A cursive memory

Sonrió al oir a Len, para luego correr el cabello de sobre una de las orejas de la pequeña.

Dal: Eras tú, ¿no? Quien cada vez que venía a cantar, espiaba.

Il se tensó, alejándose, avergonzada. Un pequeño sonrojo cubrió su rostro. Aceptarlo, ¿qué consecuencias traería? Y negarlo, ¿qué beneficios le haría perder?

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Terminó por rendirse, haciendo su ego crecer un poco. No era un ser de pelea, por lo que ganar le parecía algo gratificante. Le soltó, dejando que el animal saliera huyendo, para luego transformarse nuevamente en humano.
Jadeó, cayendo de rodillas al suelo. Estaba cansado. Y las heridas eran más profundas así.

Se sentó en el suelo, pasando la mirada a ambas. No sabía si confiar, si estaba interrumpiendo algo, o si simplemente era un ignorante. Decidió guardar silencio, esperando la respuesta.

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Maxx se acercó a Isha. No esperó a que le diera permiso, arriesgandose a despertar su furia nuevamente. Frotó su cabeza contra su cuerpo, comenzando a lamer las heridas. Kok se agachó, besandolo en los labios y revisando sus heridas.

Il: S-Si...

Dal dejó salir una risita, para luego girar el rostro a donde pensó estaba Len.

Dal: Ésta pequeña, cada vez que vengo a cantar al prado, está esperandome, para oirme.

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Chasqueó la lengua al sentir las lamidas, para luego alejar al cachorro con cuidado. No queria sentimientos de culpa.

Levantó la vista hacia ella, sonriendo .

Len: ¿Y pensanste que yo la había lastimado?

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Entendió, quedandose a un lado. Kok aprovechó tener la camisa rota para terminar de romperla, atandola en las heridas de Isha

Kok: No tenías que defenderme...

Frunció el seño, clavando su mirada blanquecina en el demonio. Enrojeció, no solo de la vergüenza, sino tambien de la ira.

Il: ¡Estaba llorando! ¡Y eras el unico aquí!

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Isha: Estaba defendiendo a Bab y Koba

Desvió el rostro, dejandose curar.

Soltó una risita, sonriendo luego.

Len: Nunca sería capaz de lastimarla. Pero no te culpo por culparme...

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Kok: ¿Oh y a mi no?

Le sacó la lengua, siguiendo con su trabajo

Il: Pues yo no te conozco, si que no confío en tí

Hizo un mohín, desviando el rostro, para clavar la mirada en Dal luego, relajandose. Ella era la Luna, estaba segura.

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Isha: ¿Para qué? No eres más que un idiota que se mete en peleas que no le competen

Gruñó al sentir que una de las vendas apretaba, quizás, demasiado.

Len: Soy Len, un gusto en conocerte

No estaba seguro de que lo fuera. Todavía no sabía si era de plena confianza.

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Kok: Culpame por querer ayudarte...

Aflojó la venda para terminar de separarse al vendar todo.

Kok: Ahí esta

Il: Iliveh...

No quitó los ojos de él, mientrs volvía a acercarse a Dal, abrazandose a ella. Cerró los ojos, relajandose.
Dal sonrió, retomando las caricias en el cabello de la pequeña.

Dal: Len, relajate...

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Isha: No necesitaba ayuda

Se observó a si mismo, vendado.

Isha: Gracias

Len: Intento... es algo dificil

Sobre todo cuando no podía acercarse demasiado, por miedo a interrumpir algo que no debía.

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Suspiró, sin responder. Demasiado orgullo. Conocía eso.

Kok: No hay porque

Dejó salir una risita. Entendía. Len no tenía tratos con pequeños (aunque ella tampoco). Estiró una mano, al aire, mientras con su otro brazo mantenía a Iliveh apegada a ella. Esperaba que Len tomara su mano, que comprendiera el gesto, que se uniera a la escena.

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Suspiró, mirando a Kok de reojo, para luego arrastrarse hacia él y besarle la mejilla con cariño.

Observó la mano unos segundos, tomandola luego con una sonrisa. Le besó la sien, con cuidado.

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Soltó una risotada, sacudiendole el cabello a Isha. ¿Cómo había llegado a quererlo tanto? Al principio solo lo había visto como una especie de juguete. Algo que debía tener.

Kok: Vamos, no quiero que te sigan lastimando

Sentía una extraña armonía. Y sabía que no era sólo ella, sino tambien la pequeña, e incluso Len. Llevó la mano de Len al cabello de Iliveh, moviendo su mano lenta y rítmicamente para que copiara el gesto que ella antes llevaba a cabo.
Iliveh sonrió, acurrucandose un poco más.

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Isha: Quizás si no tuviera que ver porque tu no te metas, o el cachorro de rata que traes... tendría menos heridas

Carcajeó, acomodandose su cabello.

Era extraño. Los niños nunca habían sido su especialidad. El ser un demonio no incluye relación con ellos. Siempre los había visto de lejos, y nunca se les había acercado. Ahora sentir que su caricia tenía un efecto le daba una cierta sensación de que todo estaría bien.

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Kok: No culpes a Maxx, te estaba defendiendo

Comenzó a caminar hacia el estudio, con Maxx pisandole los talones.

Isha: Maxx... la rata... es lo mismo.

Observó como éste caminaba pegado a los talones de Kok, y no podía evitar que le molestara de todas formas. Suspiró, ignorandose a sí mismo.

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Dal: Ésto se llama simpatía...

Sonrió, quitando su mano, para dejar que Len prosiguiera por su propia cuenta.
Iliveh comenzó a dormitarse poco a poco. Era una niña completamente diferente, parecía incluso inocente cuando se encontraba adormilada.

Suspiró, negando con la cabeza. Ya vería si le seguía llamando rata cuando alcanzara su tamaño final.

Kok: Si que no te cae bien...

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Soltó una risita, pasando su mano por el cabello de Il. Le resultaba extraño el no saber como actuar. Usualmente podía pensar que era lo mejor en las situaciones... pero esto era algo completamete nuevo.

Isha: No es que no me cae bien... lo detesto

Desvió la mirada hacia la nada. ¿Cómo querer a esa rata? Sentía que le estaba quitando algo propiamente suyo, como era la atención. Era sobre-entendido que la detestaria.

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Iliveh poco a poco cayó en el sueño, provocando que Dal sonriera. No podía verla, pero podía sentirla. Sentir sus latidos calmos, su respiración lenta, y como el agarre sobre ella disminuía en fuerzas.

Dal: Se ha dormido..

Le tomó el rostro, besandole la mejilla, riendo.

Kok: No vamos a cambiarte por el

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Len: ¿Deberíamos llevarla a la casa?

La observó atentamente. La calma que emanaba. ¿Cómo era que no había visto eso en los niños antes?