Best of me ~

También oyó el ruido, poniendose alerta. Instintivamente abrazó a Con, protegiendola y tapandola con su cuerpo.

Lou: Vistete, yo te cubro. Además, la última vez encontramos un protector extra.

Intentó sonreírle para tranquilizarla pero su vista estaba clavada desde donde había escuchado el sonido. ¿acaso no podía tener un día tranquilo?

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¿Cómo negarse? ¿Cómo decirle que no a esa persona que lo enloquecía? Gimoteó de placer, acariciando su pecho y arañandolo. Lo quería a él. Beta, alfa, hembra, macho, lo que sea. Accedería a cualquier cosa.

Sin: Seré tu hembra entonces, seré lo que quieras.

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Querov: ¿Mamá?

Sonrió, dejando que dormitase. Quizás él también se sentía solo, quizás él también necesitase la compañía de alguien... al menos por unas horas.
Se rindió, acariciando sus cabellos con cuidado, perdiendo la mirada entre las estrellas.

Se vistió tan rápido como pudo, estando atenta. Podía ser desde un simple animalejo hasta alguien dispuesto a hacerles daño. Sus piernas temblaron un poco, pero repentinamente el ruido cesó. Miró asombrada, algo confusa, para inconscientemente comenzar a acercarse.

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Movió su cola completamente alegre, mientras le observaba con atención. Le había dicho una vez que él no se ponía en celo, pero se veía exactamente igual a estarlo. Lo arrojó contra el suelo, para terminar de arrancarle por completo los pantalones a la ropa interior, desgarrando los suyos luego. Se inclinó, retomando las lamidas a su entrada, mientras recordaba lo que los machos beta solían hacer.

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Adormilado por completo, no dejaba de abrazarse a Querov, diciendole que lo amaba. No sabía exactamente con qué soñaba, sólo sentía la necesidad de decirlo, como si ello fuese importante.

La detuvo con una mano en su pecho. No quería que se arriesgase más. Ya había pasado por mucho como para permitirlo. En cambio comenzó a acercarse él, silencioso como le habían enseñado en su momento.

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Se dejó hacer, sintiendo como el calor y la electricidad lo recorrían. Quería más, más y más, estaba perdiendo la cabeza.
No se atrevía a moverse, ahora Jyaf era sudueño, él lo controlaba. Y algo en él se emocionaba de solo pensarlo.

Sin: Jyaf... por favor... penetrame...

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(he's weird... y se parece mucho a alex en varios sentidos xD)

Se sonrojó, aunque sabía que no era en serio, simplemente dormía, pero era agradable escucharlo.

(qué hacemos con ellos?)

Con: *susurrando* Lou, ¡detente!

No podía mantenerse quieta sin hacer nada. Miró a su alrededor, buscando algo con lo que golpear si era necesario, tomando un gran tronco y acercandose a Lou. Tenia nervios, ¿qué diablos? Acabó por gritar y abrazarse a Lou al ver un conejo saltar en dirección a ellos, para luego ruborizarse frenéticamente.

Con: Un conejo...

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Alzó sus orejas, escuchando lo que le pedía, para finalmente posicionarse y penetrarlo de forma repentina. Se mantuvo quieto, gruñendo, mientras sentía el pelaje de su cola y orejas erizarse. Se sentía tan bien. Si bien le habían entrenado para ser alfa, nunca había hecho eso con nadie.
Se acercó al cuello de Sin, dando leves mordidas, mientras comenzaba a moverse.

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(Oh, mira (?) )

Sus ojos se entreabrieron y se levantó. Se quedó sentado unos segundos, como observando a la nada, para luego tomar del cuello a Querov y besarlo repentinamente. Reav era sonámbulo, completamente dormido realizaba cualquier locura, como besar a una persona que recien conocía.

Soltó una carcajada, intentando atraer al conejo al ofrecerle su mano, quedandose quieto.
Observó a Con, sonriendole, más calmado.

Lou: Tienes un imán para animales, ¿lo sabías?

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Gimió, chilló, sus piernas temblaban y tuvo que esforzarse por mantenerse en esa posición y no caer al piso. Se sentía tan bien, había deseado por tanto tiempo...
Se sostuvo de una mano, acariciando los cabellos de Jyaf con la otra y atrayendo su rostro hacia el de él, besandolo profundamente, dejando escapar pequeños jadeos al sentir el movimiento.

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Lo repentino del asunto lo dejó inmovil por unos segundos, hasta que recuperó la compostura y lo alejó de su cuerpo, gruñendole con fuerza. ¿Qué demonios hacía?

Querov: ¿Qué te ocurre?

Con: No, no lo sabía... pero estoy segura de que este conejo no se transformará en humano

O eso esperaba. Observó a Lou, atentamente. Se preguntó si sería así cuando tuviesen a Tomás, si realmente sería tan dulce y tierno como se mostraba ahora con ella. Desvió la mirada, pensativa. Tenía miedo de que sucediera lo mismo que con su madre, estaba aterrada. ¿Y si él quería irse? ¿O si lo llamaban para la guerra? Sintió sus piernas temblar. ¿Qué haría sin él?

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Tanto se había negado y parecía disfrutarlo más que nadie. Lo besó, como intentaba recordar que se había, para luego separarse y gruñir de placer en su oído. Comenzó a aumentar el ritmo aún más, y profundizar tanto como le era posible. Le estaba disfrutando demasiado, estaba por acabar. Su pelaje se erizó repentinamente, sintiendo una descarga de electricidad en su columna, para acabar dentro de Sin, dejando salir un fuerte aullido.

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Luego del beso, se dejó caer sobre el hombro de Querov, para seguir durmiendo.

Se olvidó del conejo en segundos. Se acercó a Con, tomandola de los brazos suavemente. La conocía demasiado bien como para saber cuando estaba mal.

Lou: ¿Con? ¿Qué ocurre?

Le tomó la barbilla para que alzara la mirada, observandolo.

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Mordió su muñeca para evitar que sus chillidos resonasen por todo el departamento. ¿Y si alguien oía? Cuando sintió a Jyaf acabar, el no pudo contenerse e hizo lo mismo, cayendo ahora sí, sin fuerzas, contra el suelo frío, agradeciendo el contacto.
Con la respiración acelerada se quedó allí, tirado, sumiso. ¿A quién le importaba ser "alfa"? Eso se sentía demasiado bien.

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¿Qué demonios...? Suspiró. ¿Sonambulo? ¿Algo más? No entendía nada. Y su instinto de escapar estaba creciendo. Demasiada cercanía, demasiado contacto.

No quería decirle, le daba vergüenza. ¿Y si se enojaba? Suspiró, enfrentando su mirada.

Con: Tengo miedo de que te vayas. ¿Y si te llaman al deber? No puedes negarte...

Tembló levemente.

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Se dejó caer sobre Sin, despreocupado por mancharse o no con sus líquidos. Aún sin salir de él, movía su cola de un lado a otro, feliz.

Jyaf: Se sintió genial, finalmente eres mi hembra

Lamió su cara, sin poder creerselo.

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Poco a poco fue despertando, para terminar estirandose mientras bostezaba. Al final se había dormido en el bosque, abrazado a... un desconocido. Se sonrojó levemente. Estaba molesto, ¿acaso le habría molestado?

Reav: ¿Te hice algo?

Le sonrió con delicadeza, abrazandola luego entre sus brazos. El que se preocupase por él le daba una oleada de calor, aunque prefería que ella estuviese bien. La separó, clavando los ojos en ella para que lo viese claramente.

Lou: Con, no hay nada que nadie pueda hacer para separarme de ti. Y si, puedo negarme. Ya cumplí mi tiempo, ya luché mis batallas, ahora lo que me importa eres tú. Y Tomás. Y a esos dos loquillos que tenemos en casa. Nunca tuve una familia, no realmente, ¿y crees que la dejaré ahora que la tengo?

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Soltó una risita, sintiendo una punzada de dolor en su orgullo. En fin, no podía resistirsele, y quizás, en algún futuro y a la fuerza lograse convencerlo. Por ahora, estaba feliz.

Sin: ¿dónde están mis flores?

Le sacó la lengua, sonriendo.

-

Querov: Oh no, solo me besaste.

Lo fulminó con la mirada, aunque el enojo ya no era tan real. Era sonambulo entonces. Cada uno con sus rayes, en realidad no podía estar enojado con alguien que no había salido corriendo al conocerlo.

El abrazo fue a la vez reconfortante y aterrador. Se sintió como una especie de "si tiene que pasar, pasará". Pero al oirlo, pudo sentir el miedo irse levemente. Se abrazó con fuerzas a él, sintiendo un par de lágrimas escaparsele.

Con: Ese es el problema, que no quiero que me dejes...

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Jyaf: ¿Quieres flores?

Salió con cuidado de su interior, gimoteando de placer, para luego comenzar a lamer los restos de Sin que habían quedado sobre el vientre del mismo. Gruñó levemente, sintiendo deseos de nuevo.

Jyaf: Estoy en época de celo...

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Reav: ¿Te besé?

Más que cara de sorpresa o vergüenza, un gesto de felicidad cruzó su rostro. Por primera vez no había actuado violentamente, y eso le alegraba. Seguramente la situación se hubiese visto peor si le hubiese golpeado o mordido.

Lou: Te amo, estás llevando a mi hijo en tu vientre y nadie, jamás, logró que me sienta así con nadie. Me he vuelto adicto a ti Con, no puedo dejar de pensar en ti, incluso cuando no estamos juntos. No voy a dejarte. Te lo prometo.

Le acarició el cabello, sintiendo la verdad en sus palabras, la fuerza de su promesa. ¿Cómo podía? ¿Cómo podía dejarla cuando la amaba tanto?

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Sin: Estoy bromeando tonto.

Le sacó la lengua, sonriendo al oírlo nuevamente. Necesitaría un tiempo para recuperar el aliento pero... lo empujó con suavidad, besando su pecho, rozando sus dientes contra la piel hasta llegar a su miembro, lamiendolo complemente.

-

Querov: ¿Y estás feliz por ello? ¿Quieres explicarme de que se trata todo esto por favor?

No entendia nada. Y si hay algo que odiaba, era no entender.

Sintió sus piernas temblar y se dejó caer, llorando de felicidad. ¿Por qué era que él siempre tenia ese efecto en ella? De desarmarla de la forma en que más quisiera. Dejó salir una risita, haciendose un ovillo contra el suelo.

Con: Me haces tan feliz... tanto, que a veces duele...

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Gruñó, dejándose hacer. Era la primera vez que le hacían eso tambien, y ahora entendía por qué siempre le habían enseñado a impedir que tomaran su título de alfa. Agachó sus orejas, moviendo la punta de su cola.

Jyaf: Eres bueno...

-

reav: Pues, suelo ser violento cuando duermo...

Se acercó, para mirarlo fijamente a los ojos.

Rea: Disculpa, pero no estás molesto ¿o si? -se detuvo a pensar unos segundos- ¿O será que te quité tu primer beso?

La alzó en brazos, era suya, la versión dura y la dulce, la cara romantica y la burlona. Amaba cada faceta.

Lou: Ohh entonces quizás hay que hacer que esa Con golpeadora de entre piernas vuelva a resurgir ¿no? ¿Me golpearas por hacerte cosquillas?

La dejó en el suelo, comenzando a pasar sus dedos por su vientre, intentando hacerle cosquillas, mientras reía.

-

No había nada mejor que complacerlo. Lo introdujo completamente en su boca, recorriendolo con su lengua, mientras una mano arañaba el pecho de Jyaf y la otra le acariciaba la cintura y la parte interna de los muslos, conociendo su cuerpo.

-

Se sonrojó y desvío la mirada, intentando bufar o actuar diferente a como un niño pequeño.

Querov: N-No es eso... Digo, no tiene importancia pero... simplemente me tomaste desprevenido, ¿de acuerdo?

Comenzó a retorcerse y reir sin poder contenerse de ninguna forma. Quería esconderse de las cosquillas, pero terminó por dejarse hacer.

Con: Sabes... por eso te amo...

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Gimió cada vez más fuerte. Gruñó de placer, retorciendose en las manos de Sin.

Jyaf: Tan... bueno...

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Oh, había dado en el clavo.

Reav: Pero te lo quité, era importante, y estaba dormido...

Sonrió, acercandose a él.

Reav: Puedo compensarlo.

Lentamente sus dedos dejaron de corretear para pasar a acariciar su piel, suavemente, su vientre, su estómago, iba subiendo la tela de la ropa centímetro a centímetro.

Lou: Y yo te amo a ti por esto y mucho más.

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¿Quería una hembra? Tomó una de las manos de Jyaf, obligandolo a que lo tomase de sus cabellos. Involuntariamente le abrió las piernas, logrando acercarse más a él, que su miembro fuese más profundo en su boca. La saliva la caía por los costados y en lo único que podía pensar era en los gemidos de él, en su placer.

-

Querov: Quieto.

Este chico estaba fuera de control, no tenía ningún tipo de vergüenza, ¿verdad? Suspiró, acercandose a él.

Querov: Mira, no te preocupes por ello, solo intenta no violentarte conmigo, ¿si?

Jadeó ante las caricias, copiando y haciendo lo mismo por sobre la piel de Lou.

Con: Hazme el amor...

No le importaba el lugar, ni la hora. Sólo... deseaba conectarse con él. Hacía tanto que no tenian relaciones, porque ella estaba tan dolida consigo misma, con su cuerpo.

-

Lo tomó de los cabellos, gimiendo descontroladamente. No podía dejar de temblar de placer.

Jyaf: Me encanta... argh... que seas mi... mi hembra...

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Sonrió, ruborizandose.

Reav: Dejame compensarlo...

Le tomó el mentón, acercándose levemente, para besarlo con delicadeza.

Reav: Sigue sin ser alguien importante, pero por lo menos no estoy dormido

Sonrió ante el permiso, terminando por despojar a Con de sus ropas. No le importaba nada, solo la quería a ella, sus cuerpos juntos, unidos.
Le besó el cuello con delicadeza, mordiendo la zona levemente mientras se quitaba los pantalones y se abrazaba a su cuerpo.
Siempre él tan lento, queriendo disfrutar cada momento.

-

Con una última lamida se separó, colocando a horcadillas de él, comenzando a penetrarse con lentitud, jadeando. Guió las manos de Jyaf a su cintura, para que acompañase su movimiento mientras se escaba su nombre entre jadeos.

Sin: Hazme tuyo.

-

Bajó la cabeza, avergonzado. ¿Alguien no importante? No había corrido, no había intentado atacarlo... Lo observó con cierta tristeza en los ojos, no tenía forma de agradacerle por no haberlo tratado como un fenómeno. Avanzó un paso, volviendo a rozar sus labios, por unos segundos.

Dejó salir una risita al ver que le quitaba la ropa. Tan delicado, como siempre, y tan dulce a la vez. Le acariciaba el cabello, los hombros y el pecho a medida que los besos y las mordidas en su cuello continuaban. Se sentía segura de sí misma, despues de mucho.

-

Abrió sus ojos sorprendido. ¿Realmente se entregaba a él con tanta simpleza? Hasta hacía poco peleaba por ser el macho. Gruñó, tomando su cintura, para penetrarlo repentinamente.

Jyaf: ¿Así?

-

¿Lo había besado de vuelta? Dejó salir una risita, completamente alegre.

Reav: ¿Me besaste? ¿Por qué?

Lo arrojó al suelo, sentandose sobre su estómago.

Reav: dime, dime

Bajo los besos a su pecho, lamiendo estos y succionando sus erectos pezones. Era tan sencillo enloquecerlo, cuando se trataba de ella. Terminó por quitarse sus pantalones y los de ella, comenzando a penetrarla con suavidad, gimiendo mientras lo hacía.

-

Asintió con fuerza, cerrando sus ojos para disfrutar de la sensación de tener a Jyaf dentro suyo. Luego lucharía, luego le mostraría que él también podría sentir ese placer, pero ahora, quería disfrutar.

-

Con este chico era imposible no hacer algo que terminase con él saltando de alegría. Suspiró, tomandolo de los brazos para quitarlo de arriba suyo e incorporarse.
Se encogió de hombros, volviendo a suspirar.

Querov: Realmente no lo se. Ya te dije, un beso no tiene importancia...

Como siempre, los besos le enloquecían a sobremanera. Era tan asquerosamente excitante, que se planteaba si realmente no era una ninfómana desde que le había conocido. Ronroneó al ver que le quitaba los pantalones, para luego dejar escapar un fuerte jadeo cuando le penetró.

Con: Demonios... vas a volverme loca...

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Se levantó levemente, para acabar quedando sentado. Era una pena que Sin no tuviese orejas, como él, pues seguramente se volvería loco si las mordía. Se acercó a su hombro derecho, mordiendo levemente para terminar dando una fuerte mordida al mismo tiempo que le penetraba con completa fuerza.

-

¿Un beso no tenía importancia? Se sentó, mientras lo veía alejarse un poco. Claro, era un desconocido, ¿por qué diablos le iba importar un beso de él? Sonrió, con cierta pena. Era un desastre, besando desconocidos y sintiendose alegre por ello.

Reav: Seguramente el problema sea que el beso te lo di yo y no alguien realmente importante

Se puso a pensar unos segundos, mientras tomaba la guitarra y comenzaba a tocar. Quizás si le ayudaba a que una persona le terminase gustando y tal le besase, pensaría diferente.

Reav: ¿Te gusta alguien, no?

Lou: En parte es mi venganza. Tu haces lo mismo

La besó cortamente en los labios antes de terminar por adentrarse completamente en su cuerpo, jadeando al hacerlo. Podían pasar años y esa sensación de bienestar no desaparecería.
Comenzó a moverse lentamente, besando su clavicula y sus hombros.

-

Se abrazó a su cuerpo, enterrando su rostro contra su cuello, lamiendo este, besando su rostro para luego morder una de sus orejas con fuerza al sentir la morida sobre su hombro. Rugió sin soltar la oreaja, gimiendo.

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¿Por qué se sentía culpable? No lo había rechazado ¿O si? Simplemente no lo conocía, y nunca había tenido ese tipo de interacción con otra persona, hombre o mujer. Suspiró levemente al oírlo, caminando nuevamente hacia él y sentandose frente suyo. En lugar de observarlo a los ojos, dirigió la vista a la guitarra. Realmente tocaba muy bien.

Querov: No. No me gusta nadie. Tampoco conozco a nadie lo suficiente para que me gusten. -vaciló unos segundos antes de continuar. Se sentía extraño compartir tanto de él con alguien a quien apenas conocía pero ya había besado- Y no digas que no eres importante. Ya con no haber corrido espantado eres importante para mi.

¿Ella hacía lo mismo? No pudo evitar dejar salir una risita, para luego volver a jadear al sentirlo por completo dentro suyo. No sólo el placer del acto la embriagaba, sino el hecho de sentirse querida, despues de tanto tiempo evitando ese gento. Se abrazó a su cuello, suspirando.
El leve movimiento de las hojas le tranquilizaba y erizaba la pieal al mismo tiempo. El viento, meciendolas. Aunque... ¿era realmente el viento?

Con: *gimiendo* El conejo...

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Al sentir la mordida en su oreja, fue como apretar un botón de "máxima potencia". Le apoyó la espalda contra el sofá, comenzando a penetrarlo aún más rápidamente. La punta de sus dedos habían comenzado a transformarse en garras, con las que arañaba la espalda de Sin.

-

Reav: Bueno, podrías conocer... No todo el mundo huye despavorido, es sólo encontrar al tipo de gente indicada

Suspiró, dejando de tocar. Para él era más fácil decirlo, despues de todo un par de orejas caninas no resultaban más que tiernas y sólo un poco sorprendentes, pero hablar con el poder de la mente era algo completamente diferente. Lo miró, inspeccionandolo un poco.

Reav: Quizás podrías primero comunicarte a traves de palabras escritas, como los mudos. Y luego hablar, de tu forma peculiar

Abrazado a su cintura, besaba su cuello con cada embestida, disfrutando de ser uno de los pocos que en verdad conocía a Con, que podía ver su lado más vulnerable y al mismo tiempo fuerte, una fortaleza distinta a la rudeza y fuerza física.
Solo levantó el rostro ante la mención del animal, buscandolo con la mirada. Se había olvidado de su presencia.

Lou: ¿Qué con él?

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¿Debía acaso quejarse? El dolor se transformaba en placer al sentir las pequeñas garras contra su piel, jadeando con fuerza, reforzando el agarre que tenía sobre su oreja, lamiendola ahora, con lentitud, buscando que enloqueciese tanto como él.

Sin: M-Más~

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Se sonrojó profundamente, desviando la mirada y el rostro, intentando ocultarse de cualquier forma. Como poder podría solo que...

Querov: Es que... nunca me enseñaron a escribir.

Su familia había enloquecido ante la presencia de tan extraño niño, tanto que no tardaron en deshacerse de él y enviarlo con el primero que se ofreciese. Esa persona nunca se había ocupado de enseñarle cosas básicas como escribir. Podía crear una poción con cualquier elemento y saber como manejar la mente de alguien para que divulgase sus secretos. ¿Pero escribir o leer? No.

Gemía desesperada. Le resultaba increíble como Lou no olvidaba ser un caballero, aún teniendo relaciones. Era como si ella estuviese antes que él, el placer que le podía propinar a ella, la forma en que a ella le gustaba que se moviera. Jadeó, cerrando los ojos.

Con: C-Creo... que hace mucho... ahh~ ruido...

-

¿Más? Sonrió, relamiéndose. Comenzó a embestirlo con fuerza, introduciendo por completo su miembro dentro de él. Las lamidas en su oreja le obligaban a detenerse de vez en cuando, ya fuera para gemir o para no perder la poca cordura que le quedaba.

-

Escucharle decir eso fue como un baldazo de agua helada. Definitivamente estaba hecho para el error, primero le decía fenómeno, luego le quitaba su primer beso, ahora esto. Suspiró, rascándose la cabeza. ¿Cómo podía ser que nadie le enseñase algo tan básico? Lo miró a los ojos.

Reav: No es tan dificil... puedo enseñarte, si quieres

Lou: ¿Y quieres que me detenga?

Profundizó las estocadas, deleitado ante los gemidos de Con, incapaz de detenerse ahora. Besó su mandíbula, sus mejillas y por último sus labios, modiendo delicadamente estos últimos.

-

Le encantaba que no se pudiese controlar, que no tuviera reparos con él y que se viese obligado a detenerse. Cada vez que lo hacía gemía en protesta pero al mismo tiempo su cuerpo se electrificaba nuevamente cuando retomaba el movimiento. Se aferró a su espalda, arañandola, sin soltar su oreja.

-

Querov: ¿Estas seguro?

¿Por qué se tomaba molestias por él? Era solo un extraño después de todo, no le debía nada. Una pequeña sonrisa se asomó en sus labios, observandolo. Quizás al fin podría aprender a comunicarse de otra forma...