, parecía que incluso no llevaba a nadie sobre él.

Fuds: Mejor si descansas un poco, ¿no crees?

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Si bien no clavaba la mirada en Xap, no era estúpido. Lo notaba mirándolo; tales cicatrices en su piel eran ya imposibles de esconder. Aunque tampoco quería esconderlas.

Nurc: Me alaga mucho que me mires en detalle, en serio, pero no voy chupando manijas por ahí, ¿sabes? -lo observó unos segundos, para luego reir en burla- Aunque si la situación es al reves, puede que me lo pìense un poco

Restregó su cabeza contra su hombro, su risa no había desaparecido, solo se había vuelto un leve sonido. Le acarició la piel del cuello con un brazo débil y se lo quedó observada absorta.

Xirh: Me gusta tu piel...

Sin darse cuenta, cabeceó y quedó dormida, con su pelo cayéndole por el costado de la cara, respirando el aroma de Fuds y apenas logrando sostenerse de este.

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Alzó una ceja, sintiendo un escalosfríos recorrerle cuando comprendió de qué hablaba Nurc. Había cosas que nunca había hecho y prefería que se quedaran así.

Xap: En realidad, pequeño pervertido -le sonrió levemente al decir eso- me estaba preguntando si eres tan bueno peleando como tu cuerpo indica

Si debía ser sincero, aquella risita podría llegar a sacarle de quicio si se prolongaba más de lo necesario. Pero se relajó al ver que bajaba su volumen y quedaba en nada.
El cabello de su nuca se erizó ante la caricia inconsciente, para terminar desviando el rostro y sonrojándose al oírla. Era la primera vez que alguien le decía algo así, que alguien alagaba de tal forma su piel con todas las cicatrices y marcas que esta tenía.
La observó por sobre su hombro, para luego hacerle dar un corto pero certero saltito para acomodarla mejor y evitar que cayera.

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Nurc: Oh -fingió un leve tono de tristeza.

Se encogió de hombros luego. Sinceramente no era que pelease bien, quizás. Sus puños no eran más grandes que los de la mayoría; a decir verdad, incluso parecían pequeños. No era demasiado musculoso, su cuerpo le brindaba la musculatura que necesitaba. Quizás sólo sabía donde colocar el golpe correcto. Además de, claro, soportar los golpes por venir.

Nurc: ¿Qué, me quieres probar? No voy gratis, muñeco.

Apenas sintió el movimiento, cayendo dorminda nuevamente. Fuds la relajaba. Se sentía segura, a pesar de haber sufrido la fuerza de sus puños.

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Xap: ¿Acaso cobras en hadas?

En cierto sentido le recodaba a él. Ninguno parecía destacar para el arte de la pelea, pero debía de tener ese talento para esquivar y atacar, y volver a esquivar.
Eso que lo había hecho entrar en esa organización de tan pequeño.
Sintió un pequeño escalosfrios recorrerle.

Llegó a su departamento, abriendo la puerta con cuidado y entrando en su cuarto, para recostar a Xir tan delicadamente como le era posible dentro de su brutalidad. La cubrió y comenzó a acomodar su almohada, cuando sintió algo demasiado duro debajo de ésta. Frunció el ceño al ver una bolsa con monedas. ¿Qué se pensaba que era, un hotel? Gruñó, saliendo del cuarto, para mirar al reloj como primer instinto.

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Nurc: Cobro en dinero, cerebrito. Lo que haga con mi bien ganado dinero, es asunto mío.

¿Seguiria juzgándolo? Como si estuviese limpio de algo. Seguramente tenía más manchas de las que estaba dispuesto a admitir. Pero, hey, el muerto se ríe del degollado ¿o no?

(adelanto hasta cuando se tiene que ir? )

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Xap: Es justo. Pero las hadas comunes no tienen buen potencial. No son lo suficientemente poderas.

Le sonrió.
Sus palabras eran ciertas, había visto con sus propios ojos lo que las hadas de los laboratorios podían hacer. Cuando era pequeño, tenía pesadillas con las mismas.

(N/A: Dale :3)

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Nurc: Lo sé, pero esas no me interesan

Eran demasiado fuertes para cualquier organismo, podían llegar a aniquilar a alguien. Y no era eso lo que quería, sino pasarla bien, sentirse bien.

Ni todas las pastillas del mundo podrían hacer que se quede lo suficientemente dormida para perder la noción del tiempo y de cuándo debía levantarse.
Se mareó un poco al incorporarse deprisa y estar lista en menos de 5 minutos, abriendo la puerta del cuarto, buscando a Fuds.

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Se quedó pensativo unos momentos. No estaba atrás de poder. No estaba detras de la ambición. Era una persona diferente al resto y eso podía verlo.
Con cada cosa que decía, le iba cayendo mejor.
Soltó una risa, suspirando.

Xap: ¿Cómo terminaste en las hadas?

Había estado molesto largo rato. Y aún cuando intentaba tranquilizarse, le era imposible. ¿Por qué sentía eso como una horrenda traición?
Al oir la puerta de su cuarto abrirse, se mantuvo inmóvil unos segundos, para luego ponerse de pie. Observó a Xir, que claramente parecía mareada, pero estaba tan molesto que no le importaba. Observó la bolsa en su mano, la cual arrojó a los pies de ella.

Fuds: Puedes irte cuando quieras. Llévate ese estúpido dinero contigo, no quiero ni verlo.

La observó a los ojos unos segundos. Enojado, furioso. Y salió del departamento, azotando la puerta tras de sí, camino a la ciudad.

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Nurc: De la misma forma en que tú terminaste golpeando a desconocidos. Cosas de la vida, ¿eh?

No recordaba haber tenido una "charla" tan larga con alguien en años. Usualmente eran frases cortas antes de recibir y dar golpes. O los usuales "dame el dinero de la apuesta" o "vete al diablo".

Su mente apenas si podía procesar lo que estaba ocurriendo. Se había despertado, tenía que irse, y Fuds estaba furioso con ella.
Su mirada se sintió como una patada al estómago, ¿qué había hecho? Observó la bolsa, sin tomarla. ¿Acaso eso le había molestado? ¡Ella solo quería ayudarlo!
Salió de la casa tras Fuds, tomándolo de la mano. Un agarre similar al que debía tener cuando uno de sus compañeros estaba cayendo por la borda y su vida dependía de ese agarre.

Xirh: Fuds...

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Xap: Usualmente tengo un trasfondo de alguien antes de golpearlo. Eres una novedad, sientete orgulloso.

Aún no entendía por qué le había golpeado. Los insultos no le afectaban. O no solían hacerlo. Quizás era simplemente una explosión de energía contenida. Debería volver a hacer ejercicio.

No sabía donde ir. Se había demorado valiosos segundos en los que podía haberse alejado de ella sin tener la necesidad de verla. Pero sólo había sido consciente de eso al sentir el agarre más fuerte de lo usual en su mano.
Gruñó, sin darse vuelta. No quería verla.

Fuds: ¿Qué?

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Nurc: Vaya, que alago

No lo era para nada. Aunque en parte, era bueno que lo hubiese golpeado luego de consumir las hadas. Estaba relajado, tranquilo, y pudo evitar una pelea que habría durado quizás horas.
Lo observó unos segundos, notando una pistola. Bueno, podía haber durado horas, o quizás un simple disparo.

Nurc: ¿Pensabas dispararme tambien?

Xirh: ¿Qué ocurre?

Era la única pregunta qué se le venía a la mente. Era obvio qué estaba molesto, furioso, y lo sentía en la piel. Pero no lo soltó. Necesitaba saber qué había hecho para que se pusiese así.

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Llevó la mano instintivamente hacia la pistola, cubriéndola con su mano. Desvió la mirada de él, suspirando. Viejo hábito. No podía desprenderse de ella, se sentía ya parte de él.

Xap: No. Ya no le disparo a nadie.

A menos que alguien viniese a atacarlo. Y aún así evitaba los órganos vitales.

¿Qué ocurría? ¿Estaba bromeando, no? Se dio la vuelta, furioso, tomando a Xir del cuello sin pensarlo, para azotarla contra una pared, sin soltarla

Fuds: ¿Estás de broma, no? No soy un maldito hotel, no quiero tu asqueroso dinero. Fui amable contigo porque quise, no quiero una recompensa.

La soltó, alejándose un par de pasos.

Fuds: No quiero nada de esa mierda. Y pensé que lo entendías.

-

No sabía por qué, pero eso le había sonado a una clara mentira. ¿Si no le disparaba a nadie, por qué la ocultaba? O mejor dicho, ¿por qué seguía teniendola? Quizás lo mejor era no saber, pero tenía curiosidad en cierta forma.

Nurc: ¿Y para qué usabas?

Estaba acostumbrada a tratos rudos. Pero no con quienes consideraba un amigo. Se masajeó el cuello, gruñendo. Una era amable y así la trataban. oyó en su mente a sus compañeros en el barco, burlándose, "un pirata solo piensa en sí mismo" le decían.
Avanzó los pasos que Fuds se había alejado, golpeandolo en el rostro con su puño.

Xirh: No pienso que seas un hotel, solo quería que salgas de este asqueroso lugar que tanto detestas.

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Suspiró, resignandose. ¿Por qué la gente tenía la manía de la curiosidad? Lo observó unos segundos, sacándo la pistola para que Nurc la pudiese ver.

Xap: Trabajaba para una... organización. Yo era uno de los quince "encargados" de eliminar la competencia. En otras palabras, los mataba. Y esa pistola estuvo conmigo desde el primer día.

Se dejó ver la clavícula, donde el numero trece estaba grabado con números romanos, al igual que en la pistola. Sonrió, dejándo ver los dientes.

Xap: Yo era el gato de la mala suerte

Recibió el puñetazo, pero no reaccionó ante este más que rozándose la zona. No, no quería meterse en esa pelea. Estaba cansado, mental y físicamente. Y se sentía traicionado, usado. Eran unas simples monedas, ¿no? Pero...

Fuds: ...no quiero tu ayuda. Llévate ese dinero.

Desvió la mirada de ella. Ni siquiera podía mirarla a los ojos.

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Quiso tocar la pistola, pero prefirió dejarla simplemente en manos de Xap. Observó el número, tanto en la pistola como en el cuello, y se preguntó a sí mismo qué era aquella empresa. ¿Tan en serio se tomaban a la competencia?

Nurc: Bella vida, eh

Suspiró, alejándose de él. Si tanto quería que se fuese, lo haría. ¿Por qué le dolía tanto? Se apoyó contra la pared, sin mirarlo tampoco, volviendo a suspirar.

Xirh: De acuerdo.

Se dio la vuelta, entrando en la casa. Tomó la bolsa y volvió a salir, clavando la mirada en el puerto. Se encogió de hombros mentalmente. No importaba. En poco tiempo vovlería a estar en el barco, y Fuds se habría olvidado de ella.

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Xap: Sobre todo cuando matan a tus padres para asegurarse de que entres.

Se encogió de hombros, volviendo a guardar la pistola. Eran otros tiempos, que había dejado atrás.

Xap: Pero ahora me retiré