~ Lost inside me

Lou: No puedes creerle a ese. No sabe juzgar, y suele decir esas cosas solo para molestar. No creo que seas una 'marimacho'.
Ciertamente, no era la chica más femenina, pero no por eso era una marimacho. Tenía rasgos de mujer, aun con cabello corto y la ropa que usaba.

Le miró de reojo, para luego volver la vista al agua. Se sentía algo incómoda de todas formas, pese a que ambos habían dejado la lucha interna por Karh. Suspiró; prefería enfrentar las cosas antes que romperse la cabeza pensando.

Con: ¿Por qué me tratas bien?

Clavó su mirada en él.

Se quedó pensando al escucharla. ¿Por qué lo hacía?
Lou: ¿Porque me caes bien? ¿porque no tengo una razón para pelear contigo? A veces solo tratas bien a una persona porque si... no necesitas tener una razón.
Sonrió mirando hacia el cielo. ¿era tan extraño?

Con: No creo acostumbrarme a que tu me trates bien

Quitó los pies del agua, para ponerse de pie. Queria nadar, pero Lou estaba allí. Se encogió de hombros, despues de todo la vergüenza no era uno de sus dones.

Con: No mires, no quiero quejas

Se quitó los pantalones, quedando en ropa interior, para luego quitarse la remera y arrojarse al agua.

Se recostó colocando un brazo sobre sus ojos, estaba ligeramente sonrojado al imaginarse como estaba Con, y al mismo tiempo sonriendo.
Lou: No es justo que tu puedas nadar y yo no...
Aunque el tampoco tenía traje de baño, así que quizás no era mala idea estar sufriendo el sol

Nadaba de un lado a otro, absteniendose a flotar sobre el agua. Si Lou le había reprendido innecesariamente por su remera, no quería imaginarse si flotaba a la ras del oceano. Lo miró, arrojandole agua.

Con: Eso es tu problema por ser chapado a la antigua, podrías estar nadando y a mi no me molestaría en lo absoluto

Rió refugiandose del agua fría, como un nene. Se había sentido bien... y el calor era demasiado. Abrió sus ojos, para correr hacia el agua y sumergirse en ella, con los pantalones puestos.
Lou: Solo recuerda que tu dijiste que no te molestaba

Bufó al sentir el agua salpicarle. ¿Que acaso no era un soldado? Y hacía esas locuras. Volvió a retomar el nado, algo alejada, quizás, de Lou. Evitar problemas, evitar problemas.

Con: Debes ser el unico ser tan transtornado como para arrojarse con pantalones al agua

Lou: Estoy acostumbrado... es más dificil combatir con todo el equipo.
Flotó por el agua, dejando que la corriente lo llevara, así no vería a Conn semi-desnuda, y el podría relajarse.

Sonrió, viendo como se dejaba alejar por la corriente. ¿Realmente era tan vergonzoso? Se sumergió en el agua, nadando hacia él, para emerger y abrazarse a su espalda, riendo.

Con: Te tengo ~

Lou rió, incorporandose y girar la cabeza hacia atrás.
Lou: Que vergüenza... acabo de ser atrapado por una mujer. Realmente no merezco ser llamado soldado
Hizo un gesto dramatico, hundiendose en el agua. No era buen actor.

Bufó. ¿Dónde quedaba el supuesto sonrojo, vergüenza y luego la queja? Comenzó a nadar nuevamente, maldiciendo su busto pequeño. Si fuera un poco más grande, seguramente habría logrado su cometido.

Apareció frente a ella, volviendo a colocarse de espalda, con los brazos sosteniendo su cabeza, en un gesto despreocupado.
Lou: Pero, de la misma manera, ¿qué haces abrazando a un hombre en tu estado?
Simplemente no podía dejar sus costumbres de lado.

Con: He abrazado hombres & mujeres en estados peores al que estoy ahora

Completamente desnuda, quizás. Volvió a abrazarse a sus hombros, dejandose flotar. Si no fuera Lou, estaba segura de que podría dormir por unos buenos minutos.

Lou: Prefiero no saber esas cosas...
Educación antigua, costumbres viejas, el ejercito había hecho un desastre con el. Seguramente trataría a Con como una dama si fuera un poco... diferente.

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Cam suspiró, con el cuaderno en su mano. No se atrevía a abrirlo. ¿El nombre de quien estaría escrito? temía que en cualquier momento apareciera el nombre de algún amigo, que no eran mucho. ¿Cómo lidiar con una habilidad así? ¿O era el cuaderno? No había encontrado a nadie que le explicara.

Con dejó salir una risita, mientras se abrazaba un poco más a él, apegando el busto a su espalda inconcientemente. Extrañamente, no pensaba en Karh como en los últimos días. No pensaba en nada.

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Hell vagaba, en una forma poco normal a la usual: de gato negro. Saltaba entre ramas, entre objetos, esquivando cosas o asustando a la gente y animales. No había trabajo, hasta un par de segundos. La muerte se tomaba descansos.

Al parecer, ya no le parecía algo completamente extraño lo que Con hacía, y si bien se sonrojó, no era tan notorio como las veces pasadas. ¿Qué pensaría cualquiera que los viese? Rió al pensar en eso.

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Se había sentado sobre un tronco muerto, no podía seguir huyendo. Abrió el cuaderno con la usual mano temblorosa. ¿Cómo podía describir escenarios tan precisos sin acordarse de nada luego? Solía escribir los últimos minutos de alguien, hasta como se sentía... no podía entenderlo. Vio que había escrito sobre un accidente, pero se negó a leerlo. No podía hacerlo.

Con: No te rías, tiemblas y no puedo descansar

Abrió los ojos, que había cerrado hacia unos segundos unicamente. Apoyó la cabeza en su hombro, a un lado de sus brazos, sin dejar de abrazarle.

Con: De todas formas, ¿de qué te ries?

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Vio una niña extraña, sentarse a leer un cuaderno, aterrorizada. Saltó hacia el suelo, ya que estaba sobre un arbol, acercandose a ella. Lo bueno de todas las formas animales que podía tomar era que usualmente las personas creían que era unicamente un animal.

No volvió a reír pero sonrió. No le diría, seguramente se ganaría un golpe o algo. Cerró sus ojos haciendo leve ondas con sus manos, considerando si apoyar su cabeza sobre la de Con o no.

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Lo cerró con un golpe seco, extrañamente, nunca arrancaba las paginas ni dañaba al cuaderno. Levantó la cabeza, sorprendiendose al ver a... ¿un gato negro? Como si su suerte no fuera ya mala.

Había cerrado el libro antes de que pudiera leer algo siquiera. ¿Por qué no podía satisfacer su curiosidad? Se acercó a la muchacha, que más que huir de él parecía mirarle con desprecio. ¿Acaso los gatos negros no le gaban miedo?

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Con: Es bueno que contestes cuando alguien pregunta algo, creí que en la milicia lo enseñaban

Mantenía los ojos cerrados, tranquila. Como si no fuera Lou con quien estuviera hablando, sino ella misma.

Cam: ¿Qué quieres?
Bufó. ¿Qué hacía hablando con un animal? Necesitaba ir con un psicolo urgente. Lo que no necesitaba en esos momentos era tener a un gato que la siguiera, o que se acercara a ella siguiera.

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Lou: Aprendí muchas cosas... pero también me guardo algunos pensamientos para mi.
O sino estaría revelando todo lo que cruzaba por su mente solo porque alguien preguntaba.

Asintió, vacíamente. Abrió levemente los ojos, clavando su mirada celeste en Lou.

Con: ¿Cómo es la milicia?

Sin darse cuenta, y para estar algo más comoda, se había abrazado a su cintura con las piernas.

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¿Encima le gritaba? Comenzó a transformarse, de un pequeño gatito negro a una enorme pantera, que le gruñó.

Soltó uno de sus propios brazos para pasalo por debajo de los hombros de Con, acercandola un poco más a el. Podría pegarle, pero no le importaba.
Lou: Es... complicada. Hay muchas reglas, mucho ejercicio, poco descanso, poca comida, pero no se compara a la guerra. Eso es terrible.
Tan terrible que no quería volver a vivirlo nunca.

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Debería sentirse asustada. Un gato no se transforma en una pantera. O eso creía. Se levantó con el seño fruncido y caminó hacia lo que fuera que sea esa cosa.
Cam: ¿Quieres matarme? ¿Eso quieres?
No quería morir, pero su vida no era exactamente genial.

Soltó un jadeo bajo; no le molestaba que la apegara a él. Despues de todo, el agua estaba fria, y Lou tenia una tempertura corporal algo alta. Y si ya habían estado largo rato así, era inutil quejarse.

Con: ¿Y para qué te alistaste?

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¿Para qué matarla? Si la mataba, luego tendría problemas allá abajo, porque iba quitando horas o días de vida. Y podrían suspenderle por eso. Miró rapidamente el cuaderno; lo que él quería era ver eso, nada más. Corrió hacia ella, tomando el cuaderno entre los dientes, para comenzar a alejarse. Debía leer qué era lo aterrador de ello.

Lou: No lo hice. Mi madre me alistó. Y no tuve opción.
Se sentía cómodo contandole esas cosas, no sabía porque, pero era así. En cierta forma, era liberador poder decir como su vida había sido sin reservas.

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Si, ella odiaba al cuaderno, y si, quería olvidarse de el... pero sentía que no iba a acabar solo porque alguien, o algo, lo robara. Corrió alcanzando a la pantera, agarrando el cuaderno y comenzar a forcejear.
Cam: ¡Damelo, maldita cosa!