Mujer de aproximadamente 19 años, muerta en plena guerra hace mas de dos siglos. Sus ojos son de color azul, salvo cuando tiene hambre, donde pasan a tener una coloridad cada vez más rojisa, según la intensidad de esta.
Debe alimentarse de almas para subsistir, puede tanto matar o dejar vivir.
Antes de morir, compartía celda con un niño cuyo nombre, apariencia, y detalles no recuerda, pero tenía un peluche al que siempre abrazaba. Antes de que se llevasen al niño, este le hizo prometer que cuidaría de Demian, el peluche de conejo.
Cuando las heridas fueron demasiado graves y ella se entregó a la muerte en lugar de luchar, parte de su alma fue contenida en el peluche, por lo que ahora siempre lo lleva consigo. No puede morir, pero le da miedo saber lo que ocurriría si Demian fuese destruído.