One more time (8)

Dal: ¿Qué sucede?

Se detuvo, esperando una respuesta firme y concreta. Aún no entendía del todo el pensamiento de Len, y sabía que preguntar sería lo más correcto en aquel aspecto.
Colocó un mechón de su cabello detrás de la oreja, sin soltar la mano de Len, espectante.

-

(N/A: Bueno, dale xD)

-

Isha: Puedo ver claramente que lo asusto

Aunque no entendía por qué. Si le preguntaban, Kok era mucho más aterrador que su propia persona. Y realmente le resultaba extraño que estuviese cuidando de un niño random.
Eike no quitaba los ojos de encima de Isha. No le gustaba, era raro. Olía raro también. A pintura y cigarrillos. Una persona no debe oler a eso. Era asqueroso. Hizo un gesto de asco, a lo que Isha lo observó frunciendo el seño. Oyó un sonido provenir de su boca, ¿eso fue un chasquido de lengua?

Isha: Da igual. ¿A donde iban?

-

Lesius observó impasible. Miles de preguntas se formulaban en su cabeza. ¿Por qué tenía ese poder? ¿Quién era realmente ella? ¿Acaso lo habría usado en algun ser, vivo o muerto? ¿Cómo es que lo controlaba con tal facilidad? Suspiró, calmándose. Podía sentir la mirada de Hell perforarlo mentalmente, intentando comprender qué pensaba.

Lesius: ¿Te molestaría decirme cómo has aprendido eso?

Hell se mordió la lengua. ¿Desde cuándo se mostraba formal en situaciones tan peligrosas?

Suspiró, acariciando el rostro de Dal pero evitando su mirada. No sabía cómo poner en palabras el lío que sentía dentro suyo.

Len: No sé cómo protegerte Dal.

Era la mejor manera que tenía de explicarle que se sentía incapaz de hacer nada. Su amabilidad la condicionaba y su ceguera empeoraba el asunto, dejándola indefensa. Y allí estaba él, sin poder hacer nada al respecto, salvo observar.
¿Qué haría si la perdía?

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Era imposible. No lograría convencer a Eike de que Isha no le haría daño ni tampoco conseguiría que Isha aceptase su presencia. Koba, ¿Dónde estás? gimoteó mentalmente, manteniendo serio su rostro.
Se incorporó, ofreciendole la mano a Eike si quería tomarla. No lo forzaría.

Kok: Tiene hambre, voy a darle algo de comer.

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De reojo observaba al tal Hell, pero lo cierto era que el nuevo era más agradable, aún si sólo fuese protocolar. Al menos no la amenazaba con separarle el alma del cuerpo. Suspiró, encogiendose de brazos. Hizo girar la esfera entre sus dedos, le calmaba.

Bel: No lo sé. Un día estaba emocionalmente inestable y... le arranque la vida a... un amigo. Me converí en humana por un tiempo y luego todo volvió a la normalidad. Y empecé a experimentar. Siempre y cuando esté tranquila, esto no causa daño alguno.

Sonrió comprensiva. A veces no comprendía realmente por qué Len se preocupaba tanto, después de todo ella no brindaba nada que pudiese ser de utilidad o deseo para otro ser.

Dal: Has estado haciendo un excelente trabajo

Sí, a veces sentía que se pasaba un poco de la raya, pero era porque la quería y se preocupaba por ella excesivamente. Como ahora. Pero, ¿podía culparlo? Ella en su lugar seguramente actuaría del mismo modo.

-

Isha: Y piensas llevar a tu casa a un desconocido. Tiene muchisimo sentido.

No podía evitar ser sarcástico. ¿Qué demonios tenía en la cabeza? Podía parecer adorable, pero seguramente no lo era. Por lo menos no para él, que recibía todas esas miradas horrendas, como si le hubiese hecho algo.
Tomó la mano de Kok, pero luego se tensó un poco. Era cierto. Todos eran desconocidos para él, y él para ellos. Podrían intentar hacerle daño, o matarlo, o hacerle más daño a su alma. Sintió un escalofrío de horror subir por su columna.

[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] (N/A: Así lo conocés (?))

-

Escuchó la historia pacientemente, aunque sabía que Hell se revolcaba por dentro. Sí, era un caso peligroso. Demasiado. Pero no sabía como explicarlo sin alterarla. Suspiró, rascándose la cabeza.

Lesius: Ese poder es peligroso, ¿sabes? Se supone que sólo seres paranormales de alto rango--

Hell: Como nosotros.

Lesius le miró con cierto recelo, para retomar la conversación: - Sólo seres de alto rango pueden aprenderlo y utilizarlo. E incluso tenemos penado su uso excesivo o sin verdaderos motivos. Por lo tanto, es un problema que sepas hacer eso.

Lo dudaba, pero no tenía intenciones de discutir. Le besó la mejilla, sonriendo debilmente.

Len: Me alegro que pienses eso

(Se me acaba la imaginación )

-

Kok rió recordando cómo se habían conocido Isha y él. ¿O acaso se olvidaba que practicamente había intentado violarlo? Aunque le gustaba el leve ataque de celos que estaba teniendo. ¿Qué tanto lo podría molestar? Se agachó, detrás de Eike, con las manos en sus hombros

Kok: Tienes que admitir que es un desconocido muy adorable.

(Que coshita)

-

"Seres paranormales de alto rango". Se repitió eso en su cabeza, preguntándose si había acaso una academia, o una sociedad secreta en la cual se asendía hasta que te daban una insignia de alto rango. Río en su cabeza por el pensamiento, manteniendo su rostro serio en todo momento.

Bel: Entiendo. Creo. Entonces, ¿no debo usarlo?

(N/A: Bueno, hagámoslo más interesante, voy a hacer que se quede sola ewe )

Sonrió ante el beso, acariciando su rostro. Si, sabía que Len no creía en su palabra, pero no le obligaría a lo contrario. Suspiró, separándose levemente.

Dal: De acuerdo, iré a buscar algo para comer al pueblo, ¿si? No te preocupes, volveré pronto

Quería preparar algo delicioso, para que él dejara de preocuparse. Quería demostrarle que todo estaría bien, que no sucedería nada y que todo eso era un enorme cúmulo de imaginación que le atormentaba.
Comenzó a bajar los desniveles del bosque con cuidado. Sabía que en el pueblo no era exactamente bienvenida, pero tampoco era repudiada. Digamos que le tenian respeto por vivir en el bosque que tanto temían. Neovianos. Se detuvo en el límite del bosque y una calle empedrada, sin avanzar.

-

Gruñó interiormente. Kok se pensaba que sentía celos seguramente, pero estaba hablando en serio. ¿Acaso él era el único que veía algo raro en ese niño? Claro, debía ser cosa de su instinto, elemento que Kok carecía completamente. Al igual que carisma, delicadeza y otras cosas. No diría nada más. Pero estaría atento.
Eike observó la escena en completo silencio. Algo había entre ellos dos, pero no entendía qué y le molestaba. ¡Le molestaba mucho! Empezó a crujirse los dedos, impaciente, pensando. Pero tenía hambre, ¿qué persona pensaba con hambre? Ugh, las personas eran asquerosas.

Eike: Tengo hambre -ésta vez su voz sonó un poco más oscura.

-

Si, la idea era en parte que no lo hiciera, pero también era importante saber de dónde había sacado el dato. Si otros seres paranormales inestables aprendían a hacerlo, sería un descontrol, una masividad de seres consumiendo energía para vivir de nuevo, por un corto plazo. Suspiró, mirando a Hell, que parecía más entretenido en analizar con la mirada cada centímetro del cuerpo de Bel. No pudo evitar sonreir interiormente en cómo reaccionaría Cam si le viera.
Volvió la vista a la muchacha.

Lesius: ¿Estás segura que no recuerdas haberlo sacado de algun lado? Algún libro, alguien que te enseñase, cualquier dato es útil

Si atacaba al demonio, Dal lo sabría. Si lo dejaba estar, no podría acercarse a ella. Meds no sabía que hacer y por eso daba vueltas y vueltas sobre un mismo lugar. Tenía las manos en los bolsillos del pobre pantalon deshilachado y maltrecho mientras pensaba que hacer.
Ahora que había encontrado a Dal, quería hablar con ella, verla, sentir la calma que le había inspirado en esos pocos momentos.
Gruñó, caminando sin rumbo.

-

Alzó las cejas ante el cambio de voz. Reconocía aquello, o creía hacerlo, y detrás de su consciencia, dos voces más asintieron. Sacudió la cabeza, decidiendo que estaba haciendo juicios apresurados, pero lo dejó ir y mantuvo su mirada sobre él.

Kok: ¿Vienes Isha?

Comenzó a caminar hacia su casa, su semblante serio.

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Se apoyó contra el árbol, observando el cielo. Sus pensamientos vagaban entre contestarle a Lesius y preguntar ella quienes eran ellos. Sus ojos se posaron en Hell distraidamente. ¿Todos los shinigamis eran atractivos? ¿Sería una forma de atrapar a su presa? Giro la cabeza hacia Lesius, recordándo que no le había contestado.
Mantuvo su mirada sobre él un segundo más y luego se encogió de hombros.

Bel: La bruja que me devolvió la vida. Ella extrajo la energía de algún lado. Pero nunca me enseñó, lo descubrí por mi cuenta.

Suspiró, sentándose en ese límite. Podía oír a los pueblerinos ir y venir, murmurar y demás. Y debería estar comprando los alimentos, pero... simplemente no sentía, por repentino que fuera, motivación a moverse. Algo dentro de ella le decía que estaba mal, que algo no iba bien. Suspiró nuevamente, tratando de recomponerse.

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Claro que iría. Ese engendrito tenía cara de pocos amigos, y dejarlo a solas en casa de Kok no le gustaba. Para nada. Por dentro deseó que fuese Bab. Él si le entendía, en demasiados aspectos. Bufó, caminando, sin quitarle los ojos de encima. Lo atacaría si era necesario.
Tembló intentando calmarse. Lo estaba mirando. Lo miraba, lo miraba, lo miraba, ¡lo miraba! Odiaba que lo mirara. ¿Acaso quería pelea? Él no quería pelear. Si, si quieres. Tembló aún más. No quería escucharlo a él tampoco. Siempre decía esas cosas... horrendas.

-

Pudo notar como Bel miraba a Hell y cómo éste le esquivaba la mirada. No pudo reprimir una sonrisa al pensar en Cam golpeándolo. Pero eso no era lo que debía estar en su mente en aquellos momentos. Había una bruja, suelta, divulgando secretos que nadie más debería saber. Que incluso ella no debía saber.
Clavó su mirada en Bel.

Lesius: ¿Sabes donde vive?

Hell: Quizás la pregunta adecuada sería si vive.

Murmuraba para sí, mientras su mente se inventaba diversas formas de acercarse a Dal cuando por casualidad captó su olor, no muy lejos de allí. Sería arriesgado ir, y lo sabía. Pero estaba sola, y podía aprovechar para llegar a conocerla mejor, saber que le interesaba y que pensaba una persona como ella.
Así que se encaminó hacia el olor.
La vio sentada, entre el límite de dónde él mismo se atrevía a ir. Nunca lo admitiría, pero le tenía miedo a la gente, a su odio y su desprecio. No podrían lastimarlo, lo sabía, pero emitían tal rechazo que los vellos de su nuca se erizaban.

Meds: ¿Interrumpo algo?

-

Estaba demasiado silencioso. Isha lo observaba demasiado, y Eike temblaba. ¿Qué debía hacer? Era cierto, no era una niñera, ni bueno comprendiendo las actitudes y motivaciones de los demas. ¿Debía decir algo? Suspiró, mordiendose el labio delicadamente.

Kok: ¿De dónde vienes Eike?

-

Soltó una risa ligera, un brillo travieso se instaló en sus ojos. Sabía lo que pretendían y le causaba gracia el mero pensamiento. Le dio una palmada a Lesius en la espalda, volviendo a reir.

Bel: Buena suerte conteniendo a Edna.

La misma bruja del bosque, la poderosa Edna. Aunque le encantaría ver a esa vieja arrugada sometiendose a alguien.

Se mantenía ensimismada, oyendo los pasos ir y venir sobre el empedrado de la calle. Pequeños, adultos, mujeres, hombres, incluso animales. Se preguntó a sí misma cómo era que el pueblo seguía sobreviviendo. Neovia, el pueblo maldito donde toda su población temía. No entendía cómo no acababa siendo un pueblo fantasma, abandonado. O quizás, ya lo era.
Se tensó al oír una voz, pero al reconocerla se calmó a sí misma. Quizás preguntarse ese tipo de cosas en aquel lugar no era la mejor idea.

Dal: Estaba pensando en el pueblo

(N/A: Sé que sonó super Evita, pero no xd)

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¿Era una pregunta capciosa o sincera? ¿Debía responderle? No, no le respondas. ¡NO LO HAGAS! Intentó reprimir esos gritos, olvidarlos. Él no debería hablarle, nunca.

Eike: A-Altador.

Si, su vieja casa estaba en Altador, justo al lado de la de Karh. Pero... hacía tiempo no iba hacia allí. Lo buscaban por asesinato, aún cuando no había sido y el único culpable era él. Desvió la mirada, intentando olvidar. Para Isha, eso fue suficiente motivo de que algo no estaba bien. Algo ocultaba, y temía que fuese algo que hiriese a Kok.

-

Hizo un gesto de pocos amigos al recibir la palmada, cosa que provocó que Hell riera. No había nada que detestara más que el contacto innecesario, a menos claro que se tratase de su amada.
Suspiró, pensando. Ellos sabían que Edna usaba esos poderes, y era quizás uno de los primeros seres no sobrenaturales a los que se les permitía su uso, y sólo en casos de extrema necesidad. Pero, ¿y la muchacha que tenían delante suyo? ¿Qué tenía ella de especial? ¿Por qué Edna le había permitido recuperar en cierta forma su vida y luego enseñado eso?

Hell: Supongo que para aquella vieja serás algo importante. ¿Algún familiar?

Lesius observó a Bel. Hell justo había hecho una pregunta necesaria.

Meds: Cada vez que lo hago, me irrito.

Sin pedir una invitación se sentó a su lado, observándo lo mismo que ella, sintiendo el deseo de correr. ¿Cómo era posible que aquellos que temían ocasionasen más daño que las criaturas en sí? Suspiró, apoyando la cabeza en las rodillas.

Meds: ¿Por qué crees que siguen aquí?

¿Por qué no corrían y se alejaban del lugar?

-

Kok sonrió, intentando permanecer ajeno a lo que Isha observaba. Había algo extraño en Eike, y eso no podía negarlo, pero prefería no preguntar, y no traerse más problemas de los que seguramente ya tenía por haberse involucrado con él.
Así que siguió la conversación, maldiciendose por dentro.

Kok: Nunca he ido. Quizás debería visitar algún día.

-

Bufó, guardándo silencio luego. Siempre se había preguntado lo mismo. ¿Por qué ella? ¿Por qué Eek? Se sentía un titere, un conejillo de indias utilizado y del cual le habían arrebatado la posibilidad de un descanso.
Tomó uno de sus mechones entre los dedos, girándolo, recórdando cuando solía ser de un marrón claro. De eso nada quedaba ya.
Devolvió la vista a sus acompañantes, furia y tristeza reflejadas en sus ojos.

Bel: Me he preguntado eso desde que abrí los ojos y la vi. No sé por qué me eligió a mí.

Meneó la cabeza de un lado a otro, negando. No tenía ni idea. Quizás lo que había más allá de ese pueblo les aterraba. Se predestinaban a si mismos a morir encerrados en aquel lugar, sin un sitio donde realmente expanderse.
Suspiró, poniendose de pie. Le deprimía la sola idea de quedarse estancada.

Dal: Debería ir a comprar la comida...

-

Si, claro, visitar Altador. Suspiró, pensando que estaba demasiado lejos y que realmente no era de su interés. ¿Qué vería de interesante Kok? Aparte, claro, de ser hogar de un niño realmente aterrador y que prefería no cruzarse más en su vida.
Eike como simple respuesta, en cambio, asintió. Podía visitar el lugar, siempre que no le arrastrara con él. Y sino, podrías, ya sabes, matarlo. Sintió un mal sabor de boca, recordando. Queria olvidarse de ello.

Eike: ¿Falta mucho?

-

Hell: Quizás simplemente tenías los factores que ella decía ser óptimos -dirigió su mirada hacia ella, aún siendo que no mostraba sus ojos-. No eran muchos, así que deberías sentirte especial.

Lesius no emitió palabra alguna. Era extraño que Hell dijera palabras a un desconocido que simulaban ser de aliento. Pero le entendía. Repentinamente el gesto de Bel se había endurecido e incluso denotaba cierta tristeza.

Lesius: De todos modos, debería haberte dicho que aquello no estaba permitido

La observó levantarse. ¿Había algo que no hiciera? Gruñó por dentro al pensar que quién debería comprar no era ella, sino los demonios con los que convivía, aun si fuese peligroso.
No. No la dejaría ir sola.
Se incorporó también, sonriendo.

Meds: Te acompañaré.

-

Negó con la cabeza, caminando un par de minutos más hasta estar frente a su casa. Era pequeña, pero le servía para escapar de todas las miradas que quería evitar. En parte entendía el temor a la gente.
Abrió la puerta, entrando el primero y dirigiendose a la cocina.

Kok: ¿Quieres algo en especial?

-

¿Factores óptimos? ¿Era un cumplido, o se refería a ella como una raza de perro para caza? Frunció el ceño, decidiendo que era lo último, por la clase de trato que había recibido de su parte.

Bel: No creo que sepa que puedo hacerlo. Yo lo descubrí hace poco y llevo... así un año o dos. Y aunque lo haga, no tengo trato con ella.

Ya se había olvidado cuanto tiempo había pasado, había escapado de la torre de Edna sin mirar atrás y sólo una vez de extrema necesidad recurrió a ella.

(N/A: Meds suena a pibe enamorado hasta las pelotas XD)

Negó con la cabeza, sonriendo. Era un lindo gesto de su parte, pero sabía los problemas que podría traerle el ir al pueblo. Los mismos problemas que Len y Yure solían tener.

Dal: Volveré enseguida, sólo espérame

Volvió a sonreír, provocando que sus mejillas se sonrojaran levemente; se dió media vuelta, comenzando a caminar. El pueblo no era muy grande, y lo conocía de memoría, así que no demoraría nada.

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Veneno para ratas. Ácido. Comida en proceso de descomposición. Esas serían buenas sugerencias para el engendro aterrador ese, pero no podía decirlas. Kok se enojaría con él, y no le era grata la idea. Suspiró, quizás lo mejor sería tratarlo bien, aún si no le apetecía.
Eike se detuvo ante la puerta de la casa, observando, sin entrar. Había olor a personas, y no le gustaba. ¿Y si aparecían más desconocidos? ¿Cómo controlaría sus nervios? Un gesto de terror se adueñó de su rostro. Isha suspiró.

Isha: Kok, tu invitado parece tener un ataque de pánico

-

Ninguno de los dos se atrevió a decir nada. Nunca nadie entendió los métodos de elección de Edna, pero tampoco nadie los contradijo. Se hicieron la idea de que ser así debía ser difícil. Si bien ellos habían nacido en ese mundo, para otro que había experimentado ser humano, era horrendo seguramente.
Hell suspiró, acercándose a ella, para darle palmaditas en la cabeza.

Hell: Sólo intenta no usar ese poder. No es seguro.

(Meds suena a pibe obsesionado hasta las pelotas xD)

Se la quedó observando hasta que se alejó, impacientándose. Quizás entendía porque Len la sobreprotegía, parecía frágil, a pesar de ser todo lo contrario. Jugó con un par de ramitas en el suelo, dispuesto a esperarla.

-

Kok seguía maldiciendo. Había otras dos personas en ese cuerpo, y ninguna estaba dispuesta a hacerse cargo. Hasta Bab parecía esar lejos. Que buen momento para desaparecer...
Se sentó frente a Eike, haciendo acopio de toda su paciencia.

Kok: ¿Qué ocurre? ¿No quieres comer?

-

Sonrió levemente, sin alejarse. Quizás se había refugiado mucho en ese poder y se había alejado de todos a quienes quería.

Bel: De acuerdo, no más energía para mi.

Alzó la mirada, entornando los ojos sin perder la sonrisa.

Bel: Creo que es justo que me cuenten algo de ustedes ahora.

(N/A: Pobre xD Voy a pasar algo de tiempo)

Estaba volviendo con varias bolsas en su haber, repletas de comida. Sin darse cuenta, había demorado más de lo esperado; seguramente Meds se había marchado. Nadie esperaría tanto tiempo, ¿no?
Bufó, haciendo un poco más de fuerza para no terminar tirando las cosas sin querer.

-

Abrió la boca como si fuese a decir algo, cuando empezó a ver todo rojo. Era horrendo, horrible, como aquella vez. Sintió ganas de llorar, de morir. Se ahogaba. Y de repente... se desmayó.
Se sorprendió, para acabar tomando a Eike en brazos antes de que se golpeara contra el suelo. ¿Se había desmayado? Miró a Kok.

Isha: ¿Qué pasó?

-

Si bien se alegraba de que se sintiera mejor y comprendiese, no sabía si realmente responder a su pregunta sin formular. Miró a Lesius, que parecía no haberse perturbado para absolutamente nada.

Hell: Ya te lo dije, ¿no? Soy una Muerte. Él, un recolector de almas.

Seguía sentado, aunque a punto de salir en su búsqueda. Era en parte miedo y en parte no querer incomodarla la razón por la que se había quedado. ¿Cuánto podría tardar en comprar? Suspiró, recostado contra un árbol.
¿Ir o no ir?

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Kok: No tengo idea...

Dudaba entre si entrarlo era una buena idea, o si debería dejarlo allí y esperar que recuperase la conscienca. Todo parecia aterrarle.

Kok: Isha... ¿En qué me meti?

Buscó una almohada y la puso en el piso, tomando a Eike de los brazos de Isha y recostándolo allí. Llevarlo a su cama solo traería más problemas, se despertaría en un lugar desconocido y se volvería a desmayar.

-

Bufó, negando con la cabeza. Eso ya lo sabía, había sido la amenaza para que hablara.

Bel: No eso. ¿De dónde vienen las Muertes y los recolectores?

Suspiró, apoyando las bolsas en el mismo límite donde tiempo atrás había estado sentada. No quería caminar hasta la casa con esas cosas, eran demasiado pesadas. Pero debía, ¿no?
Se sentó en el suelo, sacando una manzana de una de las bolsas, comenzando a comerla en silencio. Luego del descanso, iría.

-

Isha: Te lo dije

Suspiró, viendo al niño durmiendo. Tenía rasgos de anemia. Por dentro sintió un poco de conciencia carcomerle. Estaba siendo malo, sin sentido, sólo porque su instinto se lo decía.
Se sentó, observando al niño en silencio.

-

Lesius: De "El más allá"

No podía dar muchos detalles sobre eso, ya que era algo que los seres que vivian en la tierra no conocerían a menos de estar muertos. Hell lo sabía, y se mantenía callado por el mismo motivo. Pero al cabo de un rato suspiró, mirando a Bel.

Hell: Sería el lugar donde van todos los muertos -se encogió de hombros, sonriendo-. Ni Lesius ni yo estamos vivos tampoco.

Meds: ¿Necesitas ayuda?

Era ya la tercera vez que le hablaba cuando ella creía estar sola. Si seguía así, algún día realmente la asustaría. La había observado llegar, al parecer esas bolsas estaban más pesadas de lo que Dal podía cargar.

-

Kok: Es tu culpa.

Si no lo hubiese conocido a Isha, nunca habría reparado en Eike, simplemente lo hubiese ignorado... o peor. Suspiró, agitándos su cabello.

Kok: De cualquier manera, ¿quieres comer?

-

Alzó una ceja ante lo último, avanzando hacia Hell. Se lo quedó observándo unos momentos. Realmente era alguien extraño. Sin pensarlo apoyó su palma en su mejilla. El frio de su mano contra el calor de su rostro.
Se separó, encogiéndose de hombros.

Bel: Al menos ustedes son cálidos.

Se sorprendió un poco, elevando el rostro hacia donde provenía la voz. Terminó de masticar el bocado de manzana que tenía en la boca, relamiéndose los labios, para luego sonreir.

Dal: ¿Quieres una? Están realmente dulces

Sus mejillas se sonrojaron levemente. El vendedor no le había mentido, eran las mejores manzanas que había comido en su vida.

-

Su culpa, claro. Suspiró, mirando la casa. Era la primera vez que iba. Kok nunca le había invitado, y quizás era eso lo que pasaba, que tenia celos. Gruñó levemente, desviando la mirada.

Isha: Si, tengo hambre

Se puso de pie, mirando a Eike, que parecía seguir desmayado. Se sacó la gorra que cubría sus orejas, para luego mirar a Kok unos segundos y sacarse el molesto pantalón holgado, quedando en ropa interior y permitiendo que su cola se liberara.

(N/A: FREEDOM (?))

-

Se sonrojó levemente, provocando que Lesius dejase salir una carcajada.

Hell: Quizás sea porque nacimos allí

Se corrió de su tacto con cuidado, mientras se sentaba en el suelo seco, sin césped alguno. Tenía tiempo, no había trabajo, y Cam no necesitaba de él aún.

Hell: ¿Alguna otra pregunta?

Desvió la mirada, extendiendo la mano hacia la manzana que le ofrecía.
Le agradeció, concentrándose en la comida y su sabor antes que en el sonrojo de Dal.

Meds: ¿Todo tranquilo en el pueblo?

-

Se sonrojó, bajando la vista y enterrando la vista en la comida mientras cocinaba. De reojo observaba a Eike cada tanto hasta decidir que realmente estaba desmayado.
Dejó los ingredientes de lado, avanzando hacia Isha y sonriendole. Le tomó por la cintura, acercándolo a su cuerpo y su mano en la barbilla, observándole por unos segundos a los ojos. Era adorable verlo celoso.

Kok: Me gusta cuando eres tu mismo.

Le besó levemente en los labios luego.

-

Esquivó las miradas de ambos, mordiendose la uña del pulgar, suspirando. Era una pregunta que le rondaba en la cabeza pero tenía miedo de formular.
Tomó aire, todavía sin mirar a ninguno de los dos.

Bel: ¿Realmente pueden... matar a quién sea?

Asintió con la cabeza. El pueblo siempre era tranquilo, no había nada que realmente fuera emocionante por allí, más allá de las cosas completamente paranormales que atosigaban el lugar. Fantasmas, demonios, monstruos.
Se llevó una mano cerca de la boca, comenzando a morder la yema de su dedo pulgar. (N/A: Es una extraña manía que adopté y mentalmente me dije "es muy Dal")

-

Frunció levemente el seño entre el beso. No era que le desagradase, para nada, pero estaba el criajo ese desmayado y vaya uno a saber cuándo despertaría. Y Kok no parecía tener muchos deseos de detenerse llegando a cierto punto. Y no era que lo culpase, él estaba igual, pero... Un leve quejido a su espalda le hizo separarse rápidamente de Kok, con las orejas erguidas.
Eike recien recobraba consciencia. Estaba algo mareado, y sabía que era porque hacía días no comía. Pero no quería pedir comida a desconocidos, porque iban a contaminarla. Gruñó por lo bajo, intentando enfocar bien la vista, para terminar observando a Kok y su amigo... ¿besandose? Al notar que el otro estaba en ropa interior, se ruborizó tambien, tapandose los ojos con las manos.

-

Ambos la escucharon en silencio unos minutos, para que luego Hell estallara en risas. Lesius simplemente bufó, mirando hacia otro lado.

Hell: No matamos, tomamos lo que en primer lugar nos pertenece.

Lesius observó a Bel y luego a Hell. Vaya explicación. No le sorprendía que luego Cam viniese a consultarle aquellas cosas, pese a que Hell se las "explicaba".

Lesius: Las almas pertenecen al más allá, no aquí. El cuerpo es lo único que pertenece a este mundo, donde todo tiene un fin. Cuando el cuerpo llega a su caducidad, sea por el motivo que fuere, nosotros, los recolectores, buscamos las almas y las llevamos al más allá.

Hell: En cambio nosotros, la Muerte, buscamos que la fecha de caducidad del cuerpo se cumpla. Tenemos una suerte de registro, digamos. Todos tienen su fecha de muerte prevista.

(xDD yo lo hago con la cuticula de la uña )

Soltó una risita al ver su gesto llevando una mano hacia la suya y quitándola de allí sin pensarlo. Se ruborizó cuando vio lo que había hecho, soltandola nuevamente.

Meds: Si te muerdes el dedo no puedo ver tu sonrisa.

-

Kok se separó de Isha, algo molesto. Intentaba ser cariñoso con él y le fruncía el ceño. Ocultó sus emociones al caminar hasta Eike, deteniendose a una distancia considerable. El pobre niño ya estaba aterrado, y ahora seguramente lo estaría más, considerando el estado de Isha y que los acababa de ver besándose.

Kok: ¿Estás bien? Te desmayaste.

-

Clavó la mirada en Hell y luego en Lesius, el enojo creciendo dentro de ella. Se obligó a calmarse, a controlar esa emoción. Si se enojaba, nada bueno sucedería. Respiró hondo, relajando la tensión de sus hombros.

Bel: ¿Acaso estaban de vacaciones el día que me mataron?

Logró esbozar una sonrisa, por dentro recordándo cuando su propia madre había apuntado la pistola hacia ella. ¿Dónde estaban ellos cuando debería haber muerto definitivamente?

Se quedó unos segundos inmóvil, para luego sonreír levemente. Con cierta vergüenza, con cierta incomodidad. Giró el rostro hacia el pueblo, nuevamente. A veces deseaba tener nuevamente la vista; había cosas que sólo los ojos le permitían ver.

Dal: ¿Haces esto seguido? Pareciera que flirteas conmigo... -suspiró, jugando con un mechón de su cabello- Lo siento, no quise ser ruda...

-

Aún con el rostro tapado, completamente sonrojado, tembló levemente.

Eike: ¿¡P-Por qué está desnudo!?

Isha: ¿Desnudo? Estoy en ropa interior. Y tengo mi remera puesta, ¿eso no cuenta?

Dejó salir una carcajada. Tan aterrador que parecía minutos atrás, y ahora se comportaba de tal manera. Parecía incluso tierno.

-

Se miraron entre sí unos instantes; Hell suspiró.

Hell: Escucha... Nosotros tenemos el registro de muertes, pero a veces otras cosas intervienen. Y... -se quedó callado unos segundos, sin saber quién decir. ¿Acaso le podría dar consuelo alguno? Era imposible, ¿no? Miró a Lesius, buscando ayuda.

Lesius: Existen Muertes renegadas. Y hay otros seres paranormales que tienen el poder de matar... pasando por alto los registros

Hell: Tu muerte... estaba planeada para tus 27 años. Irías a bailar con unas amigas. Habría una riña, te verías en medio. -se encogió de hombros- Quizás por eso Edna te escogió. Acabaron contigo antes, no te dieron la probabilidad de vivir...

Se sonrojó, desviando la vista. ¿Lo hacía? Quizás simplemente se veía atraído hacia ella por el placer de no ser juzgado.

Meds: No creo que seas ruda. En realidad, disfruto de tu sonrisa. No tengo mucha compañía que no me tema.

Incluso entre los lobos había cierto temor hacia él. Ella era quien le daba un lugar donde ser el mismo sin preocuparse.

-

Kok le arrojó los pantalones a Isha, con intención de que se vistiera. Volvió su vista a Eike, manteniendo la voz tan calmada como le era posible. No entendía a este niño, pero sí comprendía los cambios.

Kok: No te asustes, Isha solo tenía calor.

-

¿Debería estar contenta sabiendo que su vida, de todas maneras, no iba a ser larga ni terminar de una manera agradable?
Se sentó en el suelo, rendida. Odiaba esto. Odiaba que su temperatura fuese fria, odiaba no poder llorar, no poder lastimarse realmente. Odiaba estar atascada.
Con su dedo comenzó a hacer patrones en la tierra, suspirando.

Bel: Si alguien... -se aclaró la garganta- ¿ustedes podrían llevarse mi alma?

Un escalosfríos le recorrió.

Asintió vagamente. Era eso entonces. Giró el rostro hacia él, sonriendo sinceramente. Meds sólo quería ser comprendido y querido, nada más que eso.

Dal: Entiendo, discúlpame por acusarte...

-

Bufó, tomando los pantalones y colocándoselos de mala gana. Tenía calor, su cola era practicamente un horno pegado a su pierna.

Isha: Ya está, ya está...

Eike se destapó la cara, sin alzar la vista. Seguía completamente sonrojado y aterrado. ¿Por qué hacían esas cosas? ¿Por qué? ¿Y si él algún día hacía esas cosas con Karh? Su sonrojo aumentó.

-

Lesius suspiró, sin saber bien qué decir, mientras que Hell se sentó a su lado en silencio unos segundos.

Hell: Podríamos, sí. Pero... no valdría la pena. Edna te devolvió la vida por algo.

Sabía que le dolía, pero... no podía volver a tener la vida que tenía antes. Pero algo era algo.