One more time (8)

(I wanna celebraaate... Okay no.)

Conn suspiró. Hacia ya una hora que estaba sentada entre las sombras de la Isla de Krawk y todavía no se había cruzado con ningún pirata borracho al cual robarle algunos doblones para pagarse la cena.
Usualmente su trabajo de mesera en la taberna le bastaba, pero estaba cansada de subsistir con lo mínimo.
Sacudió su corto cabello, quizás todo esto era una pérdida de tiempo, debería volver a su cuarto y prepararse para la noche. En poco tiempo comenzaría su turno.

(Es Connectives)

(Leí pirata, me fui a Arian y que en el ultimo rol le decía a Ocani que se iba a quedar en tierra con ella porque la amaba y me emocioné XD)

Dal suspiró. Oía pasos, oía risas, ruido. Su oído a tales alturas era lo único que la salava de terminar en el agua o de que vaya a saber quién pensase en robarle. Bajó un poco más su cabeza, cubriéndose con una pequeña capucha del abrigo que llevaba puesto. Sonrió levemente, por suerte parecía ser que los piratas eran unos completos caballeros.

(Es Dalorise88)

(no me hables, todavía no puedo creer que desarmé a Toxa y Cani xD)

Bostezó, claramente aburrida. ¿Por qué toda la emoción sucedía cuando ella estaba atendiendo mesas?
Se levantó de su escondite ahuyentando a un par de lagartijas y observó a la gente pasar. Nada más que prostitutas, comerciantes y gente encapuchada. Siempre se preguntaba cúal era la historia detrás de la capucha.

(¡Todo sea por el amor! Toxa, no me odies xD )

Lo unico que detestaba era tener que ocultarse de tal manera, pero sabía que si no lo hacía, Len le prohibiría salir. Y Yure tambien.
Oyó ruido a metal y un grito, algo sobresaltada tropezó. Por suerte, evitó caer al agua, pero cayó su bolsa con doblones. Se quedó en el lugar, inmóvil, preocupada. ¿Cómo saber dónde estaba? No había oído exactamente el lugar.
Se mordió el labio, bajando la cabeza, sintiendo ganas de llorar. Len se molestaría...

(Todavía no sé por qué hice tan hijo de puta a Toxa xD tengo que redimirlo...)

Oyó el ruido familiar de los doblones y giró su cabeza, encontrándose con una figura inmovil y cubierta. ¿Qué acaso no sabía que esa bolsa desaparecería en segundos si no la recogía? Chasqueó la lengua, acercandose con cuidado, mirando de rabillo a aquellas cabecitas curiosas que ya empezaban a observar.
Se mantuvo a una distancia prudente, no estaba borracho y no era un pirata, siquiera si podía ver algún rasgo de su cara.
Se detuvo frente a la bolsa, haciendola tintinear al levantarla.

Conn: Creo que esto es tuyo...

(Se redimió un poco con Connan, pero no creo que haya sido suficiente xD)

No se sorprendió al oír un murmurar incesable y al sentir pasos hacia ella. Perdería el dinero, Len la reprendería, y sería todo exactamente como ella temía. Se mordió al labio con más fuerza, para no llorar, cuando sintió que le hablaban, sobresaltándose al sentir el tintinear de las monedas dentro de la bolsa.
Sonrió, lloriqueando de la emoción, para finalmente levantar la cabeza hacia donde asumía que estaba aquel desconocido. Sus ojos ciegos, brillando de emoción.

Dal: ¡Te lo agradezco tanto...!

(nop. Voy a tener que rolearlo y no sé, hacer que salve una vida a este punto...)

¿Ciega? ¿Y en este lugar? Sacudió la cabeza, una sonrisa asomando en su rostro. No se aprovecharía de alguien ciego, menos siendo una chica. Pero tenía que sacarla de ese lugar, ya notaba como las sombras se acercaban. Una bolsa como esa atraía la atención.
Le sonrió, a pesar de que no podía verla, tomandola de la muñeca.

Conn: Vamos a dar un paseo -se acercó a su rostro, susurrándole al oído- y guarda esa bolsa, no estoy de humor para pelearme con nadie.

(Bueno, ahí te armo algo con Arian XDDDD )

Se sonrojó levemente al sentir que la tomaba de la muñeca, para luego guardar la bolsa rápidamente al oírla. Caminó unos cuantos minutos, sin saber bien qué decir. ¿Sería una prostituta? No, no creía... si fuera una, le hubiese robado, intentado convencerla de tener relaciones y luego intentar prostituirla. Ya le había pasado. Se sonrojó aún más al recordarlo. Esas cosas permanecerían ocultar para Len por la eternidad.

Dal: Lo siento... pero ¿a donde me llevas?


-

Había terminado en la playa, mirando al cielo, cansado. Necesitaba hacer ejercicio constante, dado que no estaba realizando actividades de carga en un barco. Sonrió levemente, en cierta forma extrañaba subirse a un barco y surcar los mares, pero estaba convencido de que la mejor decisión había sido quedarse. Aunque... estaba Toxa.
Se acomodó el cabello, rascándose la nuca. La última vez que habían tenido interacción de algún tipo, casi lo golpea. Y nunca se había disculpado con él. Quizás ya era tiempo. Bajó la mirada a la arena. ¿Debía disculparse, en serio?

Conn: Por ahora, a un lugar dónde nadie te intentará robar. Luego, no sé, ¿a tu casa?

Se sacudió el cabello al llegar a la taberna. Era el único lugar que se le ocurría. Podría dejarla en su cuarto, pero no quería encerrarla. Mantenerla cerca de la barra mientras ella atendía también podría servir. Suspiró, abriendo la puerta. Por suerte todavía no había mucha clientela.

Conn: De todas maneras, ¿qué haces aquí?

-

Estaba en la roca. Su roca. La roca en la cuál había visto a Oocani por primera vez, se había enamorado y la había convencido de salir de su escondite acuático. Sonreía al recordar cómo había cambiado en el tiempo que estuvieron juntos. La extrañaba. Pero sabía que ella amaba a otro, y sus propios pensamientos se perdían en Karh (se escribía así??). Aún así, siempre lamentaría su comportamiento. ¿Qué le había ocurrido?
Lanzaba piedras diminutas, rompiendo la tensión superficial. Quizás irse sería lo mejor. No se sentí muy bienvenido, y tampoco podía culparlos.

La siguió, obedientemente, para luego quedarse quieta. No quería ser una carga, pero no sabía donde estaba. Y no sabía si quería preguntar.

Dal: Vine... a comprar algo, un regalo para un... amigo -se sonrojó levemente. Len era su amigo despues de todo, ¿no?- Lamento realmente ponerte en esta situación...

-
(Si, es asi :3 )

Oyó ruido a agua, levantandose. Estaba seguro que no era Ocani, ella estaba en la casa la última vez que la vio, y se iba a clases. Se quitó el pantalón, entrando al agua, nadando en dirección al ruido.

(Sexo gay ahora (?) )

Alzó una ceja. Quería negar con la cabeza y ofrecerle una mirada que reflejaba todos sus pensamientos, pero ella no podría verla. Consultó la hora, todavía podía estar fuera un rato más. Y ella necesitaría ayuda, sobre todo considerando que la noche comenzaba a caer.

Conn: De acuerdo, ¿quieres compañía?

Iría de todas formas, pero al menos preguntaría.

-

(Oh si (?))

Cerró sus ojos, desplegando sus alas. Quería volar, pero realmente no podía ir a ningún lado. ¿Qué debía hacer? ¿A dónde se iría? Arrojó la última piedra que le quedaba.

Se puso algo nerviosa, temblando ligeramente. ¡Claro que quería compañía! Pero... si Len la veía, dudaba de cómo realmente reaccionaría. Se llevó una mano a su cabello negro, acomodándolo.

Dal: Si, me... gustaría...

-

Nadó un poco más, para recibir el golpe de una pequeña roca en medio de su frente. Gruñó, dejando de nadar, cubriéndose el rostro con sus manos, maldiciendo.

Conn sonrió a pesar de su temblor. Se preguntaba qué le preocuparía tanto, pero supuso que se lo diría, o no era de su incumbencia.

Conn: ¿Dónde vamos?

-

Abrió los ojos al no sentir el chapoteo del agua. Su cara palideció al ver a quién tenía en frente, dudando si debía escapar o quedarse lo más quieto posible. Todavía no lo había visto. La verdad, estaba cansado de escapar.

Toxa: Yo... ehh... lo siento, no te vi...

Dal: ¿Podrías... llevarme a mi casa?

Le tomó de la mano, aún temblando. Estaba pensando cómo podría controlar a Len si se enojaba. Ella era una desconocida y no se merecía eso.

Dal: Está en el interior del bosque encantado...

-

Se destapó el rostro al oir la voz, gruñendo. ¿Por qué no le sorprendía? Se le veía extraño, como apagado del Toxa que era dentro de la casa. Chasqueó la lengua, trepándose rápidamente a la roca, para tomarlo del cuello y arrojarlo al agua.

Tendría que correr.
El bosque le asustaba.
No estaba familiarizada con su oscuridad.
Pero todo eso desaparecía cuando la observaba, temblando, nerviosa, y desprotegida. ¿Cómo iba a dejar irse sola? Le costaría la paga del día pero...

Conn: Seguro.

Hizo apoyar su brazo en el de ella, comenzando a caminar.

Conn: A todo esto, soy Conn.

-

Correr hubiese sido mejor.
Alzo el vuelo rapidamente, alejandose de esos ojos que destilaban odio.

Toxa: L-Lo siento.

Debería aprender a luchar.
Y a evitar problemas también.

Sintió algo extraño en ella. Sonrió, recordando que la mayoría de las personas que conocía se asustaban en un punto. Soltó su mano, abrazándose a ella, cerrando sus ojos.

Dal: No es necesario que me acompañes hasta dentro, conozco el camino... No te preocupes por mí, me estarán esperando

Elevó el rostro, sonriente.

Dal: Soy Dalorise

-

Se puso de pie sobre la roca, acomodando su ropa interior, observando de reojo a Toxa. Debía poner en práctica movimientos de pelea del mar, ¿no? Tener la ventaja de volar.
Saltó rápidamente, tomándo a Toxa de la cintura con un brazo, mientras con el otro detenía el movimiento de las alas contra su propia espalda.
Al caer directamente al agua, sacó rápidamente la cabeza, soltándolo.

Arian: Ahora sí estamos a mano

"Me estarán esperando". Algo no sonaba bien en aquello. Se encogió de hombros, despejando las dudas.

Conn: Un gusto... -se debatió unos segundos acerca de si preguntar o no, pero su curiosidad pudo más. -¿Por qué estás tan nerviosa?

-

Escupió el agua que había tragado, tosiendo. ¿A mano? Solamente estarían a mano si él ganase unos buenos kilos de músculos y se entrenase para al menos saber algo de pelea. Bufó. A mano.

Toxa: Vamos, rompeme la cara. Sé que quieres hacerlo.

Se quitó los mechones de cabello del rostro, observandolo fijamente. No podía escapar, y no podía pelera. Le recordaba a su colegio, todos los días era igual.

Se tensó levemente, para luego relajarse.

Dal: Mi... amigo. Es muy celoso, ¿sabes? Y no suele reaccionar tan bien...

Dejó salir una risita, algo apagada.

Dal: Por eso, no te preocupes tanto por mí. Bastante que me has ayudado...

-

Lo miró en silencio unos segundos, nadando un poco para acercarse lo suficiente. Lo miró a los ojos, para levantar una mano, moviendole el cabello.

Arian: No sé por qué piensas que quiero golpearte, no me gusta pelear realmente.

Le sonrió. (N/A: Sonrisa que enamora, vioh (?))

Arian: Lo de la otra vez... me molesté, es todo. Disculpame.

Conn: Ohh, sé cuidar de mi misma

Le dedicó una sonrisa radiante. Había tenido que aprender, y siempre podía subirse a un árbol.

**

Len estaba en la casa, contando los minutos. ¿Debería salir a buscarla? Ella odiaba que hiciera eso, pero el no podía evitar preocuparse. ¿Qué debía hacer?

Len: ¡Yure!

-

Se mordió la lengua, bajando la vista. Quizás si no me hubieses arrojado al agua no pensaría eso... pero se contuvo de decirlo en voz alta.

Toxa: Esta bien... Me lo merezco.

Se encogió de hombros, rehuyendo su contacto. Todavía esperaba un golpe.
Estaba mal acostumbrado, eso era seguro.

Dal: Me gustaría poder cuidarte tambien

Le sonrió, contenta.

*

Al oír el grito, Yure buscó a Len tan rápido como pudo. ¿Le habría pasado algo a Dal? Avanzó preocupado, para encontrarlo solo, con cara de muy pocos amigos. No se animó a acercarse más.

Yure: ¿Qué sucede?

-

Arian: En lugar de morderte la lengua, dime lo que piensas

Supuso que Toxa simplemente era un hueso duro de roer. No se dejaba tocar, le esquivaba la mirada. Como si fuese a hacerle algo sólo porque sí.

Conn: Al menos eres buena compañía. El lugar se puede volver algo solitario...

Se encogió de hombros ante su propio pensamiento. Era lo que ella quería, aventura. Por algo había dejado atrás su casa y comodidades.

*
Lanzó una carcajada al ver el rostro preocupado de Yure. ¿Tanto miedo daba su propio rostro? Le sonrió para tranquilizarlo, aunque volvió a fruncir el seño levemente al recordar por qué lo había llamado.

Len: Dal está fuera de nuevo, ¿sabes a dónde ha ido?

-

Suspiró, mirando sus ojos por fin. Al no encontrar violencia se relajó un poco, pero su cuerpo estaba en tensión.

Toxa: Nada, nada. Perdón por la piedra, no sabía que estabas allí.

Dal: ¿Te sientes sola? -apretó su mano- Tu aura se ha puesto algo rara...

Se preguntó internamente qué sería. ¿Acaso la idea de encontrarse alguien posiblemente hostil la había puesto así? Suspiró, algo preocupada.

*

Yure: Si, se fue a la Isla de Kraw--

Se tapó la boca. ¿Cómo podía ser tan idiota? Dal le dijo que no dijera nada, que era una sorpresa.
Retrocedió un paso, como si pudiese retractarse.

-

Arian: No pasa nada...

Se mantuvo flotando en el agua un poco, para luego volver la mirada a Toxa.

Arian: ¿Tanto te desagrado?

Conn: ¿Aura? ¿Puedes verlas?

Esbozó una sonrisa gigante, deteniendo su paso y poniendose frente a ella. Siempre había oído acerca de ellas, pero nunca había tenido forma de comprobar que eran verdad.

*

Una calma fría se apoderó de él, junto con una pequeña sonrisa que no desaparecía de sus labios.
Conque la Isla de Krawk. Dal le daría un infarto, sabía que podía cuidarse sola, ya lo había demostrado, pero también tenía lo que podía llamarse un imán para los peligros.

Len: De acuerdo. Ven conmigo, vamos a buscarla.

No era una sugerencia, su tono lo dejaba claro.

-

Las antenas diminutas de su cabeza se alertaron, y luego soltó una risita algo baja.

Toxa: ¿Tú a mi?, No, yo soy quien le desagrada a la mayoría

Dal: Verlas no...

Sonrió levemente. Si pudiese ver algo, nuevamente, sería practicamente un milagro. No le importaba si eran espíritus.
Elevó su mano, buscando el rostro de Conn, para acariciarlo y buscar reconocer sus rasgos.

Dal: Quedé completamente ciega por un accidente... puedo sentirlas, es todo

*

Yure: No puedes. No debes.

Gruñó, atravesándose en su camino. Su cabello comenzó a erizarse. Estaba seguro de que no era para nada una buena idea, pero debía comprar tiempo para Dal. Ella se lo había pedido.

Yure: Entiendo que siempre huyeran de tí, pero ten confianza en ella. Volverá, estará bien. Dejala tranquila.

-

Arian: A mi no me desagradas, sólo... quise proteger a Ocani, es todo

Se sonrojó levemente, dejándose flotar en el agua.

Arian: Ella habla bien de tí, ¿sabes? A veces tanto, que duele.

Era igualmente sorprendente. Todo tipo de preguntas inundaron su mente pero las dejó para después. Habría tiempo para saciar su curiosidad.

Conn: Ya me contarás más tarde. Pero ahora, ¿por dónde?

*

Gruñó, sus ojos brillando ante el enfrentamiento. Viejos hábitos de peleas por territorios hicieron tensar sus músculos, hasta recordarse con quién estaba tratando.
Respiró hondo.

Len: Si le sucede algo, te arrancaré los ojos y te pondré a hervir en aceite.

Le sonrió, dandose la vuelta y sentandose en su silla. Odiaba esperar.

-

Se sonrojó profundamente, recibiendo una punzada de dolor. Nunca se perdería la relación que habían tenido, y nunca dejaría de quererla, pero... ella estaba mejor con alguien como Arian. Y debía repetirse eso hasta que fuese suficiente.

Toxa: Pero es de tí que se ha enamorado. -le sonrió, desviando la vista hacia el horizonte para volver a mirarlo unos segundos después - No puede evitarlo, me conoce demasiado, quizás.