Good to you

Pensó que sentiría el orgullo inflado, pero en cambio sintió un vacío que le golpeó la boca del estómago. ¿Qué estaban haciendo? ¿Qué estaba haciendo él? Por un momento fue completamente consciente de su alrededor. La lluvia, el bosque, sus manos llenas de barro, al igual que el cuerpo de XIII.
Suspiró, limpiandose contra su vestido, para luego abrazar a XIII por el cuello y besarlo. Se separó unos cortos centímetros, mirandolo a los ojos.

Eve: Realmente no te entiendo, XIII... me pediste que me detuviera, pero no quieres que me vaya... Dime qué hago

Lo abrazó por la cintura, volviendo a besarlo. No, no quería que se fuese, pero tampoco quería enfrentar todo el tumulto de emociones que despertaba en él. ¿Qué quería? Ser normal. Por una vez, quiso ser normal y no un espia asexual.
Se separó levemente, quitándole la peluca y sosteniendola entre sus manos.

Xap: Vayamos a casa. No necesito enfermarme.

Asintió, guiándolo hasta la casa, donde lo obligó a sentarse en la sala. Buscó una toalla, para luego volver y comenzar a secarle el cabello a XIII con cuidado. Se sentía terriblemente mal y quería remediarlo, pero no sabía cómo. Suspiró, pasando a secar sus hombros y pecho con un ligero rubor imperceptible, pero completamente consciente de la realidad.

Eve: Si quieres que me detenga y quieres hacerlo tú, dime.

Negó con la cabeza, una pequeña sonrisa se había formado en su rostro, y simplemente disfrutaba de las caricias.

Xap: Me agrada, me relaja.

Cerró los ojos, agradeciendo el calor de la casa, el cuidado de Eve, y el cansancio que le impedía pensar en todo lo que había sucedido ese día.

Xap: Se siente... bien.

Al terminar de secarle, se sentó en el suelo frente a él, en completo silencio. Seguía empapado, pero no le interesaba. Suspiró, bajando la mirada. ¿Qué se sentiría estar en la piel de XIII? Sentirse... tan diferente.

Eve: Si quieres decirme algo, lo que sea, soy todo oídos... Incluso si es enumerarme la cantidad de defectos que poseo

Lo observó sentarse, todavía completamente mojado por la lluvia, con leve signos de cansancio en su rostro y no pudo más que sonreír.
Se moridó la lengua, sintiendo las palabras formarse detrás de su garganta. ¿Qué mas daba? Ya estaba metido en una situación que no comprendía.

Xap: Te quiero.

Había escogido bien el momento. En realidad, podía escuchar los pasos llegar desde lejos, y sabía que de esa manera se evitaba de escuchar la respuesta de Eve, o de forzarlo a decir algo siquiera. A los pocos segundos, se abrió la puerta y una Xer bastante empapada cruzó el umbral.

¿Había acaso escuchado mal? En dos días su mundo hizo un completo giro anormal. Solo dos días. ¿XIII lo quería? Sintió su corazón latir agitadamente, como si hubiese corrido kilómetros. No sabia si responder o preguntar a qué se refería, pero apenas abrió la boca para decir algo, vio a Xer entrar.
Suspiró, sabiendo que quedaria para despues. Vio a su amiga y se acercó a ella con la toalla.

Eve: ¿Cómo te ha ido?

Evitó preguntar por qué su amiga tenía el vestido cubierto de barro, o por qué Xap estaba sin remera en medio de su living, pero claramente ellos habían tenido una noche tan interesante como ella. Dudó si contarles toda la verdad, bajando la vista unos segundos.

Xer: Bueno... Había una reunión en Cronos, fui hasta allí para averiguar que sabían, sospechaban, o querían y -

Xap: ¿Xerafi? ¿Qué es eso?

Se levantó y caminó hacia ella, una venda cubría la piel, justo por debajo de la clavicula. Su pulso aumentó, y hasta tembló su mano cuando arrancó la cinta, dejando un claro VIII al descubierto, provocando en ella un sonrojo.

Xap: ¿Qué hiciste?

Observó el tatuaje completamente atónito. Quizas tenía más explicacin que solamente lo que veia, pero se sentía completamente traicionado. ¿No se daba cuenta acaso de lo que estaba haciendo? Quizás si, Xer siempre estuvo mucho más comprometida en cuanto a la agencia; siempre había admirado fervientemente a los XIII. Pero... estaba dejando tantas cosas detrás. Como su libertad. ¿Qué sucedería si no lograban destruir Cronos? ¿Qué pasaria?
No fue capaz de articular palabra alguna sobre lo que estaba pensando. ¡Sentía que traicionaba su amistad por algo tan estúpido! Quiso llorar. Quiso golpearla. Pero en cambio se alejó, subiendo las escaleras.

Quiso detenerla pero Xap le colocó una mano en el hombro, impidiendole avanzar. Rápidamente Xer le explicó la situación, y, si bien no hubiese tomado esas decisiones, tenia que admitir que era una buena opción.
Miró en la dirección que Eve había desaparecido, yendo tras él, y terminando en la puerta de su cuarto. Tocó el marco levemente, suspirando.

Xap: ¿Eve? ¿Puedo pasar?

Se habia sentado en el suelo, intentando calmarse. Pero era inútil. Sentía a Xer como una traidora. Si no habia traicionado su amistad, lo habia hecho consigo misma. Con sus promesas, con sus planes.
Sintió los toquidos, poniendose a la defensiva. Si era Xer la atacaria, estaba seguro. Pero al oir la vos de XIII algo se relajó dentro de él.

Eve: Pasa...

Entró en el cuarto con un leve suspiro, sentandose a su lado pero con la vista clavada en el techo. Podía sentir a Eve molesto y, no lo culpaba, pero tampoco podía culpar a Xer por haber tomado ese curso de acción.

Xap: Eve... Nos guste o no, enfrentarnos a Cronos es la única opción posible, tarde o temprano nos encontrarán si seguimos corriendo. Tener a alguien infiltrado entre sus líneas nos será de ayuda.

Eve: Es mi mejor amiga, XIII... No podré protegerla si es uno de ellos.

Ese era en realidad el gran problema: miedo. No quería que ella estuviese en peligro, muchisimo menos por su culpa.
Suspiró, recostándose en la cama con los ojos cerrados, boca arriba. Su cabeza era un lío. Mucho peor que el usual.

Xap: Eve, no tienes que proteger a nadie solo. Nos estamos protegiendo mutuamente, por eso ella... entró en los XIII. Nos está protegiendo desde dentro, y nosotros la protegemos desde fuera.

Se sentó a los pies de la cama, intentando darle algo de seguridad, si debía ser honesto, él estaba muerto de miedo por perder a alguno de ellos, pero todos eran espías, todos eran asesinos.

Xap: Estamos todos metidos en esto, y si no nos mantenemos juntos, entonces Cronos nos destruirá.

Eve: ¿Qué sucede si no podemos destruír Cronos? ¿Han pensado en ello?

Porque él sí, varias veces. Constantemente, casi. Sabía que sus probabilidades de ganar eran casi nulas. Cuatro asesinos, contra una organización completa. Si bien uno de ellos era XIII, uno de los mejores espías y asesinos, no podría hacer el trabajo solo. Dudaba que pudiesen hacer el trabajo juntos.

Eve: Si no logramos destruirlos, ella se verá encerrada en eso, en ser uno de los XIII... perderá todo.

-

Hacía varias semanas que sus malos días se habían transformado en días soportables, y sus buenos días en momentos geniales. Despedirse de su hijo le había sido necesario, Lou siempre había tenido razón.
Bostezó, recostada sobre el sofá, acariciando a Jyaf en su forma lobezna.

Xap: Como ella lo ve... hay tres formas en que todo puede resultar: La primera, logrando destruir Cronos y todos poder tener una vida normal, la segunda, en la que nosotros morimos y ella quedá atrapada como uno de los XIII, y la tercera, en la cual vivimos corriendo de la agencia. En el caso de la última, sabe que la mejor forma de protegerte será estando entre los que te buscan, podrá adelantarnos movimientos. Y, en el caso de la segunda -Se tomó un par de segundos, rechazando el miedo que le generaba esa idea- bueno, está convencida de que no sucederá.

Algo demasiado optimista, pero no podía negar que le agradaba su seguridad y valentía. Estaba dispuesta a entregar su vida por cuidarlos el tiempo que fuera necesario. No podría ver a nadie, viviría para las misiones, su libertad entera había sido aniquilada. Todo por protegerlos.

Xap: Ella confía en nosotros. Deberíamos hacer lo mismo por ella.

-

Estaba nervioso, quizás demasiado. No entendía por qué, Con ya le había dado el "sí", pero... suspiró. Ya habían pasado 10 minutos desde que observaba la puerta sin atraverse a abrirla, pero era hora. No podía seguir retrasando el momento.
Entró en el departamento, ya con un sonrojo interesante. Comenzaba a dudar de si alguna vez había sido un soldado en lugar de imaginarselo todo.

Lou: ¿Con?

Podía sentir su cabeza comenzar a doler. Eso no era lo que él quería, ni siquiera le habían consultado sobre qué hacer. Todo por su estúpida culpa; si hubiese dejado que II hiciera lo de siempre, si hubiera dejado que XIII se encargase de él a su modo.
Gruñó, tapandose el rostro con las manos.

Eve: Debiste dejar que me entregara, XIII... ésto no estaría sucediendo...

-

Elevó la mirada de Jyaf, que roncaba entre sueños, hacia Lou. No pudo evitar sonreír al ver el sonrojo obvio en su rostro. ¿Por qué estaría así?

Con: Buen día, soldado

Xap: Si te entregara, Cronos estaría otra vez ganando. Jamás nos preguntaron si queríamos esta vida, sólo nos forzaron a vivirla. En algún momento alguien tiene que hacer algo contra ellos, ya no quiero seguir corriendo y escondiéndome Eve. Quiero vivir. Y quiero que vivas.

Con cada palabra se había acercado a él y ahora estaba a su lado, acariciando las manos que cubrían su rostro. Comprendía como se sentía Eve, el hubiese intentado lo mismo para protegerlos a todos... Pero de la misma forma que no lo hubiesen dejado, el no lo dejaría hacerlo.

-

Lou: Con...

Había sostenido armas en sus manos, disparado granadas y enfrentado al enemigo sin dudarlo, y ahora sus manos estaba temblando.

Lou: Yo... Se que me he demorado en conseguirlo -rebuscó en su bolsillo, el sonrojo aumentando con cada segundo hasta que sus dedos dieron con la caja.- pero espero que no hayas cambiado de parecer.

Quitó el pequeño estuche de su pantalón, abriendolo. Un anillo en su interior, el arco plateado con una pequeña piedra negra en el centro.

Eve: Es tan injusto, XIII... temo que no consigamos nuestro objetivo. Temo por Xer, temo por Kui, temo por ti...

Tomó su mano con cuidado, mirandolo sin saber exactamente cómo dejar salir toso lo que tenia en su cabeza. Miedo, furia, rencor... Sintió que podria llorar.

-

Se puso de pie a una velocidad alarmante, arrojando a Jyaf al suelo, que xomenzaba a grunir. Desviaba su mirada, nerviosa, de Lou al anillo, sin detenerse. ¿No era muy pronto? Claro que no, vivian juntos, habian pasado casi toda su vida juntos. Habian experimentado lo mejor y lo peor juntos. Pero eso... ese gesto... Se mordió el labio, aun sin responder.

No había mucho que pudiese decirle, sin sentir que estaba mintiendo. No podría asegurar que todo estaría bien, la verdad, tenían bajas probabilidades de lograrlo.

Xap: Yo también siento miedo. Estoy aterrado que algo vaya mal, no podría soportar la culpa si así fuese. Pero no hay otra opción.

-

Lou: Con, quiero que te cases conmigo, quiero que seas mi esposa.

Le sonrió en un intento de calmarla. Aún si con el se mostraba tierna y dulce, la rebelde que vivía en ella debía estar enloqueciendo ahora. Se levantó con cuidado, sin acercasele, su sonrojo aumentaba.

Lou: Quiero pasar el resto de mi vida a tu lado.

Eve: ¿Sabes que no podrás salvar a todos si nos ves en peligro, no? -tragó sonoramente, sabiendo que esa sería una enorme posibilidad que odiaba considerar, pero que era imposible dejar-. No podrás salvar a los tres, XIII... y quiero que me prometas que si eso sucede, te preocupes por Xer y por Kui.

Él no valía la pena el rescate, sabía que su sueño de libertad sólo terminaría en el cuchillo o las manos de alguien. Pero extrañamente, no le molestaba. Le daba paz ser consciente de la gran probabilidad de morir luchando por lo que deseaba.

-

Con: Lou... me siento aterrada...

No quería mentirle, nunca buscaba hacerlo. Hacía tiempo había aprendido que la verdad era lo más valioso entre ellos. La honestidad y la confianza.
Se acercó, titubeando. Sabía que, probablemente, Lou no lo tomaría exactamente bien. Pero debía entender el gran paso que eso era. Y lo importante que era dar el paso con ella, alguien tan... inestable.
Tomó la caja entre sus manos, mirándolo un segundo. Era hermoso, era claro que había buscado su anillo por todos lados, que había exactamente buscado por aquel anillo que dijese "Connan". Se modió el labio, mientras cerraba la pequeña caja.

Con: Te sonará idiota... pero quiero pensarlo, Lou... No sé si estemos listos...

-

Vendó sus manos, alistándolas para pelear, saliendo luego de su habitación. El suelo estaba lleno de botellas vacías de hadas, lo cual era tan común que no le interesaba. Lo único que le importaba era que estaban vacías. Y él necesitaba un poco ahora.
Avanzó hacia el baño, con la esperanza de encontrar aunque sea un vestigio, pero sólo vio su bañera llena de más botellas vacías. Quizás debería limpiar. Quizás no. Se vió el espejo, notándose ojeroso e intranquilo. Necesitaba más botellas. Su cuerpo lo pedía.
Salió rápidamente a la calle, directo al círculo de peleas de los piratas. Rompería un par de narices, sangraría un poco, sí... pero tendría dinero. Y con ello, botellas de hadas.

[Es Nurc: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] ]

Lo observó a los ojos por unos segundos, meditando sus palabras, el peso que tenían. En toda esta situación, le había negado cada deseo, Xer había hecho algo sin siquiera consultarles si estaban de acuerdo. Era como una piedra en su pecho que se iba formando, pero no podría decirle que no a ese único pedido, porque sabía que, llegado el caso, moriría intentando protegerlos. A todos. Pero si pedía prioridad para alguien...

Xap: De acuerdo. Si es lo que quieres.

-

Bajó la vista, sintiendo su garganta contraerse, y como ahora el solo tragar le era un problema.

Lou: De acuerdo. Tomate el tiempo que necesites.

¿Acaso se habría apresurado demasiado? Él se sentía listo, habían pasado por demasiadas cosas y siempre se habían mantenido unidos. ¿No era eso prueba suficiente?
Mentalmente se dijo que estaba siendo un egoista, si ella no estaba lista, no lo estaba y no podría forzarla. Quería que le diga que sí, realmente lo deseaba y su respuesta le había caído como un balde de agua fría en la cabeza, pero no iba a forzarla. Ella tendría sus razones.
Por fin logró volver a levantar la vista, forzando una sonrisa.

-

(Quiero mas bardo, con permiso...)

Paso, paso, patada.
Era su día libre del trabajo, y como era común ya en ella, se retiraba a los círculos de pelea. Desde el fraude descubierto, y ahora con su identidad femenina sabida por todos, ya no le dejaban pelear, aún cuando demostrase ser tan capaz como todos de romper narices. Así que se había dedicado a cobrar por enseñarle a los más novatos, o los más idiotas, como durar más que unos pocos segundos.
Era un dinero extra, y descargaba algo de tensión al gritarles lo mal que lo hacían, o enterrar su puño en sus rostros.

(Es Xirh)

Le acarició el rostro con cuidado, intentando no hacer connotaciones equívocas. Sabía lo mucho que a XIII le dolía el cumplir su deseo. Lo sabía, y no podía culparlo; él estaría igual en su lugar. Pero no podría soportar la idea de vivir y que Xer o Kui cayeran en manos de Cronos. Ellos por lo menos habían testeado lo que era ser libre, en cambio él... sólo tenía ideas vagas.

Eve: Gracias...

-

Lo observó inmóvil, sin atreverse a decir nada más. Lo había lastimado, sin intenciones de ello, pero lo había hecho. Y no era justo. Miró la pequeña caja entre sus manos, sintiendo que tenía algo mucho más pesado en la realidad. Era una promesa a futuro tan difícil de comprender realmente, tan abstracta y al mismo tiempo tan concreta. Sumamente compleja.
Suspiró, mirando a los ojos a Lou. Sabía que él quería llorar, que no lo hacía porque no quería hacerla sentir culpable. Pero, ¡diablos! Ya se sentía así.
Lo abrazó, ocultando el rostro en su cuello.

Con: Me hace realmente muy feliz, ¿sabes? Que pienses de ese modo en mí... Es sólo... Lou, no lo sé. Da miedo. Es diferente para tí, has tenido claras las cosas desde un principio. Yo no... Y no quiero ser un error...

-

Estaba tan cerca del círculo de pelea, tan cerca de su meta, pero no pudo evitar ver a la muchacha pelirroja enseñandole a los novatos. Una media sonrisa se formó en su rostro, sin poder contenerse, para avanzar hacia ella.

Nurc: Pero qué tenemos aquí... ¿te has denigrado a enseñar a los percebes? Oh, claro... ser mujer te limita en estos lados -acercó una mano a un mechón de cabello suelto, sonriente-. Quizás de prostituta te iría mejor.

Sonrió, agradeciendo su comprensión como él agradecía que cumpliera su promesa. Aunque le doliese la mera idea de tener que a alguien de prioridad, sabía que la cumpliría. Por Eve, por él, todos.

Xap: También te prometo que haré todo lo posible para que seas libre.

Aunque le costase la vida.

-

Quizás algún día lograría que entendiese que jamás sería un error. Aún si algo pasaba entre ellos, aún si Con un día se despertase y lo echase a las patadas, jamás sería un error. Era la persona que más feliz lo había hecho, que siempre había estado y a quien le había mostrado realmente quien era.
Era un esfuerzo mantenerle la mirada, pero lo hizo por repeto, respeto a sus sentimientos, y lo que él mismo sentía. Después de todo, no le había dicho no, era solo un... "no ahora."
Le devolvió el abrazo, inspirando su aroma, suspirando luego. La presión no desaparecía.

Lou: Jamás serás un error. Pero si necesitas tiempo, tiempo te daré.

-

Bufó, ignorando al que tenía en frente para tomar al extraño por la muñeca y girarla en una posición poco natural.

Xirh: Vuelve a decirme eso y te romperé la cara.

¿Pero quién se creía que era? Acercándose a un desconocido y diciendole que se dedique a la prostitución. Se tomó un segundo para verlo, tomando nota de sus ojeras, y su estado en general. No recordaba verlo, aunque con el poco tiempo que había pasado en tierra, no se sorprendía.

Eve: XIII, yo...

¿Cómo decirle? Sabía que no sobreviviría para ver lo que era un mundo sin Cronos. Era consciente de que caería primero, porque se encargaría de protegerlos a lo que costase. Hasta que su cuerpo no pudiera moverse más.
Sonrió, intentando quitarle importancia. Él no debía saberlo. Él tenía cosas más importantes en qué pensar.

Eve: ...gracias

-

[Hago pasar unas horas]

Se sentó en la arena, mirando al horizonte. Intentaba pensar en cualquier cosa real, tangible en aquel momento. La forma en que sus pies desnudos eran tocados por la espuma del mar, haciendole leves cosquillas. Cómo la brisa movía su cabello, que estaba un poco más largo. Cómo el sol le acariciaba la piel. Quería no pensar en cómo había dejado a Lou en el departamento, solo, mientras ella descifraba su propia cabeza.

-

Sonrió al ver su muñeca torcida de forma antinatural. Le dolía, pero no tanto. Su mente dolía más. La abstinencia, odiaba la abtinencia.

Nurc: Ow, tienes garras. ¿O acaso vendrá el gran perro malo a defenderte, como en las peleas?

Se soltó, sonriéndole. Era una chica peculiar, inmiscuyéndose entre los piratas como una más. Estaba seguro de que en Krawk esas cosas no pasaban. Pero bueno, podía no ser así.
Rápidamente desvió la mirada a la bolsa de oro colgando en su pantalón. Parecía llena de doblones. Los necesarios, los suficientes. Podría comprar varias botellas. Se relamió los labios, mirándola a los ojos.